Una historia basada un poco en un doujinshi, pero no va exactamente así, espero que les guste :D

Pareja: AlfredxArthur -Estados UnidosxInglaterra-.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.
Advertencia: Colecciones (?)

Un coleccionista. Sí, es aquella persona que practica el coleccionismo, esta de por si es básicamente una afición que consiste en reunir ciertos objetos de una categoría en común. Como estampillas, monedas, hojas y servilletas, entre muchas otras. Alfred F. Jones era un científico renombrado que a corta edad desarrolló experimentos biológicos de alto contenido de investigación, incluso alguna que otra cura a enfermedades menores y se graduó de médico cirujano años más tarde. Todos tenían fe que en unos cuantos años más ese prodigio encontraría la cura al Sida, por ejemplo.

Ese norteamericano tenía una fascinación compleja hacia las colecciones también, las alas de mariposas, cientos de ellas, tenía de cada especie, era algo así como una obsesión. Y de hecho, la colección de Jones era única, realmente única. Cuando lo capturó a él se hizo inigualable.

Alfred en las noches practicaba con aves blancas, ahora tenía colecciones de alas de todo tipo de aves, algunas no se molestaba en anestesiarlas, después de todo iban a morir o serían un desperdicio. Las cortaba, practicando para ver dónde tenía que realizar la incisión perfecta. Las alas desgarradas de los animales, sangrando tanto, no podía detener la hemorragia...

–Maldición, si sigo así no podré hacerlo con él...–pasó semanas así, matando animal tras animal, hasta que los últimos pudieron moverse con todas las facultades que tenían, aunque claro, era algo torpes con el equilibrio.

Eso se podría mejorar, Alfred sonrió suavemente, las manos ensangrentadas con restos de hueso y pluma tomaron la cortina en medio de un gran salón deslizándolas con fuerza. Debajo del manto rojo había un ser de ojos verdes, debajo de sus hermosos luceros aún podían verse las marcas secas de sus lágrimas amargas.

Allí, amarrado como si fuera parte de la colección, detrás de un vidrio de cristal con algunos agujeros, sus alas era lo único que no era tocado, era un ángel, una maravilla. El americano se enamoró de esa criatura. Debía poseerlo, y esas alas... arrancárselas, son hermosas, es verdad, por eso las conservará.

–¡Arthur! ¿no estás feliz?–Alfred mostró una sonrisa siniestra mientras accionaba una palanca que apartaba el vidrio.

Los ojos del angelical ser le miraron cansados, sin ganas de seguir luchando. Desataron sus amarras... lo pusieron en una camilla y lo volvieron a agarrar donde era recostado mientras inyectaban algo en su brazo. El ángel ya no hablaba, no había caso en hacerlo, hace mucho tiempo que su gentil niño había enloquecido en esa obsesión. Aún así no evitó gritar y llorar cuando la primera cortada profunda del bisturí comenzaba a desgarrar las alas de su espalda, los huesos, la piel abierta, la sangre, Jones lo disfrutaba y le pedía a Kirkland que se calmara, que faltaba poco, que desconectar los huesos era lo más difícil.

Para Arthur aquello es la perdición de su esperanza de huir, la eterna jaula del pájaro que aunque abran la reja, ya jamás podrá salir. En cambio, para Alfred, que ha perdido toda la razón por aquel hermoso ser... Arthur es una colección, suya, única, una colección de amor.

N.A: Otro fic de Halloween, quedan varios más... y me quedan sólo ocho fic para mi meta de trescientos :3, bueno, eso, espero estén disfrutando estas historias perturbadoras, hay lindas también, tengan calma! que viva el USxUK :D