~¿Tan solo amigos?~
Capitulo 1: Asuna.
Asuna estaba acostada en su enorme cama mientras repasaba los últimos hechos de aquel día. Temprano en la mañana Kazuto le había enviado un mensaje diciendo que esa misma tarde llevaría a Sinon al Dicey Cafe y que esperaba que ella y Rika estuvieran ahí. Según palabras del joven, la muchacha aquella había tenido un cruento pasado, y un presente aún peor, y necesitaba desesperadamente personas de su edad para relacionarse. Él esperaba que ella y Rika hicieran buenas migas con la chica en cuestión que desembocara en una solida amistad.
Hasta ahí la cosa seguía un buen carril. Ella misma se había puesto a disposición del chico para ayudar en lo que sea, después de la cruenta batalla en GGO donde a poco estuvo de perderlo, quería estar a su lado y ayudarle en lo posible. Decisión que al muchacho no pareció gustarle mucho, lo que menos quería era que ella se relacionara en algo que pudiera atentar contra su vida también, luego de su pasado en SAO y ALO, su paranoia era completamente entendible, pese a que a Asuna no le hacía mucha gracia.
Conoció a la chica; Shino. Bonita, de aspecto tímido e indiferente, piel blanca, ojos grises e inexpresivos como los de Kazuto, cabello castaño oscuro cortado a la moda. En resumen una linda princesa de hielo, en su opinión. Quien se sintió un poco fuera de lugar al conocerla a ella y a Rika, cuya personalidad rebosante estaba en su punto máximo de histrionismo, pero así era Liz ¿que podía hacer al respecto?. Así que el encuentro transcurrió con normalidad, se notaba que la pobre muchacha tenía muchas barreras que romper para poder confiar en las personas, y pese a su carácter desconfiado le caía bien. Y en cierta forma le recordaba a ella durante su estadía en Aincrad, cuando recién se animó a salir de su refugio en la ciudad de los inicios y aventurarse a las calles, a ese juego de la muerte. Su actitud era así; inerte, fría, indiferente. Obviamente no tenían el mismo pasado, pero reconocía ese patrón de desinterés y aislamiento; eso de que solo vives en el juego, y que buscas hacerte fuerte en lo virtual porque en la realidad tu vida es un asco. Por eso Asuna entendía un poco a Shino, y así se lo dijo, logrando el primer atisbo de sonrisa en ese rostro de hielo.
Entonces el primer encuentro no había sido tan malo a juzgar por la sonrisa de agradecimiento en el rostro indiferente de Kazuto. Todo había salido como él lo hubo planeado, y ya tenían una nueva integrante en el grupo. Sin embargo algo había pasado en ese momento que le dejó una pequeña duda clavada en el subconsciente. Pero como en dicho instante no se podía dar el lujo de meditar e indagar que era (o el porqué) dejó la duda para más adelante, cuando pudiera estar a solas y con tranquilidad pensar sobre ello.
Entonces ¿Que había sido aquello que la dejó con un amargo sabor de boca?
¿Que Kazuto llegara en compañía de Shino, siendo muy obvio que habían viajado juntos en la moto del primero? No, eso era completamente entendible, y por algún raro motivo no le había molestado. ¿Que se fueran juntos pues la muchacha vivía al otro lado de la ciudad y él se había ofrecido a llevarla? No, eso tampoco había sido, pese a que ella misma tuvo que irse en compañía de Rika rumbo a la estación de trenes.
¿Entonces que...?
Ah, si.
'¿Ellas? Ellas son mis amigas de SAO...'
Fueron esas palabras dichas por el muchacho al momento de presentarla frente a la recién llegada que hizo que la obscura duda se clavara en alguna parte de sus sentimientos.
Ni siquiera tuvo tiempo de preguntar el porqué justo esa elección de palabras, y más aún, pues cuando las introdujo individualmente ni siquiera Kazuto la presentó apropiadamente...
'Ellas son mis amigas de SAO'
Aquello era como si de pronto estuviera negándola. O por lo menos negando la relación que tenían. Y que tan solo eran simplemente amigos. Lo cual en cierta forma era cierto, ellos fueron amigos antes que todo. Antes de ser marido y mujer, antes de amarse con desesperación... primero fueron compañeros. ¿Pero porque sentía que estaba rechazándola? Quizás no de un modo tan abierto, pero al negar tan abiertamente su relación, prácticamente estaba negándola o ignorándola a ella.
Asuna se giró en el colchón, ubicó las manos bajo su mejilla y cerró los ojos en concentración. Desde que regresaron de ALO y compartieron su primer beso real en el hospital, y muchos más vale decir en todo ese tiempo, nunca habían esclarecido el quéeran ellos.
Si bien en el juego era obvio porque se enamoraron y se casaron... En la vida real, prosiguieron desde ese punto, con la diferencia de que no vivían juntos e iban a la escuela. Y para Asuna fue normal el pensar que Kazuto era su novio, pese a que nunca lo hablaron realmente, se sobreentendía.
¡Nadie iba por la vida besando a su amiga! ¿O sí...?
Hundió la cara en la almohada con desesperación ¿quizás había sido apresurado de su parte dar por cierto algo que no estaba completamente resuelto? Lo cierto era que Kazuto jamás manifestó palabras sobre qué tipo de relación mantenían, y si lo pensaba detenidamente...
Tampoco la nombró jamás como su novia propiamente dicha.
¿Había dejado volar la imaginación demasiado pronto? ¿Había dado por sentado una palabra que jamás fue dicha? ¿Le puso titulo a una relación que no tenía pies ni cabeza? Recordó que allá durante su luna de miel en el piso 22 del viejo Aincrad, Kazuto le había hecho una pregunta semejante '¿Nuestra relación existe solo en este mundo...?' Ella inmediatamente se negó y con su pasión acostumbrada le dijo que en la vida real sería de ese modo; que lo buscaría hasta encontrarlo y se enamoraría otra vez de él...
¿Entonces... porqué...?
Ya le estaba dando una migraña de tanto pensar. Soltó un suspiro y permitió que sus hombros se relajaran. No le daría más vueltas al asunto. Hablaría con él y tema arreglado. Y si ella estaba haciéndose ilusiones como una tonta, entonces... entonces, ya pensaría que hacer.
-o-
El telefóno sonó despertándola de la siesta que no recordaba haberse tomado. Manoteó el celular reprimiendo un bostezo y se apresuró a responder, sus ojos aún parpadeando de sueño.
- ¿Estabas durmiendo?
- Kirito- se refregó la mejilla y se sentó en el colchón -¿Que quieres?
Si a él le sorprendió la rudeza de la chica no lo demostró -¿Que te pareció Shino?
- Me agrada en verdad- se giró en la oscuridad reinante buscando la llave de luz en la mesa de noche, al hallarla la encendió; pronto la habitación se iluminó encegueciéndola unos segundos -Sería bueno que Suguha y Keiko pudieran conocerla también.
- Estoy de acuerdo. Pero mi prioridad era que Liz y tú -sobretodo tú- la conocieran primero. Además creo que debiéramos de esperar un poco antes de presentársela a Klein, sabes como se pone ante la vista de una mujer bonita.
Pero Asuna no rió, miró la hora en el reloj digital y reprimió una maldición -Debo colgar o se me hará tarde para la cena ¿Tenías que decirme algo más?
Eso hizo que el joven guardara silencio del otro lado antes de preguntar como si nada -¿Llegaste bien a casa verdad?
- Si, Rika me acompañó hasta la estación- se levantó mientras se dirigía hacia su closet automático viendo como las puertas ceremoniosamente se abrían dejando al descubierto su costosa ropa de diseñador. Sandwichó el móvil entre su cuello y hombro y escogió una falda rosa de lana y un sweater de cashmere blanco. Estaba impacientándose -Nos vemos mañana en la escuela.
- ¡Espera! ¿quieres que nos encontremos en la estación para ir juntos?
Asuna lo pensó detenidamente, muchas veces solían hacer eso; pactar un punto medio de encuentro para ir juntos a la escuela. La que casi siempre sugería eso era ella por lo que le extrañó la proposición del chico. Movió la cabeza en un gesto negativo, luego dándose cuenta que él no podía verla agregó -No es necesario, quizás le pida a mi padre que me deje de camino cuando vaya a su trabajo. Nos vemos mañana.
- Hasta mañana Asuna.
-o-
'Asuna de verdad me dio mucho placer conocerte, espero podamos ser buenas amigas -Shino'
La nombrada sonrió ante el mensaje en su celular, tipeó una rápida respuesta 'A mí también me dio mucho gusto conocerte. Ten por seguro que seremos grandes amigas' No era aconsejable ir escribiendo un mensaje mientras se caminaba en línea recta, por lo que alzaba la vista mientras terminaba de tipear. Iba por la vereda de la escuela y sus dedos apenas los sentía debido a la baja temperatura de esa hora. Apenas iban siendo las ocho de la mañana, pero el invierno se desataba con toda su furia, y eso que aún no nevaba.
- ¿Asuna?- la mano de Kazuto frente a sus ojos le hizo abrir los párpados impresionada. No se había dado cuenta que ya había llegado. El joven estaba apostado contra la pared, y obviamente había estado esperándola.
- Kirito buen día- saludó olvidando su mal humor del día anterior. Pese a eso no hizo ademán de acercarse a él.
Lo cierto era que cuando se encontraban en publico, o en la escuela como en ese momento, no solían mostrarse afectuosos el uno con el otro, por lo que no había necesidad de ser cursi. Asuna guardó las manos dentro de sus bolsillos y se adelantó, en silenciosa invitación de que caminara con ella.
- Llegaste temprano.
- Estaba esperándote. De haber sabido que vendrías sola hubiéramos arreglado para encontrarnos donde siempre.
- Como todo buen amigo ¿verdad?- ella se quitó los zapatos y los guardó en su locker.
Él hizo lo propio ignorando el doble sentido de sus palabras -Bueno sí- la miró mientras se quitaba el abrigo. Se aclaró la garganta -En unos días reabre el parque de diversiones al que queríamos ir ¿recuerdas?. Estaba pensando que podríamos visitarlo el sábado, pasar todo el día y...
Ella lo miró inexpresivamente -Pues si se oye bien.
- Ok- él asintió. Luego de cambiarse, juntos caminaron por el pasillo rumbo a sus respectivos salones -Nos vemos a la hora del almuerzo.
Ella asintió distraídamente y siguió andando. Su aula quedaba en el piso de arriba al estar en un grado superior al de él.
-o-
Asuna apretó el paso hacia el parque donde usualmente se encontraban. No llevaba el abrigo y sus dientes estaban castañeando graciosamente. Se aferró al bento que apretaba contra su pecho, en tanto divisaba la familiar silueta.
- ¡Asuna! Vienes sin abrigo ¿estas loca?- la retó el joven en tanto se ponía de pie y hacía un gesto de quitarse su propia chaqueta. Ella le hizo una seña de que se detuviera.
- Eso mismo iba a decir- tomó aliento en tanto le ofrecía su almuerzo -Como hace tanto frío decidí quedarme a almorzar con las chicas en la cafetería ¿No te molesta verdad?
Kazuto la miró parpadeando sorprendido en tanto tomaba el recipiente -Eh no, claro que no. Pero tu almuerzo...
- Este es el tuyo, lo preparé para ti- Asuna se abrazó a si misma reprimiendo el frío- Será mejor que vaya adentro antes de que muera de hipotermia.
No esperó que él le respondiera, se dio media vuelta y se alejó así tan rápido como hubo venido.
- ¿Volvemos juntos?- preguntó el muchacho casi en un grito.
Asuna lo miró por sobre su hombro -¡No lo creo! ¡Rika me pidió que la acompañe al centro comercial!- apretó el paso de tal modo que ya no pudo oír lo que él le respondió. Sonrió con cierta tristeza mientras entraba al patio cubierto llevaba sus dedos a sus labios y se los soplaba para que le volviera el calor.
-o-
Ella casi ni probó bocado, jugueteó con la comida de su bento ante la mirada exasperada de Rika, pero luego de unos segundos esta había perdido la paciencia por completo, y le propinó un golpecito en la mano para despertarla, sorprendiendo también a Keiko que parloteaba sin cesar.
- ¡Ya Asuna!
La nombrada la miró con bochorno -¿Que te pasa Liz?
- ¿A mí? ¡¿Qué te pasa a ti mujer?! Apenas probaste la comida, y ni hablar de que estás evitando a Kirito como si tuviera alguna peste.
- Ahora que lo mencionas, a mí también me sorprendió que decidieras comer con nosotras en lugar de hacerlo con Kirito- la más joven de las tres acotó -¿Pasa algo?
- ¡No tiene que pasar algo para que quiera almorzar con mis amigas!
Rika no se lo creyó ni por un momento, mantuvo la mirada fija en el rostro avergonzado de su amiga. Si había algo bueno en su forma de ser alocada, era que era la única capaz de leer a Asuna como un libro abierto. La amistad solida que habían comenzado en Aincrad así lo demostraba.
- No sé porque tengo la ligera sensación de que esto tiene algo que ver con lo que ocurrió ayer.
Keiko frunció el ceño -Liz me contó que conocieron a la persona a la que Kirito estuvo ayudando en el juego... es una chica ¿verdad?
- Sí, pero no es eso a lo que me refiero, aunque quizás en el fondo esté todo conectado...- miró a Asuna quien se estaba mordiendo el labio - ¡Vamos escúpelo ya!
- ¡Está bien, tienes razón! No se trata de eso sino de la forma en la que me presentó frente a Shino.
- Lo sabía... entonces ¿se lo has dicho?
- ¡Claro que no!
- ¿Y porque no?- aventuró Keiko comiendo distraídamente del bento de Asuna.
La aludida soltó el aire lentamente, miró a sus dos amigas -No puedo decirle algo como eso, seguro se reirá de mí... Debe ser que en todo este tiempo solo fueron fantasías mías, quizás estoy exigiéndole más de lo que debería, y Kirito tan solo me ve como una...
- ¡Ya basta, eso no es cierto!- exclamó Rika, y siguió hablando antes que sus emociones la traicionaran. Esos cálidos sentimientos hacia el espadachín aún seguían ahí, pero el aprecio que sentía por ambos, mayormente por la muchacha de cabello mandarina que estaba sentada frente a ella, podía más que un enamoramiento adolescente -Kirito es lento para entender estos asuntos, pero él te quiere. Debió ser un error del que no se dio cuenta, una mala elección de palabras...
- O realmente para él solo soy su mejor amiga. Alguien con quien puede...- de pronto se detuvo sonrojándose, dándose cuenta que estuvo a punto de soltar detalles que a los otras dos no tenían porqué interesarles. Se aclaró la garganta -Él quiere una amiga, eso es lo que va a tener.
- ¡Por favor no seas infantil Asuna!- Rika exclamó dándole un golpe a la mesa demostrando la poca paciencia que tenía -Ya hagan las pases de una vez, no creo que pueda soportar por más tiempo tu tozudez, o la de él.
- No seas injusta Asuna- Keiko afirmó tomando la mano de la nombrada -Deberías hablar con Kirito y explicarle...
- No voy a hablar- se puso de pie aún más molesta ignorando las palabras de las otras dos -Le daré lo que quiere, y tendrá una amiga.
-o-
Se envolvió la bufanda roja alrededor de su cuello sobre el cabello y echó a andar, ofendida porque Rika y Keiko se habían ido sin ella. ¿Quién las entendía? Cuando se decidía a pasar tiempo de calidad con las chicas, estas prácticamente desaparecían de su vista. Ahora no solo era ignorada por su pseudo novio, sino también por sus amigas.
Tomó su celular, quizás sería buena idea enviarle un mensaje a Shino y quedar con ella en alguna cafetería. Beber algo caliente y comer una buena porción de pastel era una grandiosa idea. Buscó en el índice el número de la muchacha, y cuando se disponía a escribirle un mensaje rápido, antes que sus dedos terminaran de congelarse, alguien le quitó el móvil de un tirón.
- ¡Pero que...! ¡Kazuto!- exclamó asustada, y más que nada enojada al ver al joven en el mismo lugar donde lo hubo encontrado en la mañana, y luciendo aún más guapo y atractivo para su propio bien. Lo cual la puso más histérica -¿Qué crees que estás haciendo asustándome de tal forma? ¡Dame eso!
- ¿No era que te ibas con Rika al centro comercial?
- ¡Pues si, sólo que Liz y Sílica se fueron sin mí!- exclamó molesta, sobretodo al notar que estaba dándole explicaciones como novia sumisa.
- Lo sé, las vi pasar- replicó el chico notando los inútiles esfuerzos de la chica en quitarle el aparato. Luego se cruzó de brazos indignada -Decidí esperarte para volver juntos.
- Iba a enviarle un mensaje a Shino para verla.
- Oh...- él fue tomado por sorpresa ante su declaración.
- ¿Era lo que querías no? Que me hiciera su amiga...- volvió a morderse el labio ¿porque estaba contándole aquello? -Shino me cae muy bien, en verdad.
- Puedes quedar con ella en otro momento- manifestó entregándole el móvil, para luego tomar su mano -Salgamos, te acompañaré a casa.
Asuna se permitió caminar junto a él por largos segundos hasta que se dio cuenta de lo que hacía, y se soltó indignada de su agarre.
- ¿Qué pasa contigo?
- No tomas la mano de una amiga para caminar- refirió poniendo un espacio sutil entre ambos.
- ¿Qué diablos estas diciendo?
- Olvídalo- Asuna suspiró viéndolo de soslayo. Él estaba viéndola con idéntica expresión.
- ¿Me das tu mano?
- Hace frío ¿que no ves?- afianzó sus palabras hundiendo sus manos en los bolsillos.
Kazuto no dijo nada, siguió caminando a su lado, acortando la distancia que los separaba de tal modo que sus hombros se rozaban al andar.
Llegaron a la estación de Shinjuku en silencio. Asuna debía tomar el tren de la línea Setegaya, y Kazuto el que lo llevaría de vuelta a su casa en Kawagoe. Normalmente cuando salían juntos de la escuela se separaban allí, y al día siguiente se encontraban en ese mismo lugar para retomar sus clases. Sino fuera por el tiempo que compartían online, uno diría que no se veían nunca.
- Gracias por acompañarme- ella se inclinó levemente en una corta reverencia.
- Dije que te acompañaría hasta tu casa.
- No es necesario. Hace mucho frío y puedes enfermarte- le sonrió.
Kazuto reprimió un suspiro resignado y se acercó a ella para despedirse apropiadamente.
- ¿Eh? ¿Que haces?- Asuna le rehuyó a su cercanía y se alejó varios pasos en sentido contrario, sonriendo todo el tiempo. Luego alzó su palma a modo de despedida y se alejó corriendo. Dejando a un confundido Kazuto con la mano en alto cuando estuvo a punto de abrazarla.
El chico meneó la cabeza suspirando para si en tanto se despeinaba el cabello con frustración, luego con igual ánimo se dirigió hasta su propia estación.
-o-
'¿Llegaste bien a casa?'
Asuna leyó el mensaje por décima vez. Guardó el móvil en su bolsillo -Bueno ¿y ahora que pasó que se nota tan preocupado por mí?- se preguntó en voz baja mientras se sentaba en su amplia cama con el Amusphere entre las manos. Se suponía que esa noche se encontrarían en ALO para enseñarle el mundo de las hadas a la nueva integrante. Y era una de esas pocas veces donde no tenía ganas de conectarse; pero quería ver a Yui y a Shino... ¡Y todavía estaba molesta con Rika por dejarla a merced de Kirito! Estaba segura que su amiga lo había hecho adrede, para que regresaran juntos, y arreglaran aquel asunto de alguna manera.
Dejó el aparato a un lado y tomó su celular decidida a contestar el mensaje del chico; 'Llegué bien, gracias por preguntar. Hace demasiado frío ¿verdad?. Por favor avisa que no me conectaré hoy'
La respuesta no tardó en llegar:
'¿Esta todo bien? ¿Pasó algo?'
Asuna leyó el nuevo mensaje y se echó de bruces sobre la cama -Aún no te das cuenta ¿verdad...?- frustrada arrojó el celular al otro lado de la habitación.
Al parecer Rika tenía razón y Kazuto era demasiado denso (o lento) para entender las indirectas que estaba enviándole.
- Después de todo creo que tuve razón...- dijo en voz alta a nadie en particular -Ni siquiera parece afectarle mi comportamiento...- se hizo un ovillo sobre las mantas y sepultó los labios entre las manos -Kirito Baka.
Y mientras seguía insultándole, parcialmente se quedó dormida.
-o-
Por un par de días la situación se mantuvo así. Con ella rehuyéndole normalmente o lo más amistosamente posible a todo acercamiento que pudiera tener con Kazuto. Dejándole en claro (por su parte, obvio) que ambos tenían una amistad que empezaba y terminaba ahí.
Lamentablemente para Asuna, Kazuto era como todos los especímenes dignos de su especie y edad; no entendía de indirectas. Y por su comportamiento apacible y sosegado, aceptaba sin chistar lo que la chica dispusiera, aunque estaba perdiendo visiblemente la paciencia conforme ella seguía confundiéndole con sus numerosas y algunas veces graciosas, excusas.
Cada vez que intentaba tomarle la mano, o acercarse a ella en algún gesto romántico (de esos de los cuales casi nunca compartían) Asuna se las arreglaba para evitarlo o alejarse tratando de no ofenderle. Y hasta el momento estaba dando resultado. Por lo menos era lo que ella entendía.
Esa mañana Asuna llegó temprano a la escuela, era viernes y el clima frío les había dado un descanso. La temperatura era levemente agradable, pero fresca. Apretó el paso hacia la entrada mirando hacia ambos lados, con cierto alivio al no ver a Kazuto esperándola en la puerta principal del establecimiento como venía haciéndolo todos esos días. Con éxito había logrado zafarse la mayor parte del tiempo de cruzarselo en la estación.
A estas alturas era obvio que estaba huyendo de él, pese a que el muchacho seguía sin decir palabras y aceptaba lo que sea que ella le diera como excusa. Realmente era demasiado denso, o demasiado ingenuo.
O como Asuna creía, a él no le importaba nada de lo que ocurriera entre ellos...
Cruzó la puerta de entrada y se dirigió a su locker a guardar sus zapatos en el preciso momento en el que le llegaba un mensaje. Sacó su teléfono mientras maniobraba su equilibrio en un pie y leyó conteniendo el aliento.
'¡Buen día Asuna! Recuerda que mañana iremos al parque de diversiones.'
Cerró los ojos mientras terminaba de calzarse -Y ahora resulta que tienes buena memoria ¿verdad?- dijo en voz alta.
- ¿Quien?- sonó la inconfundible voz detrás de ella haciendo que del susto perdiera estabilidad y se inclinara bruscamente hacia la izquierda... donde un par de conocidos brazos la sujetaron con firmeza.
Asuna reaccionó tarde, para cuando sus ojos color miel se alzaron, se encontró con esas magnéticas pupilas grises que estaban más cerca de lo que hubiera deseado. Intentó alejarse, pero reconoció que estaba en una posición desventajosa, con un pie calzado y otro no, con una mano ocupada con su móvil mientras con la restante intentaba poner distancia entre ella y Kazuto.
- ¿Quien tiene buena memoria?- aventuró el joven arqueando una ceja en su dirección y acercándose sutilmente a ella.
- ¿Me sueltas?- le pidió tratando de no sonar nerviosa -No está bien visto dar este tipo de espectáculos en la escuela.
- Aun no hemos entrado a clases, Asuna.
- Y así pueda terminar de calzarme- agregó bajando la vista abochornada, la mano masculina se había posicionado muy descaradamente en su cintura y hacía presión para acercarla más hacia si -¿Por favor?
- Claro- respondió sonriendo de lado soltando su cintura para sujetar su mano libre impulsándola hacia sus labios con una clara intención.
Asuna consiguió mover el rostro logrando que la caricia aterrizara fugazmente en su mejilla. Rió conteniendo el aire -¿Q-que crees que haces...?
- ¿Que acaso no es obvio?
- ¡No confundes a tu mejor amiga de ese modo...!
- ¿Eh...?- de la impresión la dejó ir, cosa que ella aprovechó para terminar de calzar su zapato restante y guardar su móvil.
- No vuelvas a asustarme de ese modo.
- Ya puedes dejar de hablar sin sentido- Kazuto dijo con seriedad intentando acercarse a ella -Me estás confundiendo con tanta intriga.
Asuna infló las mejillas -¡Pues a ver si así te das cuenta!
- ¿Huh...?
- ¿Ya tan pronto los tórtolos peleando?- Rika se detuvo frente a ellos con las manos en las caderas sonriendo traviesamente de costado -Es temprano para que den esta clase de espectáculos, y sus gritos se escuchan desde la entrada.
Asuna sintió que la indignación la roía de tanto coraje, pasó junto al joven empujándolo con su hombro -No somos tórtolos Liz, no digas tonterías.
- Oye Asuna aún no hemos terminado de hablar- Kazuto dijo alzando la voz en su dirección, pero la chica se alejó sin mirar atrás. Se volvió a su amiga que ahora estaba cruzada de brazos y lo veía con expresión cansada -¿Quieres decirme que diablos le pasa?
- Quizás debas hacer memoria, es tu culpa después de todo.
- ¿Mi culpa? ¿Acaso está en esos días del mes?
- Ahora eso fue muy poco cortés de tu parte- Rika giró sobre sus talones con aspecto abochornado -Encuentra tú mismo la respuesta Kirito.
-o-
'Hace días que estás rara ¿que ocurre?'
'¿Quieres decirme que diablos te pasa?'
'Asuna contéstame'
'Sé que estás conectada, acabo de verte online'
'¡¿PUEDES DEJAR DE SER TAN INFANTIL?¡'
Ese último mensaje que acabó de leer en su tablet indignó sus nervios. Tipeó una rápida respuesta sorprendiéndose que de la furia que sentía no hundiera los dedos en la pantalla.
'¡¿Y tú puedes dejar de escribirme?! Estoy en clases por si no lo sabías.'
Definitivamente Kazuto sabía como encrespar sus nervios y encender su otrora carácter volátil. Dejó su tablet a un lado y se concentró en resolver los cálculos matemáticos. Su teléfono estaba en vibrador y lo sentía moverse dentro del bolsillo de su chaqueta. Al parecer el joven optaba por otra opción para contactarla.
Suspiró ignorando la curiosidad que la carcomía por atender el aparato. Secretamente halagada de obtener -al menos- una reacción de su parte. Frunció los labios reprimiendo la sonrisa que sin permiso le nació y se ocupó en terminar los ejercicios hasta que sonara el timbre que indicaba el recreo.
- ¿Señorita Yuuki?
La voz de su profesor le hizo levantar la vista con asombro. Ella estaba sentada en el tercer banco, cuarta hilera que daba a los ventanales del patio -¿Si señor?
- Por lleve estos elementos a la sala de profesores.
- Claro- la muchacha corrió la silla hacia atrás al ponerse de pie y se dirigió hacia el frente tomando lo que su profesor, un hombre en sus mediados cuarenta, le entregaba (una caja con reglas, transportadores y libros matemáticos) y haciendo una pequeña reverencia, salió del salón hacia la sala de profesores.
El corredor estaba desierto mientras caminaba sobre él. Sus pasos retumbaban en sus oídos mientras se dirigía hacia la nombrada habitación. El sol del mediodía apenas se vislumbraba entre las nubes grises. Más que el astro rey saliera en esa época ya era un acontecimiento que celebrar.
Sonrió para si, afianzando la liviana caja contra su pecho. Sin embargo cuando pasaba junto al salón de música, el cual estaba curiosamente entreabierto, algo la jaló hacia adentro con fuerza, haciendo que perdiera el agarre sobre lo que llevaba tan celosamente a resguardo.
Lo próximo que supo fue que un par de labios estaban sobre los suyos en un beso rabioso y desesperado. El que ni siquiera acabó de responder, pues usando su fuerza real empujó a quien la tenía sujeta. Pese a que su captor no le había soltado las muñecas, su acción sirvió para interrumpirle.
- ¡KIRITO! ¿QUE DIABLOS CREES QUE HACES?
Su pecho subía y bajaba de furia y vergüenza, pero su boca anhelaba volver a probar esos besos que tan bien conocía. Sus mejillas que casi imitaban el color de su cabello daba evidente cuenta de eso. Al igual que su respiración agitada.
El nombrado sonrió de lado en tanto apretaba las manos de ella a ambos lados de su rostro ruborizado -Si Mahoma no va a la montaña...- murmuró acercándosele otra vez.
Asuna consiguió mover la cabeza hacia un lado rechazándolo -¡Kirito no puedes besar a tus amigas de este modo!
- ¿Qué...?
- ¡Pues lo que oíste!- lo empujó con fuerza logrando desasirse de él -¡Y lleva eso a la sala de profesores!- le señaló lo que estaba desparramado en el suelo y cuando él se inclinó a ver, salió corriendo del aula, sin embargo decidió no volver a su salón. Siguió de largo y se refugió en la enfermería.
Sabía que estaba actuando como tonta al esconderse de ese modo pero era el único lugar en el que nunca la buscaría. Se sentó en una de las camas y subió las rodillas mientras las abrazaba con fuerza.
Kirito baka.
-o-
Cuando salió de la enfermería, luego de haberse perdido el resto de las clases y la hora del almuerzo, el sol había vuelto a ocultarse tras las nubes y parecía que el mal tiempo recomenzaría. Lo bueno era que según sus cálculos ya se habrían ido todos por lo que podía pasar por su salón y recoger sus cosas.
Como lo pensaba alguna de sus compañeras encargada de la limpieza se había ocupado en ordenar las cosas sobre su escritorio y guardar todo en su portafolios. Revisó que estuvieran en orden y se puso el abrigo metiendo la mano en el bolsillo para extraer su móvil. Como lo supuso tenía muchos mensajes de un solo número, los que ignoró pues habían sido enviados mientras aún estaba en clases y Kazuto le pedía le respondiera. Siguió bajando en la pantalla hasta que encontró un solo mensaje que el joven le había enviado curiosamente a la hora de salida. Presionó el dedo para leerlo.
'No olvides nuestra cita de mañana. A las diez en la estación'
Asuna parpadeó sorprendida de aquel texto tan corto e impersonal. De algún modo esperaba más mensajes del tipo '¿donde estas? Tenemos que hablar ¿que te pasa?' Pero nada de eso. Era como si el episodio dentro de la sala de música nunca hubiera ocurrido. Desistió de ponerse la bufanda y salió del aula, caminando otra vez por el corredor desierto. El día había avanzado terriblemente y casi rimaba con su tormentoso estado de ánimo.
Quizás porque inconscientemente eso le recordaba a los primeros meses en Aincrad, luego de que hubiera reconocido sentirse atraída hacia ese huraño espadachín negro, y mientras peleaba con sus nacientes sentimientos, también batallaba con las señales contradictorias que él le enviaba. Lo cierto fue que ella se enamoró primero, y sufrió bastante a solas hasta que Kirito enfrentó sus propios sentimientos y fue capaz de demostrarle que también la quería. Sin embargo ese lapso donde se encontró pisando sobre terreno pantanoso en cuanto a las emociones del joven, esa sensación horrible de inseguridad, de sentirse tonta y desgraciada, no se la quitaba con nada. Y ahora se sentía así, de igual manera a aquella vez. Tratando de entender las señales confusas que Kazuto le enviaba.
Su teléfono sonó de pronto y ella respondió antes de que diera su segundo timbrazo.
- ¿Hola?
- ¡Asuna! ¿Dónde te habías metido?
- Liz...- suspiró con cierta decepción -Estaba en la enfermería. Recién salgo.
- ¿Te pasó algo?
No quería mentirle a su amiga, más sin embargo...
- No me sentía bien, vine a descansar y me quedé dormida- rió levemente -¿Alguien preguntó por mí?
- Te extrañamos en la hora del almuerzo, baka.
- Lo siento.
- Pues si te refieres a Kirito, no lo hemos visto en todo el día. Por un momento creí que se habían fugado juntos, pero uno de tus compañeros le dijo a Sílica que tus cosas estaban en clases. Y luego Kirito tenía clases de mecatrónica y...
- ¿Entonces él todavía está en la escuela?- la interrumpió conteniendo el aire. Luego pareció darse cuenta de lo que eso significaba y apresuró el paso de tal modo que estaba casi corriendo mientras descendía las escaleras -¡Debo salir de aquí antes de que me encuentre!
- ¿Eh? ¿De que hablas Asuna...?
- No tiene importancia Liz, recuerda; nos vemos mañana.
- ¡No estoy de acuerdo con eso Asuna, me parece una completa locura...!
- No me interesa como te parezca. Nos vemos mañana. Adiós- ella cortó la comunicación y sin bajar el ritmo guardó el móvil en el bolsillo de su chaqueta. Llegó a la planta baja y corrió hacia su locker mientras iba quitándose el calzado para suplantarlo por sus zapatos de calle. Los golpeó contra el suelo para que le calzaran bien, se envolvió la bufanda roja en torno a su cuello y salió apresurada, cruzando el patio desierto, atenta a que el conocido joven no la tomara por sorpresa como usualmente hacía. Al ir acercándose al portón de entrada su respiración se alteró. Tantas veces lo hubo visto apostado contra el paredón, con su bufanda negra, su cabello húmedo y sus inexpresivos ojos grises que se encrudecían al verla venir... y por un momento le pareció verlo allí, atractivo como siempre, luciendo con gallardía aquel uniforme oscuro que tan bien le sentaba, pero, cuando volvió a mirar hacia el paredón nadie estaba allí. La vereda estaba desierta y solitaria como una tumba.
Conteniendo un suspiro resignado, echó a andar sintiéndose terriblemente tonta por albergar esperanzas de verlo, y al mismo tiempo intentar huir de él.
-o-
'Asuna ¿porque ya casi no te conectas? ¿Kazuto y tú están peleados? Yui me confío que solo lo haces cuando mi hermano no está online, eso me preocupa ¿está todo bien? No hemos podido completar la mayoría de las misiones sin ti...'
Asuna suspiró luego de leer el e-mail que Suguha le había dejado en su cuenta. Era cierto, desde su enojo con Kazuto (cosa que al parecer él recientemente estaba dándose cuenta) poco a poco estaba conectándose menos a ALO. Usualmente lo hacía una hora, para pasar tiempo con Yui, o ver a Shino con quien seguía llevándose de maravilla. Las pocas veces que coincidía con el chico, ella estaba desconectándose o a punto de hacerlo. Eran escasas las ocasiones en que participaba de una guild con el resto del grupo, y casi siempre escogía a Liz como su compañera, porque así podría desaparecer sin brindar muchas explicaciones. Los exámenes de fin de año, sumado a las pretensiones de su madre, todo eso le había dado la excusa válida para no estar demasiado tiempo en inmersión.
Pero luego de leer el mail de Suguha se daba cuenta que todos habían descubierto su ausencia, menos él. Y que las excusas que había planteado estaban quedándose sin argumentos. Se sentó más cómodamente en la cama y se apresuró a responder:
'Sugu: el estrés de fin de año, sumado a los exámenes de invierno, y el viaje de mi familia a Kyoto en algunas semanas está terminando con mi tiempo. Pero en los primeros días del año nuevo, volveré a conectarme como siempre aprovechando el receso de invierno...'
En realidad no estaba muy segura de eso. Luego del viaje que su familia planeaba cada año, lo más probable era que ya no le quedaran demasiadas ganas de conectarse a ALO. Pese a que sabía por medio de Rika que en el nuevo Aincrad volverían a abrirse los pisos del 20 al 30, y no había otra cosa que quisiera más que conquistar su añorado piso 22 con Kazuto... Pero luego de las palabras de este 'Ellas son mis amigas...' las que prácticamente la negaban como novia u esposa en el juego (pese a que él seguía usando el anillo en su mano izquierda, aún cuando no existía el matrimonio en ALO) Asuna ya no tenía ganas de correr esa aventura ni conquistar nada. No sentía ganas ni motivación alguna.
'T e extrañamos Asuna'
Sin duda Suguha sabía como desmoronarla. Ella cerró los ojos y se sintió terrible cuando se dio cuenta que hubiera dado cualquier cosa con tal de que fuera Kazuto quien le hubiera dicho eso en primer lugar.
Pero eso sobrepasaba sus expectativas. Lo sabía.
'También los extraño'
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El sábado amaneció tranquilo y sin nubes amenazantes. Un débil sol invernal se asomaba perezosamente por el este. Asuna apagó la alarma que sonó a las ocho y luego de estirarse un par de segundos, salió de la comodidad de la cama y se dirigió al baño donde se duchó y se cepilló los dientes con ahínco.
Volvió sobre sus pasos y eligió su atuendo para el dia, poniéndose especial énfasis en que solo se trataba de una cita de amigos y que por supuesto no había necesidad de vestirse bien o combinar colores. Se decidió por un blue jean roto en las rodillas (una de las pocas prendas que no era costosa y que escapaba del buen gusto de su madre) un sweatter rosa largo, botas acolchonadas, y sobre eso una chaqueta. Se peinó con calma y luego de meditarlo mucho se recogió el cabello a un lado para luego ponerse un gorro de lana a juego con la bufanda. Definitivamente en su ropa predominaba la comodidad (el no pasar frío) antes que la elegancia o la necesidad de sorprender a alguien.
Desayunó una taza de café que le hizo Sada, su ama de llaves, y luego de tomar su cartera y cruzársela a media espalda salió de su casa rumbo a la estación.
Rika agitó los brazos cuando la vió. Ella si había puesto esmero en verse linda; una chaqueta corta la que dejaba entrever su falda de lana y las botas altas que entallaban sus largas piernas. Realmente se veía muy femenina.
- Te ves bien Liz- le dijo apenas le dio alcance.
La otra se sonrojó levemente -Es que hacía mucho que no salía a algún sitio. Tu también te ves bien, un poco abrigada diría yo.
- Hace frío- replicó lo obvio para luego ponerse en marcha -Vamos, Kirito debe estar esperando.
- No creo que sea buena idea Asuna.
- Sí lo es- la tomó de la mano y la arrastró consigo hacia el andén.
'Estoy en camino'
Le escribió antes que él lo hiciera. Casi al segundo siguiente le había respondido. Kazuto estaba esperándola en el punto pactado.
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La sorpresa que inundó esos ojos grises cuando la vio llegar acompañada fue difícil de esconder. Sin embargo, Kazuto ocultó sus pensamientos tras una sonrisa imparcial y saludó a las dos muchachas con igual animosidad.
- Vaya Liz no sabía que vendrías...
- Sí bueno, Asuna me invitó- se excusó la chica mordiéndose el labio con nerviosismo notando lo estúpida que debió haber sonado -Pero si mi presencia molesta puedo...
- ¡Desde luego que no!- exclamó la pelirroja sujetándola del brazo -Es una salida con mis amigos de SAO así que está todo bien.
Él la miró parpadeando para luego agregar con una sonrisa -Claro Liz, eres bienvenida a quedarte con nosotros.
Asuna le sonrió en agradecimiento y afianzó el agarre sobre el brazo de su amiga y se puso en marcha ignorando pomposamente al joven que caminaba tras ellas con las manos en los bolsillos.
- ¿Entonces que deberíamos hacer primero?- preguntó Asuna volviéndose ligeramente hacia él una vez que llegaron al enorme parque de diversiones.
- ¿Que tal si desayunamos? Por lo que veo no trajiste sandwiches ¿no?
¡Ajá! Sin duda eso era lo que él hubiera esperado de ella (y que la muchacha hubiera hecho sumisamente si las cosas fueran bien entre los dos), pero ahora Asuna meneó la cabeza en un gesto altivo y se encogió de hombros como si no le diera mucha importancia -Lo olvidé.
Kazuto alzó las cejas pero no agrego más.
- Creo que sería una genial idea beber algo caliente, no siento mis piernas- intervino Rika riendo con cara de circunstancia.
- Bueno, busquemos alguna cafetería mientras hacemos un cronograma de los juegos a los que podemos ir.
- Me parece bien- la pelirroja afianzó el brazo de Liz cuando se dio cuenta que Kazuto hizo ademán de hacer lo mismo con ella, y rompió a caminar apresuradamente poniendo espacio entre ambos.
El joven solo suspiró y las siguió por detrás.
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Cuando salieron de la cafetería ya era casi mediodía, el clima estaba mucho más agradable y el lugar se hubo llenado de gente hasta casi reventar. Debido a eso, no pudieron subir a todos los juegos que habían acordado, las filas para montar alguno de ellos eran largas e interminables, por lo que terminaron yendo a solo unos pocos.
Asuna seguía usando a Rika como escudo cada vez que Kazuto osaba acercarsele. A estas alturas era completamente obvio que ella lo evitaba, lo cual resultaba bastante gracioso considerando que ambos estaban ahí, y no había mucho lugar a donde pudiera huir.
El joven aguantó sus desaires en silencio, pero conforme transcurría el día, la tarde avanzaba, la gente se arremolinaba llenando las atracciones, y ellos debían hacer fila tras fila para montar alguno, estaba perdiendo visiblemente la paciencia.
Nunca fue bueno para las relaciones interpersonales, y los lugares con mucha gente lo fastidiaban...
Al contrario del par de chicas que reían felices y despreocupadas mientras escuchaban los gritos que provenían de las personas que estaban subidas a la montaña rusa.
Asuna estaba encantada viendo los carros volar y surcar el cielo en esas alturas insospechadas, y aunque cualquiera tuviera miedo en una situación semejante, ella sentía que la adrenalina fluía por sus venas con solo mirar el panorama. Además sus miedos radicaban en cosas más inverosímiles, las que el muchacho a su lado era el único que las conocía.
- Liz- escuchó que le decía a la chica junto a ella -¿Porque no vas y consigues algo para beber mientras esperamos aquí?
- ¡Claro! -La joven castaña asintió y se alejó antes de que Asuna se diera cuenta que de pronto quedaba a solas con él.
- Ahm, yo...- intentó Asuna dando un paso hacia un lado para seguir la silueta de su amiga que se alejaba entre la multitud.
Sin embargo él la sujetó con fuerza del brazo y la ancló a su lado, mirándola fijamente. Sus ojos la escanearon de arriba abajo con una sonrisa ladeada.
- ¿Qué?- preguntó ella haciendo fuerza para soltarse, pero intentando no llamar demasiado la atención.
Kazuto se inclinó a la par que Asuna se alejaba hacia atrás -Te ves muy bien en jeans, creo que podría acostumbrarme a verte en ellos cada vez que salgamos juntos...
Y esa fue la gota que colmó el vaso en la pobre muchacha. Frunció los labios e infló las sonrojadas mejillas en tanto le daba un abrupto empujón, en el preciso instante en que Rika volvía con tres enormes vasos de refresco, y se detenía perpleja frente a ellos.
- Eh... ¿chicos?
- ¿Y quien dijo que volveré a salir contigo alguna vez?
- ¿Asuna que diablos te pasa?
- Chicos...
la pelirroja miró a ambos, y ya no pudo prevenir que sus ojos le picaran y comenzaran a llenarse parcialmente de lágrimas. Se los limpió a manotazos. Primero muerta a que él la viera llorar.
- ¿Quieres saber que pasa? Pasa que no entiendes nada... ¡Nunca entiendes nada! ¡Ya deja de confundirme!
- ¡Tú me confundes a mí!
- ¿Cómo puedo confundirte? ¿Solo soy tu amiga, verdad...?- la voz casi que se le quebró al decir aquello. Negó lentamente en tanto se daba cuenta que varias personas en la fila estaban mirándolos con curiosidad. Suspiró intentando calmarse -¿Sabes qué? Olvídalo, me voy a casa.
- Asuna.
- Nos vemos el lunes en la escuela Liz- lo ignoró en tanto salía de la fila, y esquivaba a las personas que caminaban en sentido contrario a ella.
- ¡Asuna!
Pero ella no se volvió, y siguió caminando como si no lo oyera.
Kazuto se volvió hacia quien había quedado, y apretó la mandíbula -Tú sabes que demonios le ocurre, y vas a decírmelo ahora mismo.
Rara vez ella oía hablar al joven de aquel modo, y eso hizo que se le erizaran los cabellos de la nunca. Tragó con lentitud.
- ¿No vas a ir tras ella?
- Sabes lo tozuda que puede llegar a ser.
- ¿Igual que tú?
- Liz...- él la tomó de los hombros, del salto de sorpresa que Rika pegó casi y dejó caer las bebidas -Dime, dime por que tanta intriga me está volviendo loco.
- ¿Recuerdas el día que nos presentaste a Shino en el Dicey Café?
- Por supuesto, ella y Asuna se llevaron bien inmediatamente... no me digas que está celosa por...
- No, o puede que algo tenga que ver- lo interrumpió meneando la cabeza -¿Recuerdas lo que dijiste?
- Digo cosas todo el tiempo, debes ser más especifica. Y realmente no comprendo que tiene que ver con...
- Le dijiste a Shino que Asuna era tu amiga.
- Ah. ¿Y...?
Rika cerró los ojos antes de suspirar audiblemente -¡No la presentaste como tu novia, baka! Dijiste que era tu amiga... ¡Y a Asuna repentinamente se le metió en la cabeza de que solo la veías así, y que si una amiga era lo que querías, eso ibas a tener! Y de verdad, negarla de ese modo, la verdad si fue muy estúpido de tu parte.
Kazuto la miró parpadeando, sus pupilas grandes y hermosas bajo el sol invernal. No parecía comprender nada de lo que la castaña le decía.
- Espera... ¿Todo esto es por... por... eso...? ¿Porque ese día dije que era mi amiga...?
Ni siquiera esperó que le respondiera, e hizo lo que cualquier joven en su situación haría; se dobló en dos y se echó reír como nunca lo había hecho en su vida.
Nota:
Okay... no sé de donde vino esta idea, que luego de pensarla me pareció genial y muy graciosa y divertida... pero una vez que la escribí la gracia se me escurrió entre las manos, y de pronto ya no me pareció tan buena (sobretodo porque tuve ganas de matar a Asuna mientras escribia...) así que si me dicen que está terrible y odiosa les creeré porque así es como la encuentro ahora. No la eliminé porque ya llevaba bastante escrito y... Pues no tuve corazón de borrarla.
La segunda y última parte vendrá antes de que termine Enero (espero) y narrará desde el punto de Kazuto como le hará para reconquistar a su dama (oh si, le tocará trabajar para conquistar a Asuna en el mundo real, mientras ella seguirá en su papel de 'amiga') entonces si espero que lo gracioso venga en el segundo capítulo... aunque considerando, ya veo que se transforma en un drama digno de Brasil xDDD
En fin, reconozco que detesto a Sinon, pero como en las novelas narra que Asuna y ella terminaron siendo muy amigas no pude pasar por alto ese detalle, aunque si por mi fuera hubiera hecho que muriera electrocutada o algo asi... ok, no xD
Catorce días de Honeymoon viene la semana que viene.
Creen que me merezco algún review? (aunque sea para decirme lo patética y OOC que este fic es?)
Cuidense!
Y soy feliz al ver que el fandom KiriAsu está poblándose! Animo a que se animen a escribir, aquí tienen una lectora asegurada n_n
Suerte en todo!
Sumi Chan
Música que escuché para inspirarme: Tears of the Saints, by Leeland.
