Disclaimer: Los lugares y el formato del juego pertenecen a la trilogía de los Juegos del Hambre de Suzanne Collins.
Nota de Autor: Este fic ha sido mejorado y corregido algunos errores, se ha cambiado algunos nombres pero se han mantenido otros. Está ambientado en la edicion numero veinte de los Juegos del Hambre, cincuenta y cuatro años antes de los Juegos que participa Katniss. Esta es la historia del primer vencedor del Distrito 12.
La familia Tredy vive en el Distrito 12, el Distrito más pobre de Panem pero subsisten gracias un pequeño negocio pasteles y bollería. El señor y la señora Tredy son los que se encargan del negocio, el hijo mayor, Tycho es muy bueno con las tartas, ayudando de esta manera a sus padres mientras que la joven Gawynn se encargaba de atender a los clientes que deseaban consumir en tienda, ella es adoptada.
La madre biológica de Gawynn falleció al dar la luz y solamente los dos primeros años de su vida fue cuidada por su padre, que murió por un tumor cerebral, los padres de ella conocían a la familia Tredy por lo cual ellos pasaron a cuidarla como una hija más.
Lo que más amaba Tycho es a su hermana adoptiva, le lleva tres años y siempre le ha cuidado y su peor temor era que la eligiesen tributo en los Juegos del Hambre.
En el día de la Cosecha, Tycho, un chico delgado de cabello castaño oscuro y ojos cafés con ojeras, se había levantado temprano y se hallaba sentado en el suelo, en la entrada de la tienda donde laboraban sus padres, ellos vivían en el piso superior.
Alguien se sentó a su costado derecho, un muchacho, un año menor que él, le tocó el hombro a modo de saludo.
—Hoy…como todos los años—dijo el chico.
—Es la Cosecha—dijo Tycho y volteó hacia su amigo de la infancia, Ben Donall, residente de la zona comercial del distrito.— Detesto este día.
—¿Quién no?—dijo Ben mientras se apoyaba en la pared blanca y su vista se paseaba por la calle, había poca gente caminando y a lo lejos podía divisar La Veta.
—No me importa ser elegido—dijo Tycho, sorprendiendo a Ben— Lo único que odiaría es que escojan a Gawynn. Ella no está hecha para esto.
—Nadie está hecho para eso, Tycho—dijo Ben— Yo te estimo, viejo amigo; odiaría que te elijan—Tycho volvió su vista hacia él—Además ¿Quién hace las mejores tartas del Distrito?—bromeó.
Tycho sonrió débilmente y volvió su vista hacia la calle, los dos se quedaron en silencio, una chica menuda, con su cabello rubio amarrado en una coleta ajustada, lo vio sonrojándose levemente y avanzó el paso rápidamente.
—¿Ella es la cliente habitual, verdad?—preguntó Ben
—Sí—confirmó Tycho—Es una amiga de Gawynn, ella siempre viene a la tienda a comprar tartas.
—Tycho—dijo una voz femenina, los dos chicos se giraron, una mujer joven de cabello castaño a la altura del cuello los miraba— Papá nos llama.
—Voy, Gawynn—dijo Tycho y la mencionada miró a Ben.
—Hola, Gawynn—dijo Ben con una sonrisa de oreja a oreja.
—Hola, Ben—dijo mientras asentía y sonreía—¿Te veo más tarde?
—Así quedamos—dijo Ben mientras daba la vuelta y se retiraba, Tycho observó en silencio y siguió a su hermana al ingresar al recinto.
El centro de la plaza del Distrito estaba arreglado, habían armado una tarima en las afueras del Edificio de Justicia, muchos jóvenes en edades elegibles iban en paso lento, Tycho se puso sus mejores ropas: un pantalón negro y un chaleco marrón mientras su hermana, un vestido celeste, el señor y la señora Tredy abrazaron a sus chicos, a pesar que Gawynn no era hija biológica de ellos, la trataban como una.
—Estoy seguro que esta vez no te elegirán, Tycho—dijo el señor Tredy, Tycho asintió sin darse cuenta, como todos los años; sus padres le decían lo mismo. Tycho contaba con diecisiete años, solamente un año más y se podía olvidar de los Juegos pero recordó que su hermana aún seguía siendo elegible por lo cual apretó los puños.
—Piensa en positivo—susurró Gawynn a Tycho y lo besó en la frente.
—Tú no irás a los Juegos, Gawynn—dijo Tycho.
Los dos avanzaron por la plaza y fueron separados, Gawynn se unió a las filas de las chicas donde Tycho pudo divisar a Nini, la amiga de su hermana; ambas se saludaron y Tycho se unió a las filas de los chicos donde se colocó a la derecha de Ben.
—Nervioso ¿verdad?—dijo Ben intentando calmarlo pero sin éxito, Tycho no habló y observó la tarima donde había una urna, el alcalde y su esposa sentados; volvió a girar su vista hacia el público donde estaba sus padres, ambos angustiados.
Tycho no sabía cómo era el mundo antes de los Juegos del Hambre pero sabía unos pocos datos: un grupo de rebeldes se habían alzado contra los abusos del Capitolio pero no pudieron ganar, el Distrito 13 fue borrado del mapa y el resto de los Distritos tuvieron que agachar la cabeza y aceptar la derrota instaurándose los Juegos del Hambre, como un recordatorio y castigo por rebelarse. Eso fue hace veinte años, sus padres estuvieron a punto de unirse a la rebelión pero decidieron apartarse de todo, si no lo hubieran hecho, él no hubiera nacido ni mucho menos, tendrían el negocio que tiene.
La escolta, una mujer regordeta, con la cara blanca del maquillaje excesivo subió a la tarima, los colores chillones de su ropa llamaban mucho la atención, estaba sonriente y miraba con alegría a cada rostro serio de los jóvenes.
—¡Cuantas caritas felices!—dijo la escolta llamada Feliciy Hungie, Tycho pensó que lo decía por sarcasmo pero lo dudaba, resopló. Hungie se acercó al ánfora donde estaban los nombres de los tributos, sus tacones resonaban al caminar por la madera— Antes de iniciar, queremos mostrarles a todos un video.
Como todos los años, el Capitolio mostraba un pequeño video de cómo aplastaron a la rebelión y la creación de los Juegos del Hambre, Tycho apenas prestaba atención y Ben bostezó con descaro por lo cual recibió un codazo de parte de su amigo al percatarse de eso.
—No lo vuelvas a hacer o uno de esos "blancos" te dará una paliza—susurró Tycho refiriéndose a los Agentes de la Paz, uno de ellos se había acercado, Ben frunció el ceño; él perdió a su tío en los Días Oscuros, fue un partidario de la rebelión.
Felicity Hungie aplaudió al terminar el video y volvió a dirigirse al público.
—Ahora el momento más esperado por supuesto; las damas primero—dijo Hungie al meter la mano en el ánfora de las mujeres tributos, Tycho apretó los dientes—¡Gawynn Tredy!
Tycho sintió como la sangre abandonaba su cuerpo y le pareció oír su propia voz gritando, sentía las miradas hacia él y avanzaba entre la multitud, Gawynn estaba quieta pero los Agentes la agarraron de los brazos y la empujaron hacia la tarima.
Ben agarró del brazo de su amigo pero él seguía avanzando, dos Agentes se acercaron para pegarle cuando escuchó otra voz femenina:
—¡Me ofrezco voluntaria!
Un silencio que fue roto por Hungie al aplaudir.
—¡Oh! La primera voluntaria del día, sube querida—dijo Hungie, Tycho buscó a la mujer que se ofreció como voluntaria y abrió la boca de la sorpresa: era Nini Dunstel.
Gawynn corrió a su lugar, aún pálida y muy preocupada por Nini; Tycho no entendía cómo podía ofrecerse voluntaria cuando la voz de la escolta lo sacó de sus pensamientos.
—¿Cómo te llamas?
—Nini Dunstel—dijo la chica de quince años.
—¿Ella es tu amiga?
—Casi como una hermana—dijo Nini.
—¡Que conmovedor!—dijo Hungie colocando una palma en su pecho mientras se acercaba a la otra ánfora donde estaban los nombres de los chicos tributos—Ahora es el turno de nuestro chico tributo—sacó un papelito y alzó la voz— ¡Tycho Tredy!
Tycho sintió como su estómago huía de él, el piso lo sintió blando y vio cómo su hermana caía de rodillas, llorando, Ben se adelantó.
—No—susurró Tycho al ver que Ben estuvo a punto de ofrecerse voluntario, avanzó hacia la tarima escoltado por los Agentes de la Paz.
—¡Nuestros tributos del Distrito 12!—dijo Felicity levantando las manos de los jóvenes, Tycho en ningún momento miró a Nini— ¡Y que la suerte esté siempre de su lado!
.-.
Tycho y Nini estaban en el interior del Edificio de Justicia, sabía que era el momento de que su familia se despidiese de él. Reconocía que no sabía luchar, no permitió que Ben se ofreciera voluntario porque lo necesitaba ¿y si Ben hubiera sido elegido? Ben era un buen amigo, alguien en quien confiar, se hubiera ofrecido como voluntario sin dudar además, sabia defenderse por haberse criado en las calles.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de su familia, su hermana se colgó en su cuello, aún con las mejillas húmedas.
—Por favor…regresa ¿sí?—susurró Gawynn mientras se hacía a un lado para que su padre lo abrase.
—Tycho…gana ¿sí?—dijo el señor Tredy, Tycho lo vio y supo que no había dudas, iría a morir allí.
—Intentaré ganar—dijo con voz queda.
—No lo intentes, hazlo—dijo la señora Tredy—No queremos perderte, debes prepararte bien—dijo mientras Tycho observó por el rabillo del ojo a Nini, que solamente hablaba con su hermano mayor.
—Tycho...eres alguien que queremos mucho. No queremos verte morir pero al menos ¡lucha!—dijo el señor Tredy y las primeras lágrimas corrieron por las mejillas de Tycho al perder el control de reprimir sus sentimientos.
—Lucharé—dijo Tycho— pero no quiero perder la humanidad.
Sus padres no dijeron nada y lo abrazaron, su hermana susurró en su oído.
—Yo solo quiero a mi hermano de vuelta, no importa como pero quiero que sobrevivas.
—Pero no seré el mismo cuando vuelva—susurró Tycho pero Gawynn negó con la cabeza.
—Es difícil para mí…mi hermano y mi amiga en la arena pero solamente te quiero a ti—le dijo en el oído—Con todo el dolor de mi corazón, sacrifico a mi mejor amiga y por favor, no permitas que otros le hagan daño.
Ella se apartó y se acercó a Nini, Tycho supo a qué se refería Gawynn, tenía la extraña sensación que solamente él podía acabar con Nini. Se sintió asqueado y sus padres lo abrazaron por última vez.
Nini y Gawynn tuvieron una conversación corta, se abrazaron y se retiró junto con su familia adoptiva, Ben entró después de ellos y abrazó a Tycho.
—Viejo ¿Por qué me lo impediste?—susurró Ben
—Porque no estabas usando la sesera, Ben—dijo Tycho y Ben frunció el ceño.
—¿Y si esa loca hubiera dicho mi nombre?
—Yo me hubiera ofrecido voluntario—dijo Tycho— Y sé que es una tontería…hay que estar totalmente locos para hacer algo así.
—Cuídate, Tycho y debes ganar estos Juegos.
Tycho hizo una mueca, todo el mundo le pedía que mate gente como si fuese algo normal y lo peor para él, tenía que matar a una chica conocida.
—Ahora, Ben; hazme un favor: cuida a Gawynn si me pasa algo. Ella es tu responsabilidad—las mejillas de Ben se sonrojaron levemente—Sé que sientes algo por mi hermana, he visto que bromeas y te acercas mucho a ella ¿miento?
Ben suspiró y miró al suelo luego levantó la mirada.
—Siento…cariño hacia Gawynn.
—Bien, por mi está bien. Eres un buen tipo, te conozco bien y sé que no la harás sentir como una basura así que Ben… ¿tienes mi palabra que la cuidarás y velarás por ella mientras esté afuera?
—Sí.
—Si muero destripado ¿cuidarás de ella?—dijo Tycho y Ben abrió los ojos de la impresión y asintió.
—Bien, me iré tranquilo porque sabré que la estarás cuidando. Ahora solamente me preocuparé por mí; porque Ben no pienso ser carnada fácil para ellos.
—Así se habla—dijo Ben y lo abrazó por última vez— Te mandaré una postal y una tarta—bromeó.
Ben se alejó acompañado por los Agentes de la Paz y nuevamente Tycho y Nini estuvieron solos, sus miradas se encontraron, los ojos de Nini estaban rojos de la pena.
—Que la suerte esté de tu lado también, Tycho.
