PREFACIO:

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Realmente no lo sé, no lo recuerdo… Todo comenzó hace algún tiempo, creo ver imágenes mías de cuando era más joven, más inocente, más feliz.

Mi cabeza duele y lágrimas caen de mis ojos, hay humo a mí alrededor pero no hay nada incendiándose más que mi corazón hecho trizas. Las venas pulsan en mis brazos llevando lava hirviendo en lugar de sangre a través de mi cuerpo, quemándolo todo, haciendo arder mis heridas.

Antes me amaba tanto; yo solía quererme, él solía quererme… Ahora no era más que un desecho, ese trozo de basura de la que nadie se quiere hacer cargo, la triste muchacha de la que habla todo el pueblo cuando la ven pasar. En eso me había convertido, en lo que siempre había intentado evitar: una prostituta frente a todos, pero no en el interior, no realmente.

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Intento hacer memoria de mis años anteriores pero algo dentro de mi pecho lo impide. Había sido la cerebrito del colegio, la jovencita más hermosa y ejemplar a la que todos los padres señalaban diciéndoles a sus hijos "¿Por qué no eres como ella?". Era el orgullo de mi familia, la preferida de los profesores, la popular entre el alumnado… Era, era, era… Tiempo pasado, muy anterior al infierno en que ahora se había convertido mi vida.

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Hice el intento de sentarme en el piso mientras el cigarro que reposaba entre mis dedos chocaba contra el cemento frío al caer de mis manos al igual que todo lo demás, todo se caía de mis manos. De a poco lo recordaba, lo sentía en la espalda. Había sido el deseo de ser diferente lo que me había llevado hasta allí, la necesidad de revelarme, de alejarme de la presión de tener que ser perfecta.

Yo me había empujado hacia eso, aunque él también había hecho su parte.

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Por él, ahora lo sabía bien. Limpie con el dorso de mi mano las lágrimas de mis mejillas y suspiré… Atraída por su estúpida belleza, por sus palabras dulces y movimientos cautivantes, era por su culpa que había caído en este pozo de autodestrucción.

Era imposible no sentir el corazón agitándose en cuanto lo veías cruzar frente a ti, con esa mezcla de sensualidad que solo él poseía y esa seguridad propia de una persona que lo ha hecho todo en la vida y que todo eso le ha salido bien. James era su nombre, y vaya que me gustaba… Esa palabra resbalaba de mi boca tajante y lastimosamente, doliendo pero provocando ese placer que te producen las cosas cuando eres masoquista y necesitas sentir dolor para saber que estás viva.

James me había arrastrado con él, tampoco era como si le hubiese costado mucho… Un par de palabras, algunos gestos románticos y la joven necesitada de algo carnal que vivía en mi interior había caído frente a sus pies, con el alma desnuda… Y el cuerpo también.

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Por tonta, por eso fue que llegué hasta ese lugar: la cima del edificio más alto de Forks, la cumbre del dolor en mi vida, el lugar dónde sellamos nuestro pacto con un beso endiablado que me había robado el corazón y la oportunidad de ser feliz. Porque no había vuelta atrás… Esa noche estaba invitada a ir a su casa puesto que sus padres habían salido de la ciudad, y yo lo sabía, sabía que iba a pasar. Y lo deseaba, lo quería, lo imploraba.

Me pidió un beso y se lo dí, me pidió que fuera a su hogar esa noche y lo hice, me pidió que me dejara hacer todo lo que él quisiera y con gusto le di permiso, me pidió que me marchara y feliz lo hice… Me pidió que desapareciera de su vida, y estaba a punto de cumplirlo.

Pero no sólo desaparecería de la suya, sino que ya nadie más volvería a verme. A menos que decidieran buscar ese infame video que había arruinado mi vida y que todo el mundo podía contemplar cuantas veces quisiera puesto que era de los más vistos de Internet…

Ya nada importaba porque no había nadie detrás de mí, no tenía nada que perder. Mis padres me habían echado de casa, todos en la escuela se burlaban de mí y el resto de los pueblerinos cuchicheaba a mis espaldas… Para vivir así prefería no vivir más.

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Llegue con una sola idea, la única que permanecía en mi cabeza en ese momento: volar. Iba a volar, a volar fuera de este mundo de un solo salto, a volar como una persona libre de maldad de una vez por todas, quería volar e huir de allí tan pronto como me fuera posible.

¿Tan mala había sido? ¿Tantos errores había cometido? Sólo había pecado en una cosa y había sido por amor… ¿Merecía tanta humillación? Merecía morir, o eso quería al menos. Y me asustaba la idea de saber que estaba mucho más ansiosa por dejar de existir que por dar la vuelta y regresar a mi nuevo hogar.

¿Cómo fue que llegué hasta aquí?

Era más sencillo de explicar de lo que parecía, y con la cabeza más tranquila ahora podía verlo claramente… Me había enamorado del chico popular de la escuela, y siendo popular yo también pensé que seríamos la pareja perfecta. Me conquistó con palabras elegantes, con frases robadas de libros a las cuales yo respondía con sonrisas y suspiros… Me besó, un par de veces lo hizo y luego me pidió ir más lejos, como prueba del amor que le profesaba. Ante el miedo atemorizante de perderlo había accedido, sin saber que todo era una trampa, una jugarreta que me enviaba el destino por haber sido tan inocente y haberle creído todo. No solo abusó de mi complacencia sino que también gozó de subir una filmación secreta de aquel acto a las redes sociales para que todos lo vieran y se rieran de mí como él lo hacía, como lo había hecho todo el tiempo. Y suelen decir que pueblo chico es infierno grande… Todos en Forks se enteraron de lo que había sucedido, inclusive mis padres quienes no habían sentido dolor alguno al preparar todas mis cosas en maletas y dejarlas fuera de casa, mostrándome que ya no era bienvenida en mi propio hogar. Todos se habían olvidado de que detrás de esa violación a mi reputación había una chica engañada, una chica usada en favor de no sé qué cuestión… Se olvidaban de que la más perjudicada de todo era yo, se olvidaban de la dulce Bella y comenzaban a plantarle cara a la ramera de Isabella que había gritado de placer sin pudor alguno en la cama de un chico que conocía desde hacía una semana. Pues él había dicho eso, pero no era cierto… Lo conocía desde hacía tanto tiempo que había perdido la cuenta y la noción de que no todos en la vida son lo que aparentan ser. Desde entonces trabajaba de noche en un club nocturno, sirviéndoles copas a desagradables hombres que solo querían acostarse conmigo como aquel estúpido del video… Vaya vida, me había vuelto una celebridad en Forks y no de las buenas.

Pero aun así y con todas esas desgracias intentaba superarme.

Algunas semanas atrás se podía decir que estaba saliendo adelante… La escuela era un infierno pero intentaba no prestarle atención a nadie más que a mí, después de todo era la única persona que nunca me traicionaría sin salir lastimada al mismo tiempo. De a poco y remando estaba intentando escapar de ese pozo oscuro de dolor y sufrimiento…

Sin embargo nada es sencillo y no todo en la vida se puede dejar atrás…

Estaba cansada de los apodos, los insultos y las burlas. Me habían agotado los abusos y los gritos, las reprimendas y los castigos sociales a los que me sometían los que antes habían sido mis amigos… Estaba cansada del mundo, cansada de todos, cansada de mí… Y la única solución a tal cansancio es, desde luego, arrancar la yerba mala por la raíz.

¿Y qué sucedía cuando la raíz era yo?

Pues debía de ser mutilada.

El edificio del Banco Central de Forks siempre me había parecido un buen lugar para morir… No era como si siempre hubiese estado planeando mi muerte (o tal vez sí) pero era un lugar agradable, tranquilo y vistoso… Llegar a la cima no había sido sencillo, había tenido que escabullirme entre la gente como James y yo lo habíamos hecho aquella tarde… Pero allí estaba, todo estaba listo.

Había leído por última vez mi libro favorito, fumado un par de cigarrillos mientras dejaba que el llanto fluyera y escrito alguna que otra carta por si a alguien se le ocurría reclamar mi cuerpo antes de arrojarlo al pozo con el resto de cadáveres del cementerio. Había pactado como hora clave el atardecer; el momento en el que el sol se va sería el mismo en el que yo me iría, con la diferencia de que nunca más regresaría.

Y esa hora había llegado.

Dibujé con una colilla apagada el nombre de "James" en el piso y apague mi último cigarrillo en el medio, intentando devolverle un poco el dolor que él había plantado en mí. Me quité los zapatos, retoqué mi labial y me acerqué a la cornisa, esperando que no hubiera mucha gente cerca.

Pues tuve suerte, en Forks no había muchos habitantes y menos a esa hora, cuando el frío se acentuaba y te calaba hasta los huesos.

Ese era el fin… El fin de toda mi existencia.

Con lentitud subí el peldaño que separaba el techo del borde de la pared y me mantuve allí, dejando que el viento de invierno alejará los últimos malos pensamientos de mí… Cerré los ojos y suspiré. Quería prolongar ese segundo por siempre, ese instante en donde me sentía tan bien y sin presiones que podía decir era feliz luego de mucho tiempo. Era feliz, tan feliz… Estaba a un paso de mi libertad. Suspiré y sonreí, veía la luz arriba del pozo en el que había estado hundida todos esos meses, ya estaba cerca de salir, tan cerca…

Y entonces algo me empujó…

Pero no precisamente hacia adelante, sino hacia atrás…

Dos brazos me rodearon, mi cuerpo flotó en el aire y se impactó contra una superficie dura al mismo tiempo en que el aire había abandonado mis pulmones. La espalda me dolía y la muerte no duele, por ende no estaba muerta… Algo había frustrado mi intento de huir, de ser libre al fin… Algo… O alguien.

Mi pecho ardió en llamas y la oscuridad se apoderó de mi cabeza… Lo último que vi antes de sumirme en ese sueño fue un hermoso par de ojos verdes que de hermosos no tenían nada, puesto que me habían traído de vuelta a la realidad, me habían hundido nuevamente en el infierno.


Hola a todos, espero que estén muy bien y tan felices como yo lo estoy en este momento. Les presento mi nueva historia, un escrito al que le he puesto mucho amor y que tenía deseos de compartir con ustedes. Por favor si les gusta ayúdenme con un review, no se imaginan lo agradecida que estaré y agreguen a sus favoritos, eso me ayudaría muchísimo. Gracias por todo, nos leemos pronto.