Nota: Siempre leí fics pero nunca escribí, por ser mis fandoms en general en inglés y ni se me ocurrió hasta hace poco intentarlo en mi idioma :P Bueno, acá un primer intento, nada más un drabble para entrar en calor. Aclaro que soy de Argentina, así que seguramente habrá indicios de esa variedad del castellano. Podría impostar algo más neutro, pero creo que sería más bien contraproducente. Bueno, espero que se entienda algo! jaja saludos...


Se sienta afuera del edificio, prende un cigarrillo. Mira la puerta. Finalmente se abre y la ve salir. Apaga rápidamente el cigarrillo, se para, avanza un paso. De repente se ve en esos ojos, se ve a través de la mirada ajena, con un pie delante del otro, con los ojos ojerosos, la colilla todavía cayéndose al piso. Se ve vil, hiriente, triste, destrozada, patética y cruel a un tiempo. Se ve como se ha estado viendo todos estos días en los ojos de Emily, desde la última vez que verdaderamente hablaron, sobre el techo maldito que terminó de arrancar la careta tras la cual se escondía. La careta de los últimos tiempos, la que tenía puesta desde Sophia, la que antes había sido una verdad, una realidad agobiante, insoportable, que la llevó a la traición. Esa verdad que tan burlonamente pudo aceptar sólo desde ese mismo instante de destrucción, la ironía del fénix arsonista. Incineró todo porque no podía soportarlo, y apenas cuando sintió el hedor de las cenizas entendió lo que tenía, lo que había matado. Ya sola en el sofá, retumbando todavía el suave cerrarse de la puerta tras Sophia, comenzaron a caer las lágrimas, cuando en un glorioso instante abrió los ojos para ver la grandeza de lo que tenía y la idiotez de lo que había hecho. El sabor más dulce y el trago más amargo combinados. Pero desde entonces está segura de lo que quiere. Desde el instante mismo en que lo destrozó. Y ahora la ve parada, apenas capaz de mantener la mirada, ojos eternamente ojerosos como los suyos, boca eternamente vacía de sonrisas. Y cuando finalmente vuelve a levantar la vista del pavimento, lo único que ve en esos ojos es el eco de las acusaciones y reclamos, denunciando su crimen. Cada reencuentro está plagado ahora de estos silencios, estos momentos de pausa en que toman nota de la situación, en que reviven y repasan todo lo que luego queda atrapado en el aire entre las dos en un silencio a gritos.