Hermione
Mañana comenzará un nuevo año en Hogwarts, pero también en último. Es una noche oscura, las estrellas no brillan con su total normalidad, mientras que el viento asota las calles de Londres. Pero a pesar de todo, en lo único que puedo pensar es en "ÉL", en aquellos cabellos rojizos y ojos azules que provocan que mi corazón se agite y que un cosquilleo devore todo mi cuerpo.
Intento terminar de empacar todo lo necesario para Hogwarts, pero los aquellos sentimientos son más poderosos, distraída cada segundo, sin que me dejen cometer algún acto.
Hermione no pienses más en eso!,
Pero no puedo, sé que nunca pasará nada entre él y yo, que no hay mínima posibilidad, pero... ¿Qué le puedo hacer?, no lo puedo sacar de mi mente, y menos de mi corazón.
Sé que jamás tendré un huequito en el suyo, a parte del de solo ser su mejor amiga, ¿Qué podrá encontrar en esta simple niña, ojos marrones, cabello alborotado, y un cuerpo peculiar, común y corriente, no exuberante como el de muchas del colegio? ¿Como le podré llegar a gustar si solo soy una ratona de biblioteca? Hermione!! ¿Por qué tan negativa? Pero... no lo sé, en este momento no sé nada, solo puedo pensar en él, ni siquiera en los estudios puedo concentrase. Todo me recuerda a Ron.
Imagino si pudiera existir el día en que esos ojos azules se enamoren de mí, imagino aquellos labios, que quieren besar los míos, imagino su inocente y
Travieso rostro, como el de un niño, pero a su vez con las expresiones adultas de aquel chico de 17 años.
Una pequeña sonrisa se forma en mi rostro, pero luego vuelvo a la realidad y a caer en el mismo poso sin fondo.
- Hermione, ¿puedo pasar?
- Sí,-digo a mi madre que empieza a abrir la puerta de mi habitación.
- Mira, como sabemos, mañana partes en el expreso de Hogwarts, y antes de que te fueras te quería dar esto.
Una cadena que colgaba de su cuello fue recogida por sus manos para luego ser vista claramente por mis ojos, nunca antes la había visto ni notado su existencia. Es una gargantilla de oro, muy fina, y con un colgante en forma de corazón. Luego de que mi atención la haya captado por completo, la colocó sobre mi mano para luego cerrarla.
- Esto fue un regalo de tu abuela que me hizo antes de comenzar mi último año de colegio colegio, en este guardé muchas cosas y sentimientos, pero ahora quiero dártelo para que lo conserves y descubras que es - dijo
- Gracias mamá, es bellísimo- dije junto con un abrazo - pero...sobre eso de descubrir que es ¿No está claro que es una cadena y un corazón?,
Físicamente sí, pero quiero que descubras algo más allá de eso- dijo
Luego de despedirse con un beso, salió de mi habitación mirándome de cierta forma, con cierta ternura y amor, aunque algo más había en ella, no que que pude ser, hasta que luego desapareció de mi vista.
Lo último que me ha dicho me distrajo por un rato, observando este regalo, y tan preciado al parecer para mi mamá.
Pero mis pensamientos vuelven a algo que no quiero pensar, algo que da vuelta en mi cabeza y no quiere salir, algo que lleva el nombre de Ron Weasley, pero que quiero quitar de esta. ¿Como pude transformar una amistad en amor? ¡¿Acabo de decir amor?! ¿¡Realmente podría decir que es amor!? Ojalá que no, solo quiero vivir la lado de Ron como los amigos que somos, o los que supuestamente somos. Pero ¿cómo volver a ser la misma de antes? El último año pude ocultar mis sentimientos, pero este no se como saldrán las cosas.
Bueno he terminado de empacar, ya estoy lista para mañana partir a Hogwarts. Ahora leeré algo a ver si puedo distraerme y estudiar un poco....
