Hola personitas kawaiii, últimamente he leído muchos fics Harmony, yo siempre quise que Harry y Hermione fueran felices juntos y no es que me caiga mal Ron pero siempre quise que nuestra adorada "sabelotodo" fuera feliz con nuestro hermoso Mago con una característica cicatriz en forma de rayo. Hay que aclarar que todo el mágico mundo de Harry Potter es propiedad exclusiva de J.K. Rowling.

Notitas de la autora: Esta es una adaptación de la telenovela "Amor Real" producida por Carla Estrada, adaptación a su vez de "Bodas de Odio" de 1983 con una historia original de Caridad Bravo Adams. Aclarare que solo tomare en cuenta los hechos trascendentales de la historia original para dar vida a este fic.


Chapter 1:Primer encuentro, desilusiones y desamor.

Ese beso era el mas hermoso que había experimentado en su vida, se sentía dichosa de tener entre sus brazos al hombre que amaba con todo su ser, ese hombre que para la gente de su clase era un don nadie, para ella era el ser mas honorable y atento que conocía en toda la fas de la tierra. El hombre que la había conquistado con su sencillez y su carisma, el hombre que desde hacía un año le robaba el sueño, el hombre que pese a todo impedimento hacía lo posible por estar con ella... por que esa era la cuestión... Hermione era una niña rica, imposible de alcanzar para un pobre teniente sin fortuna, pero pese a toda circunstancia, Hermione era una chica honesta y luchadora que no se regía por las influencias sociales y que se había enamorado perdidamente de alguien que claramente no era de su clase social, pero eso sencillamente a ella no le importaba, ella amaba profundamente a ese hombre honesto y temerario.

—Tengo que irme—dijo Hermione apenas separándose de sus labios, no es que ella quisiera hacerlo pero estaba segura que su madre se preguntaría donde estaba en esos momentos, puesto que la misa ya había acabado desde hacía 30 minutos.

—Hermione...—Ron volvió a tomar entre sus brazos a su novia para darle un beso casto pero cargado de mucha pasión —¡te amo!—susurro entre beso y beso.

—yo también te amo...—susurro Hermione alejándose trabajosamente de su novio.

—mi niña... a estado mucho tiempo ocupada, esperemos que la señora no este preguntado por usted—dijo en voz queda Padma Patil, la dama de compañía de Hermione.

—se me fue el tiempo volando Padma —tenía que reconocer que no solo ella se ponía en peligro sino también a su dama de compañía, pese a ser una sirvienta para ella, la consideraba una verdadera amiga.

—lo bueno es que el General se encuentra en casa, cuando él esta, su madre se encuentra de mejor humor—dijo Padma afirmativamente.

Hermione también estaba feliz de que su padre estuviera en su casa, él había servido por años en el ejercito, y ahora que se encontraba un poco mal de salud habían decidido pagarle todos sus años de servicio con una agradable fiesta recibiendo los altos honores para darle una jubilación bien merecida. Pero todos esos años lejos del hogar habían acarreado problemas, tanto su madre como su hermano no eran muy buenos en los negocios y poco a poco su fortuna se encontraba por los suelos. Hacía poco mas de dos años que no eran bien recibidos en las fiestas de alta sociedad, poco a poco las invitaciones eran menos frecuentes y no es que a ella le importaran todos esos eventos sociales pero para su hermano y para su madre eran hechos que los dejaban en vergüenza... de pasar a ser la familia mas influyente ahora eran una familia con serios problemas financieros luchando día a día para cubrir las apariencias.

Por esa misma razón es que ella y Ron no había revelado su romance, su madre estaba empeñada en casarla con un rico acaudalado que los sacara de la miseria, estaba segura que cuando ella se enterara se opondría rotundamente.

Cuando su padre volvió, las cosas estaban regresando un poco a la normalidad, eran bienvenidos en las fiestas sociales, y sus deudas poco a poco estaban disminuyendo aunque ella sabía que nunca regresarían a tener los lujos que antes de iniciar la guerra tenían, su madre estaba menos gruñona que siempre y ya no estaba siempre atrás de ella para incitarla a contraer matrimonio con los ricachones del pueblo, además su padre era un buen hombre que había hablado seriamente con ella para que contrajera matrimonio por lo peligroso de los tiempos, pero le había dicho que ella era quien iba a decidir con que hombre contraer matrimonio, que era su libre elección y que nadie se lo impondría, por lo que ella le había prometido contraer matrimonio ese mismo año.

Eso le daba esperanzas a Hermione de ser feliz, cuando Ron se volviera comandante se casarían lo antes posible, ella estaba que rebozaba de felicidad.

—Niña... niña...—gritaba una acalorada Padma cuando ella salio de la oficina de su padre —el teniente Ron la espera en el kiosko —susurro mientras miraba a todos lados para verificar que nadie la escuchara mas que su niña.

—¿en estos momentos?—pregunto Hermione mientras sus ojos se iluminaban de felicidad.

—¡Si!... dice que le urge hablar con usted—contesto entusiasmada Padma.

Hermione tomo su sombrero y su sombrilla y se dirigió al lugar donde tantas veces se había visto con el hombre de sus sueños.

Sin pensarlo dos veces, Ron tomo entre sus brazos a Hermione y le robo un beso que los dejo a los dos sin aliento. Cuando por fin se despegaron para tomar un poco de aire las mejillas de Hermione estaban bañadas de un tono carmesí e instintivamente se mordió con delicadeza el labio inferior, claro signo de nerviosismo en ella.

Cuando sus miradas se encontraron, Hermione supo que algo no andaba bien.

—¿pasa algo? ¿son malas noticias?—pregunto quedamente.

—en la tarde, mi compañía parte para el norte—dijo Ron aclarándose la voz, odiaba separarse de la mujer mas hermosa del universo pero su deber estaba con sus compañeros y si quería darle la vida que se merecía al ángel que estaba viendo, tenía que luchar para conseguirlo.

—¿por cuanto tiempo?—no quería que Ron escuchara la preocupación en su voz por lo que desvió la vista.

—no lo se—.

—¿crees que estalle pronto la guerra?—su voz se quebraba poco a poco.

—es lo mas probable—no quería hacer sufrir a Hermione pero tampoco quería mentirle, era bien sabido que en el norte ya se estaba llevando a cabo una guerra que poco a poco se acercaba al centro, por eso mismo todos ellos tenía que ir a luchar a ese lugar para que la guerra no se extendiera mas.

—no quiero que te marches, es muy peligroso...—sabía que sus suplicas eran en vano, el tenía que estar al frente para luchar por su libertad y por su futuro—antes de que te marches podemos hablar con mi padre, él me prometió que aceptaría al hombre que yo escogiese—.

—aun no puedo ofrecerte lo que mereces Herms— dijo Ron mientras le limpiaba las lagrimas que salían de su ojos color miel.

—¿es que no me amas?—titubeo Hermione mientras agachaba la cara.

La expresión de Ron cambio completamente, tomándola otra vez entre sus brazos la acerco a él, mientras le susurraba quedamente en el oído para que ella lo comprendiera de una buena vez—nunca vuelvas a decir eso... ¿es que acaso no comprendes que eres el amor de mi vida? eres tan esencial para mi como el aire que respiro, sin ti, mi vida no tendría sentido—le levanto poco a poco sus rostro para mirarla directamente a los ojo—¡Nunca dudes de mi amor!... ¡Jamás!—.

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Los meses pasaban, la lejanía hacía que el corazón de Hermione se destrozara poco a poco, lo único que aun la mantenía en pie era recibir de vez en cuando una carta de él, relatandole su estado de salud y los progresos que él y sus compañeros habían logrado pero de 2 meses a la fecha no había recibido carta alguna, eso la preocupo, por su mente pasaban mil cosas, algunas de ellas simples como que sus cartas se perdieran en el largo camino que recorrían, hasta cosas mas graves como el que él estuviera gravemente herido, o que él hubiera encontrado a alguien mejor y por ende se hubiera olvidado de ella.

Una tarde mientras arreglaba el jardín (hobby que había hecho muy a menudo para olvidar por un momento sus penas), se presento a su lado su hermano Draco, quien la había visto rara últimamente.

—¿ya te dijo mi mamá de la velada?—pregunto Hermione a su hermano, no se preguntaba cual era el motivo de su visita, comúnmente él se mantenía alejado del hogar entre fiesta y fiesta, malgastando el poco dinero del que su familia contaba en mujeres de la vida galante, algo que a Hermione molestaba bastante, y siempre se esforzaba en recordárselo.

—Si—era obvio que él estuviera enterado de todas las fiestas que se organizaban a la redonda.

—¿y ahora quien es el "caballero" que me quiere presentar?—sentencio Hermione con voz cansina.

—eso... yo no lo se hermanita—bufó Draco.

—no se cuando entenderá que nunca are caso a ninguno de sus candidatos... —.

—¿por que no?—pregunto Draco con seriedad en su cara.

—¡por que no!—Hermione estaba cansada de dar la misma explicación una y otra vez—¡por que simple y sencillamente quiero que la decisión sea mía!—.

—entonces... eso quiere decir que ya tomaste la decisión ¿no es cierto?—Draco se levanto imponente de su lugar—por que no hace mucho, alguien me contó que te vio muy bien acompañada de un oficial de ejercito ¿es eso cierto?—.

Hermione no sabía que responder, pese a ser cuidadosos, había alguien que los había visto, en ese pueblo ningún secreto podía ser guardado, los rumores se expandían como la pólvora.

—¿es verdad o no?—exigió Draco ante el silencio de su hermana.

—¡es cierto!—dijo Hermione unos tomos mas altos de su voz normal, ya estaba cansada de guardar el secreto, tarde o temprano se enterarían de la verdad, en su ultima carta, Ron le había dicho que apenas regresara pediría su mano—en cuanto regrese del frente, vendrá a hablar con mi padre—dijo muy orgullosa.

—y a todo esto ¿cual es su nombre?—pregunto Draco con desdén.

—Ronald Weasley—suspiro Hermione con una sonrisa en los labios.

—Weasley... Weasley...no me suena su apellido—murmuro Draco—¿y que propiedades tiene, hermanita?—estaba claro que no conocía al enamorado de su hermana y ya que ella era su barco a flote para solventar la vida que llevaba hasta ese momento, estaba claro que no quería ver a su hermana con un muerto de hambre, eso iba contra sus principios. Al ver que su hermana volvía a quedarse callado se preocupo—¿no me digas que es pobre?—.

—¡claro que no! tiene una finca que le heredaron sus padres—lo defendió Hermione de inmediato.

—hmmm ¿y que más?—.

—no se... y ni me importa, ¡yo lo amo! y eso es lo que a mi me importa—.

—¡como es posible que te hayas fijado en un muerto de hambre, hermanita! ¡eso va contra nuestros principios!—.

—tus principios, mejor dicho... a mi no me importa eso, y es todo lo que diré sobre este tema, ahora te ruego que no le digas nada a mis padres hasta que él regrese del batallón—dijo Hermione con templanza en la voz.

—¿esa es tu decisión?—suspiro Draco, sabía que su hermana era muy testaruda pero de su cuenta corría que las cosas salieran con él deseaba, era un buen jugador y sabía muy bien como mover sus cartas.

—¡si! esa es mi decisión—afirmo Hermione.

—esta bien—dijo Draco dando medía vuelta para marcharse, pero detuvo su paso y se volvió a mirarla—arréglate bien, ya me canse de dar escusas para que no asistas a los bailes, esta tarde irás conmigo—.

Hermione no pudo negarse, desde que Ron se había ido, ella no estaba de humor para ir a esas dichosas "fiestas" en donde todos eran unos hipócritas al acecho para criticar hasta la mas insignificante mosca, alzándose el rabo por ver quien tenía mas dinero mientras hombres honrados estaban en el frente peleando para defender su país. Ella simplemente estaba asqueada de su clase social pero no podía seguir negándose, su padre la había abordado en el almuerzo y le había pedido que asistiera esa noche al evento por lo que no pudo negarse.

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—estoy sorprendida; según me enteré, es un hombre guapo, bien distinguido, con porte,tiene una sonrisa angelical y unos ojos esmeralda para morir y sobre todo... con mucho dinero ¡es soltero, por Dios Herms!—dijo Angelina acomodándose alado de su mejor amiga—ahora entiendo por que es la comidilla de todo el pueblo, si yo no estuviera casada...—no había terminado de hablar ya que su marido se situó alado de ella.

Hermione no podía negar todo lo que Angelina le había dicho, era cierto que ese hombre el que por supuesto estaba en la mira de su madre, era muy guapo, de 1.90 aproximadamente, con un traje hecho a la medida que le hacía parecer un príncipe de cuanto de hadas, con una sonrisa hermosa, un cabello negro y rebelde, con una mirada encantadora, pero ella no estaba impresionada, era un hombre más que era catalogado por su apariencia. Ella amaba con todo su ser a cierto teniente de intachable reputación que estaba dando su vida en el frente y nada ni nadie la iban a hacer cambiar de opinión, ni siquiera la insistente de su madre.

—Cariño, quiero que conozcas a Potter—dijo Jane jalando disimuladamente a su hija hasta donde se encontraba ese hombre—señor Potter, mi hija Hermione Granger—.

—mucho gusto señorita Granger—saludo el apuesto hombre tomando delicadamente su mano para depositar un delicado beso en el.

—el gusto es mio—dijo Hermione asiendo una pequeña reverencia.

Sus miradas se encontraron por unos cuantos segundos, esos ojos verdes eran tan penetrantes que pusieron nerviosa a Hermione, no tanto como para acosarla pero si para intimidarla un poco.

—con permiso...—fue lo único que salio de sus labios.

—lamento la descortesía de mi hija—se disculpo Jane haciendo una leve reverencia antes de seguir a su hija, la había dejado en vergüenza delante de uno de los mejores candidatos de la noche, más tarde cuando estuvieran en la hacienda le diría sus verdades a esa chiquilla que tenía por hija.

—he visto que no aleja su mirada de ti—chillaba de felicidad Angelina, mientras molestaba a su mejor amiga.

—por favor Angie, deja de torturarme...—susurro Hermione—él es... agradable—fue la única palabra coherente que se le había venido a la cabeza para describir a ese sujeto. A lo largo de la noche, su madre se había empeñado en emparejarlos en charlas o bailes ocasionales.

—¿agradable? pero si es hermoso... ¿te imaginas? joven, guapo, con todo el dinero del mundo, mejor partido no puedes esperar Herms...—sentencio su amiga.

—el ligero problema es que no es pelirojo, ni militar, ni le pertenece mi corazón...—dijo Hermione para dejarle en claro a su mejor amiga que ni ella ni su madre la harían cambiar de opinión.

—¡Hay... ya se, ya se!... se que para ti, no hay nadie mejor que el teniente Weasley... pero no te ha quitado la vista toda la noche...—

—¡Angie, ya basta! ¡ese hombre no me interesa!—interrumpió Hermione a su amiga—¡deja de insistir!—.

—esta bien...—dijo resignada Angelina.

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—jovencita... tu y yo tenemos que hablar—dijo Jane antes de que Hermione se escapara a su recamara.

—si es por ese hombre, la respuesta es ¡no!—grito Hermione antes de subir 3 escalones mas.

—tu padre a estado muy enfermo, las heladas quemaron la cosecha y no habrá dinero para pagar la hipoteca—grito Jane mientras subía unos cuantos escalones para alcanzar a Hermione—vamos a perder todo...¿entiendes eso? y tú que eres la única que puede hacer algo, te niegas rotundamente—.

—pero mamá...—trataba de justificarse Hermione.

—hasta ahora te hemos dado todo a manos llenas ¿vas a dejar que vivamos en una horrible casa para soldados solo por tu orgullo? ¿eres así de ingrata?—la voz de Jane se escuchaba cada vez mas fuerte—¡vas a casarte con alguien que nos saque de esta miseria ¿entendido?!— sentencio Jane.

—¡no puedo Madre! simplemente no puedo—.

—pues tienes que poder—.

—¡no puedo, por que estoy enamorada!—.

—¿enamorada? ¿de quien?—Jane no podía creer lo que su hija le estaba diciendo.

—de un hombre bueno, inteligente, honrado... pero que no tiene el dinero que usted quiere—dijo Hermione con los ojos abnegados en lagrimas—y no pienso renunciar a él—sentencio Hermione antes de dar media vuelta y marcharse a su habitación.

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—teniente Weasley... puede acompañarnos por favor...—la voz del general se escuchaba demandante.

—se puede saber ¿para que necesitan de mi presencia?—dijo Ron con una voz llena de potencia.

—usted no esta en posición para esa clase de desplantes—sentencio el general—ahora por favor, haga el favor de acompañarnos—los tres hombres rodearon a Ron antes de hacer cualquier movimiento.

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—puedo ver a la señorita Hermione Granger, por favor—una mujer despampanante se hizo presente en la entrada de la hacienda de los Granger.

—¿quien la busca?—pregunto una extrañada Padma.

—soy Cho Chang de Weasley—dijo la mujer con la cabeza erguida.

—espere un momento, por favor—dijo una confundida ama de compañía.

Llego hasta la recamara de su niña y toco la puerta 3 veces, señal que solo ellas conocían cuando tenían algo importante que decir.

—mi niña, haya abajo hay una mujer que quiere hablar con usted—.

—¿una mujer? ¿y quien es?—.

—no lo se mi niña, dice que se llama Cho Chang de Weasley—dijo Padma viendo como el semblante de Hermione cambiaba—la hice pasar a la sala—dijo mientras Hermione baja a toda velocidad las escaleras.

—¿señorita Hermione Granger?—pregunto la mujer que estaba sentada en el pequeño sofá.

—si... ¿en que puedo servirle?—pregunto Hermione muy intrigada.

—ahora entiendo por que mi marido no quiere regresar conmigo—dijo la mujer mientras dejaba escapar un torrente de lagrimas—es usted fina, delicada, rica...—mas lagrimas surcaban sus ojos.

—perdóneme, pero no entiendo de lo que esta hablando—Hermione no entendía todo ese embrollo.

—hace mas de 5 años que estoy casada con el teniente Weasley, hasta tenemos un hijo—chillo la mujer—desde que los transfirieron aquí, no he vuelto a saber de él, ni una sola carta...—.

—¿el teniente Weasley?—pregunto extrañada Hermione—pero eso es imposible, Ron no esta casado—.

—seguro que eso le dijo a usted—la mujer se dejo caer al suelo, llorando amargamente—nunca podre competir con una mujer como usted...—.

—esto es una broma—Hermione no podía creer lo que estaba oyendo, era imposible.

—¿pero que esta pasando aquí? ¿quien es esta mujer?—Jane llego en el preciso instante en que la mujer se encontraba en el suelo llorando crudamente mientras una impresionada Hermione no podía ni respirar.

—soy Cho Chang de Weasley—dijo la mujer que se encontraba en el suelo, limpiándose las lagrimas del rostro.

—eso no es cierto—grito Hermione fuera de si—usted esta mientiendo—.

—por supuesto que no miento—sentencio Cho parándose de su lugar—el teniente Weasley es mi esposo, el padre de mi hijo, sino me cree... vamos ahora mismo al cuartel a encararlo—.

—¡tu no vas a ningún lado jovencita, no te vas a rebajar de ese modo!—sentencio Jane.

—por favor madre, tengo que saber la verdad...—dijo Hermione con lagrimas en los ojos, no podía creer lo que estaba pasando.

—¿te has vuelto loca?—gritaba su madre mientras le impedía el paso.

—¡no, por favor! por lo que mas quiera... díganme que esto es una mentira... déjeme ir con ella ¡por favor!—el llanto no dejaba que dijera palabras inteligibles.

—¿pero que clase de mujer eres? queriéndole quitar el hombre a esta mujer— Jane miro con reproche a su hija—haga el favor de retirarse de mi casa—dijo Jane dirigiéndose a la mujer.

—esta bien señora—dijo indignada Cho mientras salia de la casa.

—¡es una mentira! esa mujer esta mintiendo...—lloraba desconsolada Hermione—¡estoy segura que esta mintiendo!—.

—¡tranquilízate de una vez!—grito su madre.

Hermione estaba destrozada, no podía seguir con esa duda, tenía que ir al cuartel y saber la verdad de todo eso... estaba tan histérica que su madre la cacheteo para que se controlara.

Antes de darse cuenta, estaba sola en su cuarto con lagrimas en los ojos, sintiendo como su corazón se rompía por dentro.

To Be Continued...


Espero les haya gustado... ya saben que cualquier comentario, queja o aclaración es bien recibido. Muy pronto subiré la actualización.

Att: Kathy~chan

Ja ne.