Título: Luna Roja

Autor: .0-Crystal-0.

Rating: K+

Categoría(s): Romance / Action / Adventure

Disclaimer: No soy dueña de ningún personaje de Saint Seiya, todos son propiedad de Massami Kurumada y la Toei Animation.

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Prologue

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El joven cruzó silencioso la tétrica sala, apenas siendo alumbrados sus pasos por la débil llama de las velas, sin embargo la oscuridad no parecía incomodarle. Caminó tranquilo, pese a las penetrantes miradas de los presentes posadas sobre él, hasta postrarse a los pies del que parecía ser el más importante.

La mujer pareció no tomarle mucha importancia al principio. Se reacomodó en su trono y con un delicado movimiento de su mano, despidió a todo el séquito de lujuriosas jóvenes encargado de atenderla. Aguardó unos segundos antes de darle permiso para hablar.

-Traigo información del Tártaro, su alteza… - hizo una pausa ante la curiosa mirada de la reina, y prosiguió – los demonios planean coronar pronto a la nueva Fuente

Una ola de exclamaciones por parte de los sorprendidos presentes, sumados a la inesperada y desagradable noticia, fastidió notablemente a la reina.

-¡A callar! – ordenó, y en menos de tres segundos la habitación ya estaba sumergida nuevamente en un pesado silencio. Posó sus brillantes ojos rojos en el joven frente a ella. - ¿Estas seguro?

-Totalmente, mi reina – respondió con seguridad, aunque se vio obligado a bajar la vista ante la penetrante mirada de la poderosa mujer frente a él.

-La Fuente anterior no fue destruida hace mucho¿me estás queriendo decir que ya han encontrado al nuevo elegido? – preguntó desconfiada.

-Así es

Nuevos murmullos se dejaron oír en la sala, aunque esta vez la reina no los silenció.

-¿Y donde planean coronar al elegido esta vez? – volvió a preguntar, ganando la atención y el silencio de todos los presentes.

-Según tengo entendido, en Grecia. La posición de los astros le favorece principalmente a ella este año.

-Grecia… - murmuró pensativa para si. - ¿Qué no es ahí donde se encuentra el Santuario de Atenea, la defensora de los mortales?

El joven asintió y ella sonrió con malicia.

-Atenea es la máxima autoridad entre los mortales, la representación de los dioses en la Tierra… - rió, dejando a relucir su afilada dentadura – teniéndola de nuestro lado, estoy segura que podremos resistir incluso al inmenso poder de la Fuente. Estoy pensando en crear una alianza con ella…

-Con todo respeto, my lady – interrumpió uno de los presentes, que hasta entonces se había mantenido en silencio – dudo mucho que Atenea, siendo un ser de luz, quiera involucrarse con nosotros que somos seres de la oscuridad.

El joven a sus pies asintió, concordando con la idea de su compañero.

-No me refería a una alianza temporal, cariño – dijo en un tono burlón, casi irónico. – Me refería a una alianza permanente, si es que entiendes lo que quiero decir…

Ambos jóvenes se miraron entre sí, sonrientes, mientras la risa de la reina Kage se escuchaba, estruendosa, en todo el gran salón.

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La joven dio una vez más vuelta en su lecho.

La temperatura había incrementado y un sudor frío recorría todo su cuerpo. ¡Era imposible dormir en esos momentos! Se incorporó lentamente y en la profundidad de sus ojos verdes se denotaba el cansancio; hacían ya semanas que no lograba tener un sueño reparador. Caminó en penumbras hasta el amplio balcón de su habitación, abrió las elegantes mamparas y pudo sentir la fresca brisa de verano rozarle con suavidad el rostro. Desde la considerable altura de su departamento rentado, no había detalle que escapase a sus ojos. Sin los turistas congestionando las calles, Grecia parecía otra a aquellas horas de la noche: era un paisaje hermoso, un verdadero regalo de los dioses. Una vista así solo era superada desde la alcoba de su Santuario, aunque por desgracia no se encontraba en él.

Suspiró nostálgica.

Deseaba tanto regresar a su Santo Territorio, pero como líder de la Fundación Graude tenía que defender sus intereses económicos y el Santuario no era precisamente el mejor lugar para recibir a sus socios, por ello, debido a las interminables juntas y numerosos contratos, había decidido mudarse temporalmente a un lugar más cercano, en el corazón de Atenas.

Preocupado por la seguridad de su Diosa, el Patriarca había designado a tres caballeros a escoltarla durante toda su estadía fuera del Santuario: Aioria de Leo, Marín de Águila y Jabu de Unicornio. Sabía bien que eran las personas en las que Saori, ahora que se encontraba tan lejos de sus queridos caballeros de bronce, más confiaba.

Levantó la mirada y observó el firmamento. El cielo comenzaba a teñirse con los primeros rayos de la aurora y las estrellas poco a poco iban desapareciendo. Aquella había sido una hermosa noche de Luna nueva. Le tomó tan solo un minuto recordar todo lo vivido y, por primera vez, contempló la verdadera riqueza de estar vivo, y se consideró afortunada de poder apreciar algo tan hermoso como el amanecer.

Recordó también a quienes, muy a su pesar, no se encontraban en ese momento a su lado, personas como el noble Aioros de Sagitario, su primer gran salvador. De seguro ahora estaría gozando a plenitud su bien merecido eterno descanso en el cielo.

"El cielo…" pensó.

Un fuerte presentimiento invadió su corazón: algún peligro se avecinaba. Un gélido viento sopló con mucha mas fuerza, agitando sus largos cabellos y obligándola a cerrar lo ojos por algunos segundos. Era demasiado frío y demasiado fuerte a la vez para tratarse de una simple brisa marina. Sintió como un escalofrío le recorría toda la espina dorsal y, cuando por fin abrió los ojos, pareciese como si el tiempo se hubiese detenido. Era como si la salida del Sol se hubiese postergado, inclusive el día parecía mas oscuro y frío que hacía unos minutos.

Confusa miró a su alrededor en busca de una posible respuesta, pero no halló nada anormal. El sepulcral silencio y su completa soledad comenzaban a tornarse insoportables. Volvió a mirar al cielo y el corazón casi le da un vuelvo al descubrir una brillante Luna llena en lo más alto del firmamento.

-Artemisa… - musitó para si.

"Llegaré cuando el Sol se esconda en el horizonte. Te estaré esperando" escuchó claramente la voz de su hermana en su cabeza.

Entonces, todo volvió a la normalidad. La brillante Luna desapareció, dando paso al ardiente Sol veraniego, y los madrugadores ya hacían acto de presencia en las calles. Respiró profundamente, mas relajada. Las palabras de Artemisa aún resonaban en su cabeza, aunque al parecer, no tenían ninguna concordancia: si era ella la que llegaría¿Por qué tendría que estarla esperando? Meditó por algunos instantes su verdadero significado, cuando su mirada se cruzó con la de uno de los habitantes del edificio continuo. Era una mirada fuerte, de esas que te deja sin aliento los primeros segundos, y fue exactamente así como la Diosa de la Sabiduría se sintió. ¿Desde cuando aquel sujeto la había estado observando desde su ventana? Sintió un leve rubor en sus mejillas al notar que su camisón, muy adecuado a la estación, era muy corto, delgado y algo ceñido a su piel.

El hombre hizo una reverencia con la cabeza, como deseándole un 'buenos días', saludo que Saori respondió con el mismo gesto. Después de eso, desapareció tras la cortina de la que parecía ser su habitación.

Sintió una ligera molestia en la cabeza, aquel sería un largo día, y algo le decía que no sería tan bueno del todo. Sin poder hacer más por la jaqueca que ya se avecinaba, se internó en su habitación, intentaría dormir las pocas horas que le quedaban antes de iniciar su jornada y tal vez luego, conversaría con sus caballeros al respecto, por el momento no valía la pena preocuparlos.

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-Tôuma…

El santo guerrero de Icaro clavó una rodilla y la mirada al piso al escuchar la voz de su divina señora llamarle.

-Tôuma, necesito pedirte un favor antes de partir…

-La escucho

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Continuara…


Notas de la Autora:

¡Hola a todos! Bueno, creo que el prologo me ha quedado algo chiquito… aunque espero que haya sido de su agrado. Cualquier sugerencia, critica, comentario, etc, etc, por favor háganmelo saber, estoy muy abierta a nuevas ideas. Pueden mandarme mensajes personales, pero les agradecería mucho que se tomen la molestia de dejarme reviews, por favor . Cuídense mucho! Besos y abrazos.