Nota: Pues aquí estamos con una nueva historia, espero que os guste y es mi primera historia larga. Espero recibir buenas críticas para mejorar y continuar la historia.
Disclaimer: Los personajes de Bleach no me pertenecen, solo a Tite Troll Kubo.
Capítulo 1: Expulsión y encuentro.
En la ciudad de Karakura, en el Instituto Seireitei, se encontraban todos los estudiantes en el recreo, cosa bastante normal de no ser por el alboroto que había cerca del gimnasio. Parecía haber una pelea, lo curioso de esta eran los protagonistas. Por un lado, se encontraba un joven alto, gordo y con aspecto grotesco. Por el otro, una chica de baja estatura y muy delgada. Sin pensar mucho, se podría pensar que la victoria se la llevaría el joven, sin embargo…
- ¿Crees que puedes salirte con la tuya, Fong? ¡Pagaras haberme tirado la comida! – exclamó el joven.
- Omaeda, la culpa es tuya por estar en mi camino. Tsk, no sabes con quien te estas metiendo – afirmó la chica con una arrogante sonrisa.
- ¡Grrr! ¡Tus chulerías no funcionaran conmigo!
Así, se inició la pelea. Omaeda se abalanzo hacia Fong e intentó darle con todas sus fuerzas. Fong permaneció tranquila hasta el último segundo en el que simplemente, esquivo el ataque, cogió a Omaeda del brazo y lo tiro al suelo. Este trató de levantarse pero una patada de Fong se lo impidió, luego le cogió del cuello y empezó a darle puñetazos sin parar. Podría haber continuado de no ser por la intervención del profesor de gimnasia, Kenpachi.
- ¡Mocosos! ¿Se puede qué hacéis? ¡Está totalmente prohibido pelear en esta escuela! – gritó Kepachi mientras separaba a Fong de Omaeda y continuó en un susurro y con una sonrisa espeluznante – aunque admito que es interesante ver algo de acción…
- Tsk, ni siquiera había empezado… - susurró Fong.
Tras eso, llevaron a Omaeda a la enfermería y a Fong al despacho del director. El director, Shigekuni Yamamoto Genryūsai, era conocido como "El bastón llameante" por su aura flameante y su característico bastón con el que se apoyaba y, a veces, lo usaba como herramienta de escarmiento. En este caso, no sería diferente.
- ¡Fong! ¡Soi-Fong! ¡Se supone que eres una señorita y lo único que haces es meterte en problemas! ¿Cuándo aprenderás a no dejarte llevar por impulsos? ¡Esta es la cuarta vez que vienes! ¡Además, no estas utilizando el uniforme de chica! ¿Es que nunca lo vas a usar? – gritaba con furia mientras intentaba asestarle golpes a Soi-Fong pero ella los esquivaba, con dificultad, pero lo hacía.
- Yama-jii, le he dicho muchas veces que no quiero usar ese uniforme, es incómodo y horrible. Y sepa que Omaeda merecía esa paliza – dijo con tranquilidad Soi-Fong, pues Yamamoto había cesado sus ataques.
- Aaah – suspiro Yamamoto – eres incorregible… Bien, estas expulsada por una semana y tendrás que trabajar en las materias a las que no asistas. Espero que no haya protestas de tu parte, ¿entendido?
- Hai, Yama-jii – dijo Soi-Fong, pese a que era una rebelde sin causa, respetaba a Yamamoto y solo a él.
- Bien, puedes retirarte. Sasakibe se encargará de que recibas tus deberes.
Y con eso, Soi-Fong se marchó del despacho y del instituto.
...
Se dirigió inmediatamente a su apartamento, el cual era pequeño pero con lo suficiente para ella. Cuando estaba por llegar, vio a un gato negro, al ser su animal favorito y al no tener nada más que hacer, le siguió. El gato trepo por una pared hasta un gran árbol y se sentó en una rama. Soi-Fong era muy ágil y eso no suponía ningún problema para ella. Cuando llego a donde estaba el árbol, el gato advirtió que alguien estaba cerca, por lo que saltó hacia una ventana abierta de un edificio, el cual parecía algo lujoso. De eso no se había dado cuenta Soi hasta que echó un vistazo al edificio. Dirigió la mirada hacia donde había saltado el gato y se sorprendió de ver al gato en brazos de alguien. Se acercó y distinguió a una mujer de piel morena. Cuando estaba pensando en que era mejor marcharse, la mujer la saludo, lo cual provocó que Soi perdiese el equilibrio y cayese. Por suerte, Soi utilizó sus piernas a modo de agarre a la rama.
- ¡Cielos! ¡No te muevas, ahora voy y te ayudo! – exclamó la mujer asustada y con intenciones de subir al árbol.
- No es necesario – dijo Soi y al instante, de un salto, se encontraba de nuevo de pie en la rama.
- Pero... ¿Cómo has hecho eso? ¿Tienes poderes o qué? ¿Te encuentras bien? – preguntó sorprendida la mujer.
- No, nada de eso, es solo que soy muy ágil y se artes marciales. Tranquila que no necesito nada – y tras eso, se dispuso a bajar del árbol.
- ¡Espera! No me has dicho tu nombre…
- No necesitas saberlo. Adiós – dijo fríamente Soi-Fong.
- Que persona más rara y tan interesante al mismo tiempo… - susurro la mujer con una cálida sonrisa.
...
Soi-Fong retomó el camino a casa. No era realmente culpa suya esa forma de tratar a la gente. Ella no confiaba en nadie por la infancia tan difícil que había sufrido. Eso la había convertido en una persona que desconfiaba de todos e intentaba tener el mínimo contacto con el resto y el poco que tenía, eran peleas. Así pues, cuando doblo en la esquina para meterse por un callejón que la llevaría antes a casa, se encontró a Omaeda y a unos cuantos amigos suyos.
- Vaya, vaya, vaya. Parece que alguien no ha tenido suficiente de mis golpes ¿Encima eres un cobarde, Omaeda?
- ¡Cállate! ¡Tengo el brazo roto por tu culpa! ¡Ahora pagarás por lo que me has hecho, chicos, sin piedad! – tras esa orden, todos sus amigos atacaron a la vez.
- Tsk, parece que ahora tendré que hacer algo de ejercicio con estos insectos – y se crujió los nudillos, lista para la pelea. No tardo ni cinco minutos en dejarlos a todos inconscientes. Dirigió la mirada a Omaeda - ¿Quieres acabar peor de lo que ya estás? Si no quieres que me arrepienta de dejarte ir, más te vale desaparecer de mi vista, ahora mismo – dijo con total amenaza en su voz. Omaeda, como el cobarde que era, no espero mucho más para salir corriendo de ese lugar.
Soi siguió su camino sin haberse dado cuenta de que la mujer de antes, la había seguido hasta ese lugar y había visto toda la pelea.
- Pues sí que eras alguien interesante. Si no me equivoco, mañana empiezo mis clases en el mismo instituto en el que asistes. Espero tener la oportunidad de conocerte más… - susurró la mujer.
...
Ya en su casa, Soi se dio una ducha y se fue a la cama, estaba cansada y quería descansar. Sin embargo, no concilio el sueño tan rápido como ella esperaba, pues no dejaba de pensar en cierta morena. Cierto era que le había llamado la atención, además del lugar en el que vivía. Era lujoso, sin ninguna duda pero creía no haberla visto nunca antes. Ella se conocía la ciudad como la palma de su mano y a su gente pese a querer mantenerse alejada de ellos. Tenía el presentimiento de que la volvería a ver.
Creo que mañana iré al instituto a pedir esos molestos deberes – y con ese último pensamiento, se quedó dormida.
...
Bueno, pues aquí el primer capítulo. Espero que os guste y en unos días actualizo :D
Aquí dejo unas fichas de personajes. Aunque no sé cuánto va a durar esto pero yo las dejo.
Soi-Fong
Edad: 16.
Color de ojos: Grises.
Cabello: Negro azulado oscuro y corto.
Nacionalidad: China – japonesa.
Aficiones: Pelear y practicar karate.
Omaeda
Edad: 17.
Color de ojos: Negros.
Cabello: Negro y corto. Utiliza un horrible peinado estilo tupe
Nacionalidad: Japonesa.
Aficiones: Comer y alardear de su "riqueza".
Yamamoto
Edad: 70.
Color de ojos: Negros.
Cabello: Calvo por la vejez, solo tiene una barba muy larga y blanca.
Nacionalidad: Japonesa.
Aficiones: Tomar té y regañar a los alumnos.
