Al Tiempo, Tiempo

Ruidos, solo ruidos, eso es lo que escucho, no son ruidos molestos, son ruidos conocidos… son… son voces. No llego a distinguir lo que están diciendo. El ruido cesó. Abro mis ojos lentamente. Todo a mí alrededor es blanco; me cega. Comienzo a correr desesperadamente buscando a alguien en ese pacífico lugar. Pereciera que estoy corriendo en círculos. Todo el paisaje es el mismo, no cambia. Cansada, desistí de mi búsqueda. Una lágrima rueda hasta mi labio. Mis piernas dejaron de responder y caí rendida al suelo sobre mis rodillas.
Los ojos me duelen, arden. Me incorporo mientras seco mis lágrimas con el puño de mi camisa.
Camino rezando encontrar a alguien en ese tétrico lugar. El ruido de voces a lo lejos apareció súbitamente. Grito, pero nadie parece escuchar.

A lo lejos distingo una sombra. ¿La sombra de un hombre? Sí, un hombre alto. Rápidamente corro hacia donde se encuentra este hombre misterioso. Lo primero que vi de el fueron sus ojos; claros como el océano y despejados como cielo de verano. Dejaban ver la pureza de su portador. Este hombre tiene puesto un traje negro con una camisa blanca y un moño negro, sus zapatos son de un negro brillante, parecen nuevos.
En su mano derecha porta una gran rosa roja con sus pétalos mojados por un leve rocío.

'Hola' dije dirigiéndome al esbelto hombre que se encontraba enfrente de mí.
La respuesta que yo tanto esperaba no aparecía
'Hola' insistí elevando un poco el tono de mi voz. El hombre parecía no escuchar. De repente en sus ojos vi un brillo esperanzador. Grita, grita en un idioma que yo no descifro. No es conocido para mí. Se lanza a correr. Me atravesó, soy como un fantasma, un ser invisible e intocable, inerte y a la vez presente.
Corre hacia una mujer. Se detiene a escasos centímetros de su rostro. Corro tras él, con esperanzas de que aquella mujer hablara en un idioma que yo entendiera.

'Claire, perdón por todo. Yo se que te hice sufrir muchas veces, me tuviste que aguatar en un montón de cosas, perdón'
la mujer no pronunciaba palabra alguna. El hombre mismo siguió
'Claire… por favor… decime algo' tal como lo había hecho yo hace un momento el hombre empezó a llorar. Pero él no llora de miedo, él llora por la impotencia que le producía que aquella mujer amada no respondiera a sus súplicas.

Luego de unos minutos de silencio en los que el hombre había caído rendido al suelo, la extraña mujer avanzó un paso y se agacho al lado del indefenso sujeto y acariciándole la mejilla dijo

'Sabes que no puedo verte así Joe, vamos a tomar algo y lo charlamos'

Sin más, ellos desaparecieron a lo lejos, dejándome sola. No tengo más remedio que caminar. Una mujer pasa corriendo delante de mí. La sigo de cerca, corriendo también; le grito. Se detuvo ¡Me oyó!

Pero… se echó a correr devuelta, esta vez más rápido. Apresuro mi marcha. A lo lejos veo algo ¿Otro hombre? Sí. A escasos metros de nosotras hay un hombre parado, también de traje, que al ver a la joven que corre hacia él abre los brazos para abrazarla.

Me encuentro a su lado. Parada, mirándolos. Intento tocarlos para preguntarles dónde me encuentro, pedirles alguna referencia pero al hacerlo me encuentro con que los traspaso. Aterrorizada y frustrada comienzo a correr mientras maldigo entre gritos.

Tropiezo con migo misma, detengo mi caída con mis manos. Me siento en el suelo, mis manos arden pero eso no importa. Me vuelvo a levantar y corro mirando el piso. Choco con alguien quien me abraza antes que yo caiga el piso y al oído me dice:

'Todavía no perteneces aquí'

Me empujó y oí a alguien decir

'La tenemos, volvió. Infórmenle a la familia'

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