Una noche, solo pedía una noche para decirte lo mucho que te amo. Pero es tarde; no pude ni siquiera decirte un adiós al verte partir en el barco ni detenerte para que siguieras a mi lado. Sueno egoísta, lo sé, pero tengo que dejarte ir para que cumplas tus sueños. Sé que serás la mejor y que no dejaras que nadie te derribe.
Fui un tonto al no hablar ese día ¿por qué no dije mis sentimientos una vez que tuve la oportunidad? pero soy un idiota por quedarme callado, pero si te lo digo ¿te quedarías a mi lado? Aun esa pregunta surge en mi cabeza, y si me rechazaras ¿seríamos amigos o te alejarías más de mí para siempre?
Todavía tengo miedo a la respuesta que me darías, pero las palabras no salen de mi boca. Soy un cobarde al tener que escribirte esta carta para decirte lo mucho que te amo. El tiempo que estuvimos viajando tú fuiste especial para mí. Cuanto daría por dar todas las medallas y premios ganados para verte en este instante y decírtelo de frente. Pero nunca tendré el valor para hacerlo.
Dime cobarde, idiota, estúpido si quieres, pero mis sentimientos nunca cambiaran por ti. Sé que ahora que estés leyendo esto estarás lejos, teniendo nuevas aventuras y sobretodo, siendo la mejor coordinadora que vi en los tiempos. Aun recuerdo cuando aprendías que los pokemons podían ser nuestros amigos y no simples mascotas; fue entonces cuando supe lo especial que eras y me arrepiento nunca habértelo dicho: estoy orgulloso de ti, May.
Orgulloso de que fueras valiente al viajar sola, que te enfrentes a nuevos retos, que te vuelvas cada día mejor. Cuando termines de leer esta carta quiero que me prometas algo: si no sientes lo mismo por mí, solo ofréceme tu amistad. No pediré más. Espero verte pronto y recuerda que, siempre tendrás un amigo en el cual confiar.
Te amo May, recuérdalo siempre.
Con cariño tu antiguo maestro cabezota: Ash
P.d: suerte en tu viaje es espero saber tus grandes aventuras pronto.
-Ash…-terminó de leer la chica con lágrimas en sus mejillas mientras estrujaba la carta; sentada en la esquina de la cama del camarote recargada a la pared. Había encontrado la carta mientras buscaba su pijama cuando vio la carta que cayó de su mochila. El sobre sólo tenía en medio que decía "para May". Conforme la fue leyendo, sus lágrimas se hacían más fuertes. Solo se oyó el susurro de aquella noche.
- Yo también te amo, Ash…yo también.
