—El reencuentro—
Llevaban sólo tres meses sin verse desde que Faudo había sido derrotado, aunque algunos, como Kiyomaro, Megumi y Sherie, por vivir en la misma ciudad, se habían visto más a menudo, sobre todo los dos primeros. Sin embargo, los tres recibieron una carta de la estrella italiana de la canción, Parco Folgore, citándoles en el hotel en el que se iba a alojar durante su estancia en Japón; según la carta, era muy importante que se vieran así que, el día designado a la hora exacta, que no era otra que a las cinco de la tarde, Sherie Belmont, junto con Brago, Kiyomaro Takamine, junto con Zatch, y la Idol Megumi Ooumi, junto con Tía, se presentaron a la cita, aunque quienes menos ganas tenían de estar allí eran Sherie y Brago puesto que ellos no es que hubieran tenido mucha relación con el italiano y su mamodo, a diferencia de los otros cuatro citados. No obstante, Sherie no estaba incómoda por el hecho de que, después de lo de Milordo Z, ella y Kiyomaro habían comenzado a ser algo así como amigos.
—¿Alguno de vosotros sabe porqué nos ha citado aquí Folgore?—preguntó Sherie.
—En la carta que a mí me envió no decía el motivo de tener que vernos mientras él iba a estar aquí—dijo Kiyomaro.
—Tampoco en la mía—dijo Megumi.
—Habrá que esperar entonces, vaya fastidio—dijo Brago.
—¿Te importaría comportarte aunque sólo sea un poquito?—le regañó Sherie—Te recuerdo que hicimos un trato y que, como no lo cumplas, dile adiós a tu sueño de querer ser rey.
Kiyomaro, Megumi, Zatch y Tía se quedaron sorprendidos ante las palabras de Sherie pero, lo que más les sorprendió fue que Brago se disculpase por sus palabras nada más terminar de hablar Sherie.
—Ah, ya estáis aquí—dijo Kanchome, que acababa de salir del ascensor—. Me alegra mucho que hayáis venido todos, Folgore se va a poner muy contento cuando os vea, aunque tiene más ganas de ver a unos que a otros, que todo hay que decirlo.
—¿Qué quieres decir con eso?—le preguntó Tía extrañada.
—Yo creo que es muy evidente—dijo él giñándole un ojo.
Acto seguido todos siguieron a Kanchome hasta el ascensor del que había salido y, cuando estuvieron dentro, el niño pulsó el botón de la planta en la que se encontraba la habitación en la que estaba Folgore. Cuando llegaron y las puertas se abrieron, volvieron a seguir a Kanchome para que les llevase a la habitación.
—Folgore, ya he vuelto—dijo Kanchome nada más abrir la puerta de la habitación.
Folgore no tardó en hacer acto de presencia y, cuando vio a sus amigos, tal y como había dicho Kanchome, se hizo latente el hecho de que la estrella tenía más ganas de ver a unos que a otros, en concreto, se alegró más de ver a Megumi que a ningún otro.
—Oh, cuantísimo me alegro de veros a todos, esperaba que no tuvierais ya algo que hacer y que os impidiese venir a esta cita tan importante.
—Bueno, la verdad es que tampoco es que tengamos mucho tiempo—dijo Tía—, Megumi y yo tenemos que salir dentro de una hora para el estudio de grabación, así que más te vale no andarte por las ramas y decrinos ya el motivo tan importante por el que estamos aquí.
—Tía—dijo Megumi—, ¿qué son esos modales?
—Lo siento—dijo ella—pero, bueno, es la verdad, tampoco es que tengamos mucho tiempo como para estar perdiéndolo.
—Bueno, no importa, os prometo que seré breve. Sentaos por favor—dijo Folgore señalándoles los sofás que había en la habitación con la mano derecha.
Kiyomaro, Megumi y Sherie se sentaron en uno mientras que Zatch, Tía y Brago se sentaron en el otro.
—Bueno, si os he citado aquí y os he dicho que era muy importante es porque tengo un proyecto que llevar a cabo por petición exclusiva de mi manager. Veréis, lo que quieren es incrementar mi fama y, para ello, me han propuesto hacer una obra de teatro. Yo soy el que debe hacerla y, cómo no, también debo salir en ella, así que había pensado en que me ayudaseis con este proyecto, ¿quiénes mejor que mis amigos para que…?
—Sherie y yo no somos tus amigos, puedo entenderlo de ellos—dijo Brago refiriéndose a Kiyomaro, Megumi, Zatch y Tía—pero, nosotros no tenemos nada que ver contigo, no pintamos nada en esto, así que…
—Brago, ni se te ocurra levantarte de ese sofá, si Folgore ha solicitado nuestra presencia a pesar de que apenas hayamos tenido relación, por algo será, así que haz el favor de callarte y dejar que termine de hablar—le dijo Sherie con enfado en la voz.
—Esa manera de comportarte, señorita Belmont, es precisamente la que me ha hecho pensar en ti para ser la directora de la obra, sin embargo, he pensado que tú tendrías mejor gusto que nadie para elegir el vestuario, por lo que el papel de dirección recaería en Brago.
—¡Perdona!, yo no tengo nada que ver contigo, así que no cuentes conmigo para nada—dijo Brago.
—Folgore, continua—dijo Sherie—, haz como que la interrupción de Brago no se ha producido, cuando hayas terminado, tanto él como yo te diremos si vamos o no a colaborar contigo.
—De acuerdo. Bueno, el argumento de la obra es muy sencillo, está centrado en mi persona, cómo debe ser, y para vosotros he pensado unos papeles con los que estoy segurísimo de que os vais a sentir identificados. Megumi, tú serías la chica protagonista, por supuesto, no hay nadie mejor que tú para ese papel.
—¿Y cuál sería mi función exactamente?—le preguntó ella temiéndose la respuesta.
—Oh, pues verás, yo soy una estrella mundialmente conocida y tú, que vas a ser una chica normal y corriente, eres una de mis mayores fans y estás totalmente enamorada de mí pero, claro, tú no me conoces y por eso estás triste; sin embargo, conforme vayamos adelantando en la obra, se producirá un fortuito encuentro entre nosotros y entonces tú te enamorarás más de mí y yo lo haré de ti, pero claro, si hacemos eso la obra acabaría muy pronto, así que le pondremos a nuestra relación varios obstáculos y, al final del todo, tú y yo acabaremos juntos. He pensado que nuestros principales impedimentos podrían ser los propios Kanchome y Tía, ellos no querrán que ninguno de los dos esté con el otro porque pensarán que entonces ya no les haremos caso pero, cuando nos vean juntos al final, se alegrarán mucho por nosotros.
—Folgore—dijo Kiyomaro receloso—, no te ofendas por lo que te voy a decir pero, creo que el querer darle ese papel a Megumi va con segundas intenciones.
—Para nada Kiyomaro, ¿cómo puedes pensar eso de mí?
—No sé, será porque, aunque no lo creas, te conozco más de lo que piensas.
—Oh bueno, ¿no irás a decirme que estás celoso porque no te vas a poder quedar con el papel protagonista, verdad?
—Te aseguro que no.
—Mejor porque, tú serás el hombro en el que Megumi siempre se apoya, en otras palabras, tú serás su mejor amigo, aunque esconderás un secreto que te hará querer morir cuando veas que ella y yo estamos juntos.
—No me lo digas, ese secreto es que estoy enamorado de ella, ¿a qué sí?
—Caray Kiyomaro, no me extraña que seas el más listo de tu clase, te las sabes todas eh—dijo Folgore con aire divertido.
"Este tío, cada día que pasa, creo que se vuelve más idiota."—pensó Kiyomaro.
—Bueno, y como no, para el pequeño Zatch también tenemos un papel—Folgore, en ese momento, se dio la vuelta y miró al rubito de ojos anaranjados—. Zatch, tú serás el hermano pequeño de Kiyomaro y, dado que él está frustrado porque Megumi me quiere a mí y no a él, serás también el que siempre está animando a su hermano para que levante cabeza y no se deje decaer porque la chica a la que siempre ha querido pasa absolutamente de él. Y eso es todo, habrá que buscar a más gente porque necesitaremos unos cuantos actores más pero, vosotros sois, junto conmigo y Kanchome, los principales.
—¿Accedéis a participar en la obra?—les preguntó Kanchome.
El silencio se apoderó entonces de la habitación, a ninguno le hacía mucha gracia el papel que debía representar en la obra pero, por otra parte, les sabía mal decirles a ambos que no, por lo que, finalmente, accedieron, aunque, como era de esperar, Brago no se mostró conforme con la decisión que había tomado Sherie.
—Oh vamos Brago, deja de quejarte y piensa que todo esto va a ser como una especie de entrenamiento.
—¿Entrenamiento?, ¿acaso piensas hacer que les lance algún conjuro a los que no hagan lo que tienen que hacer cuando estén encima del escenario?
—Mira que eres bruto eh, por supuesto que no, si te estoy diciendo que será como un entrenamiento me refiero a que será como uno para cuando seas rey, por primera vez serás el jefe de algo y se tendrán que acatar tus palabras gusten más o gusten menos, lo mismo que pasará si consigues llegar a ser rey.
Después del argumento de Sherie, Brago se tomó algo mejor el hecho de que él fuera a ser el director de la obra que Folgore estaba próximo a escribir. El resto, por su parte, se resignó con el papel que había pensado para ellos el italiano.
—De acuerdo, empezaremos con los ensayos dentro de dos días en el teatro principal a eso de las diez y media, como es sábado no creo que tengáis mucho problema para poder asistir.
—Pues yo tendré que mirar mi agenda—dijo Megumi.
—Querida, tienes que encontrar los huecos para los ensayos, piensa que esto también será favorable para tu carrera, vas a protagonizar una obra de teatro junto a mí, el gran Parco Folgore.
"Y luego dirá que no peca de egocéntrico."—pensó Kiyomaro.
—Haré lo que pueda—dijo la chica.
—Megumi, tenemos que salir ya si queremos llegar a tiempo al estudio de grabación—dijo Tía.
—Tienes razón—dijo mirando el reloj y levantándose.
—Nosotros también nos vamos—dijo Sherie.
—Y nosotros—dijo Kiyomaro—, dijimos en casa que procuraríamos no tardar mucho para poder ayudar con las tareas domésticas.
—Bueno, me alegro mucho de que todos hayáis podido venir y, cómo no, de que hayáis aceptado el colaborar en mi obra, ya veréis, va a ser todo un exitazo.
—Bueno, eso tendrá que decidirlo el público—dijo Tía con algo de desconfianza.
—Un exitazo no lo sé—dijo Brago—, pero que será algo que siempre se recordará seguro, soy yo el que va a dirigir la obra, es imposible que no vaya a salir bien.
Después de ese comentario, se despidieron y, todos excepto Folgore y Kanchome, salieron de la habitación. Sherie y Brago se montaron en la limusina que les estaba esperando y, después de despedirse de Kiyomaro, Megumi, Zatch y Tía, se marcharon.
—No estoy seguro de que hayamos hecho bien en aceptar el ayudar a Folgore con su obra—dijo Kiyomaro cuando los cuatro empezaron a andar, pues el camino hacia la residencia Takamine y el estudio de grabación tenían una pequeña parte en común.
—Pienso igual que tú pero, después de todo lo que ya hemos pasado juntos, no sé, creo que ahora me sentiría mal si mi respuesta hubiera sido una negativa.
—Supongo que por esa misma razón es por la que hemos aceptado todos.
—Pero lo que no entiendo es porque han aceptado Sherie y Brago—dijo Tía—, tal y como él dijo, ellos apenas si tienen relación con Folgore y Kanchome.
—Creo que, si han accedido a colaborar en la obra ha sido porque, de esa manera, ambos podrán relacionarse más, recordad que ella, además de Koko, siempre ha dicho que no tiene más amigos y, además, porque así Brago podrá hacer justo lo que le ha dicho Sherie—dijo Kiyomaro.
—Pensándolo así, es posible que tengas razón Kiyomaro—dijo Zatch.
—Me pregunto quiénes serán esos otros actores que va a buscar Folgore—dijo Megumi.
—Bueno, sólo espero que sea gente que esté más centrada que él y que no tenga su mismo complejo de egocentrismo—dijo Kiyomaro.
—¿Estás molesto por algo?
—Eh, no, no, para nada, ¿qué razón tendría para estar molesto?
—No sé, es la sensación que me da pero, supongo que bien pueden ser imaginaciones mías.
—Megumi—la llamó Tía.
—Dime.
—Tenemos que ir ahora por aquí ¿no?
—Ah, sí, es verdad, tenemos que torcer por aquí para llegar bien al estudio de grabación. Bueno, Zatch—Megumi se inclinó y le dio un beso en la mejilla al niño—, Kiyomaro—dijo incorporándose y dándole también un beso en la mejilla al chico—, nos vemos dentro de dos días, si no pasa nada.
—Hasta pronto—dijo Zatch moviendo efusivamente la mano mientras Megumi y Tía volvían a andar para llegar a tiempo a su destino—. Kiyomaro, vamos o mamá se enfadará con nosotros, le dijimos que… ¿Kiyomaro?
Kiyomaro tenía la mirada perdida y parecía estar ensimismado en sus pensamientos, algo que desconcertó mucho a Zatch puesto que aquello no era propio de Kiyomaro. Se subió a sus hombros y comenzó a pasarle la mano derecha por delante de los ojos con la intención de que su compañero volviera a la normalidad pero, viendo que sus intentos estaban siendo en vano, comenzó a gritarle su nombre al oído.
—¿Pero se puede saber que haces, Zatch? Me vas a dejar sordo.
—¿Y qué querías que hiciera? Estabas como ausente, no me hacías caso, ¿qué es lo que te ha pasado?
—Es que… es que estaba todavía pensando en lo de ayudar a Folgore con lo de la obra, pero ahora vamos, tenemos que llegar a casa lo antes posible, no debemos hacer que mi madre se enfade.
Kiyomaro comenzó a andar y Zatch no tardó en seguirle, aunque el niño no se había tragado el argumento que acababa de darle Kiyomaro en referencia a lo que le acababa de pasar, él creía que ese trance tenía algo que ver con el beso en la mejilla que Megumi le había dado.
