Un mini-one-shot que posiblemente pase a ser parte de un capítulo del fanfic en el que se supone debo estar trabajando, aunque cabe también la posibilidad de que adapte el argumento para hacer una historia original con personajes propios. Si a alguien le decepciona que sea tan corto¡cuánto lo siento! (nótese el sarcasmo).

Sirius Black y Remus Lupin, así como el término muggle, le pertenecen a Rowling.


Tiempo

Las verdes manecillas del reloj muggle, el que se encontraba colgado entre las sucias paredes de su habitación, seguían moviéndose con un ritmo extraordinariamente lento. Sólo por ese pausado movimiento y el sonido que provocaba, él se daba cuenta de que el tiempo continuaba caminando. Tiempo. Éste había ya dejado de tener un sentido verdadero para él desde que Sirius… había fallecido, por decirlo de alguna manera.

Remus yacía tendido en el suelo de aquel cuarto descuidado, observando el reloj y escuchando su musicalidad, cual si esperara algo, o a alguien. Pero la realidad era que ese alguien no llegaría nunca, no regresaría jamás, que se había convertido en uno de esos espectros que vagan en las mentes de quienes se niegan con rotundidad a olvidarlos. Era como si Sirius se hubiera transformado en un fantasma del recuerdo y todo lo que juntos habían vivido, en un vago sueño que había llegado a su final.

¿Cuántos días habían pasado¿Cuántas horas de terrible ausencia había vivido y cuántas le faltaban? Cada minuto pesaba más en su corazón y en su recuerdo. Lo amaba, lo había amado siempre y lo peor era que no podía dejar de amarlo. En más de una ocasión había escuchado que el tiempo todo lo curaba, que era la única herramienta del olvido. Pero a Remus, el tiempo le estaba fallando.

Daban las 12 de la madrugada cuando se levantó del suelo y fue a tender su cuerpo, casi inerte, sobre las frías sábanas que convertían a un viejo sofá en una cama improvisada. ¿Hasta cuándo iba a seguir soñando despierto con aquellos ojos grises, con aquella sonrisa pícara, con los descarados comentarios que tan comunes eran en Sirius? Mientras permanecía recostado sobre el sofá, sus párpados caían cansados una y otra vez, mas no lograba conciliar el sueño y, entretanto, sus cabellos claros y canosos se empapaban de sudor.

El tiempo no lo podía curar todo, o al menos eso sentía él. ¿Cómo iba a poder curar tan profunda agonía algo tan subjetivo como el tiempo? Ya habían pasado tantos días, tantas mañanas en las que él se despertaba y lo primero que llegaba a su mente era que Sirius ya no estaba ahí, que nunca más lo estaría, que no regresaría del oscuro lugar en donde se encontraba para abrazarlo una vez más. Sólo una vez más.

Cierto era que la soledad la había conocido desde muy joven, debido a su problema con las noches de luna llena, pero la soledad que había experimentado a lo largo de su vida no tenía comparación con la que llenaba el vacío de su cuerpo desde la noche en que Sirius cruzó el velo. Lo peor era que no deseaba salir de ese hoyo, no estaba seguro de querer olvidar el amor que tan feliz le había hecho durante tantos años. Pero al final, sólo el tiempo terminaría decidiéndolo.

Gracias por leer y mil gracias por comentar.

Cosette Chi (Srita Lunática)