Buenas! Lady ha vuelto! -se oyen aplausos de fondo (?)-

Bueno se que tengo muchas historias por continuar y creedme, estoy trabajando en ello solo que a mi tortugoso ritmo Pero ahora llego con algo nuevo, algo que no he probado a hacer nunca: un reto. Tres amigas mas y yo decidimos coger nuestras OTPs de las que nunca habíamos escrito nada y escribir siete fics en siete días. Básicamente la razón por la que subo esto es porque estaba obligada a escribir, no porque tenga realmente tiempo (podéis preguntarselo a mis ojeras e.e), pero no voy a negar que estaba deseando hacer algo así *-*

Para el reto yo escogí a mi OTP por excelencia de Supernatural: el Destiel. Así que eres Wincest shipper y hater del Destiel o simplemente no te gusta esta pareja, te recomiendo no seguir leyendo :P Las otras participantes son Eileen Hera con su Kadam (Kadam 5 evah!), titxutemari con Mystrade, que es a quien dedico todo el mystrade que aparece en mis fics, así por informar (?) y por último pero no menos importante spreadmadness con CaptainSwan de Once Upon a Time, serie que aún no he visto así que no puedo opinar, pero bueno, os recomiendo pasaros también por sus retos, son geniales *0*

Y sin mas dilación, doy paso al primer día de mi reto de Destiel: ¡Cosplay! Está ambientando en una época en la que los Winchester no tengan así muchos problemas (HAHAHAHA (?)) pero Sammy se ha puesto enfermo así que Dean se va a trabajar con Castiel. Si has visto hasta la cuarta - quinta temporada no hay ningún spoiler así que es zona libre de peligro :'D

Espero que os guste *-*


- ¿Puedes explicármelo de nuevo, Dean?

Castiel llevaba con el ceño fruncido desde que se habían colocado a la cola de la comic con unas tres horas antes. Cierto que había decidido ayudar a Dean, que estaban en medio de un trabajo y que estaba claro que tenían que infiltrarse, pero seguía sin entender porqué tenía que llevar puesto un antifaz y unas mallas ajustadas. Normalmente se ponían traje y corbata y tenían que decir que se llamaban como algún rockero de los ochenta, pero en esa ocasión había sido obligado a dejar su gabardina a un lado y ponerse en su lugar algo que dejaba muy poco a la imaginación en lo que respectaba a la anatomía de su recipiente.

- Se llama cosplay, Cas. Se trata de disfrazarse de un personaje de ficción.

- No comprendo la finalidad de hacer esto.

El mayor de los Winchester suspiró resignado. Ya había perdido la cuenta de las veces que le había explicado al ángel que sólo podían entrar allí pasando desapercibidos si iban disfrazados y, por supuesto, debían entrar. Y estaba claro que tenían que ir de Batman y Robin, ¿de quién si no? Pero por mucho que Dean se sintiese perturbadoramente cómodo vestido con cuero negro, Castiel seguía tirando de la entrepierna del traje cada vez que tenía oportunidad, por muchas veces que el otro le golpease la mano para que dejase de hacerlo.

- Para de una vez, pareces un pervertido - susurró antes de dedicar una sonrisa incómoda a una veinteañera vestida de Uhura que les miraba entre asqueada y confundida - no puedes tocarte el... tema en público.

- La tela es muy aspera y es demasiado ajustado - dijo con su grave voz antes de empezar a rascarse frenéticamente de nuevo, logrando que el mas alto se llevase una mano al rostro completamente exasperado -. ¿no podríamos haber entrado con las placas del FBI como siempre?

Hubo unos segundos de incómodo silencio. Sólamente se oía un murmullo ininteligible de fans comentando disfraces, series y comics, pero la pareja estaba completamente en silencio. El mutismo era tal que podían escucharse los dientes del mayor de los Winchester rechinar al darse cuenta de que le habían cazado.

- Dean…

- Ni lo menciones.

- Pero…

- Ni una maldita palabra.

Media hora más tarde estaban dentro del recinto en San Diego, rodeados por armaduras de papel, bikinis de vinilo y armas de gomaespuma. Castiel estaba muchísimo más tenso de lo normal, con los hombros tan duros que parecían de piedra y los ojos tan entornados que no se veía apenas un destello de su azul característico. Por otra parte, Dean estaba en su salsa. Ya iban cinco niños que se le acercaban para sacarse una foto con él y dos Catwoman le habían dado su número de teléfono. Era imposible adivinar cuánto tiempo había tardado en confeccionar el traje para que fuese tan preciso, pero seguro que muchísimo más de lo que estaría dispuesto a admitir.

Y la atención del Winchester solo regresó al ángel cuando este comenzó a quitarse su antifaz negro, haciendole reaccionar de forma increíblemente exagerada:

- ¡Robin, no!

- ¿Robin?

La confusión del ángel era totalmente comprensible y sus ya casi invisibles ojos azules estaban fijos en Dean, quien había comenzado a ajustarle de nuevo la pieza que le cubria los ojos antes de continuar con la camiseta verde, el cinturón y deteniendose justo a tiempo al darse cuenta de que había estado a punto de pasar las manos a la especie de calzoncillos externos que llevaba el traje para colocarselos.

- No puedes desvelar nuestra identidad secreta, Cas -susurró cubriendo los hombros del contrario con la capa verde - recuerda que estamos en una investigación.

- Sigo sin saber quién es ese tal Robin.

- Tú eres Robin, yo soy Batman.

- No Dean, soy Castiel, un ángel del señor.

De nuevo otro suspiro desesperado mientras rezaba en silencio para que Castiel dejase de hacer preguntas ridículas y colaborase un poco con todo aquello. Estaban trabajando y… Cierto, estaban trabajando. Así que decidió no comentar a nadie la eterna sesión de fotos y flirteos que había estado teniendo en lugar de investigar y dio un tirón a la capa de su compañero antes de que le siguiese antes de comenzar a andar.

- Está bien, vamos. Tenemos mucho que hacer.

Castiel fue trotando tras él mientras escuchaba el repaso de la misión para no olvidar nada. Sabía que Dean habría preferido mil veces realizar ese trabajo con su hermano, pero se había prometido a si mismo que lo haría lo mejor posible para suplirle.

- Bien, según lo que Bobby ha dicho, se trata de un Kitsune, con lo que es fácil de matarle, solo necesitamos encontrarle y apuñalarle en el corazón. El problema es, que no podemos meter armas dentro de la Comic Con, así que tendremos que sacarle de aquí y… ¿Cas?

Dean se detuvo al darse cuenta de que su Robin particular ya no le seguía. Hacía un instante estaba tras él, escuchando la descripción del caso y ahora había desaparecido como por arte de magia. Cierto que Castiel tenía la manía de largarse sin despedirse, pero estaba claro que esa no era una de aquellas situaciones. Así que soltando una palabrota por lo bajo, empezó a recorrer el camino por el que habían venido para buscarle.

No le encontró en ninguno de los stands, tampoco metido dentro de la TARDIS, ni sacandose fotos con el Guardia Imperial de plástico, nada, cero.

Entonces un niño de diez años se acercó corriendo a él y empezó a tirar de su capa hasta que por fin el mayor le hizo caso y empezó a hablar como si la vida le fuera en ello:

- ¡Batman! ¡Ven, rápido, el Joker tiene un rehén!

- Ahora no, chico, Batman tiene que encontrar a Robin y…

- ¡Pero su rehén es Robin!

Con la de cientos de personas disfrazadas que había allí, lo más seguro era que se tratase de una actuación entre otro Robin y un Joker, grabando un video o simplemente para llamar la atención, pero Dean no pensó en eso. Simplemente sacó pecho, miró al pequeño a través de su antifaz y dijo con voz grave:

- Llévame hasta ellos.

Atravesaron corriendo la conferencia, esquivando a un grupo de personajes del Kingdom Hearts y casi derribando a un pelotón del Halo, hasta que finalmente llegaron hasta un grupo de gente que miraba a las dos personas que estaban en el centro tal y como si estuviesen en el cine, solo les faltaban las palomitas.

- ¡He traído a Batman! ¡He traído a Batman!

El niño empezó a dar saltos con ilusión, al principio le ignoraron, pero en cuanto el primero se giró, un Han Solo demasiado bajito, el resto lo hicieron y al ver a Dean, comenzaron a aplaudir emocionados mientras le dejaban pasar hacia el centro del círculo. De nuevo el Winchester tuvo que recordarse a si mismo que estaba en mitad de un trabajo, porque estaba disfrutando aquello como un niño pequeño. La gente le admiraba, le dejaban espacio para salvar a la victima y terminar con el malo. Le aplaudían. Era completamente distinto a su vida como cazador, donde todo el mundo le echaba de sus casas, le gritaba y se enfadaban con él por salvarles la vida. Nunca le habían dado las gracias.

No fue hasta que llegó al epicentro del espectáculo cuando volvió a la realidad, al ver a Castiel atado a los pies de una chica disfrazada del Joker de Heath Ledger que le apuntaba con una pistola. Al principio parpadeó un par de veces, confundido porque Cas, tal y como era él, hubiese accedido a hacer esa pequeña actuación con los fans. Pero el ángel pronunció la frase definitiva.

- Dean, es ella.

Un murmullo recorrió a la multitud, que se encontraba sorprendida e indignada por ese fallo en la interpretación, ¿quién narices era Dean? Pero el cazador entendió perfectamente el significado de esas tres palabras, al igual que el Joker que le miró con unos brillantes ojos amarillos y apuntó el arma hacia él. Un arma falsa, si, pero daba el pego.

- No me jodas… - No podía haber sido cualquier otra cosa, cualquier otro disfraz, no, tenía que ser el Joker. Y lo peor es que no podían salir de allí, tenían que llevar la actuación hasta el final - Está bien…- Se colocó frente a su mortal enemigo, ambas manos apoyadas en las caderas y regresó a su voz de superhéroe mientras señalaba a la mujer - Soy Batman, y tú vas a liberar a mi compañero.

La Kitsune, igualmente atrapada por la situación, comenzó a reirse frenéticamente, a pleno estilo Joker, y dio un tirón a la cuerda, logrando derribar a Castiel de lado como un peso muerto quien, de nuevo se salió del papel totalmente.

- Dean, está posición es incómoda.

Y, como no, todos le ignoraron. Aquello era entre Batman y el Joker, siendo este último el primero en continuar con su papel, acercándose un par de pasos al mayor de los Winchester, amenazándole con su falsa arma, hablando como un auténtico villano.

- ¿Y cómo piensas detenerme, murciélago? No puedes matarme, no con semejante público. Tu juguetito es mío para hacer lo que quiera, y no podrás impedírmelo.

El público se emocionó y empezó a aplaudir de nuevo, vitoreando algunos a Batman, otros por el contrario al Joker. ¿Qué clase de persona animaba al villano? Pero ahí estaban, animando al malo a salirse con la suya en vez de al superhéroe que estaba ahí para salvar el día. De todas formas Dean no hizo caso a aquello, sino que cogió uno de los Batarangs de su cinturón y lo lanzó a la mano de su oponente. No eran armas, estaban hechos de plástico, pero si te los lanzaban con fuerza picaban a rabiar, así que consiguió su objetivo: que la Kitsune soltara el arma, aunque no fuese una amenaza. Pero ahí no acababa todo, aparecieron tres personas tras ella, con máscaras de payaso. Por un momento Dean pensó que simplemente eran unos fans disfrazados que querían aportar su granito de arena al espectaculo, pero al ver el gesto que les hizo con la cabeza la Joker y que sacaban lo que parecían pies de cabra de entre los pliegues de su ropa, supo que estaba jodido.

Los tres payasos se lanzaron sobre él sin pensarselo dos veces y una pelea extremadamente real comenzó, quedando ahogados los golpes y gruñidos de dolor por los gritos de emoción del público, que seguía pensando que era todo una actuación muy bien realizada.

De haber sido personas normales no habrían sido demasiado problema para el cazador, pero estaba desarmado y ellos eran Kitsunes, lo tenía muy crudo. Y sabía de sobra que el Joker había aprovechado para llevarse a Robin de allí. Gotham estaba en peligro y…

Gotham no, San Diego.

Se estaba metiendo tantísimo en el papel que empezaba a olvidarse de la realidad de nuevo. Pero era Castiel el que estaba en peligro.

Finalmente consiguió deshacerse de los payasos, no se sabe como y se levantó del suelo, quedando allí tirados los tres enemigos. Se había hecho el silencio. Finalmente los espectadores se habían dado cuenta de lo que ocurría y se habían quedado paralizados al ver semejante río de sangre. Dean no les dio tiempo a reaccionar, simplemente salió corriendo por donde suponía que había escapado la Kitsune con su Robin particular, dejando que su capa ondease tras él y esquivando a todo el que se encontraba.

Lejos de allí, en un privado para el staff de la Comic Con, Castiel estaba sentado atado a una silla y la Kitsune caminaba tranquilamente, rodeándole. Ya había dejado que sus verdaderas garras se mostrasen y sonreía satisfecha. Estaba a punto de desayunar. El resto de su familia, los tres payasos que habían acudido a socorrerla al ver al cazador, ya se habían alimentado, y ahora le tocaba a ella. Podría haber elegido a una presa más fácil, pero no había podido resistirse a la ironía de que el Joker se comiese al amiguito especial de Batman.

Lo que no sabía es que se trataba de una pareja de cazadores.

Pero bueno, ese problema ya estaba solucionado. El resto se habría encargado ya del grandote de Batman y así tendrían un buen postre para todos.

Con lo que no contaba era con que el inútil de Robin también tuviese sus capacidades.

Había estado apoyada en la pared, mirando sus propias garras, orgullosa de lo que había conseguido, pero mientras pensaba en todo ello, Castiel había liberado sus manos y había cogido unas tijeras de una de las baldas. Ahora se encontraba frente a ella, pero cuando la Kitsune alzó la vista fue demasiado tarde.

Robin terminó con el Joker.

Media hora más tarde, Dean y Castiel estaban fuera de la Comic Con, apoyados en el capó del Impala mientras se quitaban las máscaras de los disfraces tras llamar a Bobby y decirle que habían acabado con la Kitsune, pero tres más habían huido. No sabían hacia dónde, así que habría que esperar a que volviesen a actuar para seguirles la pista. Ahora simplemente regresarían a casa, a esperar a que llegase un nuevo trabajo.

- Oye Cas, ¿cómo es que dejases que te atrapase? ¿No podías haber usado algo de tu mojo de ángel o así?

- Pero ella me llamó Robin y me dijo que fuese con ella.

- ¿Cómo?

- Tu me dijiste que era Robin. Ella me llamó Robin y me dijo que tenía que ir con ella. Así que fui.

- ...

- ¿Dean?

- Joder, Cas.