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Capitulo 1: La princesa, el pájaro y el rey.

Palacio real de Aincrad, habitaciones de la princesa. 8:00 de la mañana

Todo en aquella mañana parecía normal. La joven princesa, aún envuelta en sus sabanas, podía oír el canto de un ruiseñor a través de la ventana abierta, la cual daba al jardín. El canto era melodioso y parecía que inundara toda la habitación. En ese momento la princesa Asuna pensaba lo que cualquier persona "Como odio a ese pájaro".

El cruel animal llevaba ya cerca de cuatro semanas despertándola a las 6 de la mañana, la cual, tal y como Asuna había averiguado recientemente, no es una hora adecuada para levantarse. Después de despertarla el ave empezaba a torturarla con distintos cantos de diversas entonaciones evitando que Asuna se durmiera de nuevo. Podía pasarse horas cantando y cuando por fin creía que se había ido el volvía cantando aún más fuerte que antes.

La situación era tal que Asuna había ordenado a los guardias de palacio que lo atraparan, pero sin herirlo, después de todo no hacía falta pasarse. Cincuenta de los mejores guardias del reino se dispusieron a cazar al animal, cualquiera pensaría que esto sería el final de la historia, pero no fue así. El ave mantuvo en jaque a los guardias durante todo un día hasta que Asuna ordeno que se detuvieran después de pasarse todo un día viéndolos correr de punta a punta del palacio (honestamente fue bastante divertido) mientras el pajarito revoloteaba encima de sus cabezas. Pero de eso ya habían pasado dos semanas, dos semanas de insomnio, "Ahora es algo personal" se dijo.

Con ese pensamiento rondando su mente se levantó silenciosamente de su cama a la vez que empuñaba un cojín de forma amenazadora. Caminó hacía la ventana intentando que sus pasos fueran lo más silenciosos posibles, mientras hacía esto no aparto la mirada de su objetivo ni un momento. Se encontraba colgado de una de las ramas del cerezo que crecía cerca de la ventana, ajeno a la amenaza que se cernía sobre él seguía cantando sin preocuparse. La distancia entre cazador y presa se iba acortando poco a poco hasta que solo estaban a unos pasos. En este punto Asuna había llegado al alfeizar de la ventana al cual decidió subirse, "Este piso esta a ras de suelo de todos modos pensó". Estando ya subida el dichoso ruiseñor estaba a tiro, así que preparo su mano, apunto y…

-¡Asuna!

El grito fue tan fuerte y la pillo tan desprevenida que casi hizo que se cayera de bruces contra el suelo del jardín, por suerte consiguió recuperar el equilibrio sin embargo su objetivo había escapado.

-¿Cómo se te ocurre encaramarte a la ventana de esa forma?- la que hablaba ahora no era otra que su madre, "Se larga el pájaro y entra mi madre no sé que es peor" pensó Asuna. No es que no quisiera a su madre, es más, ella siempre se había sentido más unida a ella que a su padre, al cual casi nunca veía por culta de sus obligaciones(ya hacía casi un año desde la última vez). Por eso Asuna y su madre siempre habían disfrutado de una buena relación, pero últimamente las cosas habían cambiado. No sabía exactamente la razón pero su madre se había vuelto más y más controladora a medida que Asuna crecía. Eso junto con el hecho de que Asuna era una chica en plena adolescencia habían ido aumentando la grieta entra ambas.

-Asuna ¿Cuántas veces te he dicho que debes comportarte acorde a tu posición y edad?- preguntó su madre por enésima vez.

-Perdí la cuenta hace mucho-respondió en voz baja

-¿Cómo has dicho Asuna?

-No he dicho nada mama

-Como sea, vístete y ven a desayunar tenemos cosas de las que hablar- dijo para luego irse igual de rápido que había llegado.

"¿Qué será lo que trama?" se pregunto la princesa. Su madre casi nunca subía a buscarla así que si debía tratarse de algo importante, después de pensarlo un rato decidió que no averiguaría nada haciendo conjeturas por lo que se preparo para ir al comedor.

Cuando salió al pasillo le sorprendió ver que estaba vacío, normalmente siempre la estaba esperando una sirvienta. El hecho de que no hubiera nadie indicaba que un invitado de importancia había llegado a palacio, seguramente algún duque o marques que venía a quejarse de algo se dijo a sí misma. Siguió caminando a lo largo del extenso pasillo hasta que llego a la puerta del comedor. Respiro hondo una vez, colocó su mejor sonrisa y abrió la puerta preparada para lo que pudiera todo lo que pudiera pasar, o eso creía ella.

Cuando vio a la persona que había dentro de la sala el aire se le escapó de los pulmones y la sonrisa se le borró de la cara. La persona en cuestión era un hombre de mediana edad, con algunas canas en el pelo pero sin duda en forma para sus años. El hombre levanto la mirada, miro a Asuna a los ojos y dijo:

-Asuna hija mía por fin nos volvemos a ver después de tanto tiempo.

El padre de Asuna, el hombre al que rara vez veía, el rey, había llegado.

Bueno y hasta aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado. Es un poco corto pero intentaré hacer más largos los próximos. Decidme que os ha parecido en un comentario si os apetece, esto es todo por ahora. Nos vemos en el siguiente.

Bye bye