Hi! Emm...bien; explicó; esta idea no dejaba mi cabeza, así que la escribi; me gustó y decidí publicarla ^^
Es un AidoZeroKaname.
Me encanta el AidoZero -por un fic que Zukita escribió-, pero amo el KanameZero; así que juntandolos salió esto; aunque el fic está hecho para que al final Aido se quede con Zero; pero habrá -según yo- KanameZero.
Aclaración: Aquí los padres de Zero no han muerto, ni existe o al menos no aparece Shizuka; Ichiru no tiene problemas de salud; y Zero no odia a muerte a los sangre puras -no aún-; eso será después. Tampoco Ridoh es el malo, sino un Oc.
Yuuki es una sangre pura, prometida de Kaname. Kuran después de conocer a Zero, se siente atraido a él, le desea, pero no le ama, sin embargo Aido sí se enamora del cazador.
Y el TakumaIchiru es una influencia de los fic de Solcithooh en los que ella invento esa pareja; y a mi me gustó ^^, por eso la pongo acá.
Disclaimer para todo el fic: VK no me pertenece ni sus personajes, pues son de Matsuri Hino; únicamente los Oc's y la historia es mía.
Ella corre desesperada ante la escena vista; después de observar esos ojos rojos en aquel peli-azul al beber la sangre de su amiga. Sus pies no dan para más; aquel ser la atrapa por la espalda; ladea la cabeza de la chica con brusquedad y le ataca mordiéndola en el cuello sin preparación alguna. Una vez ha drenado la sangre de ella, la avienta al piso, sus orbes carmín se vuelven oscuros.
—Fue un desayuno regular; esta Academia puede ser mi fuente de alimento— sonrió de forma cruel al alejarse de aquel lugar boscoso.
A la mañana siguiente se anunciaba en las noticias sobre la muerte de dos alumnas en la Academia Cross; la causa era desconocida, y esta no era la primera vez que sucedía algo como eso. Varias personas empezaban a sacar a sus hijos de aquella escuela; mientras en la sala del director se llevaba una junta con gran urgencia.
—No hay señales de ser uno de los alumnos del dormitorio de la luna— aseveró el ser de cabellos ondulados y cafés.
—Pero las muertes siguen ocurriendo; necesitamos contratar a unos cazadores, Kaname-san—. Cross –el director – mencionaba preocupado esa opción al sangre pura, pues en aquella escuela no había nadie que vigilará a los seres nocturnos, únicamente él, y Kuran.
—Es una opción viable, las muertes son sanguinarias; así que deben de ser los mejores cazadores, pero también tienen que ser jóvenes, para pasar por estudiantes—. Kaname no encontraba explicación alguna a las muertes de tantas alumnas y alumnos de la escuela; seguramente se trataba de un vampiro que mantenía un perfil bajo o disfrazaba su aura.
—Hay dos cazadores muy hábiles y prometedores; son los Kiryuu, puedo hablar con la Asociación y pedir vengan como infiltrados— sugirió el hombre de cabello rubio cenizo.
—Me parece bien. En cuanto lleguen enviaré a Takuma o Aido para que les recogan—. El sangre pura caminaba hacia la salida de la oficina; sus pensamientos por un momento divagarón, pensando en la persona que más amaba, pero que ahora estaba lejos de él, en un viaje como actriz internacional: Yuuki, su prometida.
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—Nii-san…—le habló una dulce voz, mientras se acercaba a su lado. El otro le volteó a ver, sus orbes violetas llenas de cariño, sus finos labios, sus cabellos plata, todo en él era hermoso; y con una sonrisa miró al pequeño que le había hablado; quién era un reflejo exacto de él, pero con un aire de mayor fragilidad que el aludido.
—Dime ¿Qué sucede Ichiru?—le miró interrogativamente sin dejar esa dulzura para con el menor.
— Nos han dado una misión, nuestros padres han aprobado que vayamos. Es en la Academia Cross, al parecer varias personas han sido asesinadas, y presentan dos marcas en el cuello. Quieren que nos infiltremos como estudiantes y eliminemos al causante de los asesinatos. Aunque en esa Academia hay vampiros que intentan convivir con humanos, por eso varios son sospechosos, pero hasta ahora ninguno ha sido inculpado.
—Ya veo, será una buena experiencia, y no parece muy difícil— sonrió al menor de manera cálida, mientras tomaba su arma en manos, y la guardaba debajo de su chaqueta azul.
—Mm— Ichiru abrazó a su hermano; ambos cayeron sobre el pasto, y empezaron a reír.
Esa misma noche ambos marcharon rumbo a su destino; sin saber que sus padres eran cruelmente asesinados por un vampiro.
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—Esos cazadores, solamente harán las cosas más complicadas Kaname-sama— protestaba un pelirrubio ante su ídolo; quién le miró de forma fría; las orbes de aquel rubio se encogieron en temor; reverenció y estuvo a punto de marcharse, cuando la voz de Kuran le detuvo.
—Hanabusa; recogerás a esos humanos, y les enseñaras las instalaciones, así como los llevarás ante el director Cross; Takuma te acompañará— sentenció. El oji-azul intentó esconder su conformidad, respondiendo "como ordene, Kaname-sama".
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Los gemelos habían llegado a la entrada de aquella escuela; era tal y como la describieron. Ambos se miraron a los ojos, y sonrieron. En ese momento llegaron a recogerles dos entes, los cazadores inmediatamente percibieron que eran vampiros de clase noble; así que se prepararon para sacar sus armas, pero no sucedió lo esperado, pues ambos les recibieron de forma cordial.
Aunque uno de ellos parecía distante y frio; era aparentemente un chico de ojos turquesa, que parecía menor que él de la sonrisa amable y quién les hablaba y explicaba todo sobre la Academia mientras les daba un recorrido por la misma.
—Mm, esto… ¿cómo te llamas?— preguntó un poco apenado el menor de los Kiryuu. El muchacho de ojos verdes y cabellos rubios sonrió, y se disculpó por no presentarse antes.
—Me llamo Takuma Ichijo; soy el vicepresidente del Dormitorio de la Luna; nuevamente una disculpa por no presentarme antes—. Ichijo hizo una reverencia, mientras miraba de forma atenta al que le había preguntado su nombre; Ichiru se sonrojo ante eso y Zero gruñó acercando a su hermano hacia él; mientras Aido lanzaba un quejido de molestia y aburrimiento.
—¿Cuál es tu problema vampiro?— protestó molestó el mayor de los albinos; mirando de forma desafiante al chico que no les había dirigido la palabra, pero sí les había estado acompañando.
Las iris turquesa le miraron con frialdad, pero después de unos instantes rompió con el contacto visual, mientras miraba hacia otro lado un poco sonrojado.
—No es nada humano— recalcó la última palabra como si fuera una ofensa, agregando—. Tengo un nombre, y es Aido Hanabusa; hasta alguien tonto como tú puede aprendérselo.
El albino se sintió ofendido, y le lanzó un puñetazo al oji-azul, quién a duras penas lo esquivó, para después temblar un poco.
—Es mejor ser humano, que un vil chupa sangre— refunfuño, para después irse; acto seguido, Aido también se marchaba del lugar.
Takuma intentó detener la pelea, pero Ichiru le dijo que no, que dejará a su hermano solo; este únicamente asintió y llevó al menor a la oficina de Cross.
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Zero caminaba por los rededores boscosos de la Academia; en ese momento sintió una presencia poco conocida, sacó su Bloody Rose, pero la bajo al momento de ver a ese infantil rubio de ojos azules.
—¿Qué quiere Aido-san?— siseó intentando ser educado. Los ojos llenos de culpa de Hanabusa se mostraron al momento de hablar.
—Kaname-sama me ordenó ser su guía; sí no lo hago, sería desobedecer sus órdenes; y eso no puedo hacerlo— confesó algo molesto, pero culpable al no seguir al pie de la letra las instrucciones del sangre pura. Zero exhaló una buena dosis de aire, sacando su frustración.
—Oye, no es personal; empecemos de nueva cuenta. Soy Kiryuu Zero— se presentó de forma amable.
—Aido Hanabusa; estudiante de la clase nocturna—. Respondió de igual forma; ambos se miraron y sonrieron un poco, después platicaron por bastantes horas; el albino se percató de que el chico era infantil y multi-polar, pero bueno. Y el rubio de que el cazador era todo, menos tonto; además de ser amable y atractivo.
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Los Kiryuu se instalaron en sus respectivas habitaciones; una a lado de la otra. Las camas eran sencillas, y el cuarto un poco oscuro, pero cómodo; ambos sonrieron y colocaron sus mochilas sobre la cama.
Mientras Takuma ayudaba al menor de los Kiryuu a instalarse, a pesar de un sobreprotector Zero; Hanabusa acompañaba al albino.
—Es diferente a los dormitorios de la Luna, puedes pedir un traslado, para vigilar mejor a los vampiros—. Aido observaba la habitación recargado desde la puerta, con los brazos cruzados.
—Así está bien; es cómoda— sonrió el oji-amatista.
Hanabusa se sonrojo, mirando al cazador como acomodaba sus cosas; los vampiros eran muy atractivos; Kaname-sama lo era; pero simplemente ese humano parecía un adonis, "es perfecto" pensó Hanabusa.
—Gracias, ya no te quito tu tiempo; es mejor vayas a dormir a tu habitación— sugirió el cazador.
—Mn; ya terminé de explicarte casi todo; sólo me falta aclarar una cosa— comentó causal antes de retirarse. Las orbes violetas le miraron con atención.
—Los estudiantes del dormitorio de la luna, y del sol; toman al mismo tiempo sus clases. Antes eran por separado, pero el director Cross decidió juntar los horarios; así que es posible te vea mañana temprano—. Zero le miró por instantes; sonriendo dijo.
—Espero verte mañana; aunque es extraño que un vampiro ande de día— mencionó divertido; la mirada azul le vio de reojo, cautivándose por esa inocente risa. Posteriormente se marchó.
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Había pasado una semana desde que llegaron a la Academia, pero únicamente se encontraron con Nivel E; los cuales eran fácilmente eliminados; nada difícil; lo único extraño es que el sangre pura que les contrato no se había presentado; únicamente les fue explicada su misión por el director y los nobles que les recibieron; pero eso en realidad no importaba demasiado.
Aquella tarde, después de atender su ajetreada agenda; Kuran Kaname regresó a los dormitorios de la Escuela; su fiel seguidor de ojos verdes le informó todo sobre los pequeños avances y de aquellos gemelos.
—Me gustaría conocerlos; tengo que saber quién protege la escuela, y mis metas—. La sedosa voz del castaño se escuchó en la habitación, mientras se acomodaba su uniforme.
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Era la hora del almuerzo, todos se encontraban en el gran comedor; y los del dormitorio de la luna, con sus blancos uniformes, se encontraban en un área especial para ellos; en realidad sólo para los más allegados al presidente de la clase.
El castaño entraba a la cafetería juntó al vicepresidente; en ese momento captó su atención un chico de ojos amatistas, piel nívea, finos labios; sonriendo junto a otra persona igual que él; pero con el cabello más largo, y a su lado se encontraba su fiel amigo: Aido Hanabusa.
El presidente sonrió de forma placentera; preguntando.
—Supongo, ellos son los hermanos Kiryuu— inquirió sin apartar su vista de aquella mesa; donde los estudiantes del sol comían; resaltando el uniforme del pelirrubio, que sonreía como hace años no lo hacía.
—Ese chico, el del cabello más corto, ¿su nombre?—. Pidió la información al oji-verde; quién respondió.
—Kiryuu Zero
Kuran mantenía su sonrisa; y observando la escena; afirmó.
—Ese hombre, lo quiero para mí; dile a Aido que está noche lo llevé a mi habitación— ordenó con elegancia, para después retirarse.
—Como ordene, Kaname-sama—. Ichijo se inclinó un poco para despedir al sangre pura; pero en sus verdes orbes se reflejó cierta tristeza, pues sabía, o al menos había percibido que Hanabusa guardaba ciertos sentimientos por el cazador; pero debido a que temía arruinar esa amistad entre ellos; callaba. Conformándose con estar a lado de aquel que había sido nombrado prefecto. Él lo sabía muy bien, pues lo mismo le ocurría, pero en su caso; esas emociones eran para el menor de los Kiryuu.
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Las clases habían terminado; los cazadores y el oji-azul caminaban por el pasillo de la escuela; los tres se habían hecho buenos amigos; y Aido estaba con ellos en varias clases, además de que cómo tenía más tiempo libre que Takuma, había sido designado el guía permanente de los hermanos.
En ese momento apareció el vicepresidente del dormitorio Lunar; Aido le saludo como de costumbre; mientras un sonrosado Ichiru también; Ichijo miró por segundos con ternura al menor de cabellos plata, y después en un tono serio, pero amable, le pidió a Hanabusa acompañarle; este asintió, y le siguió hasta un lugar alejado de donde estaban.
—¿Qué sucede?— preguntó.
—Kaname-sama ordena que esta noche le lleves a Kiryuu Zero a sus aposentos; al parecer llamó su atención—. Las orbes turquesas mostraron temor; frustración, dolor; pero asintió; murmurando.
—Es un cazador, no puede estar con Kaname-sama; además él tiene a Yuuki-sama—. Pronunciaba un poco cortado, más para sí que para Takuma; quién le miraba comprensivo.
—Lo sé; es extraño, nunca había visto a alguien más que a ella; pero al parecer Zero-kun le cautivo; tal vez sea sólo el deseo de conocerlo— pronunció amable intentando alegrar al muchacho.
—Mm, está bien— aceptó, alejándose cabizbajo; con la mirada al suelo.
'Kaname-sama nunca había actuado así; no es del tipo que aprovecha su estatus, aunque sí lo usa de vez en vez; ¿entonces… por qué ahora?' se preguntaba angustiado, sintiendo algo apretarse en su pecho.
En ese momento divisó a ambos cazadores; el pelirrubio forzó una sonrisa; y se acercó a ellos de forma casual.
—¿Qué paso?— preguntó Zero preocupado.
—No es nada — respondió intentando permanecer neutral— Kaname-sama quiere conocerte; es una buena oportunidad para que te encuentres con él—. Decía el noble, mientras a cada palabra su pecho se encogía más y más.
—¿E Ichiru?— preguntó confuso.
—Él no vendrá, solamente tú— sentenció sintiendo su corazón quebrarse.
—Ah… está bien— en ese momento el de ojos turquesa se disculpó, dejando a los chicos solos.
—Nii-san; Aido-senpai está raro ¿no?— preguntó tomando del brazo a su hermano, quién le miró y afirmó con la cabeza.
—Kuran Kaname; probablemente me diga algunas cosas más de las que ya nos explicaron Aido e Ichijo— dedujo pensante, pero alegre.
—Vamos a hacer guardia; las clases han terminado— dijo Ichiru, su hermano asintió y ambos fueron a investigar en los alrededores.
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La noche había llegado; y como estaba previsto; Hanabusa llevó al albino al cuarto de Kuran; sus ojos dilataban tristeza, que notó el cazador, pero no dijo nada.
—Es aquí—. Señalo la perilla de aquella puerta; el albino levantó una ceja; preguntando— ¿Tú no entras?—. El pelirrubio negó. Kiryuu alzo los hombros despreocupado y empezó a caminar hacia la entrada. Aido mordió su labio inferior; no podía desobedecer una orden, aunque sintiera una leve excitación de Kaname al otro lado de la puerta; aunque supiera que sólo iba a jugar con él, y luego tirarlo como un objeto; pues no le amaba, sino que lo deseaba.
Zero estaba a punto de abrir la puerta, cuando la mano de Hanabusa le detuvo; indicándole que no lo hiciera. El albino se detuvo, pero su mirar exigía una respuesta; está nunca llegó. No obstante los labios de Hanabusa se acercaron con dulzura a los del cazador; quién abrió sus ojos desmesuradamente; pero empezó a corresponder aquel roce de labios; Aido pidió permiso con su lengua para entrar; y este fue concedido; después de juguetear un poco con sus lenguas; ambos se separaron un poco sonrojados.
—¿Por qué?— preguntó el cazador con un leve sonrojo; pero contento.
—Me gustas—. Confesó, pero no se atrevió a decir "te amo"; aún era muy pronto.
—Igual tú— esa simple frase le alegro; su corazón bailo de felicidad; todo era estupendo; hasta que recordó en dónde estaban; el oji-azul advirtió— Kaname-sama quiere verte, pero no importa que diga o pase, recuerda que te quiero; eres especial para mí Zero—. Luego dudo sí proseguir o no; pero aun así lo hizo— Sí es necesario, defiéndete con tu Bloody Rose.
Kiryuu no entendía nada, pero aun así asintió; posando un suave beso en el pequeño de ojos azules, después le dedicó una tierna sonrisa; abrió la puerta, y después…
¿Qué tal les parecio?; espero les haya gustado; muchas gracias por leerlo ^^
Agradecería sí me dejaran un review, sí es que quisieran una continuación o les gustaría saber qué pasa después.
Cuidense mucho; un abrazo.
