Título: Change
Fandom: Glee
Claim: Rachel Berry. Quinn Fabray. Quinn/Rachel.
Disclaimer: No, mías no son, que sino, ya fueran canon, en serio.
Summary: Evitas con todas tus fuerzas mirar hacia atrás, porque ese gesto es lo único que te puedes permitir. Porque ella no te cae bien, no la soportas y eso, debes tenerlo claro. —Drabble, Quinn/Rachel. Para Leeh.
Nota: Me está saliendo tan fácil escribir de ellas, que hasta comienzo a preocuparme(?). De nuevo para Leeh, porque la amo y es mi despistada!beta y eso :3.
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«My worth is the look in your eyes. My prize the smile playing tricks on your lips.»
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Podrá ser porque está llorando y eso de alguna manera te sienta mal; podrá ser porque al fin está callada y eso te ahorra frustraciones; podrá ser que sientas que como ella hizo lo mismo por ti una vez, tú se lo debes. Podrá ser que en serio te importe saber el por qué; podrá ser que no soportes cómo se te encoge el corazón al verla de esa manera. Podrá ser cualquier cosa lo que te impulse a acercarte a ella, pero lo haces y ya no importan las razones.
Tomas su mano y miras hacia el frente, no podrías soportar verla fijamente. Sientes el peso de su mirada, pero no, no puedes voltear. Tus dedos dibujan formas inexistentes en el dorso de su mano, acariciando la piel tersa, intentando que tus manos no tiemblen tanto por el contacto; desdibujas tu nombre más veces de las que consideras correctas, casi sin percatarte. Su otra mano se cierra en torno a la tuya y no puedes hacer otra cosa mas que mirarla; las lágrimas aún caen y sus mejillas están sonrojadas, puedes ver el dolor en sus ojos (un dolor que tú has ayudado a crear, un dolor que parece más tuyo de lo que debería) y aún así te sonríe, te sonríe con esa sonrisa sincera que hace que te flaqueen las piernas y el corazón te lata desbocado; te sonríe a pesar de que sabe perfectamente que tú eres la única causa de todo el sufrimiento que ella vive. Apartas la mirada porque no soportas, porque no puedes seguir estoica si te ve de esa manera.
Aprietas su mano antes de soltarla lentamente. Te levantas, alisas tu vestido y te vas; evitas con todas tus fuerzas mirar hacia atrás, porque ese gesto es lo único que te puedes permitir. Porque ella no te cae bien, no la soportas y eso, debes tenerlo claro.
