Invasor Zim no me pertenece es propiedad de Jhonen Vasquez, yo sólo tomo prestado a los personajes para fines de esta historia.
Advertencia: Esto tiene insinuaciones de ZaGr y enteramente es un fic ZaGr (o al menos pretende serlo) XD también Ooc (personajes fuera de carácter).
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Capítulo 1. Identidad sustituta.
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El disfraz era magnífico.
Tak contempló con arrogancia su más reciente holograma, el reflejo en el sucio charco de esa desolada calle le sonrió con evidente satisfacción, sin embargo dicha sonrisa no se esbozaba de sus propias facciones alienígenas ni del antiguo rostro juvenil de la chica humana a la que interpretó en el pasado.
—Te llevaré a un mundo de pesadilla interminable. —cantó con sorna, burlándose de su propio reflejo con una voz totalmente ajena a la suya.
Se inspeccionó de nuevo sólo para descartar cualquier fallo en su disfraz y cualquier imperfección que delatara su verdadera identidad. De pies a cabeza, desde el cabello púrpura estilizado en un corte extraño hasta las botas de combate y pasando por ese horrible atuendo constituido por la playera azul turquesa en conjunto con una falda negra y mallas a juego; sólo por precaución Tak acordó no modificar el insulso logotipo de aquella playera y mantener el aspecto del holograma como una copia fiel a la de su modelo: Gaz Membrana.
Una nueva sonrisa que guardaba la promesa de una certeza venganza deformó la comisura de sus labios, en un estado natural sin ese molesto holograma dicha sonrisa evidenciaría sus dientes en forma de cremallera. La maldita espera en el sucio y retrógrado planeta en el que había aterrizado después de que Zim y Dib arruinaran sus planes valió la pena, siete años eran una eternidad cuando la única esperanza fue arreglar una cápsula de escape con tecnología obsoleta e intentos fallidos de por medio.
Ahora, lo que parecía una simple fantasía estaba a punto de materializarse en sus manos -literalmente-. Su venganza no sólo iba dirigida hacia Zim sino también al odioso humano que osó aliarse con la escoria Irken para detenerla. Tak decidió que el primero en caer sería el humano ¿y qué mejor manera que usando a su hermana? Quizá nada, Gaz era la mejor oportunidad para acercarse lo suficiente a Dib sin levantar sospechas y ejecutar su plan.
¡Brillante!
La chica de cabello púrpura era ideal para pasar desapercibida ante cualquiera incluso para el propio Dib, quien parecía temerle lo suficiente para no acercarse a ella o cuestionar sobre cualquier cosa en general sin esperar un letal castigo.
Gaz tampoco sería un obstáculo, al menos no mientras la cámara de realidad virtual la mantuviera ocupada el tiempo suficiente para terminar con su hermano. Mimi 4.0 era la encargada de monitorear la máquina y cualquier signo anómalo que indicara consciencia de su entorno y pudiera desestabilizarla, la programación era sencilla al menos en términos técnicos ya que mientras el sujeto se mantuviera inconsciente las imágenes se proyectarían en su mente. Esperaba que funcionara, aunque de no ser el caso se encargaría de implementar el plan "B" de contingencia.
Fuese como fuese, la humana no podría arruinar sus planes.
Tak caminó por la acera de esa calle, la que se suponía llevaba a la casa de los Membrana; hacer una investigación detallada de esa pútrida ciudad en el pasado fue útil después de todo. Estuvo a punto de doblar por una intersección cuando algo llamó su atención o mejor dicho, alguien.
—Hola, pequeña Gaz.
Ugh. Tak reconoció el odioso y repugnante timbre de voz que desprendía un aire ominoso y confirmó la identidad del sujeto cuando sus ojos enfocaron la mirada al individuo de piel verde con el disfraz barato y mal ejecutado: Zim.
Por muy ansiosa que estuviese por aniquilar a ese intento de invasor, por el momento no necesitaba apresurar las cosas pues guardaba para Zim una muerte más lenta y dolorosa de la que le daría a Dib. El sólo tenerlo frente a ella provocó que los instintos asesinos brotaran de su interior de una manera casi primitiva como si Zim no perteneciera realmente a la raza Irken -su propia raza- sino a otra más inferior y despreciable, casi lamentable.
—Vete. —gruñó ella, lanzándole al alienígena una mirada condescendiente imitando a la perfección el odioso genio de la verdadera Gaz.
Contrario a lo que se esperaba, Zim no huyó del lugar como el cobarde que Tak sabía que era sino que en un acto de estúpida valentía (o realmente era demasiado estúpido para comprender la situación) se despegó de la pared a la cual se mantenía apoyado de manera casual y se acercó a ella.
—Escucha pequeña Gaz, me tomé la molestia de esperarte en esta sucia intersección lejos de la vista del apestoso Dib, con la intención de saber por qué sigues enojada con Zim, cosa que encuentro realmente absurdo por cierto… —Zim se cruzó de brazos con aparente indignación o quizá realmente el hecho de que alguien no le prestara la atención que pensaba se merecía lo indignó de verdad.
Era bien sabido lo ególatra que era el invasor, incluso sus líderes conocían mejor ese lado suyo de antemano. Zim era una figura infame en el ejército Irken y quizá dentro de todo el imperio en sí.
—No sé de qué me hablas y tu voz está irritándome así que muévete. —Tak no tenía idea de lo que él estaba hablando y realmente por el momento no le interesaba averiguar sus desvaríos. Lo miró con furia esperando que eso funcionara.
Pero eso no funcionó y Zim sólo le devolvió la mirada con una expectación que iba en aumento. ¿Qué estaba esperando?
Con la decisión tomada, apartó al otro alienígena e intentó pasar de él, no sin antes empujar accidentalmente a propósito el hombro hacia la cabeza de Zim golpeándolo en el acto. El nuevo holograma era realmente tangible y al menos un par de centímetros más alto de lo que era el pseudo invasor, ajustándose a la actual apariencia del demonio terrestre de cabello púrpura.
No obstante, antes de que Tak pudiese seguir su camino, una mano enguantada la asió con fuerza por el bazo deteniéndola e impidiendo su huida. La mirada de Tak viajó hasta donde la mano ejercía presión.
—Espera, ni siquiera has escuchado el resto de mi increíble discurso —Zim retiró su mano antes de que pudiese perder esa extremidad y tosió un poco antes de continuar, gesto que desmentía su aire ominoso—. Es muy sorprendente de hecho… mi olocuencia quiero decir. —dijo con tono solemne y su sonrisa de cremallera se extendió de un lado a otro con suficiencia.
"¿Olocuencia?" Idiota, pensó Tak para sí misma; Zim llevaba tiempo en este planeta y todavía era deficiente en el dialecto nativo.
—No tengo tiempo Zim, así que olvídalo y apártate de mi camino antes de que embarre tu fea cara en esa pared de ahí. —Tak apuntó un pálido dedo de la falsa Gaz hacia la sucia pared de la izquierda para hacer énfasis en su amenaza.
— ¿Fea cara? ¡¿Llamas a Zim feo?! —gritó el chico verde mientras uno de sus falsos ojos -más bien contacto- se crispaba.
Tak vio al falso invasor cavilar, o al menos esa fue la impresión que denotó no obstante si se observaba detenidamente y a juzgar por su expresión, ella intuyó que más que estar pensando él estaba estupefacto.
Luego, Zim miró sin disimulo de un lado a otro como si estuviera en busca de algo o como si sospechara que alguien estaba al acecho, miró a "Gaz" con un gesto interrogante preguntando tácitamente si al caso había algo mal con ella; por supuesto no hubo respuesta y el incómodo silencio sobrevino después de un rato, sin embargo el sonido exasperante del golpeteo de un pie en el pavimento que casualmente era el suyo cortó la tensión.
—Bien, supongo que eso es un sí. —soltó él de repente.
Una ceja se levantó en el rostro de la falsa Gaz y antes de que pudiera realizar otra réplica o incluso golpear al alienígena, éste la tomó de la mano con la intención de arrastrarla en la dirección opuesta a la casa de Dib. Aunque el intento de Zim fue en vano ya que ella plantó los pies en el suelo y se negó a moverse del lugar, al final Zim terminó en el suelo jadeando por el inútil esfuerzo.
—Obviamente el odioso Sol de la Tierra robó energía al poderoso Zim, sólo necesito unos minutos para revitalizarme y podremos ir a mi base para la segunda parte de mi increíble plan.
¡Oh! Quizá la presencia de ese idiota en el camino era un certero golpe de suerte, el orden de las víctimas no afectaba la masacre final pues el fin último era la venganza. Entonces lo decidió, Zim sería el primero en caer y aprovecharía la oportunidad para entrar a su base, deshabilitarla, asesinar a Zim y hacer explotar las instalaciones para que no quedara rastro alguno del alienígena; de esa manera también el PAK sería destruido y evitaría que se adhiriera a otra cosa y la usara como huésped.
El plan perfecto.
—Más vale que valga la pena. —dijo Tak con desinterés ocultando la emoción y expectativa por su nuevo plan.
—Oh, te puedo asegurar, pequeña Gaz que no te arrepentirás.
Tak repasó el número de veces que Zim había llamado de esa manera a la humana y su mente analítica le dijo que más de una o dos, al cabo de un segundo otra revelación vino a ella, que ese apelativo fue pronunciado sin ese toque despectivo con el que se refería a cualquier ser humano en ese asqueroso planeta.
Pero por el momento lo ignoró.
—Puedo apostar por ello… —siseó la falsa Gaz con una extraña mirada.
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Continuará…
No sé de dónde salió esto honestamente XD pero me gustó mucho el resultado final, la comedia no es lo mío pero quise intentarlo…este fic originalmente era un one-shot pero decidí dividirlo en dos partes así que el primer capítulo por el momento sólo plantea la situación de Tak y sus intenciones.
Disculpen si los personajes son bastante Ooc en especial Zim, me cuesta bastante acercarme a su personalidad pero se hace lo que se puede uwu me acoplo mejor cuando lo plasmo un poco más oscuro y no como su "yo" habitual XD
El ZaGr vendrá en el siguiente capítulo, el que por cierto subiré la próxima semana o quizá en dos semanas
No sé si alguien llegue a leerlo pero agradezco de antemano y espero sea de su agrado…
