Dragostea Din Tei [Emmay/Rayema GB]

Había llegado exhausta del trabajo. No ayudaba el hecho de que hubo tráfico, trabajo hecho a medias por que sus compañeros no lo hacían bien, y que tuvo que lidiar con varios hombres.

Sólo quería entrar a casa, irse directo al cuarto y dormir. Y si Emil estaba, pedirle mimos. Aquello sonaba perfecto.

Abrió la puerta, dirigiéndose al cuarto. Y se hubiera echado en la cama, de no ser porque se escuchaba ruido en la bodega. Decidió averiguar lo que ocurría.

Abrió con sigilo la puerta, sólo para encontrarse con Emil con una guitarra eléctrica, cantando en rumano y sus hijos bailando a su alrededor. Riendo y aplaudiendo.

Una sonrisa ladina se posó en sus labios. Esa canción…

{Flashback}

Estaban todos los salones organizando para el festival de fin de curso. Y Emil, quien estaba en el club de música, por lo que debía estar ensayando casi todos los días.

Por lo que ella estaba sola la mayor parte del tiempo, no le afectaba, pero si lo extrañaba.

Fue entonces que, terminando sus deberes en la organización del festival, se escabulló en busca del pelirrojo. Y lo encontró, justamente en el salón de música; Emil se hallaba tan ensimismado en ajustar algunos acordes, que no se percató de la presencia de Ray.

Sino hasta que ella carraspeó. Levantó la mirada, sonriéndole.

-Ray, ¿Qué haces aquí? Creí que…

-Terminé todo lo que tenía que hacer. – interrumpió, ocultando el rubor que había aparecido en sus mejillas. – Además, quería ver lo que hacías.

Emil sonrió de forma suave.

-Yo también te extrañé, Ray. – ella sonrió, levemente. – Perdón por dejarte tanto tiempo sola.

-Lo entiendo, después de todo, eres uno de los principales.

-Quería perfeccionar mi rumano, además de afinar bien la guitarra. – la miró, con cierto brillo de ilusión. - ¿Quieres escuchar?

Ella sonrió, accediendo a complacerlo.

Emil sonrió para después aclararse la garganta, para proceder a empezar.

Como lo creyó, Emil cantaba bastante bien en rumano y los acordes se escuchaban bien; aunque llegó un momento donde Emil se emocionó, haciéndola sonreír.

Emil seguía siendo Emil, siendo grande o pequeño.

Aunque en un momento de la canción, sus miradas se cruzaron. Y en ese instante, el pensamiento de que se veía sensual surcó su mente. No pudo evitar reprimirse por eso, sonrojándose a más no poder.

Aunque tampoco ayudó el hecho de él le haya sonreído. Por Dios, ¿Desde cuando Emil se había vuelto tan apuesto? ¿Y qué hacía ella pensando eso!

Cuando él terminó, estaba jadeante, un poco cansado, pero satisfecho. Se peinó los cabellos para atrás.

Ray tenía la cara como la luz roja del semáforo. Emil la miró preocupado.

- ¡Ray! ¿Estás bien! ¿Te sientes…!

- ¡E-Estoy bien! – se cubrió el rostro con una mano, mientras que con la otra le indicaba que no se acercara más. Aquello no lo convenció, al contrario, lo preocupó aún más.

Dejó la guitarra en su lugar, y se acercó a Ray, cargándola en brazos. Ray se alteró.

- ¡Emil! ¿Qué…?

-Te llevaré a la enfermería.

En ese entonces, ella se dio cuenta que estaba enamorada de Emil. Todo por esa canción.

{Fin del Flashback}

- ¡Mamá, regresaste! – se acercaron sus hijos, abrazándola. Emil dejó la guitarra a un lado, sumiéndose al abrazo también.

Ray sonrió, correspondiendo el gesto. Miró con diversión a su esposo.

- ¿Esa canción?

-Tus hijos insistieron en que les cantara esta. No querían una en inglés.

-Papá dijo que con esta canción te enamoraste de él. – dijo el pequeño Emil, con una sonrisa. Ray arqueó una ceja, mirando a su marido, quien le sonrió de forma nerviosa.

-Oh, ¿En serio?

-Bueno… - Ray depositó un beso en su mejilla, sonrojándolo. Se separó del abrazo, cargando a su hijo.

-Vamos a cenar, después me das un concierto en privado.

Emil no supo si se refería a la canción u otra cosa.