Hola, bueno solo quiero aclarar algo antes de que puedan empezar con las lectura. Ya lo puse en el resumen, pero si es que no lo leyeron, entonces lo vuelvo a mencionar, este fic es un fic futa, pero no lo malinterpreten, no pienso escribir lemon, simplemente es una característica que me pareció más sensata para el desarrollo del fic. Ya saben, una razón algo coherente del porqué Clarke y Lexa puedan tener hijos...no lo sé, en la serie vimos que hay personas y animales con mutaciones, es por eso que creo que de ahí ser puede explicar el porqué del futa...uhmm...bueno, si alguno no se siente cómodo con eso es libre de dar media vuelta e ignorar este fic...
Con eso dicho, los dejo con la lectura...
.
.
.
.
.
.
Sus pasos eran firmes como siempre, caminó con la columna erguida, con esa pose que siempre imponía respeto. Llegó hasta quedar frente a su trono, dio media vuelta, complacida de ver a los embajadores de los 13 clanes que conformaban su coalición, inclinando levemente sus cabezas en símbolo de respeto.
Observó a la rubia ocupando el décimo tercer lugar y sonrió casi imperceptiblemente, sonrisa que fue recíproca a los pocos segundos. Sin querer dilatar más tiempo, dio por comenzada aquella reunión.
Después del último conflicto con la nación de hielo, la paz se mantuvo hasta esos momentos, en los que sus únicas preocupaciones se basaban en la cercana llegada del frío invierno. Necesitaban aclarar sus tratados de intercambios de comida y abrigo.
Suspiró una vez las puertas del salón se cerraron, dejándola solamente con la presencia de la rubia representante de la gente del cielo. Las discusiones de sus embajadores siente terminaban agotándola.
-Deberías descansar un poco-la voz de la rubia le llegó.
- Estoy bien-respondió mientras se dirigía hacia una mesa y se servía un vaso con agua.
-Madi-el tono de regaño no tardó en llegar.
-Estoy bien mamá-repitió, dándose la vuelta para mirarla a los ojos y sonreír.
-Sé cuan agotador puede ser todo esto, deberías descansar un poco, aún queda una reunión más por la tarde-le recordó, causando que volviera a suspirar.
-¿Cómo lo hacía ella?-pronunció sin pensar, arrepitiéndose casi al instante.
-Lexa...- sintió nuevamente ese nudo en la garganta, a la vez que sus ojos se humedecían, sacudió levemente la cabeza y se aclaró la garganta-tu nomon fue entrenada desde los dos años para tomar ese cargo, siempre manteniéndose serena ante las discusiones de los embajadores, sólo interviniendo en el momento adecuado, logrando un acuerdo beneficiario para ambas partes...siempre buscando paz..- explicó con una tenue sonrisa al recordar aquello.
-Lo siento..-murmuró al ver unas lágrimas descender por las mejillas de la rubia.
-No es nada- respondió a la vez que se limpiaba las lágrimas y le sonreía-tienes todo el derecho de querer conocer un poco más sobre ella, y yo siempre responderé tus dudas.
La castaña asintió, no queriendo ahondar en ese tema, aún cuando tenía tantas dudas sobre aquella mujer de la que su pueblo hablaba con admiración. Leksa kom trikru, la comandante que murió por una bala disparada por su mentor, el cuidador de la flama.
Recordaba las historias que su madre le contaba cuando era niña, sobre la gran guerrera que era la anterior comandante, mostrándole sus dibujos. Aquellos dibujos que retrataban a una hermosa joven de finos rasgos, una joven que aparecía en sus sueños, siempre sonriéndole, pero cada vez que Madi trataba de acercarse o hablarle, terminaba despertando.
-Hey, tierra llamando a la mini mapache.
Salió de la profundidad de sus pensamientos cuando unos chasquidos de dedos frente a su rostro la devolvieron a la realidad. Frunció el ceño ante aquella mujer delante suyo, pero la voz de su madre le ganó al expresar su molestia.
-Raven, no la llames así- regañó con un gesto amenazante.
-Pero si es igualita a la mapache mayor- replicó antes de pensar en sus palabras y al darse cuenta de la tristeza que llenó la mirada de su amiga se disculpó al instante-lo siento..
-No...ya han pasado más de 17 años, debo superarlo de una vez...-murmuró y al pronunciar las últimas palabras su voz se quebró.
-Hey hey, tranquila Clarke, es normal que aún sea difícil...digo...tú la amabas..
Raven no sabía que hacer al ver como lágrimas corrían libremente por las mejillas de su amiga, logrando que una mirada asesina por parte de Mady se clavara en ella.
-Hey, no llores Clarke...hmm...mejor dime...¿qué vamos a hacer por el cumpleaños de la pequeñaja?-dijo tratando de animar a su amiga, revolviendo los cabellos de Madi, quien gruñó con fastidio ante aquello.
Poco a poco la rubia se fue calmando, logrando que la tranquilidad le llegara a su hija.
/
Nuevamente se encontraba ahí, en ese sueño en el que estaba en un cuarto con paredes blancas, en donde a unos metros podía obserbar a la joven de los retratos que su rubia madre tenía guardados en su cuaderno. Sabía que si se acercaba demasiado despertaría, pero en ese momento el recordar las lágrimas de su madre lograron irritarla, sentirse molesta con la persona que se asemejaba a ella en sus rasgos. Apretó los puños al verla sonriendo de nuevo.
-¿Por qué siempre sonríes? ¿Estas feliz de habernos abandonado?-gritó con impotencia, queriendo sacar aquello que siempre había reprimido para no entristecer más a su madre-¿por qué nos dejaste? Ni si quiera me conociste...-murmuró sintiendo su voz quebrarse, algo no propio de Heda, pero en ese momento poco importaba, notó como la sonrisa desaparecía de las facciones de la joven-¿por qué tuviste que morir?-susurró con la voz llena de dolor, sintió sus piernas flaquear, cayendo de rodillas con las lágrimas brotando imparables de sus ojos.
Sintió unos brazos rodeándola, y una calidez distinta a la de su rubia madre, algo que nunca antes había sentido, pero que a la vez le causaba tanto dolor el saber que no lo sentiría cuando despertara. Se aferró con todas sus fuerzas a aquella joven, quien tenía la apariencia de alguien de su edad, apariencia de cuando murió.
-Madi...
-Nomon...
-Parece que no sabes cómo sucedió mi muerte...déjame mostrarte y espero que comprendas que aunque me duele haberme perdido la vida que pude haber tenido con Clarke y contigo, no me arrepiento de nada...
-¿Que..?
Antes de que pudiera pronunciar algo más, las paredes en blanco desaparecieron, siendo reemplazadas por unas paredes que reconoció como el cuarto al que su madre siempre evitaba.
Observó en medio de la habitación a quien reconoció como el amigo de su madre, Murphy, pero con aspecto mucho mas joven, sin la barba que siempre portaba. El joven estaba atado y amordazado, se acercó con rapidez y trató de ayudarlo, pero sus manos traspasaron el cuerpo del joven. Con sorpresa y miedo se alejó de inmediato.
"Déjame mostrarte..."
Las palabras de su nomon resonaron en su cabeza, tratando de analizar aquellas palabras.
Escuchó pasos acercarse y la puerta abrirse, abrió los ojos con sorpresa al ver a su rubia madre, pero con un aspecto más joven del que ella recordaba, además de que la notaba con una mezcla de felicidad y tristeza. La rubia al ver a su amigo en dichas condiciones fue a ayudarlo de inmediato, ella se hizo a un lado, aún cuando no podría tocarla ni mirarla.
Casi saltó del susto cuando escuchó una tercera voz. Se dio la vuelta y sintió la furia estallar en su interior al ver a un hombre que no reconocía apuntando con un arma y amenazando a su madre. No escuchó que palabras decía, simplemente su cerebro trabajaba en una manera de poder hacer algo con su estado de no poder tocar nada y anularlo, para poder matar al hombre que se atrevía a apuntar un arma contra la madre de Heda.
Maldijo al intentar tocar las cosas y no poder agarrar nada en concreto. Los disparos la alertaron, trató de defender a su madre pero nuevamente no podía hacer nada. Escuchó entonces pasos adentrándose a la habitación, volteó en esa dirección y al ver a su nomon, su cerebro pareció encajar las piezas.
Sintió un vacío extenderse por su estómago. Observó con impotencia como la castaña se interponía entre una bala que iba a impactar en la rubia, recibiendo ella el daño.
La vio caer de rodillas y a la joven rubia acercarse corriendo a socorrerla. Sintió sus lágrimas empezar a resbalar al ver cuánto se esforzaba su joven madre en tratar de mantener viva a quien amaba. Empezaba a comprender el porqué su madre evitaba esa habitación que cargaba con su recuerdo más doloroso, el recuerdo de no poder hacer nada por salvar a su persona amada y ver como su vida se escapaba de sus manos.
Sintió una presencia a un lado suyo a la vez que la imagen frente a sí desaparecía, regresando a aquella habitación blanca. Trató de controlar sus sollozos para poder hablar.
-¿Por qué me mostraste eso?-preguntó con una voz débil.
-Heredaste la flama, desde ese momento he escuchado tus dudas y además quería que comprendieras el porqué de mi muerte...a pesar de que me duele no haber estado a tu lado cuando apenas eras un bebé o el haber estado con Clarke, atendiendo sus pedidos en el embarazo...si yo no me hubiera interpuesto entre la bala y ella...Clarke hubiera tenido mi destino...y sé que tal vez es egoísta de mi parte, pero ella siempre fue más fuerte que yo, si los roles se hubieran invertido yo...-negó con la cabeza-sólo quiero que sepas que las amo, a ti y a tu madre...recuérdalo siempre..
.
Despertó con la respiración agitada y las mejillas húmedas.
.
.
.
.
.
.
.
Bueno, dejaré el capítulo solo hasta aquí...la verdad que esta idea se me vino de repente y me puse a escribirla cuanto antes, para no olvidarla después Xd
Y bueno, creo escribir uno o dos capítulos más y terminar esta historia, no se preocupen...este es el único capítulo "triste"...no saben cuánto odié que mataran a Lexa, y peor fue el hecho de como murió...bueno, yo les daré final feliz Xd
