Disclaimer: Shanti, Lorcan, El capitán, El festín, El Barco, Las habitaciones, Grace, El Nocturno, y todas las demás alusiones al libro que pueden encontrar en el fic, son propiedad de Justin Somper. Yo solamente los tomé con mis malvadas garras y los moldeé para hacerlos hacer estupideces. MUAHAHAHAH!
Nota: Otra cosa para la comu. Sí, esa que tengo con Flore. 509 palabras.
Shanti no es la clase de chica que atrae a Lorcan. Es superficial, fría y aburrida. Pocas veces sonríe con naturalidad y está más pendiente de su peinado que de las necesidades de la gente a su alrededor. También es de criticar su inteligencia y la voz chillona que la caracteriza. Sin tener en cuenta sus caprichos, la forma de expresarse y el hecho de que todo le molesta. Intenta dar órdenes a los demás donantes, con la excusa de que fue hija de algún ministro, embajador o algo importante (nadie ha puesto verdadera atención a su historia) antes de estar en El Nocturno, cuando allá todos son tratados por igual, y a nadie le importa tu procedencia.
Y aun así, él sabe que hay algo especial hay con. Algo que lo mantiene atento a cada paso, a cada movimiento. De alguna forma logra cautivarlo cada noche de banquete. No sabe si es su forma de caminar, moviendo las caderas exageradamente y pegándole fuerte al piso con los tacones, como princesita caprichosa. O tal vez esa manera de sonreír con sus pequeños, perfectos y blancos dientes que, de alguna forma, iluminan todo el salón – Aunque a veces dé la impresión de que sólo Lorcan nota eso. – Hay algo en ella que lo deja boquiabierto. No sabe exactamente qué, cómo o porqué. Pero está seguro de que algo en esa pequeña chica le quita la respiración.
Por eso, aquel banquete de la noche de navidad, cuando sus carnosos labios rozaron su suave y pálida piel, simplemente no pudo contenerse. Y antes de que la primera gota de preciada sangre lograra escapar de la pequeña figura de la chica, fue inevitable para él contener un beso. No, ni siquiera eso. Fue un simple contacto labial, nada más. Porque él es un caballero, y jamás se sobrepasaría con una dama.
Pero ella no pensaba lo mismo.
Y con una fogosidad desconocida para él, lo tomó por su elegante camisa azul, especial para la ocasión, y lo atrajo hacia sí, para besarlo con pasión. Porque ella no es una dama, o al menos no es tan recatada como una.
Y un beso se convirtió en una caricia. Y de esta se pasó a algo más. Y pronto juntos fueron uno solo, mientras un frenesí de movimientos rápidos y falsas promesas de amor formaban una combinación sublime de pasión y deseo. Porque él llevaba mucho deseando ese momento. Y ella había estado conteniéndose por demasiado tiempo. En ese instante no existía nada más. No había ropas rasgadas a su alrededor. No había habitaciones contiguas escuchandolos. No existía un capitán sabiéndolo todo. Tampoco estaba Grace, quien en ese momento se había convertido en sólo un lejano recuerdo en la mente de Lorcan. De todas formas, ella nunca lo sabría.
Y así, entre manos desesperadas de impaciencia y lenguas danzando frenéticamente, se terminó la noche. Una noche de pasión y excesos que ninguno de los dos olvidaría nunca. Pero que, sin duda, preferirían ignorar.
Porque ella no es una dama. Ni quiere ser tratada como una.
N/A: Tomateénme, seeehhhh!!!. LOL, sé que el LorcanxShanti no es algo que queremos leer todos los días. Pero bueehh, cuando me retan, no me acobardo. Cuando alguien tiene una cabeza crackera como la mía, no hay quien lo ayude XD.
Puedo decir que no es lo mejor que he escrito, no estoy realmente orgullosa. Pero tampoco lo odio.
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