Hola! He venido a traumarlas un poco! Aclaraciones al final.

Disclaimers: Hetalia no me pertenece, solo este fic y la memoria traumante que me acompaña.

Notas: Esta historia está basada en la vida real.


Mathew Williams estaba en la casa de su hermanastro. Había traído a su mejor amigo, Ivan Braginski. Su hermanastro, Alfred F. Jones había traído a su "amigo", Arthur Kirkland. Habían estado toda la tarde conversando, riendo y viendo películas y comiendo, comiendo mucho. También habían tomado un poco, cada uno tenía su licor. Ivan había traído vodka y Arthur trajo ron. Ivan estaba un poco dopado, Alfred podía mantenerse en pie y Arthur se arrastraba, literalmente. El no era de tomar mucho, además de tener muy buena resistencia al alcohol, gracias a su tutor francés, más que nada, así que estaba bien, podía caminar en línea recta, a menos. Como todos estaban tomados, Alfred tuvo la buena idea de dejar que se queden a dormir, y nadie dijo nada, pues era mejor irse en la mañana que morir esa noche.

En la casa de Alfred, había tres habitaciones, Ivan durmió en una, el en otra y Arthur durmió en la habitación de Alfred, la verdad es que se veía sospechosamente cómodo en la casa, demasiado quizás, como si hubiera estado millones de veces en esta y ya fuera su segundo hogar (lo cual era verdad). En el pasillo, entre el cuarto de Mathew y el de Alfred se encontraba el baño, donde sucedería toda la tragedia.

3 de la mañana, Mathew Williams se despierta, quiere ir al baño. Está cansado y cree que puede aguantar, pero se fuerza a pararse, no puede ser tan vago. Primer error.

Va al baño, cierra la puerta, se mira al espejo. Segundo error, dejó que el silencio dominara la pequeña habitación.

Tercer error, dejó que Alfred y Arthur durmieran solos, ebrios.

El sonido de suspiros y gruñidos, junto con el de fuertes estocadas, llegó a sus oídos, se quedó helado, otro error. El inglés gemía el nombre del americano, el otro no podía hacer nada más que gruñir y el canadiense oía todo.

Se avergonzó tanto que no se atrevió a salir del baño, nuevo error. Escuchó todo el acto, y cuando creyó que había terminado, comenzaron de nuevo, y de nuevo, y de nuevo, y así cuatro veces en la noche. Cuando por fin terminó, se fue corriendo a su cuarto y se quedó ahí, todo lo que quedaba de la noche. Nunca pudo olvidar ese suceso, y no fue la última vez que le pasó, siempre se le olvidaba, y solo recordaba evitar esa clase de situaciones cuando ya estaban en plena faena.

Mathew Williams no pudo ver a su hermanastro de nuevo a los ojos, y mucho menos al inglés. No después de haberlos escuchando gemir el nombre del otro.


Bueno, aquí empiezan las aclaraciones.

Esta historia pasó en la vida real, solo que fue MÁS traumante.

Yo tenía 6 miseros años, y aunque no era el ser más inocente del mundo (no, ya me habían corrompido), no estaba preparada para oír lo que oí. Mi mejor amiga me había invitado a su casa y yo feliz había ido. EN la noche me dieron ganas de ir al baño y yo, inocentemente, entré. Para esto la puerta del cuarto de sus padres estaba abierta. Y, bueno, creo que se entiende que se oyó, yo me moría de vergüenza y no salí de ahí y escuche todo... TODO. Fue uno de los mayores traumas que había escuchado, en sima sabía que pasaba y entendí todo y... Mejor no hablo de eso, me chocó mucho... Y me dije, bueno, haré que nuestro amado Canadá sufra un poquito de lo que yo sufrí :) y eme aquí, con este fic!

Espero que les haya gustado!

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