N/A: Bienvenidos a mi fic, espero les guste, le agradezco a Nataome porque sin darse cuenta fue la que me dio una idea para comenzar a escribirlo.
La historia es mía pero los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi.
Prólogo
El año pasado me enamoré de un chico, Inuyasha Taisho, es lindo, alto, musculoso, de cabello largo y negro, ojos de ese mismo color; es muy popular y sobre todo entre las mujeres.
Pero la verdad fue a primera vista mi amor y lo poco que lo llegué a conocer hizo que me enamorara más de él, pero el problema es que mi amor nunca fue correspondido ya que nunca le gusté; intentaba hacerme su amiga, pero cada vez que lo intentaba fallaba, lo volvía a intentar y volvía a fallar; hasta a mi me sorprende la perseverancia que tenía en ese entonces, ya que no dejaba que nada me derrotara y si algo se metía en mi camino no me importaba, no iba a parar hasta conseguirlo.
De seguro se preguntarán-¿Quién es esta loca?-Pues se los diré, mi nombre es: Aome Higurashi, tengo el cabello largo, de color negro azabache, ojos de color negro, soy alta, esbelta y muy bonita y no es porque me crea mucho ni nada.
Muy pocas veces el me hablaba, más veces le hablaba yo a él y a veces o las pocas veces que lo hacía me decía que si le podía explicar algo, yo con gusto lo hacía pero siempre esperaba algo más; como un día en el que él se me acercó y me dijo:
-Aome!
Y yo no sé porque se me ocurrió que me iba a confesar sus sentimientos o me iba a pedir ser su novia, como siempre lo imaginé, pero no fue nada más ni nada menos que esto:
-Préstame tu cuaderno, es que no copie el temario.
Lo sé, fue estúpido pensar eso pero que se le va a hacer, en ese momento lo primero que me vino a la mente fue eso, y me desilusioné un poco.
Poco a poco se fue acabando el año, y yo cada vez me frustraba más con miedo a que no me tocara en el mismo salón que él y nos dejáramos de hablar lo poco que ya hablábamos.
Sango, mi mejor amiga, como siempre, me decía que me confesara, pero yo siempre le respondí que no.
La verdad no me arrepiento de no haberme confesado, de lo que me arrepiento es de no haber podido hacer algo más para gustarle, por más que intentaba ser su amiga no lo conseguía y si quería gustarle, por algo tenía que empezar pero ni ser su amiga lograba.
Cursaba segundo año de secundaria, la verdad me gustaba mucho y me dolía que no me correspondiera pero no iba a parar hasta conseguirlo y-¿qué creen?-Fallé, después de eso en las vacaciones, yo le había dado mi número de celular y-¿A qué no adivinan cuantas veces me llamó?- Cero, ni una mísera llamada, así que poco a poco me fui olvidando de él, o eso creía, llegué al punto en que casi ni lo recordaba, de vez en cuando me acordaba de él, pero pensaba que ya no sentía nada por él.
Al comienzo de este nuevo año escolar-¿A qué no saben que paso?- Quedé en el mismo salón que él, creo que Dios no me quiere, me la pasé negándome, diciéndome que él ya no me gustaba, pero no era cierto, por dentro me seguía gustando como la primera vez, pero no quería aceptarlo, hasta que por fin un día lo acepté, pero seguía con el mismo problema que le año pasado, él, casi, no es mi amigo, rara vez hablamos, y tengo ahora una gran duda-¿Seré capaz de conquistarlo?
N/A: Se que lo hice muy corto, pero ténganme paciencia, es solo el prologo, el próximo capítulo lo tendré listo como para el domingo 5 o lunes 6…déjenme un comentario que quiero saber su opinión ya que no me convence del todo
