Destinados por equivocación

Capítulo 1: "Nuevos cambios... nuevas complicaciones..."

Los rayos del sol iluminaban el verde de las plantas y árboles que rodeaban el lugar. Algunos animales pequeños como ardillas y ratones merodeaban alrededor. A lo lejos, podía verse una elegante carreta que atravesaba el bosque. Se acercaba cada vez más sin desviarse del sendero trazado. Afuera de ésta, en la parte delantera, iba sentado el chofer que guiaba el vehículo con las riendas de los caballos. Dentro, iban dos hombres jóvenes. A la derecha, se encontraba sentado un joven de mediana estatura. Tenía el cuerpo musculoso, producto de un duro entrenamiento. Su cabello era levemente largo llegando hasta sus hombros, y de color negro como sus ojos, pero sin duda lo que más llamaba la atención era la cicatriz que poseía en su moreno rostro.

Frente a éste, pero del lado izquierdo, estaba sentado el otro joven que lo acompañaba. Poseía una alta estatura. Tenía el cuerpo un poco más musculoso que su compañero, pero su piel era más clara. Su cabello estaba alborotado y era de color negro azabache al igual que sus ojos. Ambos vestían unos elegantes uniformes. La parte superior era una especie de chaqueta color azul que tenía detalles en oro, tanto en los puños de las mangas, cuello y cinturón. La parte inferior consistía en un pantalón esbelto y blanco muy elegante. De calzado usaban unas botas negras muy caras. En su cintura llevaban la vaina de la espada, de cuero negro también con detalles en oro.

¿?: "Bien, parece que todo está en orden" dijo el joven de la cicatriz mientras guardaba unos cuantos papeles dentro de un bolso.

¿?: "¿Ya terminaste de revisar esos papeles Yamcha?" dijo el otro que lo observaba aburrido.

Yamcha: "Si, y por lo que veo mi padre se encargó perfectamente de todos los arreglos legales para que se lleve perfectamente a cabo la boda"

Goku: "Oye Yamcha… ¿Has visto alguna vez a la muchacha que va a casarse contigo?" preguntó curioso.

Yamcha: "No, jamás la he visto. Sólo poseo una foto de ella de cuando era pequeña. Creo que tendría aproximadamente 12 años cuando se la tomaron. ¿Quiéres verla?".

Yamcha sacó una fotografía del mismo bolso en donde estaban guardados los papeles que había estado controlando. Extendió su mano y se la entregó a Goku.

Goku también extendió su mano, tomó la fotografía y comenzó a observarla detenidamente. En ella aparecía una niña muy bonita. Su piel era como el marfil, su larga cabellera negra como el carbón era del mismo color que sus intensos ojos. Ambos hipnotizaban maravillosamente a cualquiera que los observase. Sus labios tenían dibujados una sonrisa encantadora. Era tan tierna y hermosa que parecía un ángel.

Yamcha: "Es muy hermosa ¿verdad? Y eso que en ese entonces sólo era una niña, ahora debe estar realmente deseable ¿No lo crees? Si… ya estoy imaginándola… je je." dijo muy alegremente.

Goku sonrió y le entregó la foto.

Goku: "Realmente era muy bonita, seguro que ahora lo es aún más."

Yamcha: "Si, soy muy afortunado. Es una suerte que mi padre no me haya arreglado un matrimonio con una muchacha fea y descuidada."

Goku: "Pero Yamcha… ¿Estás seguro que te llevarás bien con ella? Debo decir que no lo aparenta… pero… ¿Que tal si resulta ser una mala persona? Después de todo, tu no la conoces." Dijo quitando la sonrisa de su rostro.

Yamcha: "No digas eso Goku ¿Cómo alguien tan encantadora como ella podría ser mala?."

Goku: "Pues espero por tu bien que tengas razón. Después de todo serás tú quien tendrás que vivir con ella."

Yamcha: "Lo dices como si fuera un castigo… Ella es hermosa, muy rica, excelentemente educada y estoy seguro que es encantadora, te digo que con ella me saqué la lotería."

Goku: "Uhm como digas… pero aún no entiendo por qué debes dejar de entrenar cuando te cases." Preguntó mirando el techo del carruaje.

Yamcha: "Verás Goku, cuando me case tendré que ocuparme de mantener a mi esposa y a mis futuros hijos, tendré que estar todo el tiempo ideando nuevas formas de organizar el dinero y ocuparme de su bienestar, tanto en su educación, salud y ese tipo de cosas. El entrenar pasará a ser parte de mis recuerdos."

Goku: "Solo sé que yo nunca abandonaría las peleas por algo tan tonto como el matrimonio. A decir verdad… no sé qué tanto le ven. Yo no le veo nada bueno." dijo mientras se recostaba un poco y ponía sus brazos detrás de su cabeza.

Yamcha: "Goku ¿Acaso no lo entiendes? El matrimonio es muy importante para una pareja. Además de estar unidos ante Dios, comparten todo lo que tienen, todas sus posesiones, y eso es muy ventajoso, pero lo mejor es cuando comparten la cama jeje y más aún cuando tienes una preciosidad como mi futura esposa jajajaja." dijo riéndose a carcajadas "Claro, no todo es el paraíso, a veces debes abandonar aquellas cosas que tanto te gustan para poder llevar a cabo el matrimonio. Yo tendré que olvidarme de llegar a ser el más fuerte."

Goku: "Pues si para casarme tengo que olvidarme de los combates y de mi entrenamiento, entonces nunca quiero casarme." dijo incorporándose.

Yamcha: "Ay Goku… algún día lo entenderás…" dijo suspirando y cerrando sus ojos en señal de derrota.

Goku: "Por cierto Yamcha… ¿Cuánto falta para llegar? Ya quiero enfrentarme con el famoso Ox- Satan y…"

Brgggggggggg. Se escuchó el crujido proveniente del estómago de Goku.

Goku: "…y además me estoy muriendo de hambre jejeje." dijo poniendo una mano detrás de su cabeza y riendo avergonzado.

Yamcha se cayó al suelo al escuchar los disparates de Goku /tipo animé/

Goku se puso de pie y sacó la cabeza por la ventana que se encontraba a uno de los lados del carruaje, para gritarle al chofer...

Goku: "OIGA SEÑOR CHOFER… ¿FALTA MUCHO PARA LLEGAR? ES QUE ME ESTOY MURIENDO DE HAMBRE."

Chofer: "Je je" "No, no falta mucho joven Goku, ya estamos muy cerca del pueblo." dijo sonriendo luego de escuchar al muchacho.

Durante el viaje el chofer se había encariñado con Goku, le agradaba mucho su compañía y el escuchar sus aventuras y pensamientos inocentes, hacía su largo viaje mucho más agradable que cualquier otro.

Goku:"¡Ya no puedo esperar más para enfrentar al gran Ox-Satan!" dijo al mismo tiempo que introducía su cabeza nuevamente dentro del carruaje, cerraba sus puños y sonreía abiertamente con un ligero brillo en sus ojos. "¡No puedo creer que sea el padre de tu prometida…!" Luego de decir esto, hizo una pausa y puso su cara confusa "Por cierto Yamcha… ¿Cómo es que conoces el nombre de su padre y no el de ella."

Yamcha: "Bueno, verás… luego de la muerte de mi padre, recibí su testamento por medio de un albacea. Aparentemente le dejó instrucciones de entregármelo una vez él hubiera muerto. Me pareció algo extraño, pero cuando lo leí me lo pareció aún más. En el testamento explicaba que su último heredero, o sea yo claro, estaba obligado a casarse con la hija del gran Ox-Satan por una deuda que él no pudo pagar y por ende, acordó nuestro matrimonio. Mi padre jamás me había hablado de eso. Fue una gran sorpresa para mí enterarme que debía casarme con la hija del famoso luchador y que si me negaba, estaría deshonrando a mi padre y el apellido de mi familia... No sé por qué me lo ocultó, aún no lo entiendo… Pero la cosa es que en el testamento sólo hablaba muy poco sobre mi matrimonio arreglado, tanto que ni siquiera colocó el nombre de mi prometida. Solo había guardado una foto de ella, que es la que te mostré antes. Por suerte, como Ox-Satan es muy famoso pude averiguar en donde vive."

Goku: "¡Vaya! pero… ¿Qué pasa si cuando llegamos no te cree? Después de todo él nunca te ha visto ¿verdad?"

Yamcha: "No te preocupes por eso Goku, mi padre fue muy inteligente y estos papeles que tengo aquí guardados explican todo y están firmados por él. Además la muerte de un duque es noticia que vuela como el viento, así que Ox- Satan debe haberse enterado y no se sorprenderá mucho al verme… eso espero. Pero no tengo de qué preocuparme porque llevo al mejor guerrero y escolta de Paoz conmigo ¿Verdad? jajaja."

Goku: "Si, apenas llegue le pediré a Ox-Satan que pelee conmigo." dijo frunciendo el ceño y sonriendo.

Brggggggg

Goku: "Pero antes le pediré que me dé algo de comer jeje."

En ese momento, una flecha proveniente de una de las copas de los árboles cayó justo frente a los caballos que guiaban el carruaje, haciendo que estos se asustaran y comenzaran a correr descontroladamente a una gran velocidad.

Goku cayó hacia delante, producto del brusco movimiento, golpeándose tontamente la cara contra la pared que tenía enfrente. Yamcha se golpeó fuertemente su hombro izquierdo con la puerta del vehículo.

Goku: "¡Ayiaiaiaiiaiiay! ¡Me duele mucho!" Dijo sobándose la cara levemente colorada y lastimada por el reciente impacto, y con unas pequeñas lágrimas en el borde de sus ojos.

Yamcha: "¡¿Qué demonios está pasando?!" Dijo mientras trataba de mantener el equilibrio.

El carruaje rebotaba y se mecía bruscamente. El chofer no podía controlar a los caballos, y pronto se desviaron del camino empedrado.

El carruaje atravesaba velozmente el bosque hasta que a lo lejos se divisó una caída alta que daba a parar a un arroyo. Cuando el chofer lo vió, desesperadamente trató de jalar las riendas para que los caballos girasen hacia la derecha, y así evitasen caer. Efectivamente los caballos giraron, pero era demasiado tarde, lo hicieron cuando estaban al borde de la cornisa. El carruaje volcó de costado cayendo desde la altura. Al caer, Goku fue despedido por la puerta del transporte, cayendo al pequeño arroyo y golpeándose fuertemente la cabeza con una gran roca, dejándolo inconsciente. Yamcha había permanecido dentro del vehículo durante la caída, sin embargo sufrió grandes heridas y con una de ellas también había perdido el conocimiento. El chofer y los caballos estaban en peor estado, debido a que ellos no contaban con la protección del carruaje, ya que permanecían fuera de éste.

El chofer, a pesar de sus heridas, aún permanecía consciente. Fue así como pudo ver, que dos hombres encapuchados vestidos de negro y ambos armados con un arco y flechas, se acercaban. Echaron un vistazo al desastroso carruaje, cuyas ruedas habían ido a parar lejos de éste, la puerta estaba rota y una de las bisagras se había quebrado. Luego observaron a Yamcha. Uno de ellos lo cargó en su hombro y ambos se alejaron hasta perderse en el bosque.

El chofer estaba por apagar completamente su vida cuando sus sentidos captaron una voz…

¿?: "¡Dios! ¡Parece que hubo un accidente!"

El hombre que había dejado su mula atada a un árbol, se acercó corriendo hacia el lugar del incidente. Allí se encontró con el chofer que respiraba muy difícilmente. Había perdido mucha sangre y en su cuerpo se dejaban ver los grandes moretones y profundas heridas cortantes recibidas durante la caída.

El chofer vió cómo un hombre con un sombrero de paja, que vestía ropas viejas y rotas, se acercaba a él. Sin duda era un campesino. Debían de estar muy cerca del pueblo.

Hombre: "¡Señor! ¡Resista!" Dijo al mismo tiempo que se arrodillaba frente a él y levantaba levemente su cabeza.

El chofer lo miró pesadamente a los ojos y jadeando le habló...

Chofer: "El.- el am… el amo… los-s ho-mbres… la fa-milia Mao…"

Hombre: "¿La familia Mao?"

El chofer guió su vista hacia Goku y trató de hablar…

Chofer: "El… joven Go-ku… a-a-yu-de-looo…"

Hombre: "¿Goku?"

El hombre volteó para ver a Goku que se encontraba inconsciente en el suelo, empapado por el agua del arroyo y también por la sangre que había provocado la herida en su cabeza.

El chofer cerró suavemente sus ojos, y luego dejó de respirar.

Hombre: "¿¡Señor!?¡Señor!"

El campesino lo miró fijamente y luego cuidadosamente lo dejó en el suelo.

Se puso de pie y se dirigió hacia donde estaba Goku. Lo revisó y notó la herida en su cabeza. El muchacho estaba vivo, pero permanecía inconsciente. Si no curaba esa herida rápido podría correr peligro.

El hombre lo cargó en su espalda y se dirigió hasta donde estaba su mula, pero se detuvo cuando notó que había pisado algo. Miró hacia el suelo y notó un bolso. Pasando por encima el bolso, se dirigió nuevamente hacia donde se encontraba su mula. Cuidadosamente colocó a Goku sobre su lomo, y volvió hacia donde estaba el bolso. Dentro encontró unos papeles y una foto. No lo podía creer.

Hombre: "N-No… no puede ser…" tartamudeó.

El hombre reconoció a la niña. Sin duda era Chi Chi, la hija del Gran Ox-Satan.

Olvidando su asombro intentó buscar algo más de información y comenzó a leer los papeles. Cuando lo hizo entró en un nuevo asombro, aún más grande que el anterior. "¿Papeles de matrimonio? ¿Con la señorita Chi Chi?" pensó.

El campesino miró a Goku y caminó hacia él.

Hombre: "Es una suerte que te hayas salvado… de lo contrario hubiera sido una horrible noticia para la señorita Chi Chi…"

Luego se encaminó hacia su casa.


Ox-Satan: "Crimelda ¿Has visto a Chi Chi? No logro encontrarla."

Crimelda: "Lo siento Señor, pero no he visto a la joven Chi Chi desde esta mañana."

Ox- Satan: "¿Dónde se habrá metido esa muchacha? Tengo algo importante que decirle. Búsquenla y díganle que quiero verla."

Crimelda: "Si Señor, enseguida." dijo haciendo una reverencia y retirándose del lugar.

Su largo cabello canoso, su pequeño tamaño y la gran cantidad de arrugas en su cuerpo, daban a entender la gran cantidad de veranos e inviernos que había vivido y la gran experiencia que había adquirido en el transcurso del tiempo.

Crimelda era la anciana encargada de las enseñanzas de Chi Chi. Desde temprana edad la hija del rey de Flypa, había sido instruida por ella en las artes sociales, económicas, históricas y naturales.

Durante la infancia de Chi Chi, Crimelda sufrió por el comportamiento de la niña. Ésta se negaba a obedecer las absurdas normas de la sociedad que la rodeaba. Ella prefería correr por los inmensos prados que aprender a tomar té con un montón de aristócratas aburridos que sólo buscaban mejoras económicas. A Crimelda le resultó muy complicado y cansador el lograr que su pupila le obedeciera, pero por suerte para ella, la niña era buena y siempre terminaba haciendo lo que su institutriz le decía. A medida que fue pasando el tiempo Chi Chi fue controlando más sus impulsos de escaparse hacia los campos, y en vez de eso se quedaba en casa intentando entender las reglas infligidas. Durante su adolescencia la princesa de Flypa ya se comportaba como toda una señorita de alto nivel frente a los invitados de su padre. Sin embargo, cada vez que podía, ella se escapaba sin que nadie se enterase. A pesar de hacer todo lo que le decían, ella odiaba hacerlo. Se sentía realmente incómoda al tener que fingir ser una fina señorita interesada en ese aburrido y corrupto mundo de elegancias. Sin embargo, la muchacha había aprendido de Crimelda que uno debe pensar en los demás antes que en su propio beneficio. Ella sabía perfectamente que el buen comportamiento significaba buena imagen para los aristócratas, y eso significaba nuevos acuerdos en beneficio de la gente del pueblo.

Tenía que aceptar su forma de vida. No podía cambiarla, por lo menos no sin arruinar la de los demás.

Crimelda no era tonta, conocía demasiado bien a Chi Chi como para darse cuenta que ella no era realmente feliz. En un par de ocasiones, descubrió a la princesa escapándose hacia los campos. Cuando esto ocurría, ella la seguía y controlaba que sus impulsos no la guiaran más lejos de lo que debía. Por suerte esto nunca pasó. Pero en esas ocasiones, Crimelda veía que la muchacha se sentía muy feliz respirando el dulce aroma de las flores y sintiendo el viento acariciar su rostro. Nunca le dijo a su pupilo que la había descubierto, es más, la encubría siempre que podía. Era consciente que Chi Chi no tenía una vida fácil, ella tenía muchas responsabilidades y si había un breve momento en su vida en la cual era feliz, ella intentaría alargar ese momento para su alumna.

La túnica violeta era arrastrada por el piso mientras caminaba por los grandes salones de la mansión. Cuando llegó a la puerta principal, salió y se encaminó hacia los campos. Precisamente esa era una de las ocasiones en la cual Chi Chi había escapado. Pero esta vez tenía que encontrarla, las órdenes de Ox-Satan habían sido claras.

El día era hermoso y los grandes campos que rodeaban la Mansión Mao simplemente eran la mejor vista de todas.

En uno de los campos, precisamente en el de los viñedos, se podía ver como las plantas se movían al roce de un cuerpo.

Su largo cabello negro sujeto en una coleta baja parecía que volaba con el viento que pasaba a su alrededor. Su flequillo se movía en todas direcciones mientras corría. Su elegante vestido ondeaba como una bandera mientras en el camino se enganchaban algunas ramitas y hojas en él. Sus risas juguetonas se escuchaban a lo lejos. El sudor de su frente había bajado hasta su mejilla cuando llegó hasta la zona descampada pero hermosa de los campos.

Se detuvo y contempló el color verde manzana de la hierba. Agitada y jadeando tomó bastante aire y lo exhaló. Luego se recostó en la hierba boca arriba. Miraba el cielo. Era azul y había algunas nubes en él. El sol brillaba intensamente. Acarició la hierba con sus manos. No dejaba de sonreír. Cerró sus ojos y sonrió más extensamente. Esto la hacía muy feliz, sin duda daría lo que fuera porque ese momento de tranquilidad no se acabara nunca. Para su desgracia, cuando abrió nuevamente sus ojos vió la imagen de Crimelda que la veía sobre su cabeza.

Chi Chi: "Cri- Crim- ¡Crimelda! ¿¡Qué haces aquí!? Es… es decir… yo… bueno… yo…"dijo sentándose y mirando hacia abajo avergonzada. Era la primera vez después de tantos años que la descubrían.

Crimelda: "Chi Chi apresúrate. El Señor Ox-Satan quiere verte lo antes posible."

Chi Chi levantó su cabeza y la miró a los ojos perpleja. ¿No la había regañado por haberse escapado? ¿Por comportarse como una niña? ¿Por arruinar su vestido?.

Crimelda: "¿Piensas quedarte ahí todo el día? Tu padre me regañará si no te apresuras. ¡Vamos! Debes cambiarte ese vestido, sino Ox-Satan se dará cuenta que estuviste aquí." dijo mientras ayudaba a levantar a la muchacha.

Chi Chi la miró muy confundida ante las palabras de su institutriz.

Chi Chi: "Crimelda… ¿Tú…? ¿Tú sabías de esto?"

Crimelda: "Aún te falta mucho joven Chi Chi para poder superarme. ¿En verdad creíste que podías engañarme? Pues déjame decirte que soy la maestra del engaño y para ser mejor que yo, debes aprender de mí." dijo sonriendo y guiñándole un ojo.

La princesa se quedó con la boca abierta por unos segundos y luego reaccionó. Su linda sonrisa apareció en sus labios y abrazó fuertemente a su maestra.

Chi Chi: "Gracias…" susurró.

Crimelda: "Vamos que se hace tarde, el rey me matará si sigues perdiendo el tiempo."

Chi Chi: "Si."

Chi Chi salió corriendo hacia donde se encontraba la Mansión Mao.

Diez minutos habían pasado desde entonces. Ahora llevaba un bonito vestido azul largo hasta sus tobillos. Este estaba limpio, así su padre no notaría el motivo de su ausencia. Estaba parada frente a las altas puertas de la oficina de su padre. La abrió levemente y asomó su cabeza.

Chi Chi: "¿Papá? ¿Querías verme?" dijo en tono bajo.

Ox-Satan: "Si, pasa hija, necesito decirte algo." habló desde su asiento detrás del escritorio de roble.

Chi Chi entró en el salón y cerró la puerta detrás de ella. El lugar era muy elegante. El piso era de madera de roble rojo oscuro, las paredes estaban cubiertas por madera oscura hasta la mitad y la otra mitad estaba pintada con un color arena. El gran escritorio estaba en frente, a los costados había adornos de animales embalsamados, había un leopardo en cada lado, también habían vasijas antiguas de oro y varios objetos más. A la izquierda de la habitación, pero más cerca de la puerta se encontraba una pequeña biblioteca llena de libros de leyes y diccionarios, junto a esta había un fino sofá color vino.

Ox-Satan: "Acerca ese sofá Chi Chi y siéntate frente a mi escritorio para que hablemos más cómodamente."

Chi Chi: "Si…" dijo mientras corría el sofá.

Ox-Satan: "¿Dónde te habías metido hija? Te estuve buscando hace rato."

Chi Chi: "Estaba leyendo en las habitaciones de atrás." mintió.

Ox- Satan: "¿De nuevo? Chi Chi te he dicho que no me gusta que vayas a esas habitaciones, son sólo bodegas de cosas viejas y llenas de polvo, no es lugar para una jovencita como tu, luego ordenaré a los sirvientes que se deshagan de esas cosas inservibles y que las limpien de una vez por todas."

Chi Chi: "Es que los sirvientes hacían mucho ruido cuando limpiaban el salón de baile, y en el único lugar en donde no se escuchaba nada era en las habitaciones de atrás, es por eso que me pareció buena idea ir allí y continuar con mi lectura." Chi Chi sabía que a su padre no le gustaba que fuera allí, pero no se le ocurrió otra excusa, la había buscado por todos lados exceptuando las habitaciones de atrás y los campos. Claro que merodear por los campos como una campesina irritaba mucho más a su padre que el hecho de que ella continuara con sus estudios dentro de la mansión.

Ox-Satan: "En fin, luego me encargaré de eso. Ahora tengo un tema mucho más importante."

Chi Chi: "¿Acaso sucedió algo malo?" preguntó.

Ox-Satan: "Verás, me he enterado que el Conde Yan del Desierto ha muerto la semana pasada."

Chi Chi: "Oh… ¿Y acaso uno de tus contratos fue afectado por éste incidente?"

Ox- Satan: "No, no se trata de contratos, bueno… no del todo… se trata más bien de tu futuro…"

Chi Chi: "¿Mi futuro?" pestañeó dos veces.

Ox-satan: "Verás hija… el Conde Yan me debía una gran deuda, y como no tenía lo necesario para pagarla, me pagó con un trato. El Conde Yan poseía dinero suficiente como para comprar un país, pero desgraciadamente para él, a mi no me interesaba que me pague con dinero, así que lo único que pudo ofrecerme era a su futuro hijo en matrimonio para ti."

Chi Chi abrió los ojos grandes como platos.

Ox-Satan: "Al principio me sorprendí por su propuesta, pero luego me puse a pensarlo bien y él sería un buen candidato para ti. El Conde poseía grandes riquezas, extensas tierras y muy buenos aliados, que luego su hijo heredaría. Todo eso ayudaría muy bien a nuestros ciudadanos. Así que cerramos el trato. Cuando cumplieran la mayoría de edad Uds. se casarían y controlarían todo esto como es debido. Desgraciadamente, perdí el contacto con el conde desde hacía un tiempo, y su repentina muerte se sumó a este problema. Sin embargo, ahora sé su localización, y he enviado esta mañana a un mensajero en busca de tu prometido. Muy pronto estará aquí, a pesar de que es un largo viaje, estoy seguro que en unos días estarán de vuelta. Sé que aún no tienen la mayoría de edad. Creo que sería muy imprudente de mi parte dejar que se casen a los 19 años, cuando nuestras leyes declaran que debes ser mayor de 21 años, la gente creerá que no tengo el mínimo respeto por nuestras propias leyes. Es por eso que hasta que cumplan la mayoría de edad, el nuevo conde vivirá aquí para que se vayan acostumbrando."

Chi Chi estaba shokeada. No podía creer lo que había escuchado. ¿Ella casarse con un extraño por una estúpida deuda? ¿Cómo podía ser? Su padre había hecho el trato cuando ella era un bebé y ¿Recién ahora se lo dice? De pronto salió del estado de shok y su sorpresa se convirtió en ira. Estaba furiosa.

Chi Chi: "¿¡QUÉÉÉÉÉÉ!? ¿¡QUÉ FUE LO QUE DIJISTE!? ¿¡ACASO TE VOLVISTE LOCO!? ¡DEBES ESTAR BROMEANDO! ¡NO PUEDES CREER QUE ACEPTARÉ CASARME CON UN IDIOTA POR UN ESTÚPIDO TRATO!" dijo poniéndose de pie y golpeando sus manos contra el escritorio. Miraba desafiante a su padre.

Ox-Satan: "¿¡CÓMO TE ATREVES A HABLARME ASÍ CHICHI!? ¡SE SUPONE QUE ERES UNA SEÑORITA MUY BIEN EDUCADA, NO UNA IGNORANTE CAMPESINA!"

Chi Chi: "¡PUES ME IMPORTA UN CARAJO LO QUE SE SUPONE QUE SEA YO ¡NO PIENSO CASARME! ¿ME ESCUCHASTE? ¡NI LO SUEÑES!"

Los gritos se escuchan por toda la mansión y algunos sirvientes se acercaron a la puerta para descubrir el motivo de tanto alboroto.

Ox-Satan: "¡TU HARÁS LO QUE DEBES HACER! ¡NO PUEDES ESCAPARTE DE TUS RESPONSABILIDADES! ¡TU MADRE JAMÁS LO HIZO! ¡ELLA ESTARÍA DESEPCIONADA DE TI!"

Chi Chi: "¿LLAMAS RESPONSABILIDAD A UNA OBLIGACIÓN IMPUESTA POR TI? ¡UNA RESPONSABILIDAD ESTÁ IMPUESTA POR LAS LEYES NO POR TI!" Chi Chi comenzó a llorar "¡Y MI MADRE HUBIERA HECHO LO MISMO QUE YO!" dijo y salió corriendo lo más rápido que pudo.

Abrió la puerta y corrió por los pasillos, atravesando salones y habitaciones.

Los sirvientes que había estado detrás de la puerta escuchando se habían quedado paralizados con el acto de Chi Chi.

Ox-Satan: "¿¡Y UDS. QUÉ DEMONIOS ESTÁN HACIENDO!? ¡LÁRGUENSE!" dijo cerrando las puertas de su oficina con un gran golpe. El sonido hizo eco por todos lados y los sirvientes salieron corriendo a realizar sus tareas lo más lejos posible del enojado Ox-Satan.

Continuará...


Bueno este es el primer capítulo. La verdad es el primer fanfic que escribo ¿Qué les pareció? ¿Bueno? ¿Malo? por favor dejen sus opiniones y sugerencias. Si quieren que incluya más personajes de Dragon Ball podría hacerlo... todo depende de Uds.

Gracias

Saludos

GokuxMilk