Sayori Wakaba estaba acostada boca abajo en la cama realizando sus tareas de la universidad, miró el reloj, faltaban alrededor de veinte minutos para que Aidou.
Llevaban siete años viviendo juntos, desde que Sayori se graduó de la Academia Cross. Aidou se había graduado un año antes que ella y se fue a la universidad en la ciudad capital, obviamente una de las más cara, (esperen dije una de las más caras), no la más cara de todo Tokio. Le rogó que se fueran a vivir juntos a un lujoso departamento cerca de la universidad de ambos, Sayori declino su propuesta al instante, Aidou se vio forzado a conseguir algo más acogedor como le pidió su Yori.
Se escucharon los ruidos del ronroneo del motor del Roll-Roys de Aidou en la entrada de la casa, inmediatamente Yori comenzó a recoger las cosas de la cama y las puso en una de las mesitas de noche. Se traslado a la cocina para revisar la cena.
Cuando llegó a la cocina la cena ya estaba lista.
Sayori escuchó como la llave se deslizaba en el cerrojo para abrir la puerta.
Antes de que se diera cuenta del sonido de la puerta al cerrarse, sintió unos brazos firmes que la envolvían por la cintura y le plantaban un pasional beso en los labios, al momento Sayori cerró los ojos para dejar que la lengua que le pedía permiso para acezar a su boca entrara.
Las manos que la sujetaban resbalaron para posicionarse en sus caderas sujetándolas firmemente. Sayori sabía lo que Aidou pretendía. No está ves, pensó.
Empujó con sus pequeñas, delgadas y muy femeninas manos el pecho de él, este la soltó de mala gana.
-Hola- dijo ella.
-Ummm…- gruño él.
Alguien se puso de mal humor, pensó Yori para sus adentros.
-La cena ya esta lista- dijo, mientras veía a Hanabusa aflojando el nudo de su corbata y como tiraba al sofá su chaqueta.
-Voy- dijo simplemente.
Ella puso los ojos en blanco.
Hanabusa se sentó al lado de Yori en la mesa, ambos comían en un silencio incomodo, que ella se decidió por romper.
-¿Cómo te fue?
-Aburrido.
-Vaya- respondió ella elocuentemente.
-¿Qué?- inquirió él irritado.
Ella se levantó de la silla dejó el plato en el fregadero, lleno un vaso con agua y sacó una cajita de nácar. Camino hacia Aidou y se le puso en frente la caja y el vaso con agua, si decir más ella fue al perchero que estaba en la entrada cerca de la puerta, tomó su chaqueta y salió.
Cerró la puerta y caminaba hacia el frente con la mirada ausente hundida en sus pensamientos.
Él se graduaría en menos de dos meses y tomaría el puesto de su padre frente a las empresas del grupo AIDOU, ella sabía bien que jamás podrían afrontar la vida como un matrimonio, la madre, el padre y las hermanas de Aidou se lo habían dejado muy en claro estos últimos 7 años de su vida.
Ella lo único que podía hacer era disfrutar lo que les quedaba juntos, ella se había negado a dejar que Hanabusa le pagara la universidad, ella se había hecho de una muy buena beca por su desempeño académico, pero aún así necesitaba trabajar para poder cubrir el resto de sus gastos. Ella rechazó todo lo económico que viniera de Aidou, incluso le ayudaba a pagar la renta del apartamento donde vivían, recordaba que él lo había declinado pero ella le insistió hasta que él de mala gana acepto. Todo esto porque no querría que cuando ella tuviese que desaparecer de la vida de él creyera que solo estabo con él por su dinero o cualquier bien material.
Sayori tomo un taxi y le dio la orden de dirigirse a la universidad Ivy League.
Ella tenía la cita para el día de hoy a las 7:30 para comenzar el trámite de cambio de universidad, ella erigiría entre las universidades que tenían convenios con la suya para poder conservar la beca que tenía.
Llegó 15 minutos antes de la hora acordada, espero pacientemente en las sillas fuera del edificio de trámites e información.
La secretaria le llamó para entrar a la oficina.
-Buenas tardes- saludó cortésmente Yori al entrar a la oficina y cerrar la puerta tras de ella.
-Buenas tardes, señorita Wakaba- dijo él hombre al otro lado del escritorio- Bien, aquí están los folletos de universidades que poseen convenios con la institución.
Sayori tomó los papeles impresos a color que le tendía y los miró, había excelentes Universidades, Oxford, Cambridge, Harvard en occidente, la Universidad Utrecht en Holanda, Dios había al menos 30 universidades prestigiosas.
Después de leer los folletos, mensualidades, evaluaciones, niveles académicos y sobre todo sabes su lejanía, eligió la Universidad de Oslo en Noruega, si era lejos.
Él hombre calvo le dio algunas formas a llenar y una cita dentro de tres semanas para realizar un examen de acceso y poder estabilizar su beca en su próximo destino, cuando ella tenía la mano en el cerrojo el hombre habló.
-El joven Aidou, ¿Sabe qué usted se va? - preguntó.
-No lo sabe, y me gustaría apelar a mi derecho de confidencialidad, aunque este fuera de este campus- dijo Sayori seriamente sobre su hombro.
-Está bien señorita, como usted guste.
-Gracias, que tenga buena noche.
-Igual señorita.
Cundo Sayori llegó Aidou estaba en el cuarto de baño, según delato el vapor saliendo debajo de la puerta, se dirigió a la cocina, Aidou había lavado los platos y limpiado la cocina.
Suspiro y se sentó en una silla, después de un rato de reflexión se levantó y fue a la habitación que compartía con Hanabusa. Saco de su armario un sostén con sus bragas a juego y un camisón de franela, lo arrojó a la cama, y se sentó en el borde de la misma.
5 minutos después Aidou salió del baño, tenía atada por la cintura una toalla blanca, dejando desnudo su pecho, Aidou no era tan fornido como su primo Akatsuki, pero tenía su cuerpo bien formado y definido, podía ver su abdomen repleto de cuadros, sus pectorales y esos fuertes brazos que amaba cuando la sostenían, y….
-¿Quieres show amor?- dijo seductoramente.
Ella volvió a la realidad, se había perdido mirando el glorioso cuerpo de Hanabusa, que tantas veces la habían hecho suya.
-Eeehh…- Vaciló.
Aidou sonrió con satisfacción por como ella se ruborizo y tomó su ropa para salir disparada al baño, le encantaba cuando hacía eso.
