¿Qué hice?

-Ya basta, esto se acabó- Dijo/grito Dinamarca

- ¿A qué te refieres idiota? Eres muy molesto-Replico noruega con su expresión de siempre.

-A eso – Comenzó el danés sonriendo con tristeza-A que ya no tendrás que soportarme porque lo nuestro se acabó- Al terminar de decir eso salió de la sala donde se oficiaba la conferencia mundial ese diasque a decir verdad no era un día cualquiera, no, era nada más y nada menos que 14 de febrero.

En realidad, la junta ya había acabado, así que prácticamente ya todos se habían ido, excepto el noruego que se quedó mirando al objeto que se le había caído al danés cuando él le dio tremendo golpe al intentar abrazarlo:

Un corazón de cristal, rojo y bastante bonito anteriormente, pero que ahora reposaba hecho pedazos en el suelo.

El nórdico no sabía que hacer así que opto por hacer lo mismo de siempre, ir a casa y esperar que llegara el danés con hacia todos los años.

-Quizás él ya está en camino a mi casa y cuando llegue se disculpará y me pedirá que volvamos-Eran los pensamientos del noruego mientras salía hacia el aeropuerto.

Al llegar a su casa lo primero que hizo fue preguntarles a sus hadas si Dinamarca ya había llegado.

-No hemos visto al señor Dinamarca en todo el día- Fue la respuesta que le dieron todas.

-Quizás venga más tarde- Pensó de nuevo, pero se quedó toda la tarde en el sillón leyendo sin que nada pasara hasta que el sol se ocultó por completo.

Extrañado se fue a su cuarto se puso el pijama y se quedó en su cama esperando despierto hasta que el reloj marco la una de la mañana.

Al siguiente día se despertó aproximadamente a las nueve por el frio que sintió y empezó a buscar a tientas el cuerpo del danés, al no encontrarlo abrió los ojos solo para sentir la realidad golpearlo en la cara, estaba solo. Cosa que se volvió aún más notoria y abrumante cuando fueron pasando los días hasta que llego el día de la siguiente conferencia mundial y el danés no llego.

- ¿Noruega que te paso? -Le pregunto Finlandia con la cara llena de preocupación y no era para menos si el mencionado estaba más pálido que de costumbre lo cual hacia aún más notorias sus oscuras ojeras.

-Nada, estoy bien-Fue su respuesta antes de sentarse, moría de ganas por preguntarle a sus compañeros si sabían algo del danés porque en todo el mes no le había dado señales de vida y eso, aunque no lo aceptara le dolía, pero opto por no hacer nada y quedarse callado. Finalmente llega la persona que el tanto ansiaba ver ,alegre como siempre ,irradiando una alegría única que no había visto en nadie más, ya estaba ansioso por recibir el abrazo que estaba seguro que le daría pero ese abrazo nunca llego ya que el danés en vez de ir corriendo a sentarse junto a el noruego se fue derechito al lugar que quedaba al lado de Holanda saludándolo con una sonrisa y con el abrazo que según noruega debería ser para él y eso le dolió y le molesto en partes iguales más aun cuando al terminar la junta el danés se fue con el holandés que le estaba empezando a caer tan mal a noruega ;para hacerse notar el noruego se puso disimuladamente enfrente del danés y el holandés.

-Noruega –Lo detuvo una voz a sus espaldas, pero no era la que él quería oír-mi jefe dijo que quería hablar con el tuyo para no sé qué, pero según él ya se lo había dicho aun así quería que se lo recordaras-al terminar de decir eso el holandés se despidió con un gesto de mano y se fue siendo seguido por el danés que ni siquiera lo había mirado directo a los ojos.

Al llegar a su casa noruega no pudo hacer más que tumbarse en el sillón y llorar como hacía años no lo hacía se sentía mal, un dolor terrible en el pecho y un enorme nudo en la garganta le impedía hablar.

-Den, ¿Qué te ocurre? ¿Es que acaso ya te hartaste de mí? ¿Ya no me amas? -pensaba el nórdico llorando hasta que ya no pudo más y callo rendido al cansancio, se sentía muy mal y extrañaba a Dinamarca, pero eso no se lo reconocía ni así mismo.

La siguiente junta el llego tarde puesto que su avión se había retrasado por una nevada leve, pero deseo no haber asistido porque al entrar se topó con una escena que le dolió como un millón de dagas clavadas en su corazón:

Dinamarca estaba sentado en las piernas de Holanda sonriendo como nunca mientras se abrazaba al cuello de más alto que tenía un brazo rodeando su cintura y la otra sujetaba unos papeles que leía con nórdico de la cruz no aguanto más se acercó y le dio un buen puñetazo en la frente al danés.

-Oye que demonios te pasa? -grito el afectado sobándose la frente con las manos de forma cómica.

-Tu dijiste que me amabas ¿Y de repente andas con otro? Eres un idiota-Le recrimino el noruego.

El danés chasqueo la lengua para luego mirar al otro con desprecio poniendo una expresión seria

-Yo si te amaba-recalco la última palabra con un tono frio y agresivo- ¿pero adivina qué? Tu mataste ese amor a golpes, yo ya no voy a sufrir más contigo, ahora estoy con alguien a quien amo y que me ama también ¿No es eso lo que querías?,¿Que te dejara en paz? Pues bien, yo ya no quiero nada contigo que no tenga que ver con política-

Noruega ya no aguanto más y se fue mirando de forma fría al danés y su nueva pareja, se encerró en el primer armario que encontró y rompió a llorar, no culpaba al danés se culpaba a si mismo por haber sido tan idiota quizás si el hubiera sido un poco más considerado, un poco más amable nada de esto estaría pasando, pero como dicen el hubiera no existe.

FIN


Hetalia no me pertenece.

He aquí un nuevo fic, gracias por leer, se agradecen las críticas, constructivas o destructivas.