De hadas y tigres

Géneros: Humor&Romance

Advertencias: Crack del más puro.

Summary del drabble: Porque Weisslogia sería un dragón y todo, pero ningún hijo suyo sería un maleducado.

Palabras: 373.


1. Educación

Weisslogia era un dragón, y dragón, y como tal, era imponente y poderoso. A veces podía ser un poco brusco y seco, especialmente con su hijo, Sting, pero eso era porque sabía todo lo que el destino deparaba para él. No podía dejarle todo ese poder a un mocoso indisciplinado.

Por eso le indignó tanto cuando su hijo empujó a esa pobre niñita, sin siquiera disculparse. ¡Y ese era el niño al que decidió acoger en su seno!

El dragón volvió a mirar a la niñita de cabellos azules, quien intentó aparentar fuerza intentando no llorar. Fue inútil, por más Dragon Slayer que fuera, eso no impidió que las pequeñas lágrimas empezaran a salir de sus ojos azules.

—No llores, niña. Si quieres convertirte en Dragon Slayer, no puedes permitirte llorar por cosas así —intentó calmarla.

Y como se vio, Weisslogia no era precisamente un as con los niños. Mucho menos las niñas.

—Pero… ¡M-me dolió mucho! —lloriqueó ella sin poder evitarlo, intentando secarse las lágrimas y enseñando el raspón que su hijo le había provocado.

—Es que eres débil, ¡Sólo los débiles lloran así! —se jactó el pequeño rubio, sin una pizca de arrepentimiento.

De más está decir que la mirada que le mandó Weisslogia era más potente que cualquier rugido de dragón.

—Sting, pídele disculpas a la niña. Ahora —demandó el padre dragón, sin pizca alguna de suavidad. Al ver la cara de protesta que ponía su hijo, frunció aún más el ceño, demostrando firmeza—. Sin peros. Sé un caballero y pídele perdón a la niña.

Y derrotado, el pequeño rubio suspiró con pesadez volteándose hasta la niña y acercándose a ella, cabizbajo. Pateó una roca, respiró, y finalmente, habló:

Perdón, Wendy —pronunció la primera palabra como si le fuera a dar sarna, con un marcado sonrojo en sus mejillas.

El llanto paró un segundo, mientras la pequeña seguía sujetándose la herida. Y antes de que Sting pudiera alejarse, la pequeña depósito un fugaz beso en su mejilla. Sólo bastó ver la expresión de asco de Sting, intentándose quitar los rastros del beso, para que la hija de Grandine dejara de llorar y riera. Él mismo lo haría, pero debía mantener su imagen de dragón-padre serio y respetado.

Disculpas aceptadas.


N/A: estaba aburrida, y esto ocurrió. Es más común shippear a Wendy con Romeo o a Sting con Lucy o Yukino (yo misma lo hago), pero luego de ver que estos dos tienen la misma edad en los grandes juegos mágicos (así que no, no sería pedofilia xD) me puse a pensar "¿Qué pasaría si…?".

Voy a hacer más, porque los feels que me llegan son muchos. Ah, amo el olor del crack por la mañana xD…

Nessa.