Hola buenas noches, soy la novia de su escritora soy Samantha, jaja por fin voy a poder enseñarles lo que habia estado escribiendo, con la ayuda de su escritora, ya que no conozco mucho la serie por eso, se decidió hacer una historia moderna, me habia comentado su escritora que es AU algo asi, entonces les explico por qué a ella le ha gustado como va empezando, asi que no la hare sola, ella no ha subido capítulo de la otra, por el tiempo pero ella lo hará, espero les guste y no sean tan duros conmigo, es la primera que hago y me encanto los personajes, en fin gracias y bueno espero les agrade, hay algunas cosas que me gustaría aclarar, esta historia tendrá un poco de drama y al principio las personajes serán distantes pero poco a poco el amor crecerá entre ellas, puedo decirles que con una idea de su escritora, bueno saldrá una sorpresa por parte de Korra sobre su sexo y bueno no puedo decirle más hasta que desarrolle con más tiempo la historia ya que está en proceso, gracias y espero subir la historia cada miércoles gracias y tengan una excelente noche
Solo los personajes no me pertenecen son de la serie de Legend of Korra
Fic AU
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-Lamento decirle que su currículo no fue aceptado señorita Jones- un hombre calvo sostenía unos papeles arrojándolos en el escritorio
-no entiendo, pero si…cubro con todos los requisitos del puesto, yo….yo no-el rostro de la morena estaba taciturno, sin comprender por qué había sido rechazada de dicho empleo
-si…es una lástima- aquel hombre la miraba con picardía- claro que estábamos impresionados pero bueno, tal vez pudiera hacer algo al respecto si…- se rascaba su quijada alzando las cejas
-si… ¿qué?- la morena fruncía el ceño y contestaba de manera tajante y confusa ante los gestos de ese hombre
-bueno, usted sabe a qué me refiero- ese hombre juntaba sus manos sonriéndole a la morena incitándola a hacer algo en la oficina.
-….-
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-¿Qué tal te fue?- una joven de ojos verdes y del mismo color que el de la chica que se acercaba a ella, miraba con una sonrisa, esperando que aquella mujer trajera buenas noticias y la hubieran contratado en esa agencia privada de seguridad.
-bueno, seguramente me estarán demandando por haber golpeado al capacitador por proponerme acostarme con el- La chica morena de antes miraba con tristeza a su hermana, quien la había recibido con una sonrisa y su rostro simplemente cambio a uno de coraje.
-¿Qué has dicho?, demonios… ¿qué es lo que tienes que provocas en todos los hombres que quieren una noche contigo? Korra Jones- La pequeña ojiverde miraba a su hermana quien solo levantaba los hombros sin saber que decirle, miro el rostro de su pequeña hermana que estaba triste y preocupada por la situación, sin más tomaba su mano y le sonreía
- no tengo la menor idea, solo no quiero que el mundo me vea- golpeaba ligeramente el hombro de la ojiverde sonriendo de lado, la ojiverde sonreía y miraba a su hermana para después continuar su frase
- jaja cuando todo está hecho para estar roto Jones- Korra abrazaba a su hermana caminando por la calle esperando solucionar su problema
-solo quiero que sepas quien soy yo querida Opal- y sin más ambas se iban caminando por las calles de California, en busca de que le dieran trabajo para poder seguir manteniendo la universidad de su hermana y aquella casa que tenían por alguna de las calles de California en Oakland.
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-¡por favor señorita Sato!, necesito el empleo…yo, yo tendré cuidado le juro que no volverá a pasar si tan solo- una mujer de piel pálida y ojos verdes con un lunar en la mejilla derecha sacaba con fuerza a un hombre a la calle por aquellas puertas grandes de color ocre, haciendo que el cayera rodando por dichas escaleras de la mansión Sato
-¡la próxima vez!, no habrá próxima vez para mi hermana si dejo que tú la protejas…no sirves por tu culpa hoy casi la atropellan, ¡LARGATE!, si no quieres que te encarcele, ¡Seguridad!- dos hombres tomaban a ese pobre hombre llevándoselo de ahí, la mujer veía triunfante sonriendo aquel escena humillante, mañana temprano llevaría el reporte a todas las agencias de seguridad y guardaespaldas para que nunca más lo volvieran a contratar, entraba a la mansión y se encontraba con un joven atractivo con los mismos color de ojos verdes como ella, el mismo cabello azabache, aquel chico estaba recargado en una de las paredes jugando con unas bolas de imán, miraba a la pelinegra ojiverde y sonreía
-muy bien Kuvira…has vuelto a echar otro guardaespaldas, papa no creo que este contento y menos Asami- la pelinegra lo miraba con desprecio y bufaba riéndose
-Jahh…nunca me ha importado lo que piense mi padre querido Bolín, necesito asegurarme de que a Asami nunca…le suceda algo, debe a ver alguien quien quiera dar la vida por ella, que no le pese protegerla y sobre todo, que no le quite la mirada de encima, ella Bolín…es el mismo retrato de mama y nuestro deber de hermanos mayores, es protegerla a costa de todo- decia aquella mujer de mirada fría, su hermano le sonreía tomando su hombro, algo que caracterizaba a la Familia Sato eran sus tres hijos y la fortuna de la gran empresa, todo el mundo quería ir tras el dinero de los Sato y todo el mundo quería, tener la mano de alguno de los herederos pero se los rumores de que no había ser en la tierra quien pudiera lograr que aquellos corazones se descongelaran tras la muerte de la Señora Sato.
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Día 01
7:30 A.M. 18 de Junio de 2013, 61st Street, Oakland, CA 94608, EE. UU.
-Korra…- la morena moría en esas sensaciones que le provocaba una mujer desconocida que estaba sentada en su regazo lamiendo su oreja y acariciando con fervor sus hombros tonificados
Nnhh… ¿quién eres, dime tu nombre por favor?- Korra tomaba a esa mujer entre sus brazos mirando a aquellos ojos brillantes de color verdes, aquella mujer tenía una sonrisa tan brillante y cálida que cuando iba a responderle, el rostro de esta mujer cambio a uno de enfado y la voz de ella ya no era ronca, si no chillona como la de
-¡KORRA DESPIERTA JODER!-la morena abría sus ojos en golpe, su respiración estaba agitada y sentía su corazón salirse del susto, se levantó de la cama desesperada, tanto que callo al suelo a los pies de la dueña de esa voz agresiva
-auch…Opal, pero que- Korra sintió ardor en su rostro cuando le fue arrojado su camisa, Korra se la quitó dándose la vuelta quedando boca arriba, miro a su hermana que tenía las manos en su cadera y esos ojos verdes en flamas rojas al ver a su hermana mayor aun dormida
-¿Por qué estás tan enojada?- Korra se paraba mirando a su hermana con enfado ahora, tenía un sueño tan delicioso y no supo el nombre de aquella mujer tan hermosa
-por el amor de dios Korra, son las 7:30 de la mañana tenia que ir a la uní a las 8 y no voy a poder llegar cuando sabes que la uní queda a una hora de donde vivimos, demonios no debí dejarme influenciar de ti durmiéndonos tan noche para- La pequeña morena no termino su reclamo cuando su hermana ya la estaba jalando del brazo mientras se ponía su camisa y salía por las llaves de ese viejo cooper que tenía para llevarla de inmediato a la uní, se había quedado dormida tarde con ella viendo videos antiguos de sus padres y la vida que tuvo en Alaska hace mucho tiempo, rápidamente tomo su mochila y su sudadera azul, Opal iba detrás de ella con una cara de frustración y cansancio, otra vez llegaría tarde, ambas se metieron en el auto y Korra dio marcha por todos los atajos que conocía con tal de que su hermana llegara a lo mejor 15 minutos tarde, pero no mas.
-Ponte el cinturón, ya veras que llegaremos pronto- Decia Korra arrancando el auto y ya saliendo de su estacionamiento, Opal se ponía su cinturón y miro fulminante a su hermana, Korra iba por aquellas calles sin decir nada y manejando como una loca, de por si no sabía manejar bien y cuando pasaba esto Opal le rezaba a su dios de la tribu de su casa, porque no les pasara nada, Korra la miraba de reojo sin entender el rostro de su hermana
-¿Por qué me miras así?- decia Korra mirando rápido y luego volviendo a ver al frente, Opal suspiro y le coloco el cinturón a su hermana, Korra sonrío
-gracias- decia de nuevo Korra, pero no recibió ninguna respuesta de su hermana, pudo ver de reojo que su hermana saco de su bolsa su iPod, se colocó sus earpods y se recargo sobre el asiento esperando a llegar a la uní.
-Ok…puedes ignorarme como siempre- decia Korra suspirando y buscando salidas para llegar lo menos tarde
Habían pasado alrededor de 30 minutos desde que habían salido de su casa y por obra del espíritu de la luz de la tribu agua del sur, Korra se encontraba afuera de aquellas puertas enormes de la Universidad de California en Berkeley, se había hecho de Oakland a Berkeley 30 minutos un tiempo récord, al parecer Opal se había quedado dormida, miro su celular y vio que eran las 8:10 a.m. por lo menos solo 10 minutos de retraso, rápidamente se quito su cinturón y el de su hermana, le quito un earpod de la oreja y movió su hombro despacio con amor
-Opal, ya llegamos- la pequeña Opal despertó mirando a su hermana y respirando hondo, Korra sonrío y le enseño el reloj – solo llegaste 10 minutos tardes ¿ves?-
-gracias- Opal rápidamente se quitaba sus audífonos y los guardaba en su mochila- ¿vendrás por mi o te veré en casa?- la ojiverde miraba a la morena mayor
-no, esta vez ve sola a casa, buscare trabajo por Santa Clara Avenue, Alameda, CA 94501, tengo entendido que haya hay una agencia de guardaespaldas y bueno, necesitamos dinero para el día 25 para tu inscripción si no, no te dejaran presentar tus exámenes Opal, así que estaré muy lejos de Oakland – Opal la miraba preocupada, estaba molesta con ella pero sin mas se aventó sobre ella abrazándola no pudo evitar empezar a sollozar, Korra la abrazo con fuerza sonriendo
-lamento ser una carga para ti- Korra abría sus ojos y alejaba un poco a su hermana tomándola del rostro, le limpiaba sus lagrimas con los pulgares y sonreía
-no, tu no eres una carga, eres lo único que tengo en esta vida, no por que mama y papa hayan muerto significa que me siento en la obligación de seguir tras de ti, lo hago por que te amo y por que quiero que logres todo, no quiero que trunques como yo- Opal seguía viéndola sin parar de llorar
-tu no terminaste tu carrera de cinematografía por todo lo que ha pasado, ahora debes trabajar para ayudarme y darnos de comer, si tan solo me dejaras- y Korra la sacudía un poco hablando un poco fuerte
-¡escúchame bien Opal Jones!, tu…no tienes necesidad de trabajar, con esfuerzo, te eh dado todo y no me ha pesado, no quiero escúchame bien, no quiero que vuelvas a sugerirme que debes trabajar, yo puedo darte todo, no lo necesitas ¿entendido?- Korra la miraba con el ceño fruncido y apretando un poco sus mejillas, Opal solo movía la cabeza en afirmación y Korra suavizo su agarre, le sonrío y le dio un beso en la frente, soltó sus mejillas y de su cartera saco 50 dólares, quedándose ella como solo 10, se los dio a su hermana.
-Korra, no me des tanto yo- Korra los metió a su mochila y le sonrío guiñándole el ojo
-tu debes tomar taxi, no bus recuerda que no quiero que te suceda algo, además debes comer algo, en casa haré los fideos que nos hacia mama, que te parece, ¿te agrada comer hoy fideos?- Opal sonreía limpiándose el rostro y asintiendo, sin mas Korra veía su reloj y abría sus ojos
-¡OPAL A CLASE AHORA!- la niña se sobresaltaba por el repentino cambio de su hermana, rápidamente veía su reloj "oh cielos", se había quedado 10 minutos mas, ahora si había llegado tarde, sin mas se metió y Korra solo la miro triste, arranco el auto y siguió su curso, pasaron 5 minutos y sonó su Smartphone, lo saco de su bolsa y leyó el Whatapps que le había llegado, al principio sonrío pero después paro el carro y las lagrimas comenzaron a caer, se tapo el rostro mientras lloro, hace tiempo que no lo hacia y ya necesitaba sacar lo que desde hace un mes no había podido por que no quería que su hermana viera que se estaba cansando, ella era su apoyo y como muchas veces le dijo su hermanita, era su ejemplo y su héroe favorito, sin más se limpió el rostro y siguió su marcha pues tendría que pasar por todo Oakland y pasar por uno de los puentes de California para llegar a su destino, el mensaje la había hecho soltar todo iba limpia gracias a su hermana que le había dicho
"gracias por ser mi héroe recuerda que cuando todo parece estar roto… solo queremos que sepan quienes somos"
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7:30 A.M. 18 de Junio de 2013, 750 Howard St, San Francisco, CA 94103
Día 01
-Buenos días mi dulce Jazmín, ¿quieres que te prepare tu Late y te prepare una ensalada de fruta con yoghurt natural?- Una mujer de media edad miraba con una amplia sonrisa hacia la puerta de esa enorme cocina
-si nana, muchas gracias, me sentare dentro de la cocina, hoy no deseo estar con Kuvira y Bolín, después de lo que hicieron hace 1 semana- una chica de cabellera azabache se sentaba en la mesa auxiliar de dicha habitación, con las piernas ligeramente colocadas a un lado sin cruzarlas, la piel de aquella mujer era más blanca que la de sus hermanos, pero compartía el mismo color de cabello y los mismos ojos verdes esmeralda, alta de buen cuerpo, más delicada que su hermana, tenía gracia y dominancia más que su hermano ella, era la menor de ellos y a sus 25 años, era todo un éxito en los negocios y en la última tecnología en autos, la más pequeña de los Sato, seguía los pasos de su padre, era una mujer tan joven y a tan solos 6 meses iba a hacer nombrada Directora General de dicha empresa Industrias Futuro, dedicada a la venta de autos y otras tecnologías militares de última generación, la historia de los Sato había sido todo un triunfo, sin mencionar la pérdida que habían tenido alrededor de 5 años cuando la señora Yasuko Sato dueña de las boutiques egofug, la última moda del siglo, había fallecido en un incendio de una de sus boutiques, los tres herederos de tan exagerada herencia habían cambiado, su personalidad y eran los solteros mas codiciados en todo el mundo, en especial por aquella chica de ojos verdes esmeralda, mas brillantes que de sus hermanos
-buenos días querida hermanita- Asami suspiraba con desgano, se habían quedado en la cocina para no tener que verle la cara a
-Kuvira buenos días- seguía tomando su café ligeramente tras contestar a su hermana sin mirarla
-¿sigues molesta por lo que le hice al tal Rogelio?- se acercaba a ella mirándola con esos ojos verde oscuro, menos claros que de Asami, la pequeña ojiverde no miraba a su bástaga
-se llama Roberto y era un buen hombre, nunca iban atropellarme, yo ya me había fijado, en algún momento debo tener libertad, no puedo tener a todo el mundo vigilándome las 24 horas del día 365 días del año Kuvira Sato, hazme el favor de irte, disfruto mi late- le había solo echado una mirada fulminante y había regresado su vista a la taza
-como sea, no necesito a alguien incompetente que no sepa para que se le paga, oye no cualquiera recibe a la semana 1500 dólares por cuidarte, ósea si te das cuenta estas personas ganan 6,000 dólares al mes, nadie gana eso, lo único que se les pide es que mantengan a salvo a nuestra jazmín por- Asami se paro colocando firme y con fuerza sus manos en la mesa, haciendo que los trastes suenen y su late se derrame en la mesa de mármol, miro a Kuvira con enfado
-¡Ese es el punto Kuvira!, no soy algo que tengan que proteger, no por que sea la que mas se parezca a mi madre, deben ustedes creer que no puedo seguir en el negocio de la ropa de mama o no deba salir, permití que mi padre no me incluyera en alguna boutique de madre, pero no voy a permitir que me sigan ignorando solo por que crean que saldré y alguien intentara matarme, ya basta de eso ¡estoy cansada!, gracias por el desayuno Kuvira Sato, ahora me retiro ¡sin guardaespaldas!, mínimo hasta que me consigan otro, como siempre- quitaba el banco y se iba de ahí, Kuvira se quedaba sin palabras y con los puños fuertemente cerrados, ella tenia miedo de perder a su hermanita, de hecho tenia miedo de perder a cualquiera de su familia, no lo hacia para molestarla, solo no quería volver a experimentar el dolor interno por la perdida de alguien cercano.
-Buenos días padre ¿puedo pasar?- Asami se encontraba en la puerta del gran despacho de dicha mansión, su padre quien estaba tomando su café matutino revisando como siempre sus documentos y archivos de su empresa, miraba con gran emoción a la mas pequeña de sus hijos, el señor se paro y camino enfrente de su escritorio extendiendo sus brazos
-ven mi cielo, buenos días- la chica, se acerco con una media sonrisa, corrió a los brazos de su padre y se recostó en el pecho de dicho señor canoso, sonreía al sentir a su hija, Asami se separo de el y acomodo su corbata que había desordenado un poco
-papa, tenemos que hablar sobre lo que hace Kuvira, es muy protectora conmigo- el anciano sonrío y de la mano llevo a su hija al sillón rojo que tenia en esa dicha oficina, ambos se sentaron y se miraron
-dime que hizo ahora- decia el señor sonriendo, Asami en ese momento exploto y se paro de ahí caminando por todo lo largo del sofá enfrente de su padre con los brazos cruzados
-es que Kuvira despidió a Roberto y lo peor de todo, mando una carta a todas las agencias para que no lo volvieran a contratar, hoy no me dejo desayunar a gusto, me había quedado en la cocina con nana, por que no quería verle la cara a Kuvira ni a Bolín, papa no soy una niña ya, tengo 25 años por dios, yo se cuidarme sola, se supone que tome mis clases de karate y kick boxing para defensa personal, son ágil, astuta, inteligente y sobre todo casi directora de Industrias Futuro, eso no lo hace cualquiera, ellos me atosigan y dicen que tu participas con ellos por que no quieren que me pase lo de mama, se que aun duele solo han pasado 5 años y la extraño, pero por dios padre, no necesito que todo el tiempo me estén protegiendo, te aseguro que serian capaz de hasta mandarme a alguien que me cuide cuando voy al tocador- en ese momento el señor soltó su carcajada haciendo que Asami se desconectara de su enojo, miro a su padre y grito ofendida
-¡ACASO ES GRACIOSO TODO ESTO PADRE!- el señor la miro sonriendo y la tomo de la mano indicándole que se sentara junto a el, lo cual hizo de mala gana, el señor la tomo del rostro y la giro para que lo viera
-mi niña, tus hermanos solo quieren lo mejor para ti, tal vez sus acciones son exageradas, pero oye, ¿tu crees que no tengo miedo de perder no solo a ti, sino alguno de ustedes tres?- Asami lo miro triste iba a contestar pero su padre siguió hablando tomando con su mano una de sus mejillas
-perdí al amor de mi vida, la única mujer que me dio el significado de la paz interior y el amor verdadero, me regalo a tres maravillosos hijos, que son mi orgullo, les he dado la libertad que siempre han deseado, Kuvira es dueña de la mejor agencia de seguridad privada de San Francisco y tiene a los mejores guardaespaldas trabajando a su mando y hasta la fecha no hemos tenido problemas con eso, tu hermano se encarga de las boutiques de tu madre y durante estos 5 años, tengo entendido que la ropa es la numero uno en la moda y se vende en mas de 75 países hija y tu, mi flor de Jazmín, te has ido en el negocio mas grande del mundo en Industrias Futuro eres una excelente administradora de empresas y relaciones internacionales, sin mencionar que eres la mejor ingeniera y que has logrado mas de 25 modelos de autos y motocicletas que ha llevado a Industrias Futuro al siglo 21 con la ultima tecnología de punta cariño, son mis mayores logros y no por el dinero, si no que todos tienen una cosa de su madre, son mi único recuerdo y mi esfuerzo, si se protegen entre si Asami, yo apoyo todo, con tal de que ustedes sigan conmigo, claro que supe de Roberto, para ti no es nada pero para mi es todo, pude perderte, no quiero hacerlo no estoy listo para perderte, yo le dije a Kuvira que lo sacara de la agencia y que no dejara que volviera a trabajar, sin embargo antes de que te enojes le darán trabajo en una agencia de transporte con mi colega en Industrias Varrick, así que tranquila tal vez no gane 6,000 dólares pero ganara lo conveniente para mantener y darle diversión a su familia, te lo aseguro, no te enojes con tus hermanos, solo no quieren volver a pasar por otra perdida, ni yo tampoco ¿entiendes Asami?- el señor la miraba a su hija con ternura, su hija no podía discutir con su padre, al final su padre solo lo hacia por amor, y no quería lastimarlo, sin mas suspiro y le beso ambas manos
-¿te iras tan temprano a la oficina?- le decia su padre sin soltar aun sus mejillas
-no, iré a mi practica de equitación, el 25 de este mes es mi torneo de equitación, así que debo estar lista para ello- se paraba sonriendo su padre la miraba y antes de que pudiera salir el señor le anunciaba
-Kuvira ira entonces al hipódromo, a presentarte a tu nuevo guardaespaldas, te prometo que cuando consigamos a uno que se dedique a cuidarte, las cosas cambiaran, entrena duro que cuando vaya, quiero que ganes mi querida jazmín- Asami sonreía y asentía con la cabeza, salía del despacho de su padre y se dirigía a su habitación iba a bañarse y a ponerse la ropa de equitación, hoy se daría el día en la empresa y en el taller, puesto que no tenia guardaespaldas y seguramente Kuvira querría protegerla todo el día y lo mejor era esperar, no podía discutir con ellos, por mas que quisiera, si Asami se había hecho tan fría y cortante había sido por la sobreprotección de ellos, en el único lugar donde se sentía a gusto era cuando se dedicaba a pintar o cuando estaba con su caballo, en ese momento no habían nadie que todo el tiempo, le dijera que debía cuidarse.
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Día 01 Santa Clara Avenue, Alameda, CA 94501, 18 de Junio 11:00 a.m.
-Hola, mi nombre es Korra y ammm, hace una semana vine a pedir una cita para alguna agencia privada de guardaespaldas o seguridad- Korra sonreía a la bella secretaria de ese lugar tan elegante, aquella chica la examino rápido y le sonrío tomado sus papeles, Korra mientras tanto miraba a su alrededor, estaba en la zona de ricos de ese lugar, había intentado probar suerte ahí, necesitaba con urgencia el trabajo y no iba a dejar de insistir por nada en el mundo.
-muy bien tu eres Korra Jones, si aquí esta tu cita de hecho tenias una a las 10: 30 de la mañana y tu llegaste a las 11, supongo que por el largo viaje, en fin se te removió dicha cita y la tendrás a la 1 ok- Korra suspiraba pesadamente cerraba sus ojos y volvía a mirarla con su sonrisa de lado
-se que me tarde bastante, pero tu lo has dicho yo vivo hasta Oakland y no es fácil llegar hasta Santa Clara, no podrías hacer una excepción cariño- aquella chica miraba a Korra un poco ruborizada la sonrisa retorcida de Korra y la insistencia era bastante buena para convencer a alguien, pero se había equivocado de chica
-lo siento cariño, tengo novio y no puedo hacer nada, la cita la tienes a la 1 de la tarde, si no vienes se anulara y tendrás que esperar 6 meses mas, ¡siguiente!- Korra se quedaba paralizada y roja de la vergüenza lo bueno era que nadie estaba ahí, sin mas se dio la vuelta y salió de las puertas, Santa Clara era bellísimo y sobre todo muy ruidoso con todos esos edificios y centros comerciales, Korra termino dándose una vuelta era aun las 11:30 y no había nada de malo que fuera a conocer el lugar, camino por un rato topándose con los puentes largos que se conectaba con Santa Clara y hacia San francisco, Korra se quedo admirando dicho lugar, el mar y la vista era maravillosa, San francisco quedaba muy retirado de ahí, decían que era el lugar de las oportunidades, tal vez cuando Opal terminara su carrera de fotógrafa ambas se irían a vivir haya con Naga, su perra, esperen un momento.
-¡JODER NAGA!- se golpeaba la cabeza se había salido de su casa sin darle de comer a su perra y no la había sacado al baño- maldita sea seguramente llegare a limpiar y a recibir un regaño de Opal- se dijo a si misma imaginando todo lo que pasara cuando llegue, le dio risa pues Opal con tan solo 19 años parecía su madre, Korra solo era la que administraba el dinero a sus 24 casi 25, sin mas termino por despreocuparse no podía hacer nada, volvió a caminar por un rato mas, al parecer se había alejado bastante de la agencia aun eran las 12:30, así que tenia chance de llegar sin problema, iba pasando por unas calles donde habían edificios tan altos que no podía tras pasar la luz del sol, todo estaba oscuro y frío, pero eso si, el trafico era insoportable, sonrío y también sintió fastidio esperando que cuando saliera de su entrevista, no hubiera ese trafico, en ese momento sus pensamientos la llevaron a ponerse en alerta cuando vio una limosina negra siendo atacada por dos sujetos y que al parecer los guardaespaldas habían sido noqueados con tanta facilidad, escucho a un mujer gritar pero no de temor su grito era de enfado y estaba rehusándose a salir o eso escucho, sin mas se acerco de prisa tomando desprevenido a uno de los asaltantes por la espalda
-¡ESCUCHA ESTUPIDA SAL O TE JURO QUE TE DOY UN PLOMA- el primer asaltante no alcanzo a decir cuando algo lo había golpeado haciendo que cayera, el otro sujeto que estaba de la otra puerta rápidamente subió el arma y miro al agresor, Korra tenia una sonrisa torcida y tenia aquella arma del ladrón apuntándole
-hola, oye te sugiero que sueltes esa arma- el sujeto estaba nervioso pero se hizo el valiente
-¡como te atreves a golpear a mi amigo!, suelta el arma o matare a la tipa alzada- Korra sonreía de nuevo, la sonrisa de la morena hacia que el sujeto se pusiera mas nervioso
-mira amigo te diré las razones que tienes para perder este combate…la primera tu amigo está muy dormido, la segunda tengo un arma debajo de la puerta apuntando hacia tu estómago y la tercera en cualquier momento con cualquier arma puedo dispararte legalmente disfrutando de inmunidad por más de 20 países, así que puedo tirar tu trasero al carajo si así lo deseo, tienes estas opciones, me das el arma y perdono tu vida o te mato, así de simple- el sujeto lo pensó detenidamente, no tenia idea de si tenia una arma o no, pero no quiso averiguarlo sin mas le aventó el arma por el techo y korra apunto con ambas armas acercándose lentamente a el, el chico había sido engañado Korra rápidamente lo volteo contra el auto y lo tomo de las manos, no tenia esposas así que no le quedaba otra opción que noquearlo
-me mentiste no tienes inmunidad verdad, ni siquiera un arma- Korra sonreía antes de noquearlo
-claro que tengo inmunidad, solo que mi arma no la traje conmigo- sin mas golpeaba al chico cayendo al suelo, dejándolo inconsciente como el otro, rápidamente se metió en el auto y vio a una mujer de cabellera negra y un lunar en el rostro con la boca tapada y las manos atadas, traía su navaja sin mas le quito la venda que tenia y la cuerda cortándola
-¿estas bien?- decia Korra, mirando a aquella mujer
-¡por que platicaste con el, lo hubieras matado y ya!- el tono de esa mujer fue agresivo, Korra solo sonrío y le entrego las dichas armas
-de nada, si me permites llegara en un minuto la policía, les dices lo que paso y que los sujetos fueron golpeados por debajo de la nuca, así que ellos estarán durmiendo por al menos 7 horas, permiso y ten un lindo día- sin mas Korra le guiñaba el ojo y salía de ahí iba a seguir caminando cuando escucho de nuevo la voz de dicha mujer
-Espera…perdón se que debí agradecer, pero se me hizo desesperante que hablaras con el, pero fue inteligente lo que hiciste, déjame compensarte por favor- Korra la miraba suspirando ¿ella que podría darle a Korra?, la morena lo analizo y no hubo nada al final que podría hacer
-lo que yo busco no puedes dármelo tu, así que me conformo con tu disculpa y con tu sonrisa- aquella mujer se ponía rígida y se sonrojaba al escuchar eso, Korra sonrío y volvió a decirle que tuviera un excelente día, sin mas Korra se iba caminando, vio su teléfono y se maldijo de nuevo eran las 12:50 y aun le faltaba caminar, sin mas termino corriendo lo mas que pudo, llego pero vio el reloj solo habían pasado 5 minutos de retraso, se acerco a la secretaria y la miro agitada con su sonrisa, la mujer le sonrío hipócritamente
-te dije a la 1 y tu llegas a la 1:05 lo lamento, mis jefes son muy estrictos puedo darte una cita- Korra se desesperaba al oír eso
-¡No puedes estar jugando!; solo han sido 5 minutos-
-lo lamento, de hecho, ellos tardan eso en sus entrevistas, por lo general los estudian rápido y si no les agrada adiós, tu impuntualidad es algo que no podrías controlar-
-hubo un accidente a unas cuadras de aquí por favor tienes-
-déjala pasar- detrás de ella sonaba otra voz, ambas volteaban sorprendidas, pero mas Korra
-señorita Kuvira, ha llegado por favor pase la esta esperando el director- decia la secretaria parándose y dando su mejor sonrisa
-esta bien, ven conmigo- le decia con su mano a Korra, la morena sonrío e iba detrás de ella, pero la secretaria
-¡No!, espere es que señorita Kuvira, la joven no llego a su cita, se le había dicho a la 1 en punto y llego 5 minutos después y-
-shhh, en primer lugar para ti soy Gran Unificadora, no Kuvira hablare con mi amigo para que despida a tan incompetente empleada y segundo si la señorita llego 5 minutos tarde que no tiene nada de malo, ni mueve nada en la sucursal, fue por que me salvo la vida hace unos 5 minutos, así que ella pasara conmigo, sin no mal recuerdas estoy haciendo audiciones para guardaespaldas, disfruta tus minutos aquí y recoge tus cosas solo duraras el tiempo que me encuentre en la audición, tu…ven conmigo- sin mas aquella chica de ojos verdes oscuros caminaba por el ascensor, Korra volteaba a ver a la chica y como esta estaba llorando, no le había gustado eso, pero gracias a Kuvira, así es su nombre ella podría ser entrevistada sin ningún problema, cuando ambas estaban en el ascensor, Kuvira la miro de reojo
-así que, ¿vienes a pedir trabajo huh?- Korra trago saliva esperando que la pelinegra no recordara lo que le había dicho
-si- Kuvira sonrío un poco
-así que…al final de todo necesitas algo ¿no es así?- Korra se maldijo y no contesto, rápidamente cuando el ascensor llego Kuvira salió y Korra detrás de ella, caminaron por un pasillo largo y Kuvira abrió de golpe dicha puerta, Korra entro siguiéndola, había un joven en un escritorio de lentes sonriéndole a Kuvira, la mujer se fue hacia donde estaba aquel hombre y le dio un beso en la mejilla tras sentarse a lado de el, ambos miraron a Korra
-siéntate- le decia Kuvira, Korra sin mas obedeció y se sentó enfrente
-Baatar, ya no quiero que sigas buscando guardaespaldas- aquel hombre la miraba sin entender
-¿Cuál es la razón?- Kuvira sonreía con picardía
-la razón la tienes enfrente- Baatar miraba a Korra y la analizaba de pies a cabeza
-Kuvira, estas segura, ni siquiera sabemos su nombre- Korra carraspeo la garganta
-Korra Jones, mi nombre es Korra Jones- Kuvira volvió a mirar a Baatar sonriendo, el joven suspiro y junto sus manos para interrogar rápidamente
-¿tú sabes la razón del por que mi socia, te ha escogido sin entrevista y aparte tarde?- Korra hizo su sonrisa torcida y se acerco mas
-le salve la vida hace 6 minutos-
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1599 Bush St San Francisco, CA 94109 hipódromo 18 de Junio 5:30 p.m.
-¡Vamos Asami, sube mas el asiento y muévete mas suave, quiero que montes a Yue- Asami estaba saltando en unos obstáculos encima de su Yegua blanca, olvidándose de todos sus problemas y concentrándose en la voz de su maestro y mejor amigo, toda la mañana y tarde se la había pasado, no quería irse a casa y no quería dejar a Yue que desde que la vio no la había dejado irse ni al baño, la Yegua quería disfrutar de la compañía de su dueña y Asami igual, no había parado solo faltaba unos pocos días para su competencia de equitación profesional, ya iba a las ligas mayores y si lograba calificar seria reconocida en el mundo de la equitación
-¡MUY BIEN REGRESA, TRAE A YUE A DESCANSAR ASAMI!- sin mas Asami saltaba el ultimo obstáculo con agua, demostrando con la facilidad del mundo que no había salpicado y como su bien redondo y firme trasero se rozaba en la silla de su caballo, dándole seguridad y suavidad a su caballo, fue con su amigo trotando, cuando llego, bajo con facilidad de la Yegua y acaricio el hocico del animal sonriendo
-buena chica, te veo el próximo viernes, te amo- sin mas otra persona tomaba la correa de Yue y se la llevaba, Asami se quitaba el casco de montar moviendo su cabello que estaba amarrado en una cola de caballo baja, dejando caer sus mechones de fleco enfrente, se veía tan hermosa, el traje de Asami era un pantalón de montar de color rojo vino entallado haciendo que el trasero de la pelinegra resaltara, tenia unas botas de color negro de montar, la blusa era blanca entallada aunque en la parte del cuello, la tenia ligeramente abierta y su cuello era italiano solo que lo tenia abierto haciendo que este se quedara parado dando una buena vista de ese cuello y piel nívea de la hermosa pelinegra
-me sorprende la dedicación con la que has logrado tomar estos obstáculos sin ninguna falta Asami, realmente se ve tu desempeño mi amor- un joven mas grande que Asami de cabello negro y ojos ámbar la abrazaba con fuerza, la pelinegra sonreía
-lo se, realmente amo hacer esto, es lo único que me saca de mi triste realidad de echo- se quitaba los guantes de montar dejando a la vista unas muñequeras largas de cuero
-oh a caso nuevamente vuelven a decirte que eres la bebe de la familia- el joven se reía y Asami lo golpeaba en el brazo
-no se por que te burlas, no me gusta que me traten así, puesto que estoy a 6 meses de heredar la compañía de mi familia y soy la mujer que llevo a lo autos al futuro, no entiendo su actitud conmigo sin mencionar las herramientas y tecnología militar que ha hecho posible nuevos métodos de salvamento, arg maldición ya ni se que digo- decia Asami golpeando la cerca y recargándose en ella, soplando un mechón de su cabello que había caído en su rostro, el joven se acercaba detrás de ella y le sonreía
-tranquila, se quién eres, pero deberías entender a tu padre, aun no es fácil entender que tu madre…ya no esta con ustedes cariño-Asami suspiraba en todo el dia no habia logrado sentirse mal, pero en ese momento suspiro pesado y se recargo en aquel hombre con una mirada triste y una lagrima recorrió su mejilla
-yo aún no olvido a mi madre- decia en un hilo de voz y respirando con dificultad
-lo se, conmigo no tienes que ser fuerte, yo te quiero y lo sabes, si pudiera seria todo para ti y te haría la mujer mas feliz del mundo- Asami sonrío limpiándose las lagrimas para mirarlo
-si claro, y yo seria la mujer mas afortunada y amada, lastima que seas gay- aquel chico sonreía y le daba un beso en la frente
-daría mi vida por que tu volvieras hacer como antes Asami- Asami suspiraba apartándose de el, aparentando de nuevo esa imagen fría
-esa mujer Mako, ya no existe- se volteaba para mirarlo con los brazos cruzados- y no hay nada, ni nadie que pueda hacerla volver- Asami alzaba su ceja volviendo a ese tono sombrío y su mirada seca, en ese momento a lo lejos Kuvira venia con una sonrisa, Asami suspiraba pesadamente y agarraba un fuete que habia ahí entre ellos, Mako volteo y sonrío al ver a la Sato mayor
-mira vino el mismo demonio a visitarte- Asami sonreía y se acercaba a ella moviendo su cadera con tanta seducción y con una mirada fría
-la única razón del cual tu vendrías aquí es por que has conseguido a tu peón para seguir vigilándome y darme ordenes- decia Asami dando un golpe con el fuete hacia su entrepierna con fuerza, Kuvira trago saliva, eso le había dolido a ella pero al parecer a Asami no le había hecho ni cosquillas
-dios bendito, estas enferma, el estar con caballos te ha hecho masoquista, y bueno tienes razón, Hola marica- Mako se acercaba a Kuvira saludándola de beso y sonriéndole
-hola primor, te he dicho que eres una dulzura cuando te diriges a mi- Kuvira sonreía hipócritamente
-gracias, pero en fin necesito que vengas esta persona realmente es la indicada para ti, además- Kuvira se mordía los labios acercándose a la oreja de su hermana- es una chica- Asami la miraba con la ceja alzada
- y a mi ¿que me interesa que sea una chica?- Kuvira suspiraba subiendo los ojos por la frustración del carácter de su hermana, no dijo mas y se regreso hacia el club del hipódromo mientras le advertía a su hermana
-te espero en la sala del hipódromo, te la tengo que presentar y hay que decirle las condiciones y los beneficios, así que muévete si te vas a cambiar aunque para mi ya estas bien- sin mas Asami suspiraba y miraba a Mako, al final de todo solo volvió a ponerse perfume y se arreglo bien el cabello, se había quedado con su misma ropa, en realidad ella le encantaba vestir así, tomo unos lentes de sol aunque ya fuera tarde el sol estaba en lo mas fuerte y seguramente estarían afuera de la estancia, el sol aun brillaba con fuerza, se acercó buscando a su hermana por dentro, sonrío al darse cuenta que efectivamente estarían en los sillones del jardín, fue directamente con paso firme, cuando llego vio a su hermana con aquella chica de espaldas, Kuvira rápidamente se paro y grito su nombre, Asami se fue acercando con firmeza, pero todo fallo cuando aquella mujer en cámara lenta se paro para mirarla, Asami se paralizo por alguna razón había olvidado que estaba caminando, su verde mirada se había colocado en aquella mirada celeste, en esa piel y sobre todo en esos labios tan carnosos, ¿Qué demonios había pasado?, dio un vistazo de aquella mujer por lo menos la cabeza, el cabello largo suelto, pero curiosamente con dos colitas enfrente tiradas en su frente con unas ligas bastantes llamativas de color azul y unos símbolos, aquella mujer traía una camisa blanca sin mangas dejando a la vista unos brazos hermosamente tonificados y bellos, cuando se acerco pudo visualizar aquel pantalón ajustado, dejando ver sus piernas largas y tonificadas igual, había podido ver mejor su cuerpo podía ver ahora que su espalda estaba igual de fuerte y el abdomen la blusa le quedaba ajustada y se podía transparentar el abdomen tonificado, esa mujer era una gladiadora sexy, regreso de su perdición cuando su hermana le chasqueo los dedos.
-Heee, Asami, por favor regresa- Asami miro a su hermana y se quito sus lentes dejando ver sus orbes verdes
-perdón, es que venia pensando en unas cosas- Kuvira alzaba la ceja
-si…como sea en fin, mira ella es Korra Jones, Korra ella es Asami Sato, la pequeña de la familia- habían empezado mal y Asami miro a Kuvira con desprecio, la morena extendió su brazo y la saludo con seriedad
-es un placer conocer a la futura presidenta de Industrias Futuro, soy una admiradora de su trabajo- Asami miraba su mano y miraba de nuevo aquel rostro tan rígido, por alguna razón la había impactado pero las personas que empezaban con fan, admirador o encanto, a Asami no le caían nada bien, dejo a Korra con la mano estirada y alzo la ceja sentándose en una de las sillas, Korra se quedo paralizada al rechazo de esa mujer.
-¿A si?, y ¿de que estas admirada sobre mi?- Asami había cruzado sus piernas con delicadeza y con seducción mientras reposaba su barbilla en su mano que reposaba en el brazo del sillón mirando a Korra, la morena a pesar de estar seria estaba nerviosa por esa mirada
-bueno... hace 3 años usted saco la Satino una bellísima motocicleta con el motor de 3 Cilindros en línea de 4 tiempos, 4 válvulas por doble árbol de levas en culata, con el balance de contraeje, la refrigeración es liquida claro pero el diámetro es de 88X62 mm bastante cómoda sin mencionar la capacidad de compresión de 11,6:1 y cilindrada por 1.131cc, eh visto su potencia que es de 125 CV (92 kW) / 9.000 rpm, sin mencionar la alimentación de de Inyección electrónica con tres cuerpos de mariposa de 53 mm e diámetro, el cuidado debe ser con baño de aceite con comando hidráulico cárter húmedo con 6 cambios de velocidades, me gustaría seguir diciéndole mas de sus materiales y los mim que tiene pero bueno, no creo que haya venido aquí para hablar de esto, sin embargo ha sido una de mis mejores inversiones que tengo, por desgracia solo un recuerdo-Asami la miraba sorprendida aunque no lo expresaba, a ella también era una de las motos que mas le había gustado a Asami
-¿Cuál es la razón del que sea un recuerdo?- decia Asami
-bueno, tuve que vendérsela a un conocido puesto que necesitaba dinero- sin mas Asami dejo de mirarla, esa mujer no le daba buena espina
-vaya, es la primera vez que veo a mi hermana interesada en alguien- ese comentario rompió todo Asami la miro fulminante
-no querida, solo quería callarle lo lambiscona, pero hizo su trabajo al informarse de alguna inversión que tuviéramos- Korra sonreía, Asami miraba aquella torcida sonrisa por un momento creyó desfallecer, pero algo dentro de ella le decia que no quería a esa mujer como guardaespaldas
-bueno, mira Korra, este es el trato, mi querida hermana es una mujer muy rebelde para todo lo que ha logrado, sigue siendo una pequeña adolescente ¿de acuerdo?, entonces el trabajo que se te pide es simple, serás su guardaespaldas y la vigilaras en todo momento, no puedes quitarle la mirada de encima por que siendo los Sato por desgracia tenemos enemigos y no es la primera vez que hayan querido hacernos algo, mi madre fue víctima de ellos y-
-¡No!, Kuvira fue un accidente lo de mi madre- decia Asami sin mirarla, Kuvira se tocaba su sien
-no voy a discutir esto ahora Asami- decia Kuvira seria
-pues no digas que fue alguien, fue un accidente- decia Asami con mas fuerza Korra solo miraba a ambas
-no fue una accidente te lo comprobé y- en ese momento Asami se paraba alejándose de ahí, Kuvira salía detrás de ella
-¡que demonios haces!; deja de comportarte como niña tonta- decia Kuvira tomando la mano de su hermana quien la quito de golpe mirándola con rencor
-mira, no me interesa tener a esa mujer de guardaespaldas, ya déjame tranquila haz lo que quieras, solo ya déjame tranquila- se iba de ahí corriendo por el hipódromo Kuvira se jalaba el cabello enojada por la actitud de su hermana, regresaba donde Korra por suerte Korra seguía ahí
-perdona la actitud de mi hermana, no ha sido fácil lo de nuestra madre-Korra miraba a Kuvira y sonreía
-no te preocupes, entiendo eso yo también pase por algo así hace 1 año- Kuvira iba a hacer grosera pero no al escuchar eso solo sonrío un poco y sin mas cambio de tema
-en fin, mira se te pagara 1500 dólares a la semana, tienes descanso los días viernes y vacaciones tendrás después de cumplir 6 meses con esto, tienes que vigilar todo el tiempo a mi hermana, si ella quiere ir a algún lugar debes avisar ya sea a mi o a mi otro hermano, por ninguna razón puede irse sin avisar, todo movimiento que haga debes informar, y también vivirás en la mansión durante todos los días incluyendo los días que te toque descansar ¿entendido?- Korra suspiro, se paro y le extendió la mano
-aprecio tu ayuda y mas por lo que te sucedió, pero me temo que no puedo aceptar esto- Kuvira se quedaba sorprendida ¿Qué había pasado?
-¿Por qué no?, todo esta bien que es lo que no te gusto- Korra suspiraba mordiéndose los labios
-no me molestaría aceptar todo a excepción de irme a vivir a san francisco y quedarme todos los días en una mansión, tengo obligaciones de hecho, por eso necesito el empleo con urgencia- Kuvira alzaba la ceja
-acaso ¿eres casada?, ¿tienes un hijo?- Korra sonreía
-mi hermana aun estudia, tenemos una casa en Oakland, va en 7to semestre de la carrera de fotografía, no puedo simplemente irme y dejarla sola, como te dije apenas hace un año perdimos a nuestros padres y yo eh perdido mis trabajamos por que no puedo aceptar un trabajo así, sin verla, lo siento agradezco todo realmente el trabajo es genial y el sueldo igual, me resolvería la vida pero no puedo dejar a lo único que tengo, gracias Gran Unificadora y lamento haber hecho perder su tiempo- sin más Korra se paraba para irse, Kuvira sin mas suspiraba había pensado que esa mujer era la indicaba, pero no podía haber una distracción y su hermana lo era, Asami iba caminando y a lo lejos vio a Korra irse caminando por los jardines, esa mujer le caía gorda pero a su vez le daba curiosidad, por alguna razón Korra volteo y se encontró con la mirada de Asami, Korra igual la miro esos ojos verdes la habían cautivado, no entendía la actitud de la millonaria, sabia que había perdido a su madre, pero por que amargarse por ello, ella no lo había hecho sin mas sonrío y estiro su mano para despedirse, pero Asami simplemente se volteo caminando sin mas, Korra sonrío, metió sus manos a su pantalón y se dirigió a su Cooper, había gastado gasolina a lo idiota, ya no le quedaba mas remedio que aceptar trabajar de mesera, debía pagar la escuela de su hermana y no iba a dejarla por nada del mundo, debía seguir luchando por sobrevivir.
