N. de la t.: Wenas!! Se andarán preguntando que cornos hago aqui si he abandonado toos mis fanfics hace bocha (mayores detalles y excusas en mi perfil) pero ocurre que me topé hace unos dias con este simplemente fabuloso fic de Code Geass y se me dio por traducirlo ya que lo consideré lo suficientemente grosso para estar en varios idiomas (and so the fanfic shall rule the world :P )
Para los que no lo sepan (siempre hay alguno por ahí que no l osabe ;P) explico los sufijos (o serán prefijos?? O.o nunca fui buena con éste tipo de términos) que se utilizan para hablar a o de otra persona en Japón:
-chan: indica familiaridad, se utiliza entre amigos muy cercanos o hacia niños pequeños.
-san: indica respeto aún entre conocidos o gente de la misma edad. Se usa para el femenino y el masculino indistintamente.
-kun: a veces indica familiaridad pero es más respetuoso que -chan, se utiliza sobre todo entre chicos de la misma edad. O sea, que es masomenos respetuoso :P
-sama: indica mucho respeto o deferencia, generalmente utilizado para referirse al patrón o jefe o a alguien más importante que uno, aunque no constituye un título o cargo en si. En el original, Nanally dice "Onii-sama" que viene a ser literalmente "señor hermano" o en todo caso "hermano mayor", ya que lo anterior es demasiado respetuoso aun entre hermanos, asi quelo dejé en "hermano"
Bue aqui va:
Disclaimer: No me pertenece Code Geass. Le pertenece a sus legítimos dueños.
Esta historia está ambientada antes del final de la primera temporada y me disculpo por cualquier ocurrencia OOC (out of character) durante su desarrollo
Capitulo 1: Pedazo de Casa
El sol estaba muy alto en el cielo cuando C.C. finalmente se sintió con ganas de salir del pais de los sueños. Rascandose el cuello con haraganería, la peliverde paseó su mirada por el dormitorio, preguntándose dónde estaba y en la casa de quién se había metido esta vez.
Le llevó algunos segundos recordar finalmente al siempre-guapo Lelouch, quien otra vez la había encerrado en el dormitorio sin duda. Ella realmente debería averiguar la combinación del cerrojo de la puerta (sin el conocimiento del dueño del dormitorio por supuesto) ya que él se ponía terriblemente paranoico de que su hermana o la mucama la encontraran en la habitación.
Apartando las colchas, C.C se sentó en la desordenada cama por un rato, preguntándose qué podría hacer hoy. Había pasado el dia anterior escarbando en el dormitorio de Lelouch así que la próxima vez que el joven finalmente decidiera desatar una guerra sobre a quién le tocaba la cama, ella tendría bastante material como munición para chantajearlo.
El dia anterior a éste había sido principalmente dormir y jugar en la computadora hasta que Lelouch regresó de la escuela y se puso a trabajar en todos los dispositivos electrónicos de cualquier trabajo relacionado con la Orden de los Caballeros Negros que fuera que estuviera haciendo todo el tiempo.
Pasándose una mano por el cabello, C.C. sintió una sonrisa formarse en los bordes de sus labios. Si se había quedado sin cosas que hacer adentro de la habitación, entonces qué opción le quedaba más que aventurarse fuera de la habitación?
Arrastrándose fuera de la cama, ella fué hacia la puerta cerrada extrayendo por el camino unas cuantas horquillas para el pelo de Nanally de su escondrijo en una estantería de libros.
Las puertas corredizas automáticas como las instaladas en esa cas usualmente tienen un cerrojo de apertura manual en alguna parte en caso de fallas energéticas u otras emergencias. C.C. hechó un largo vistazo a la puerta y rogó que las horquillas fueran suficiente para abrir el cerrojo.
Silenciosa como un ladrón e igual de rápida, logró abrir la puerta de la habitación y ya estaba pronto dando saltos silenciosamente por el pasillo, ignorando completamente el hecho de que estaba andando por ahí vistiendo sólamente una de las remeras blancas de Lelouch sobre la ropa interior.
Podía escuchar a la mucama afanándose en la cocina y sabía de por hecho que los hermanos no regresaban hasta más tarde, así con ése conocimiento en mano empezó a fisgonear y explorar todas las habitaciones por las que pasaba.
La primera vuelta la llevó por el baño y habiendo estado allí lo suficientemente seguido, C.C. lo salteó de su exploración y continuó su camino hacia el vestíbulo otra vez.
Le llevó dos intentos más encontrar la habitación de Nanally y después de eso, cinco minutos localizar los álbumes de fotos.
Lelouch nunca permitió que otros conocieran el hecho de que él era el príncipe de Britannia así que las fotos de su pasado eran poco comunes y en su mayor parte estaban dentro de galerías reales privadas. Obviamente, Nanally debía haber escondido algunas de los ojos de su hermano si aquellas que estaba viendo C.C ahora eran alguna prueba de ello.
Pasó las fotos con su usual cara inexpresiva, yaciendo desparramada en el piso de Nanally tras juzgarse muy vaga para subirse a la cama. Una vez que hubo satisfecho su curiosidad lo suficiente, cuidadosamente dejó el álbum de fotos de vuelta en su lugar y empezó a buscar algo más en la habitación de la princesa.
La repentina inactividad de la mucama en la cocina la alertó antes que los pasos en el pasillo y sin pensarlo dos veces, la bruja soltó el oso de peluche con el que estaba jugando, se hechó de cabeza hacia la cama de la hermana de su anfitrión y rodó debajo de ella. Apenas se las había apañado para tirar de las sábanas hacia abajo antes de que la mucama abriera la puerta.
Diez minutos después, C.C. revoleó los ojos silenciosamente mientras la mucama continuaba limpiando la habitación. Silenciosamente se preguntó cómo reaccionaría la mujer si ella salía ahora y más importante cómo reaccionaría Lelouch si la mucama la encontraba.
No que se fuera a sentir culpable por ello, es más todo lo contrario... adoraba hacer sufrir al pobre muchacho con sus pequeños enredos. El bonus sería que nada más saliera perjudicado en el proceso más que el orgullo y la dignidad de Lelouch, de los cuales tenía en cantidad.
Parecía que iba a estar ahí por un buen rato así que C.C. se retorció ligeramente en su posición bajo la cama, agarró un olvidado osito de peluche de Nanally y se puso cómoda con éste como almohada.
Sólo llevó un minuto para que se quedara dormida otra vez después de sólo una hora desde que se había despertado.
Eran pasadas las seis cuando Lelouch llegó a casa al aroma de la cena haciéndose en la cocina y Nanally rodando por el pasillo desde su dormitorio con una mirada confundida en sus delicados rasgos y el ceño fruncido.
Lelouch estaba por preguntale sobre el ceño pero fue interrumpido cuando su querida hermana menor le preguntó si la mucama había cambiado el aromatizante de ambientes.
-No, no lo hice. ¿Por qué?- respondió ésta desde la cocina.
-Mi habitación huele como...- comenzó Nanally y Lelouch se acercó más con curiosidad mientras ella intentaba pensar en una respuesta.- ...huele como a C.C-san
Ay no.
CRASH.
Y allá va la mochila de Lelouch a través de la mesa del comedor y derechito al piso mientras el prícipe salía hecho un torbellino de la habitación más rápido que la velocidad de la luz exclamando:
-¡Está bien Nanally, yo me encargo!
A lo cual la única réplica de su querida hermana fué: ¿encargarse de qué?
Lelouch saltó a traveés del vano de la puerta antes de que estuviera abierta del todo y aporreó inútilmente el botón para cerrarla de vuelta.
Apenas pudo oir a Nanally tratando de llegar de vuelta al pasillo detrás de él por curiosidad cuando la puerta al fin se cerró
-¿Hermano?- preguntó Nanally a través de la puerta- ¿Qué estás haciendo?
-Me voy a librar del olor por tí- mintió parcialmente Lelouch. Parcialmente porque librarse de C.C. era de hecho librarse de la fuente del olor.
Apenas podía imaginarse la cara confundida de Nanally a través de la puerta y respiró aliviado cuando finalmente escuchó el sonido de la silla de ruedas alejándose del cuarto.
-C.C.!!- susurró mientras se movía por la habitación tratando de captar algúl atisbo del cabello verde de la bruja.- ¡Hey!- dijo más fuerte mientras abría el armario de su hermana sólo para hacer una mueca ante la vista de tal cantidad de femineidad en éste: puntillas, lazos, moños, vestidos, seda, faldas y cárdigans rosa, demasiado para asimilar de un solo golpe para sus masculinos ojos. Tragando saliva, empezó a revolear la ropa hacia un lado esperando encontrar a la bruja peliverde hecha un bollo por ahí en algún lado.
-Ésto ya no es gracioso, C.C.!!- comentó Lelouch antes de agregar- ¡Realmente debería dejar de comprarle a Nanally tantos vestidos!
-¿Dijiste algo, hermano?- dijo desde ninguna parte la voz de Nanally y Lelouch dio un respingo sorprendido. ¿Cuando regresó frente a la puerta otra vez?
-Nada, no dije...
De repente hubo un susurro detrás de él y algo lo sujetó de la pierna como un monstruo arrastrando a su víctima a su guarida.
Nanally se sobresaltó cuando su hermano emitió un grito (que rozaba con lo afemeninado) desde su habitación, seguido por un fuerte golpe qu ella adivinó que era Lelouch colapsando en su piso.
-¿Hermano, estás bien?- preguntó Nanally con preocupación y se preguntó si su silla de ruedas podría servir para tirar abajo la puerta. Quizá si se propulsaba desde el extremo del pasillo y ganaba suficiente velocidad... podía destruir la silla, pero lo que fuera por la seguridad de su hermano- ¿Hermano?- intentó otra vez y aún no obtuvo respuesta. Empezó a rodar hacia atrás por el pasillo. Era Nanally vs. puerta, Primer round. Empieza la batall...
-Estoy bien, Nanally!- se escuchó la voz de Lelouch y su hermana suspiró aliviada antes de lamentarse internamente por haber perdido la oportunidad de actuar heróicamente.
-¡Pero tu gritaste, hermano!- comentó con preocupación.
-Solamente me sorprendí... porque vi una cucaracha- respondió Lelouch simplemente y luego amablemente le pidió que fuera a ayudar a Sayako-san a preparar la cena diciendo que disfrutaba mucho más la comida cuando sabía que su hermanita había ayudado a prepararla.
Bufando mentalmente pero suspirando obedientemente por afuera, Nanally silenciosamente rodó hasta la cocina donde dudaba que pudiera ayudar mucho para la cena dado que las hornallas y mesadas estaban a la altura de sus hombros.
C.C. miró al chico enfrente de ella con el ceño fruncido.
-No soy una cucaracha.- cruzó los brazos sobre el pecho y silenciosamente deseó que Cheese-kun estuviera allí para abrazarlo.
Lelouch le frunció el entrecejo a ella. Ya que había probado y comprobado que la manera dura de intentar que hiciera las cosas no había funcionado, tal vez la manera suave lo haría.
-No lo eres, pero tu habilidad de existir sin importar la cantidad de abuso infligido sobre tí te hace parecida a una- dijo suavemente, logrando así que la bruja se preguntara si lo decía como un insulto o como un cumplido. Él estiró la mano y apartó delicadamente una mota de polvo en su cabeza mientras ella intentaba obligar a su cara a permanecer inexpresiva.- ¿Qué estabas haiendo en el cuarto de mi hermana? Encima bajo su cama- preguntó, pasando los dedos entre los mechones de su cabello. Ella tenía que admitirlo, se sentía bien y podría apostar que la mayoría de las chicas se hubieran derretido en éste punto.
Pero C.C no era como la mayoría de las chicas.
Nop. Las chicas normales se sonrojarían y se reclinarían en la mano del chico. Pero C.C.? C.C. se estiraría, tironearía del celular del chico hasta sacarlo de su bolsillo y se sentaría otra vez a marcar un número.
Confundido, Lelouch sólo la miró mientras del otro lado alguien respondía el teléfono y C.C. empezaba a hablar.
-Quisiera una pizza extra grande de pepperoni con...
-¡C.C.! ¡No me has contestado y no vas a pedir mas pizza!- gruñó Lelouch. Olvida la manera suave, la tonta chica es muy frustrante para perder tu paciencia con ella.
FIN DEL CAPITULO UNO
Cualquier tipo de comentario es bienvenido. Gracias por leer.
Kiki Hayashi
Traduccion: Nay Harrabots
N. de la T.: espero no colgarme con el resto de los capitulos -.-U estan demasiado buenos como para no leerlos. Me voooooooooooy
