No soy dueño de los personajes, únicamente de la trama, si deseas comprarla como ocurrió con 50 sombras de Grey y hacerme famoso se puede llegar a un acuerdo (si cuela, cuela y si no... ya sabéis cómo sigue)

Chico x chico, si no te gusta pues que quieres que te diga, no te metas en la sección de romance de las historias Hijack

Notas del autor: Bueno, pues este es el primer fan-fic que escribo y también mi primera historia de cualquier tipo. Estoy usando el word online que apenas tiene funciones además que ya de por si yo no soy muy bueno usándolo, así que si veis que esta mal maquetado o lo que sea, pues cosas que pasan. Escribo esta historia porque me gustaría poder ofrecer algo a este maravilloso fandom además de porque me han comentado que escribo bien y me gustaría probar, cómo ya comente arriba si me convierto en el próximo best-seller no me voy a quejar (lo dudo pero de ilusión también se vive) Me haría mucha ilusión que me comentéis que tal os parece tanto la trama, cómo mi escritura, incluso si es para decirme que soy malo y los errores que tengo. Después de esta introducción tan larga que no viene a cuento aquí esta mi creación, espero que la disfrutéis.

Prólogo

Era una mañana fría y ventosa en el Mercado. Por el aspecto de las nubes estaba claro que para las primeras horas de la tarde comenzaría una nevada. "Lo llevamos claro" murmure entre dientes. En esa clase de días pocos compradores deciden acercarse e intentan realizar las transacciones lo más rápido posible. Los amos, para compensarlo, mantienen abiertos los puestos hasta que empieza a escasear la luz natural. Un escalofrió recorrió mi espalda y al instante un pensamiento atravesó mi mente. Si yo tenia frío no quería imaginar como lo estaría pasando la chica que se encontraba a mi lado, cubierta por unos finos harapos que cubrían lo justo para mantener algo de intriga al comprador final pero lo suficientemente ligeros para mostrar bien la mercancía.

Cuando estábamos apunto de recoger para pasar la noche en las cuadras un último comprador hizo acto de presencia y los amos nos ordenaron que volviésemos inmediatamente a nuestras posiciones. Por su atuendo estaba claro que era el hijo mayor de una familia de comerciantes acaudalados o incluso puede que perteneciese a la nobleza. No era la primera vez que se acercaban personalmente al Mercado apunto de cerrar y sin compañía únicamente con el objetivo de adquirir una chica joven que les sirviese para satisfacer sus deseos más primarios. Este no seria distinto. En caso de necesitar algún esclavo extra para arreglar sus alcobas mandaban al mayordomo o en casos muy excepcionales iban ellos mismos con toda su escolta a elegir una remesa nueva personalmente sin correr ningún riesgo.

En eso me fije en su curioso aspecto. Vestía un traje azul ribeteado en plata que se contorsionaba formando un estampado de pequeños copos de nieve que además hacia juego con sus ojos, cuyo color azul reconfortaba con tan solo mirarlo. Su piel extremadamente pálida recordaba a la nieve virgen recién caída, perfecta, blanca, pura. Únicamente su pelo era capaz de desviar la atención de todos aquellos detalles pues resultaba ser de un color impreciso, entre el plateado de las filigranas de su traje y el blanco de su piel. Muy rudos debían de ser sus modales o muy particulares sus gustos para que con aquel aspecto de ángel no le bastase con todas las hijas de otros comerciantes o nobles que seguramente podría conquistar con una leve sonrisa.

Me encontraba tan seguro de mi teoría sobre aquel adolescente que cuando salí de mi ensoñación y me encontré con su dedo señalándome para ser comprado no supe reaccionar. Note como me colocaban debajo de la nariz una tela con un olor muy fuerte y rápidamente todo me comenzó a dar vueltas. Lo último que fui capaz de ver fue al joven sonriendo mientras me miraba a los ojos, después de aquello la oscuridad fue total.