Solo puedo decir que esta pequeña historia se me ocurrió cuando vi un fanart de Sasuke adolescente acosando a Naruto Hokage (la imagen que usé de portada), de verdad que será muy breve, tres capítulos como máximo, espero que les guste.
I
En la oficina del Hokage
Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto
El golpe de Estado del Clan Uchiha había fallado. Detenerlo costó vidas y para evidencia estaban sobre Konoha decenas de cadavéres que se alcanzaban a ver desde las colinas. Mucha sangre se había desperdiciado y los culpables, el clan tenía que pagar, todos y cada uno de los involucrados debían asumir las consecuencias de la traición.
–¡Esa sangre está maldita! –se alcanzó a escuchar la exclamación procedente de parte de un grupo radical temeroso del futuro próximo. La frase fue secundada por un –¡Mátenlos!
Sin embargo las cosas no eran tan fáciles, el concejo del país del Fuego se encontraba en un dilema y Naruto, el candidato a séptimo Hokage, fue quien tuvo el voto decisivo.
–Exílienlos –dijo el joven de dieciocho años.
La idea era arriesgada pero tras una larga discusión la parte que se oponía terminó cediendo, porque todos sabían que la sangre Uchiha era muy valiosa como para ser eliminada. Al final hicieron lo que Naruto aconsejó.
Los Uchiha debían estar en deuda por haber sido perdonados, pero su palabra no bastaba para asegurar la pasividad del clan, por eso la aldea de Konoha necesitó garantía de que no intentarían tomar venganza, algo de sumo valor para el ellos, así que se quedaron con pequeños rehenes en calidad de protegidos, niños prodigios del clan, entre ellos el hijo menor de Uchiha Fugaku, el líder de la familia, el pequeño de seis años, Uchiha Sasuke.
Sasuke a la edad de diez años ya prometía mucho y Naruto no podía apartar los ojos del pequeño cada vez que lo veía entrenar en el patio de la academia, sobre todo porque le resultaba interesante, aún más que los otros Uchiha, cosa extraña ya que Sasuke era el menor de los rehenes y ¿Qué podía tener de especial un niñito?
Hubo ocasiones en las que Naruto se quiso explicar por qué ese interés y concluyó en que cuando veía a Sasuke se veía a sí mismo, recordaba la soledad que él vivió por ser un niño huérfano y por eso se dio a la tarea de proteger al pequeño Uchiha.
La primera vez que Naruto se acercó al chico fue con intención fraternal, sin embargo el niño rechazó con elegante diplomacia su compañía y siguió con su entrenamiento de shuriken. Aún así el adulto siguió al pendiente del pequeño de ojos fríos y oscuros.
Tres años después Naruto fue nombrado Hokage y entre toda su preparación jamás imaginó cuál sería el primer gran problema al que se enfrentaría, pues lo habían recibido con la noticia de que habían atentado contra dos jóvenes Uchiha. En esa ocasión, Naruto temeroso, preguntó por los nombres de las víctimas, sintió enorme alivio cuando ninguno de los nombres era Sasuke. Curiosamente nadie tuvo idea de quién o quiénes pudieron ser los culpables y eso no hizo más que aumentar la furia del Hokage, bajo su mando no morirían inocentes, así que, alarmado pidió a sus allegados de confianza cuidar de los Uchiha que quedaban. A Kakashi, el mejor jōnin de élite, le dejó a Sasuke. Años después Kakashi admitiría haber querido al chico como a un hijo.
Naruto se sintió un fracaso, desde el primer momento imaginó que la noticia la sabría todo el mundo incluso antes de que los cadáveres llegaran a sus dolientes, el hecho de que todos tuvieran conocimiento del suceso lo tenía sin cuidado, pero le preocupaba saber que los Uchiha de una u otra forma tomarían represalias. Fue en ese momento en el que Naruto se decepcionó a sí mismo porque no pudo cumplir con lo que se prometió, no encontraron al culpable ni las pistas del porqué del multi homicidio y eso le llenaba de temor, sobre todo temía que algo similar se repitiera, fue por eso que aumentó su atención en los Uchiha, en especial en Sasuke, no dejaba de pensar en él, le aterraba que pudieran hacerle daño. No sabía la razón pero sentía una conexión especial con el adolescente de trece años.
El segundo intento por acercarse al jovencito fue peor que el primero, Sasuke, con justa razón, culpó a la aldea y a Naruto de la muerte de sus primos, pues estaba seguro que todo se orquestó desde la alta jerarquía. Sasuke desconfiaba de todos, incluso de Kakashi que se había portado como un padre con él y hasta la fecha había sido su mentor; pero todo el mal presentimiento que el joven tenía se agravó tras su graduación de la Academia, le negaron ingresar como gennin a las filas ninja de la aldea, en ese momento el joven Uchiha comprobó lo que sospechaba desde hacía años, no eran pupilos protegidos de la aldea, sino rehenes y moneda de garantía, comenzó a temer por su vida porque sabía que el Clan Uchiha podía intentar atacar de nuevo la aldea para hacerse con el poder y en caso de que eso llegara a suceder los ninjas de Konoha no dudarían en asesinarlos o utilizarlos para negociar con sus vidas; se le ocurrió una descabellada idea, desafió al Hokage a una pelea, si él resultaba ganador el Hokage le concedería la libertad para él y el resto de los Uchiha, Naruto aceptó sabiendo que un niño de trece años no le hará el mínimo rasguño y para sorpresa suya el heredero Uchiha logró abrirle una pequeña herida. Naruto le propuso integrarse como aprendiz de los guardias de la Torre Hokage, Sasuke aceptó porque sabía que se trataba de ninjas de élite y podía aprender bastante de ellos.
A muchos no les gustó la idea.
Sasuke no pudo ganar su libertad y de ese día habían pasado tres años, a los dieciséis Sasuke lucía notablemente más grande y mucho más fuerte y perspicaz, su talento innato lo hizo sobresalir de entre todos sus compañeros, aunado a ello se convirtió en un adolescente muy apuesto. Admirado en secreto por los chicos y deseado por las chicas. Las jóvenes kunoichis de la aldea serian presa fácil ante los encantos del joven y Konoha empezó a temer porque sabían que a pesar de todas las precauciones que tomaron Sasuke hacía mucho que había sobrepasado a la mayoría de los chūnin de su edad y estaba casi al nivel de algunos jōnin. Muchos se dieron cuenta, así que advirtieron a Naruto que algún día el chico podría ponerlos en grandes problemas.
No se equivocaron, al cumplir diecisiete Uchiha Sasuke no sólo se convirtió en el principal dolor de cabeza del Hokage, además de eso lo había metido en verdaderos apuros.
Naruto estaba sentado en la gran silla tras el escritorio, tenía al demonio a su lado, al enemigo a menos de un centímetro de distancia y no sabía hacer nada más que titubear unas palabras incoherentes y luchar contra el incesante temblor de sus manos.
Sus límites no le alcanzaban para comprender cómo un adolescente podía ponerlo así, a él, al gran Hokage de Konohagakure. Quizás fue que el chico de cabellos oscuros nunca lo trató con respeto o que lo desafiaba cada que podía o quizás fue la sensación de sus caderas firmes contornearse contra su pelvis aquella noche cuando estaba a punto de salir de la oficina, esa primera vez hacía meses atrás en que el chiquillo le tomó desprevenido y después de una habitual discusión el joven se trepó sobre sus piernas aprisionándolo entre la silla y su espigado cuerpo pálido.
Quería alejarlo, dios sabía que él más que nadie deseaba quitárselo de encima y arrojarlo lejos y decirle que él era un hombre con un puesto importante para el cual su moral debía ser intachable y que una relación de esa índole era una aberración inconcebible, pero lo único que atinaba a salir de sus labios era el nombre de su demonio personal.
—Sasuke —murmuró
—Sasuke, Sasuke, Sasuke —repetía una y otra vez como poseso y ese nombre era lo único que rondaba en su cabeza y las ganas de quitárselo de encima se convirtieron en una necesidad imperiosa de tirarlo sobre el amplio sofá que colocó estratégicamente en la oficina y enterrarse hasta el fondo de ese cuerpo esbelto y tremendamente fuerte.
No debían estar haciendo eso, se suponía que él debía vigilar a ese prodigio.
Por esa razón Naruto se sentía tan mierda. Por un lado estaba el hecho de ser un hombre casado y serle infiel a su esposa, luego el de tener una especie de retorcida relación con otro hombre, uno doce años menor que él, un hombre que aún no lo era pues prácticamente seguía siendo un niño, ni siquiera era legalmente adulto. Naruto se sentía una mierda porque además de lo mencionado estaba consciente de que había entregado su corazón al enemigo y si los Uchiha se enteraban no sólo él ardería en las llamas negras de Amaterasu, el Hokage estaba poniendo en peligro a su esposa, a sus hijos, amigos, a toda su gente que juró proteger.
Pero no podía hacer nada contra los ojos oscuros que le hipnotizaban, ni contra el temblor que le provocaba el contacto del aliento fresco de Sasuke, tampoco se podía resistir al tacto de sus manos grandes contra la blanca y lozana piel del chico.
Y se podría quemar en todos los infiernos pero que nadie le quitara la dicha de estar con él porque por Sasuke, Naruto sabía que haría locuras inimaginables, podría ir por él hasta el fin del mundo, enfrentarse a cualquier enemigo y mataría a quien pretendiera hacerle daño o arrebatárselo. Y sabía que estaba mal, muy mal porque le hacia violar todos los principios éticos que creía firmemente cimentados.
Al tiempo en que Naruto cavilaba sobre todo aquello Sasuke le besaba con pasión mientras se desnudaba el torso y cuando se separó de los labios del rubio éste vio como el brillo de la luna hacía parecer al Uchiha como una imagen surrealista. Naruto cayó en la cuenta de que el ventanal estaba abierto, así que estiró la mano y cerró las cortinas. En medio de la oscuridad solo veía las pupilas rojas de su amante.
—Nada de sharingan pequeño tramposo
Sasuke sonrió, se diviertía con la situación y Naruto lo sabía y lo odiaba por eso.
—¿Tienes miedo de estar a mi voluntad? —le preguntó Sasuke al tiempo que le tomaba las manos y las colocaba sobre su propio pecho.
Naruto no tardó en acariciarle el torso y besarle con dedicación desde el cuello hasta los hombros desnudos; internamente reía por las palabras de Sasuke, porque el chico ya lo tenía a su merced sin necesidad de esforzarse.
—Maldito bastardo, niñato engreído
El Hokage deseaba engañarse pensando en que Sasuke no le importaba tanto como creía y que la extraña rutina que habían forjado era el resultado de una mera atracción y calentura contenida por la falta de sexo con su esposa, pero después de meditarlo siempre caía en cuenta de que estaba prendado del Uchiha y de su frialdad que contrastaba con el abrasador calor de su cuerpo.
Y lo conprobó inmediatamente cuando Sasuke le dijo que había estado resolviendo unos asuntos con Karin, ante la mención de la joven Naruto sintió una punzada de celos de la cual Sasuke se percató enseguida y se regocijó por ello. Antes de que el Hokage hablara Sasuke le arrebató los labios, le tomó de las manos y las posicionó en sus caderas para rodear con sus brazos el cuello del rubio y pegar sus cuerpos. Le dejó respirar el olor de su cabello y disfrutar de la suavidad de sus labios jóvenes.
Naruto no hacía nada, pues tenía claro que Sasuke era quien llevaba la iniciativa, siempre fue de esa manera. Apretó los glúteos firmes y redondos del chico, y sentía las piernas fuertes afianzarse en las suyas y el peso de Sasuke sobre su pelvis hacía que se desesperara por llegar a donde iban; movió de adelante hacia atrás las caderas que tenía sostenidas, en definitiva su amante le volvía totalmente loco tanto que le hacía perder la cordura. Sus labios se separaron y Naruto comenzó a besar toda la pálida piel desnuda que estaba a su alcance hasta que ya no pudo aguantar más.
Arrojó a Sasuke sobre el escritorio sin importarle que las pilas de documentos y el porta retrato que enmarcaba una fotografía familiar cayeran al suelo. Se colocó entre sus piernas y le tomó debajo de las rodillas, lo vió directamente a los negros ojos y una extraña sensación de familiaridad se instaló en su pecho, cada vez que cruzaban miradas sentía como si se hubiera visto en esos ojos desde hacía mucho tiempo atrás. Antes de comenzar a desvestirse juntó su frente a la del más joven y le declaró una oración que más que advertencia sonó como súplica.
—Si me traicionas Sasuke, si algún día te pasa por la cabeza traicionarme, te mato
Porque no podría soportar que Sasuke le engañara, en ningún sentido. El aludido no emitió ninguna emoción, la verdad era que no sabía como responder a aquello, pero ¿Mataría a Naruto si fuera necesario? Sí, también lo haría si el Hokage lo traicionaba.
—Lo mismo digo, séptimo
No sabían quién estaba jugando con quién o si en verdad se trataba de un juego bastante retorcido. Naruto pensaba que Sasuke lo había envuelto por medio de su aparente inocencia para ganarse su confianza y obtener todos los secretos celosamente guardados de la aldea e influir en las decisiones políticas por medio de él; Sasuke pensaba que Naruto lo había atraído con su pretenciosa amabilidad con el fin de mantenerlo a raya, tenerlo vigilado y en caso de ser necesario usar el preciado sharingan para fines bélicos. Pero cuando estaban así, juntos, ambos desechaban cualquier idea sobre traición, porque una conexión de esa índole no se podía fingir.
Naruto lejos de molestarse por la respuesta de Sasuke sonrió, porque eso le demostraba que de una u otra forma era importante para el chico y aunque de manera extraña podía decir que era correspondido.
—Vas a atravesar el pantalón —añade el Uchiha tras sentir más evidente la dureza que chocaba contra su cuerpo
—Entonces ayúdame a que eso no suceda porque últimamente me he estado quedando sin ropa
Y Sasuke le ayudó, porque él también sentía que se quemaba por dentro.
Desde el inicio de la mañana Naruto sintió que el día sería el más frío de la semana.
Estaba en su oficina evidentemente somnoliento pues casi no había dormido y su mente divagaba entre las ganas de estar sobre una cama mullida y la silueta de un cuerpo joven y masculino, echó una mirada al escritorio y le pareció notar una pequeña sombra sobre la madera que se había formado por el sudor de Sasuke hacía horas atrás. Curiosamente no lo había visto en todo el rato que llevaba en la Torre Hokage, cosa que le resultó extraño, pues el chico, aunque lo negara, siempre encontraba alguna excusa para pasar por su oficina, sin embargo no le dio mayor importancia hasta que llegó Shikamaru, su asistente, y entró sin antes llamar a la puerta, lo cual sería algo normal de no ser porque Kakashi llegó detrás de él.
—¿Qué sucede?
La expresión que tenían en el rostro los ninja le dio la impresión de que no se trataba de nada bueno y temió que por alguna extraña razón se tratara de Sasuke.
—Encontraron a Danzō muerto en su casa, junto a otros miembros de Raíz.
En ese momento Naruto sintió como el mundo se le iba encima, podía imaginar a donde iba todo eso.
—No encuentran a los Uchiha, al parecer son los responsables de los asesinatos.
Y a partir de ese instante el rubio dejó de escuchar y sólo atinó a sentir rabia dentro de él. Molesto, golpeó el escritorio con su puño y ordenó los primeros movimientos.
—Si atrapan a Sasuke tráiganlo directamente conmigo —gritó a todos los jōnin, porque no permitiría que nadie le pusiera un dedo encima, nadie que no fuera él.
Cuando la fila de ninjas abandonaron la oficina Naruto se permitió respirar.
Dolía, porque confió en Sasuke y éste lo traicionó.
Dolía porque le mostró sus debilidades.
Dolía porque le prometió que lo mataría si lo traicionaba.
Dolía porque de verdad lo quería demasiado, tanto que no era capaz de odiarlo a pesar de lo que acababa de hacer.
Naruto se colocó de frente al gran ventanal como si desde ahí pudiera ver a Sasuke. Deseaba secretamente que no lo encontraran porque eso significaría enfrentarlo y tener que castigarle y no se sentía capaz de hacerle daño.
Matarlo, esa fue otra promesa vacía.
De pronto sintió una presencia familiar y ni siquiera se inmutó en girarse.
—Me prometiste que Sasuke no saldría lastimado.
Escuchó una voz profunda y un leve temor le recorrió la espina dorsal, sin emabrgo no se sintió digno de darle la cara, tenía vergüenza por todo lo que había sucedido los últimos meses.
—Lo intenté, te juro por todo lo que tengo que lo intenté —respondió
—No lo lograste —el recién llegado ninja pensó unos segundos, no estaba seguro de proseguir pero quiso dejarle en claro a Naruto que las heridas de Sasuke no serían solo las físicas —Desde que cruzaron esa barrera lo lastimaste.
—Lo sé Itachi, he fracasado una vez tras otra
Itachi no podía estar más de acuerdo pero quiso aclararle algunas cosas más antes de irse.
—Estoy trabajando para los Uchiha y estoy trabajando para Konoha, quiero a mi pueblo pero el lazo más fuerte que me unía a la aldea era mi hermano menor
Naruto por supuesto que lo comprendía y no esperaba que Itachi guardara lealtad a Konoha, sabía que Sasuke era lo que más amaba en el mundo, y aunque el rubio no estaba seguro qué clase de afecto sentía por Sasuke podía considerar que si algo compartían él e Itachi era el amor por el chico más joven.
—Ve con él, encuéntralo y protégelo, no dejes que le hagan daño
—Esa es mi intención.
Itachi acomodó su máscara y desapareció de la oficina.
Aún frente al gran ventanal, con la mirada azul fija en el horizonte Naruto se mordía los labios intentando aguantar un grito y se sorprendió rezando en silencio para que Sasuke se encontrara bien. Todo se desmoronó, la estabilidad de la aldea pendía de un hilo, su reputación como Hokage también y más importante, no tenía idea de cómo pararía Sasuke después de todo aquello.
A varios kilómetros de la aldea el grupo de Uchihas celebraba la reciente hazaña.
—Ese maldito Danzō, es un despreciable —dijo uno de los chicos mientras los otros secundaban sus palabras
—Sigan de frente, ya deben haberse dado cuenta de todo —respondió Sasuke sin dejar de mirar hacia adelante.
El resto le dió la razón
Cuando se encontraron en los límites de la aldea, a unos pasos de cruzar la frontera, en el llamado Valle del Fin, Sasuke se permitió por última vez mirar hacia Konoha. Donde pasó la mayor parte de su vida, al lugar que alguna vez, aunque por muy corto tiempo consideró su hogar.
Notas finales: Espero que les haya gustado, gracias al cielo el segundo capítulo lo tengo escrito, sólo falta editarlo, así que nos vemos en una semana, para ver qué pasará con el desastre que Sasuke armó y si en verdad estaba usando al lindo e inocente Naruto para consumar la derrota de Konoha por parte de su familia.
