C A P I T U L O I
El Examen Extraordinario
Ya era tarde… El profesor de mi clase de español de seguro no me dejaría presentar mi examen extraordinario y no me iría nada bien, corría por los pasillos con el peligro de que la entrenadora Silvester o su sirvienta Vecky Jackson me hicieran perder el tiempo con uno de sus castigos ejemplares, ya faltaba poco para llegar, unos metros más y vuelta a la derecha por el cubículo de Emma que de seguro se encontraría limpiando exhaustivamente aquel sacapuntas nuevo o ordenando de manera alfabéticamente sus panfletos de ayuda a los adolecentes.
-¿Profesor puedo pasar? - Le decía al maestro con mi cara agachada tratando de reflejar un poco de la vergüenza que sentía por haber llegado con un retraso evidente.
Me sentí aliviado cuando el maestro señalo un asiento entre la multitud, por desgracia no había estudiado lo suficiente y mis compañeros cercanos no ayudaban demasiado, a mi derecha Brittany que no era capaz de distinguir entre un mono de peluche y una goma de borrar, y el Idiota de Karovsky que solo tenía un alfabeto de no más allá de 3 palabras "Niña, gay, marica"… era un hecho, reprobaría este examen.
7 de diez preguntas contestadas, de las cuales 5 estaban mal y las otras 2 estaban en un probablemente, el borrador de mi lápiz había sido completamente devorado por mis dientes gobernados por la desesperación y los nervios.
-Disculpe profesor puedo pasar a informar algo?- Esa voz la reconocía... –Para todos los que quieran unirse al Nuevas Direcciones las audiciones serán mañana a las 5 de la tarde en el auditorio.
Era mi oportunidad de tan siquiera poder tener una conversación corta con el… tendría que entrar a Nuevas Direcciones.
La campana sonó, con mi desilusión entregue mi examen, y me dirigí a mi casillero, acomode mis libros respire profundamente, cerré el casillero y allí estaba él, hablaba por su Iphone y se le veía contento… de seguro era Blaine de nuevo… era la cuarta vez el día de hoy, debía disimular y cambiar la figura de mi rostro, di unos pasos firmes hacia él, decidido a romper el silencio y al fin hablarle con la verdad pero un sonido fuerte desvaneció mis ganas de hacerlo mientras caía al suelo, la mano de simio de Karovsky me avía derrumbado contra los casilleros enfrente de Kurt y me moría de vergüenza.
-Al parecer Karovsky nunca dejara de ser el simio idiota de siempre ¿verdad?- decía él mientras me extendía su mano.
Son esos momentos que sonríes como un tonto solo porque a pesar de todo lo que te a pasado a valido la pena el objetivo se ha cumplido, "por fin tienes la oportunidad de hablar con él no la desperdicies", asentí con la cabeza nerviosamente, su mano era tan suave, me incorpore en mis dos pies que aun temblaban, mas ahora no era por la brutalidad de Karovsky, era algo mas, "deja de mirar su cabello y habla, abre la boca ahora mismo", pero era demasiado tarde… se había ido dejando una sonrisa y spray para el cabello en el aire, volví a incorporarme al suelo pero esta vez por voluntad propia esperando k alguien llegara me pisoteara o algo así, había perdido mi oportunidad de intercambiar algunas palabras con él, tendría que esperar a mañana y a la buena voluntad de el profesor Shuester que me permitiera estar en Nuevas Direcciones.
Detestaba admitirlo, no lo conocía en lo absoluto, me había acostumbrado a verlo solo de reojo, no había compartido ni una simple conversación con él, pero sabía lo suficiente para decir que estaba perdidamente enamorado de Kurt Hummel.
