Notas del Autor: Si desean ignorar el "PRÓLOGO" (texto en cursiva y centrada) el cual contiene la explicación y organización del uso de los nombres originales del Rômaji Japonés de la serie tanto del Anime y Manga, sólo desplacen el cursor y pasen a la historia. Espero que sea de su agrado. ¡Gracias por leer!

Declaración de Denegación: Guerreras Mágicas/Luchadoras de Leyenda es en su parcialidad y totalidad propiedad del grupo CLAMP. Esta historia ha sido creada como mera afición, sin ningún tipo de interés ni fin lucrativo.

PRÓLOGO

En el intento de serle fiel a los nombres originales otorgados a los personajes de la increíble historia "Guerreras Mágicas"/"Luchadoras de Leyenda" realizada por el grupo CLAMP la autora de este Fanfic decidió utilizar los nombres equivalentes del Rômaji Japonés que se les dio a los distintos personajes del Manga y del Anime, así como también utilizar la versión original japonesa de "planetas" y no "países" referente a los orígenes de los invasores extranjeros durante la segunda y ultima parte de la historia. Lo que eventualmente la llevaron a decidir serle fiel al Rômaji fue precisamente las variantes y las mesclas en las que dichos nombres se encuentran a través de los cientos y fabulosos Fanfics de distintos autores en los idiomas japonés, español e inglés entre otros. En espera de que para el lector no sea muy confuso; a continuación se muestra la lista de dichos nombres y los títulos que cada uno de los personajes utilizó según el género en el que participo (Manga/Anime):

Manga

Español/Titulo

Rômaji/Gedai

Lucy Shidou-Guerrera Mágica

Hikaru Shidô-Majikku Naito

Anaís Hououji-Guerrera Mágica

Fû Hôôji-Majikku Naito

Marina Ryuuzaki-Guerrera Mágica

Umi Ryûzaki-Majikku Naito

Cefiro

Sefîro

Caballero Mágico Rayearth

Mahôkishi Reiâsu

Rayearth-Genio (Fuego)

Reiâsu-Mashin (Enjin)

Windom-Genio (Aire)

Windamu-Mashin (Kûshin)

Ceres/Genio (Agua)

Seresu-Mashin (Kaijin)

Nicona-Creador

Mokona

Zagato-Sol

Zagâto-Soru

Esmeralda/Princesa

Emerôdo-Hime

Clef-Gurú

Kurefu-Gurû

Paris-Espadachín

Ferio-Kenshi

Presea-Armera/Herrera

Puresea-Fârl

Ascot-Invocador

Asukotto-Pâlu

Carudina-Ilusionista/Bailarina

Karudîna

Rafaga-Maestro Espadachín

Rafâga-Dâl

Alanis-Hechicera

Arushiône-Île

Latis-Espadachín Mágico (Hechicero + Espadachín)

Rantisu-Caîl (Île + Dâl)

Primavera-Hada

Purimera-Pîxie

Autozam

Ôtozamu

Nave NSX

Senkan NSX

Iron-Robot

FTO-Meka

GTO-Robot

GTO-Meka

Águila Visión

Îguru Bishôn

Geo Metro

Jeo Metoro

Zaz Torque

Zazu Toruku

Zizeta

Chizêta

Fuerte Bravata

Idô Yôsai

Rakun-Espíritu Guardián

Rakun-Djinn

Rashin-Espíritu Guardián

Rashin-Djinn

Tarta

Tâta (Hermana Menor)

Tatra

Tatora (Hermana Mayor)

Faren

Fâren

Nave Dragón

DreamchildDômu

Asca

Asuka

Sanyun

Sanyun

Chang

Chanan

Saturno

Satoru

Maciel

Masaru

Cameo

Kakeru

Lulú

Anime

(Esta lista muestran sólo aquellos personajes que no aparecieron en el Manga y/o aquellos títulos que cambiaron en el Anime, los ausentes permanecieron igual que en el Manga)

Español-Titulo

Rômaji-Gedai

Zagato-Hechicero/Guardián

Zagâto-Shinkan

Clef-Gurú

Kurefu-Dôshi

Ascot-Invocador

Asukotto-Shôkanshi

Caldina-Ilusionista

Karudîna-Genwakushi

Rafaga-Maestro Espadachín

Rafâga-Kentôshi

Alanis-Hechicera

Arushiône-Masôshi

Latis-Espadachín Mágico

Rantisu-Mahôkenshi

Sierra-Armera

Shiera-Sôshi

Lira

Mirâ

Deboner

Debonea

Luz

Nova

Lopetego

Regaria-Mashin

Nova

Inôba

Lulú


Para Alicia Jazmín…

después de 13 años de espera amiga, donde quiera que te encuentres, en honor a nuestras miles de platicas que solíamos tener en la secundaria referente a estas tres heroínas de nuestra pubertad.


Fuente: Anime

Rômaji - Español: Densetsu Majikku Naito - Legendarias Guerreras Mágicas

Rômaji - Español: Shuttatsu - Partida

DENSETSU MAJIKKU NAITO

CAPÍTULO 01

Shuttatsu

Un poco más, más, ya casi… En su rostro una sonrisa casi nunca vista, incluso lo hace verse extraño. Una luz intensa sega sus ojos, su brazo sigue estirado para tomar su mano y recibirla pero cuando el destello le permite visualizar la escena nuevamente, ella ya no está ahí, de hecho; ninguna de las tres están ahí. Han vuelto a su mundo.

El único Espadachín Mágico de Sefîro baja lentamente su brazo recuperando instintivamente aquel gesto sin expresión que tanto lo caracteriza, aunque su exterior como la mayoría de las veces estaba lejos de parecerse a su interior. Se ha ido. Le dice su mente y en sus ojos aun quedaban rastros de aquella inmensa luz. Al comprender esa realidad el vacio interno que desde hace varios años se refugia en su pecho crece aun más, y tal parece pretende permanecer ahí. Madre, Zagâto, Îguru… y ahora tú… Esta nueva ausencia no le gusta, le molesta, es similar a aquella que sintió cuando la energía de su madre se dejó de sentir al momento de fallecer, a la que sintió cuando le notificaron que su hermano había perecido en batalla y cuando fue testigo de cómo su mejor amigo caía ante el ataque de Debonea. Esta vez sin embargo, por alguna razón este vacío le invadía más, mucho más…

- ¡Joven!... - el llamado de una niña que rodea tiernamente su mano entre las pequeñitas suyas finalmente lo saca de sus pensamientos. Es Mirâ, aquella nena que le había pedido le entregara a Hikaru una guirnalda de flores que ella misma había hecho - …vamos joven, todos se dirigen al interior del castillo - le dice mientras intenta que la sigua. Mirâ no logra entender la tristeza que continúa en los ojos de este enigmático caballero, sin embargo sigue sujetando su enorme mano para dirigirlo al interior del castillo.

- ¡Puu Puu! - Rantisu apenas reacciona a tal sonido para recibir a Mokona con su brazo libre cuando éste aterriza ahí. Desde ese momento y sin saber por qué, el animalito decide, arbitrariamente, que ése será su refugio por un largo lapso de tiempo.

- ¡Vamos Rantisu apresúrate! - le indica finalmente Purimera posándose coquetamente sobre el hombro izquierdo del joven. Vaya, sí que estaba rodeado, si buscaba soledad para asimilar un poco su reciente partida, tendría que esperar.


- No te olvidaré… nunca te olvidaré - el Príncipe de Sefîro posa sus ojos color sol en la chica que le dice esto mientras la llama por su nombre, sabe que estos son los últimos momentos que tiene para apreciarla, pues como en la primera ocasión está a punto de marcharse a su mundo.

Esta escena le es familiar pero no menos nostálgica. ¿Nos volveremos a ver? Trata con toda su voluntad de responderse así mismo que si, su siguiente pregunta ¿Cuándo? y la incertidumbre de su respuesta lo hacen desistir de su previo optimismo.

La gente a sus espaldas empieza a abrazarse unos con otros. Sefîro comienza a lucir como antes, Kentôshi Rafâga se acerca a él y lo estrecha celebrando la victoria.

- ¡Lo han logrado! – oye a Rafâga decir.

- Si, lo lograron… - repite feliz y melancólico a la vez.


Te marchas… una vez más te marchas. Le queda el consuelo de haberle dicho que la amaba, es cierto, ella lo había malinterpretado todo creyendo que el amor que él le profesaba era como el que ella en general sentía por él como hacia todos los demás.

El invocador cierra fuerte los ojos cuando la luz se lo obliga y antes de abriros para no verla más ahí, repite algo en su mente: Espero que siempre estés bien, donde quiera que te encuentres, te deseo que seas increíblemente feliz Umi.

Siente como los brazos de Karudîna lo cubren de la cintura por la espalda, se oye feliz, él también lo está, es sólo que no completamente… no sin ella.

- ¡Vamos Asukotto es hora de entrar y celebrar por la victoria de nuestras niñas! - dice ésta mientras lo arrastra hacia el interior.


Es hora de que vuelvan a su mundo. Una vez más el gran mago de Sefîro se siente en deuda con estas chicas extranjeras que han hecho tanto por su planeta. Y una vez más, no ha tenido tiempo de agradecérselos como él quisiera.

"Gracias" fue todo lo que le pudo decir a Umi hace un instante, después de que ella intentara decirle lo que él había estado evitando. Si, él sabe bien lo que Umi trató de confesarle hace unos momentos, y también sabe bien que él no está listo para eso. Sin embargo un nuevo sentimiento de pena llena su presencia, no es como aquel que sintió cuando Emerôdo-Hime le confesó sus intenciones de convocar a los guerreros del mundo místico, ni cuando sintió su muerte y la de Shinkan Zagâto (dos de sus tres más grandes discípulos), ni la de Sôshi Puresea ó la de Masôshi Arushiône hace apenas unas horas. Este dolor es provocado por frustración e impotencia.

- ¿Por qué?, ¿por qué las niñas que han arriesgado sus vidas en más de una ocasión para la paz y seguridad de esta tierra no tienen derecho a verla y disfrutarla tanto como nosotros? - ¡Era irónico, e increíblemente injusto!

Sostuvo su báculo por unos segundos y un nuevo destello de luz lo sorprende. ¿Acaso? no, no pueden ser ellas ¿pero qué es esta luz? Frente a Dôshi Kurefu justo en el centro del cuarto de la corona el Símbolo del Pilar regresa a su lugar de descanso. La última forma que tomó este símbolo ha sido la espada de Mahôkishi Reiâsu, y así queda como constante recordatorio de la abolición de un cruel sistema y la entrega de tres niñas que dieron todo por Sefîro.


Dôshi Kurefu decide entonces abandonar el cuarto del Símbolo del Pilar, es necesario reunir a todos para decidir juntos la organización del nuevo Sefîro y presentarse formalmente con los planetas extranjeros; en los próximos días iba haber mucho trabajo por hacer.

- 'Rantisu, Ferio, Asukotto, Puresea, Rafâga, Karudîna'… - llamó Kurefu telepáticamente y todos responden a la orden de su superior - …'necesitamos reunirnos todos y dialogar el estado de Sefîro, esta es una nueva etapa que ni siquiera yo había presenciado, la independencia que nos acaba de otorgar Hikaru necesita ser organizada para el bienestar del planeta. Genwakushi Karudîna y Sôshi Puresea, por favor reúnan a todos los ciudadanos en la plaza popular del palacio, tendremos una conferencia antes de que vuelvan a sus hogares, notifíquenles que permanezcan ahí pues nos presentaremos ante ellos' - inmediatamente las jóvenes obedecen al mando.

- 'Kentôshi Rafâga, reúne a la guardia, concéntralos en el jardín próximo a la plaza y mantengan posición, en un momento estaremos con ustedes. Mahôkenshi Rantisu y Príncipe Ferio, diríjanse a la torre de aterrizaje, necesitamos dar la bienvenida a los visitantes ajenos. Shôkanshi Asukotto, por favor envía un mensaje con tus amigos a las princesas de Chizêta y Fâren junto a los representantes de Ôtozamu y bríndales transportación para que accedan al castillo, Rantisu, Ferio y yo los estaremos esperando ahí'.

Y comunicando esto cada uno obedeció las órdenes. Rantisu pidió a Ferio hacer conexión para así tele-transportarse junto con él y Mokona al lugar indicado (a Pîxie Purimera no le tocó de otra que echar andar sus alitas a lo alto para darle alcance a su "amor platónico"). Asukotto convocó a sus criaturas para dirigirse a las naves extranjeras y Rafâga dio órdenes a sus tropas.

- Por las Princesas de Chizêta y la Emperatriz de Fâren puedes quedarte tranquilo… - decía el príncipe a Kurefu después de que éste último expresara su inquietud referente al carácter de los extranjeros - …las conocimos esta mañana con Fû y Umi, son buenas personas. En cuanto a la gente de Ôtozamu no sabría decirte, a ellos no los he tratado.

- También ellos son buenas personas… - aportó sin expresión Rantisu - …Jeo Metoro debe estar al mando ahora… - intercambió una mirada de luto con su maestro, no hacía mucho había logrado recuperar el cuerpo de Îguru y no sabía cómo demonios se lo mostraría a Jeo y a Zazu. Peor aún, no sabía cómo diablos se lo entregaría a su padre; porque sabía, sentía y quería ir él personalmente a llevarlo a Ôtozamu: destino del descanso final de su platinado amigo.

- Cumpliremos nuestro compromiso hasta el final Rantisu. Îguru será recordado por su gente como merece ser recordado, porque ni Ferio, ni tú, ni yo, ni Sefîro desistirá hasta que Ôtozamu quede completamente limpio, honor a quien lo merece - le aseguró su maestro seriamente.

El espadachín y el príncipe asintieron, no esperaban palabras menos puntuales provenientes de su tutor en magia. Sin embargo, ninguno de los dos pudieron contestar ya que su dialogo fue interrumpido por la llegada de los demás. Las Princesas de Chizêta fueron las primeras en aterrizar seguidas por la gente de Fâren y Ôtozamu que llegaron sobre dos de los amigos de Asukotto. Ferio, Rantisu y Kurefu se aproximaron para darles la bienvenida en su descenso y el mago comenzó la charla:

- Bienvenidos sean todos, yo soy Dôshi Kurefu, para quienes no los conocían el joven que los guió hasta aquí es Shôkanshi Asukotto, este es el Príncipe Ferio de Sefîro y hermano menor de la Princesa Emerôdo, a su lado se encuentran Mahôkenshi Rantisu hermano menor de Shinkan Zagâto y la criatura mágica que se encuentra entre sus brazos es Mokona. Espero que se encuentren bien, antes que nada quisiéramos agradecer su intervención en la lucha que se llevó a cabo hace un momento contra Debonea. Estamos en deuda con ustedes y quedamos a sus órdenes.

- ¿Qué pasó con Umi y las demás?, ¿se encuentran bien?, ¿dónde están?

- Las legendarias Majikku Naito volvieron a su mundo princesa Tâta.

- Rantisu… - susurró finalmente Tatora al terminar de observar y escuchar al espadachín. Recuerdos del pasado volvían a la mente de esta dulce joven pero decide hablar públicamente antes de acercarse a él - …no tienen nada que agradecer Dôshi Kurefu, mucho menos sentirse en deuda, originalmente venimos con intención de conquistar e invadir Sefîro, fue lo menos que pudimos hacer como retribución a nuestras intenciones originales. Estoy segura de que mis palabras son apoyadas por Fâren y Ôtozamu.

Los Sefîranos inclinaron sus cabezas en señal de agradecimiento después de escuchar a la mayor de las Princesas de Chizêta. Tatora finalmente se dirigió al joven de mirada violácea para no hacer tan publico su siguiente dialogo.

- Me imaginé que estrías aquí cuando venimos pero no estaba segura ¿cómo has estado Rantisu? ha pasado mucho tiempo, mis padres te recuerdan con cariño - le dice uniendo sus manos a nivel de su pecho tratando así de controlar un nerviosismo que comienza a ser evidente para los presentes. Es obvio que estos dos también ya se conocían.

- Bien princesa, espero que los Sultanes de Chizêta se encuentren igual, deles mis saludos cuando vuelvan a casa - contestó el joven, su semblante como siempre se mantuvo libre de emociones.

- ¡Rantisu créeme que nuestra intención de venir a Sefîro costó muchos debates en la corte! - dijo tratando de excusar su fallida conquista al planeta del joven. Éste sólo le dirigió una leve y fugaz mirada antes de contestar con seriedad:

- No lo dudo.

- ¿Quién es ella Rantisu? ¿Acaso se conocen? - preguntó la chillona y ahora sofocada voz de un hada que finalmente llegaba a la entrada más alta del castillo. Se dirigió al mencionado y perdiendo toda coquetería se desplomó en uno de los masculinos hombros otorgándole así descanso a sus fatigadas alitas. Los presentes dirigieron su atención al rostro del muchacho esperando respuesta.

- Tuve el gusto de conocer la corte de Chizêta cuando estuve en ese planeta, los sultanes son excelentes personas.

- ¡Tan solemne como siempre Rantisu! - exclamó Tâta finalmente rompiendo aquella tención y tratando de que la actitud de su hermana no fuera tan obvia. Por lo visto Tatora no había superado aquel joven.

- ¡Pues sean bienvenidos todos!... - intervino finalmente Kurefu - …pueden quedarse el tiempo que ustedes gusten, por el momento nosotros tenemos una junta pendiente con nuestros ciudadanos y son bienvenidos a ser testigos si así lo desean. Jeo Metoro… - llamó al joven acercándose a él - …Sefîro tiene un compromiso que cumplir con el Comandante Îguru Bishôn, por favor acepten nuestro más sincero pésame, el joven Bishôn poseía un aura que sólo he visto previamente en alguien más… - miró de reojo a Rantisu y después guardó silencio un momento en memoria de Îguru. El resto de los presentes imitaron el acto - …me gustaría reunirme con usted en cuanto terminemos con la junta de nuestros ciudadanos joven Metoro.

- Estoy a sus órdenes Dôshi Kurefu - contestó el mencionado evidentemente afectado por lo sucedido con su capitán.

- ¡ ¿Y no volveremos a ver a Fû? ! - la pregunta de la pequeña Emperatriz de Fâren fue ahora dirigida al Príncipe de Sefîro.

- Espero que sí emperatriz… espero que si… - respondió más para sí mismo que para ella.

- ¿Y qué pasará con la relación amorosa entre tú y Umi si ella no vuelve pronto? - sopeteó Tâta con ojos de total indignación dirigidos al Invocador de Bestias. Asukotto no pudo responder al instante cuando todos centraron sus sorpresivas miradas en él. La del Mago Supremo fue la más intensa.

- Mi relación con Umi es sólo amistosa Princesa Tâta - respondió nerviosamente.

- ¡Pero si tú fuiste a rescatarla cuando la capturamos en el fuerte Idô Yôsai! ¡Eso sólo lo hace un novio o por lo menos alguien que te ama, nadie se arriesga así porque si! - dijo colocando los puños en sus caderas mientras tres rostros masculinos comenzaban a teñirse de color carmesí al identificarse con el veredicto de la menor de las princesas. Bueno en realidad sólo dos se tornaron carmesí, Rantisu únicamente clavó su mirada en los zapatos de Tâta encontrándolos momentáneamente muy interesantes.


Cuando ya todos se encontraban en la plaza principal del palacio, los ciudadanos Sefîranos miraban curiosos a los extranjeros y soberanos. Sabían que estaban entrando en una nueva etapa nunca antes vivida en su planeta, y aunque no estaban seguros de que rumbo tomarían las cosas presentían que fuera lo que fuera esta nueva etapa sería positiva para todos. La presencia de los magos y guerreros más poderosos ante ellos y el respeto con el que los extranjeros los miraban les decía eso. Dôshi Kurefu se dirigió a los ciudadanos para enfatizar la importancia de sus pensamientos positivos para el bienestar del planeta:

- Nuestro nuevo Pilar ha abolido el sistema y nos ha dado la libertad de regirlo por nosotros mismos. Su única especificación fue como todos escucharon, que Sefîro sea creado por la voluntad de todas aquellas personas que aman este planeta, así es como ha asegurado el bienestar de todos los que vivimos aquí. Si alguien dejara de amar esta tierra entonces desde ese momento su voluntad no afectará el bienestar de Sefîro - en silencio admiró el sabio decreto de Hikaru que ni a él mismo se le había ocurrido.

- ¿Pero entonces nadie nos regirá? - preguntó un ciudadano.

- Eso dependerá de ustedes y es lo que venimos a consultarles entre otras cosas. Los más antiguos e influyentes de Sefîro nos reunimos en breve previo a venir ante ustedes para intercambiar ideas. Se resolvió que lo mejor por el momento es mantener el ejército activo tanto en las provincias como en el palacio únicamente con propósitos de protección del planeta y sus ciudadanos. El sentimiento de temor es inevitable en algunos casos y Sefîro seguirá manifestando esos temores a través de monstruos por lo que la guardia será necesaria. En cuanto a la entidad que gobernará el planeta, ustedes deberán seleccionarlo. El Príncipe Ferio y su gente de confianza han manifestado abandonar el palacio si ustedes así lo desean.

- ¡No, el Príncipe Ferio es el indicado para el régimen de Sefîro, sólo él puede subir al trono! - se escuchó por parte de varias personas. Ferio únicamente cerró los ojos… esa idea no le gustaba. Por su parte Dôshi Kurefu empezaba a sentirse optimista, él también estaba de acuerdo con ese concepto.

- Él está dispuesto a renunciar a sus derechos si ustedes así lo quieren, de lo contrario será él el que decida si tomará el mando como rey ya que tampoco se le puede obligar a serlo - aportó el General de la Guardia Sefîrana.

- Por el momento mantendrá su titulo actual: "Príncipe Ferio" antes de cambiarlo a "Rey" - informó Asukotto tímidamente al rescate de su amigo, algo en la expresión del aludido le decía que estaba incomodo con aquel debate.

- ¡Todo Sefîro conoce a Ferio desde niño! Si ha de mantenerse un rey él es el indicado y el que unánimemente elegiremos - se escuchó del otro lado de la plaza por parte de uno de los representantes de las regiones del norte y varias personas de la multitud asintieron apoyando el dialogo.

- Estamos por determinar eso, mi opinión es similar a la de ustedes pero antes que nada Ferio será el indicado para tomar esa decisión y ustedes tendrán que aprobarlo en caso de que él así lo escoja. No pretendemos imponerles un dirigente al que ustedes no quieran. Siempre será así, aunque se decida continuar con la monarquía el candidato o candidata a gobernar será siempre decisión de los ciudadanos que mantengan su amor por el planeta.

- Con todo respeto Dôshi Kurefu… - interrumpió un anciano oráculo dirigiéndose al Mago Supremo - … pero me gustaría que recordáramos que la Princesa Emerôdo no llevaba el título de princesa por ser el Pilar del planeta; tanto ella como el Príncipe Ferio merecían esos títulos por ser los herederos directos al trono después del fallecimiento del antiguo rey y padre de ellos. La monarquía en Sefîro ha existido por muchos milenios y si bien nuestro equilibrio era sostenido por el Pilar, otros asuntos importantes de gobierno siempre fueron atendidos por la realeza y su corte.

- No lo he olvidado compañero Fushichô… - repuso Kurefu sonriéndole amablemente - …pero tengamos en cuenta que Emerôdo fue el primer Pilar que pertenecía a la línea directa de sucesión y al ser la heredera al trono tomó ambas responsabilidades. Si bien el protocolo nos indica que a su descenso el siguiente en la línea de la monarquía es su hermano Ferio, queremos aprovechar el decreto de Hikaru para componer cualquier inconformidad que haya surgido en el pasado con respecto a la realeza y sus leyes; el mismo Ferio lo ha propuesto.

- ¡La monarquía debe continuar!... - una guapa señora de apariencia ya madura que portaba el titulo de duquesa y se especializaba en sanación se acercó hasta ellos - …si bien es cierto que ahora sin el Pilar todos nos veremos envueltos con mayores responsabilidades, es necesario tener una entidad que nos represente a nivel galáctico y nos organice a nivel planetario… - la mujer se acercó a Ferio y posó una de sus manos en el hombro del muchacho - …hijo mío, tu familia siempre supo regir bien nuestra tierra... - le dijo cariñosamente - …estoy segura que sabrás hacerlo de la misma manera, debes tomar el trono.

- No tenemos derecho a obligarlo… - sentenció secamente una voz varonil y la mujer dirigió su atención al primer y único Mahôkenshi Sefîrano - …de lo contrario estaríamos violando el deseo de prosperidad que las Guerreras Mágicas intentaron otorgarnos. Sefîro estaría indirectamente una vez más esclavizando e imponiendo una responsabilidad a alguien que no la desea - concluyó tajante.

La señora lo observó pensativa por breves segundos antes de que su rostro adquiriera nuevamente una mirada de ternura. El muchacho era la viva imagen de su amiga, la cual nunca renunció a su carácter idealista.

- Entiendo su punto Mahôkenshi Rantisu pero creo que la gente desea continuar con la monarquía para que se ocupe de sus asuntos políticos.

- Y puede continuar si así lo han decidido, pero el Príncipe Ferio no está sujeto a aceptar el cargo si no lo desea - explicó firme el alto caballero.

- Cierto hijo… - habló nuevamente el anciano oráculo Fushichô - …y si el Príncipe Ferio no quisiera ese cargo entonces se le ofrecería al siguiente en la línea de sucesión al trono.

- ¡Precisamente!... - apremió divertida la guapa señora tomando nuevamente la palabra y sus ojos reflejaban un dejo travieso - …la historia nos indica que de ser así los pertenecientes a la Casa Enjin serían los próximos en la línea de sucesión puesto que la última heredera de esa casa fue prima lejana del antiguo rey, y aunque ya no se encuentre entre nosotros nos dejó una interesante descendencia y por lo tanto sus hijos son los que le siguen; el mayor desgraciadamente falleció, pero el menor…

- ¡Basta Hachidori!... - la detuvo Dôshi Kurefu - …tus lecciones humorísticas no son necesarias.

- ¡Pero si eso hace a este apuesto joven nuestro siguiente candidato! - dijo dirigiendo su mano extendida hacia Rantisu. El resto de la gente lo miró sorprendida, esta información era nueva para ellos. Los únicos que no parecieron impactarse con aquello fueron algunos miembros adultos de la antigua corte junto con Kurefu, Rafâga, Ferio y el mismo Rantisu. Karudîna lo miraba encantada como si la armadura del enigmático caballero se hubiera de un momento a otro convertido en oro de 24K.

- Pero yo tampoco deseo el trono Curandera Hachidori - informó con mirada déspota y la bailarina volvió a ver la armadura igual de lúgubre que antes.

- Idéntico a tu madre... - Hachidori se aproximó al muchacho y posando una palma en la mejilla del varón continuó - …yo la quise mucho ¿sabes? no hay día que no la eche de menos… - sonrió nostálgica - …no pretendía molestarte hijo, es sólo que me recuerdas mucho a ella y no me pude resistir. Ese tipo de contestaciones eran típicas de ella y siempre me sorprendieron - admitió giñando uno de sus castaños ojos y el muchacho relajó notablemente su mirada.

- Si me permiten, ¿puedo opinar? - preguntó limpiándose la garganta el príncipe heredero.

- Por favor hijo… - animó Fushichô - …nos tiene a todos en ascuas con su decisión alteza.

- Verán, desde mi infancia nunca me visualicé como rey de esta tierra y por lo tanto mis conocimientos políticos y diplomáticos son escasos. Sin embargo les pido que me tengan paciencia, por el momento no me encuentro listo para asumir ese puesto pero lo haré eventualmente, considero que es lo mínimo que le debo a mi hermana Emerôdo, a mi querida Fû y a mis amigas Hikaru y Umi por todo el sacrificio que hicieron por conservar la paz y estabilidad de Sefîro. Así que como les indicó Shôkanshi Asukotto por el momento continuaré siendo el Príncipe de Sefîro. Yo les indicaré cuando me sienta listo para convertirme en rey una vez que mis conocimientos para ese puesto sean más avanzados si es que para el momento aun desean que los represente como tal.

- Sus palabras son muestra de que la sangre de la Casa Kûshin corre por sus venas majestad, y algo me dice que usted logrará superar a sus ancestros en ese cargo - le aseguró Hachidori al joven príncipe.

Éste por su parte agradeció las palabras de la guapa señora, pero no pudo evitar dudar de ellas. Lograr algo tan ambicioso como aquello requeriría de mucha inteligencia, amabilidad, temple, justicia, sabiduría… cualidades que sólo en una linda chica conocía. Si tan sólo ella estuviera a su lado… sabía que eran jóvenes pero Fû había demostrado ser todo eso y más a su corta edad, estaba seguro de que al pasar los años esas cualidades sólo se acentuarían en la chica. ¿Por qué tuviste que regresar a tu mundo? se preguntó. No hace más de medio día que no estás y ya siento que no te he visto en una eternidad.

- ¿Y les explicarás ahora cómo se repartirán los otros cargos? - cuestionó el anciano Fushichô dirigiéndose a Dôshi Kurefu y su gente más cercana. Karudîna no perdió oportunidad de dar a conocer el puesto de su rubio general.

- Kentôshi Rafâga continuará encargándose del ejército, es muy importante que sepamos y entendamos nuestras nuevas responsabilidades, son sencillas pero indispensables. ¡Amemos este planeta y deseemos el bienestar de nuestros seres queridos!

- ¿Y la señorita Hikaru no querrá el control del Pilar a su regreso? - preguntó curioso el mismo representante del norte que había hablado un par de minutos atrás.

- Dudo mucho que Hikaru, Umi o Fû tengan esas intenciones. Ellas mismas deseaban la independencia de Sefîro para evitar lo sucedido con la Princesa Emerôdo - contestó esta vez Puresea. Los invitados extranjeros asintieron con la cabeza recordando cada uno por su parte la firme persuasión que cada equipo recibió por parte de las guerreras para hacerlos desistir en sus intenciones con el Pilar, relatándoles el trágico final de la bella Emerôdo y el apuesto Zagâto.

- ¿Pero ella sigue siendo nuestro Pilar o no? - se escuchó una infantil vos ya que la pregunta fue hecha por un pequeñín de cabello azul.

- Aunque Hikaru siga siendo el Pilar, el sistema en sí fue abolido por ella misma, lo cual asumo hasta no investigar lo contrario la libera de cualquier responsabilidad o beneficio de éste, si es que algún beneficio existía - explicó el Dôshi a sus paisanos.

- ¿Y qué pasará con nuestros pueblos? - Rafâga intervino a continuación conociendo su cargo:

- Nos distribuiremos como antes. Sefîro seguirá siendo el mismo planeta que gobernaba la Princesa Emerôdo y los pilares y reyes precedentes a ella pero con la ventaja de que ahora nosotros lo mantendremos estable con nuestro amor. Las actividades se reanudarán como antes.

- Cualquier necesidad que tengan siéntanse libres de venir al palacio, este es tanto hogar suyo como de nosotros. Estaremos siempre disponibles para resolver cualquier cosa juntos - terminó Ferio cerrando el ojo a sus compatriotas quienes sonrieron contentos con el gesto de su "Electo Rey".

- Aprovecho también para informarles que nuevos sucesos tomarán efecto a partir de este momento. El sistema educativo de Sefîro se expandirá de manera significativa. Ahora que la estabilidad y armonía del planeta depende principalmente de todos los que habitamos en él, es indispensable que monitoreen sus pensamientos, incrementen sus vibraciones y entiendan el poder y derechos que hay en cada uno. Todos nosotros los asistiremos ya que como todo se requiere practica y perseverancia para lograr el resultado deseado. Por otro lado Hikaru y yo hicimos un compromiso con el fallecido Comandante Îguru Bishôn de Ôtozamu antes de que éste pereciera ayudando en batalla a las Guerreras Mágicas… - en ese momento Kurefu dirigió su mirada al nuevo Comandante Jeo Metoro - …Ôtozamu se encuentra en un estado de emergencia y aunque aún tenemos que conversar con sus representantes es probable que recibamos próximamente ciudadanos de ese planeta para que vivan aquí, algunos lo harán temporalmente y otros si así lo desean podrán quedarse definitivamente. El Consejo Real de Sefîro junto a su ejército se encargará de la organización y distribución. La invitación también está abierta para Fâren y Chizêta quienes arriesgaron su vida apoyando nuestra causa, por lo tanto será necesaria la cooperación de todos.

- ¡Ustedes también pueden venir a vivir y visitar Fâren cuando gusten! Yo hablo en nombre de mi padre y de mi misma - interrumpió la pequeña Emperatriz Asuka emocionada con la idea de tener visitantes y gente nueva en Fâren, después de esto recibió un gesto de aprobación por parte del sabio Chanan y su asistente Sanyun.

- Chizêta extiende la misma invitación- dijo Tatora quien seguidamente fue apoyada por Tâta.

- Y Ôtozamu también si es que logramos rescatarlo de su actual estado - sentenció Zazu Toruku mirando de reojo a Jeo, no estaba seguro de tener la autoridad de decir aquello, pero la emoción del momento lo hizo hablar sin pensar. Jeo Metoro sólo asintió.

- ¡Se les agradece sus invitaciones planetas vecinos!... - expresó el Príncipe Ferio y mirando después a sus compatriotas prosiguió - …en unos cuantos días les daremos a conocer la lista formal del consejo real, sus miembros, puestos y decisiones finales referente a los temas mencionados. Sólo recuerden que de ahora en adelante es indispensable su tranquilidad para la prosperidad de Sefîro - terminó y los murmullos de la gente no se hicieron esperar quienes intercambiaban comentarios y opiniones entre sí.

- ¡Bueno, bueno, terminemos! Sólo me queda recordarles que cuando Kentôshi Rafâga dijo que las actividades se reanudarán como antes se refería también a los festivales, las fiestas, los mercados, quermeses, etc. etc… - dijo Karudîna alegremente sacando de sus murmullos a la gente. Inmediatamente todos comenzaron a contagiarse de la misma alegría mientras que al "improvisado consejo" les resbalaba una gota en la cabeza - …¡Además tendremos que añadir un festival muy importante en honor a nuestras heroínas!

- ¡Sí! ¡Gracias a las Guerreras Mágicas Sefîro está nuevamente en paz! ¿Cuándo las volveremos a ver? - se escuchó por todos lados en distintos tiempos.

- Para serles honesto… no sé si puedan o vayan a regresar - contestó Dôshi Kurefu y el pueblo adquirió un nostálgico silencio, esas niñas se habían ganado el corazón y la admiración de todo Sefîro.

Después de que un minuto entero hubiera recorrido una voz inocente rompió el silencio entre la gente:

- ¡Estoy segura de que en cuanto puedan volverán! - era Mirâ, que de lo pequeña que era quedaba perdida entre la multitud, la cual se dispersó al escuchar esta frase y la dejó visible ante los ojos del consejo.

- Yo también estoy completamente seguro de eso Mirâ… - finalmente Rantisu volvía a decir algo. Las palabras de la niña, la determinación y el convencimiento con el que lo dijo le recordaron brevemente a alguien especial - …las Guerreras Mágicas del Mundo Místico volverán algún día; lo mejor que podemos hacer es mantener nuestro planeta estable y demostrarles que la confianza que depositaron en nosotros es digna.

- ¡Puu Puu Puu Puuuuuu! - apoyó el animalito que se encontraba en los brazos del espadachín.

Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a movilizarse, había mucha gente por distribuir y nuevos ciudadanos extranjeros que recibir y a pesar de lo mucho que iban a extrañar a sus salvadoras, la idea de ver a Sefîro resplandeciente una vez más sin el sacrificio de una sola persona, generó que todos comenzaran a comportarse con mucho más optimismo. También el hecho de que nuevas culturas fueran a ser recibidas emocionaba al pueblo en general.


Planeta Tierra, Tokio Japón, 27 de Noviembre de 1995. Exactamente un año después de su último regreso de Sefîro a Tokio. (Dato: El 17 de Octubre de 1994 fue la fecha en la que la serie hizo su estreno en la televisora japonesa y el último capítulo se presentó el 27 de Noviembre de 1995)

Esa tarde, de las últimas calurosas de ese año y ya entrado el otoño después de clases las chicas lograban visualizar Sefîro desde el mirador de la torre de Tokio. Aquí fue donde nos habían dejado a todos sus seguidores. Ellas comprobaban con dicha y emoción (al igual que nosotros) que sus esfuerzos habían tomado frutos. Sefîro les estaba permitiendo observarlo desde lo alto para así ser testigos de su belleza y su paz.

- ¡Quiero ir a Sefîro una vez más, pero esta vez no es por remordimiento… - comenzaba Hikaru su petición junto a sus mejores amigas.

Emperatriz Asuka, Sanyun, Chanan, Rafâga, Windamu… FERIO… Estos nombres venían a la mente de una chica con falda verde.

Tâta, Tatora, Karudîna, Asukotto, Seresu… KUREFU… Estos otros en la de una con chaleco azul.

Zazu, Jeo, Purimera, Puresea, Mokona, Îguru, Reiâsu… RANTISU… Estos últimos en la de calcetas rojas.

- …sino para vivir la nueva aventura de Sefîro! - terminaba diciendo la Guerrera del Fuego en lo que sujetaba un preciado medallón entre sus manos.

Lo siguiente que fueron capaces de ver, fueron sus propios reflejos en el cristal del mirador porque nada sucedió…

Ellas no lo sabían aun pero esta escena se repetiría muchas veces más hasta que nuestras niñas dejaran de ser niñas y comprendieran (aunque no gustosas) que por alguna razón no podían regresar. Al principio fue difícil componerse después de cada intento, pero con el tiempo la desilusión de no volver fue transformándose en incomoda resignación, se consolaban agradeciendo al menos tener un "vistazo" de aquel planeta al que tanto querían.


Con esta eran dos que la Guerrera del Viento vivía algo similar: su amado se había quedado en otra galaxia, pero no por eso se le hacía más fácil aceptarlo, en realidad esto sólo lo empeoraba más porque haberlo vuelto a ver después de la primera ocasión Fû únicamente había comprobado que su corazón había caído rendido ante Ferio y que nada podría hacerlo buscar revancha... en realidad la menor de los Hôôji ni siquiera quería intentarlo. Ferio era y siempre sería su aquel "primer gran amor" que la gente solía tener y recordar cuando adultos.

Cuando supo que Emerôdo era la hermana de su amado sintió morirse de dolor, él le había pedido sonreír para que siempre la recordara así y Fû esperaba haber concedido su deseo antes de partir por segunda vez. De la misma manera que en la primera ocasión la magia había sido cruel al no permitirle conservar aquella pieza gemela que él le había obsequiado, Fû no lo entendía. ¿Cómo había logrado Hikaru transportar con ella el medallón de la madre de Rantisu y ella no el regalo que Emerôdo le había hecho a su hermano? ¿Acaso su voluntad no habría sido tan fuerte como la de su amiga? después de todo Hikaru se había convertido en el Pilar de Sefîro, prueba evidente de que la voluntad de la pequeña del trió sobrepasaba la de los demás… aun así era triste, conservar algo de Ferio más que el recuerdo la hubieran ayudado a sobrellevar tan dolorosa y larga separación.

- ¿Será tan sólo larga?... - se cuestionaba - …¿o quizá definitiva?...


Umi Ryûzaki al principio sintió arrepentimiento por no atreverse a confesarle su amor a Kurefu, ni ella misma sabia como había empezado aquel sentimiento hacia el mago; ¿Cuándo exactamente había empezado a enamorarse de él? Tal vez cuando entendió lo difícil que debió ser para Kurefu asistirlas en tan difícil misión sin poder confesarles la terrible verdad… Tal vez cuando volvieron y vio en su mirada el arrepentimiento y la tristeza en sus ojos de haberlas convertido en las ejecutoras de la Princesa Emerôdo. No, no fue ahí. Fue cuando con sus palabras le aseguró que la actitud que ella había demostrado al llegar por primera vez era completamente comprensible y que lejos de reprochárselo le agradecía todo lo que había hecho por Sefîro.

En esa ocasión él apoyo su mano en las de Umi para asegurarle que todo estaba bien, y desde ese instante la Guerrera del Agua no pudo evitar sentir una admiración especial por el Mago Supremo de aquel planeta. Dôshi Kurefu había demostrado más de una vez por qué portaba ese título en Sefîro, y muchas veces la heredera de la fortuna Ryûzaki comprobó que todo el peso del planeta recaía sobre los hombros de su querido Kurefu. La impotencia de no poderle asistir la habían hecho sentirse inútil. Ahora después de haber vuelto a la Tierra, Umi comprendió que no había estado lista para confesarle su amor porque después de todo, Sefîro, el amado planeta del gran Dôshi apenas comenzaba a ver paz nuevamente, no era el momento indicado para perturbarlo con su egoísta confesión.

- Quizás algún día… - se decía para ella misma - …quizás…


Al transcurrir el tiempo, varias veces la elegida del Mashin Reiâsu se preguntaba: ¿Que habría visto Rantisu en ella para corresponder su amor? Nunca se había podido contestar esta pregunta pero cada vez que recordaba las últimas palabras del Espadachín Mágico Hikaru sentía que la vida era demasiado bondadosa con ella. Y yo a ti… la única integrante femenina de los hermanos Shidô nunca había experimentado amor lejos del que sentía por su familia y amigos, pero esa palabra tenía un significado más amplio cuando lo aplicaba al Mahôkenshi, era algo que no podía entender pero tampoco podía evitar. Su lado negativo Nova fue quien descifró por ella lo que esto significaba.

Cuando pensaba en Nova y recordaba todo el problema que su remordimiento manifestado había provocado en su segundo viaje a Sefîro, Hikaru se prometía nunca más odiarse así misma por algo. Nada más imaginarse que su contraparte volviera a separarse de ella le angustiaba. Quizá Îguru no hubiera fallecido. Por lo tanto cada vez que tenía oportunidad procuraba hacerse sentir bien con ella misma y reafirmar su aceptación personal. Le consolaba saber que había hecho lo correcto esta vez. Sefîro era ahora una tierra independiente, ella junto a Umi y Fû habían podido ayudar, y gracias a Rantisu, a Kurefu y Emerôdo decretó lo correcto para sus seres queridos que residían ahí. El único problema ahora era tratar de reprimir su frustración de no volverlos a ver.

- ¿Qué estará haciendo Rantisu en estos momentos?... - era la interrogante diaria de Hikaru - …¿aun te acordaras de mi?...


Estas reuniones empezaban a ser una tortura para todos, por alguna cochina razón Dôshi Kurefu estaba empecinado a que el hermano de Emerôdo asumiera tan pronto como fuera posible el título y responsabilidades de rey aunque éste último le repitiera una y otra vez que no estaba listo aun. ¿No le había explicado a su pueblo en aquella conferencia que el momento de tomar el título le llevaría algún tiempo?

- ¿Cuántas veces tengo que expresarte mi opinión Kurefu? te respeto demasiado pero te repito que no me siento listo, estoy cumpliendo con las responsabilidades de príncipe lo mejor que puedo como para convertirme en rey tan pronto. Y si tan necesario es tener uno, entonces por favor en mi opinión tú o Rantisu deberían tomar esa responsabilidad, tú tienes un conocimiento del planeta que ni la misma Emerôdo tenía y Rantisu posee un poder incluso mayor al de Zagâto, sin omitir que es el siguiente en la línea de sucesión.

- … … … - y una mirada de aburrimiento fueron los únicos comentarios por parte del Espadachín Mágico cuando las miradas del consejo se centraron en él.

- ¡Rantisu necesita continuar yendo y viniendo de Ôtozamu constantemente esto apenas está en su primera etapa, no olvidemos la promesa que se le hizo al comandante Îguru; Sefîro no faltará a su palabra, e independientemente de eso, fueron los deseos de la propia Hikaru que ayudáramos a Ôtozamu y es lo menos que podemos hacer después de todo lo que paso! - el único Mahôkenshi del planeta no pudo evitar dirigir su mirada al suelo al escuchar esos nombres de la boca de su maestro: "Îguru, Hikaru…"

- ¿Puu? - escuchó levemente desde su regazo. Rantisu sólo atinó a depositar un par de palmaditas a Mokona, sí ¡Él también la extrañaba mucho!

- El Príncipe Ferio tiene razón Dôshi Kurefu… - el gran mago dirigió su mirada atónita hacia el espadachín. ¿Qué no se suponía que Rantisu estaba de su lado? - …no me malentiendas maestro, tanto como tú creo que el príncipe es el indicado para gobernar este planeta como rey, sin embargo como él lo menciona aun no se siente listo, no dudo que lo haga en poco tiempo pero por el momento tú eres el más indicado. Todos te queremos y te respetamos, tu sabiduría es inmensa y nadie se opondrá a que tomes el control de Sefîro mientras el hermano de la Princesa Emerôdo está listo para hacerlo. Después de todo lo has estado haciendo de manera impecable.

- ¡Gracias Rantisu!... - atinó a decir Ferio tan sorprendido como el resto ante semejante dialogo por parte del Mahôkenshi del planeta -… Dame tiempo Dôshi Kurefu, haré lo mejor que pueda. Si no quieres no tomes el título pero continua con las responsabilidades como hasta ahora, necesito tu apoyo en esto ¡Te aseguro que en cuanto esté listo te lo haré saber no lo dudes! - dijo esta vez dirigiéndose a su ahora también maestro.

- ¡Vamos Kurefu no seas terco!... - criticó esta vez Karudîna aburrida y exasperada con el tema - …no es como que necesitemos un rey inmediatamente, la gente sabe que Ferio tomará el mando tarde o temprano y forzar las situaciones no es bueno ¡podría acabar renunciando al puesto definitivamente y entonces sí nos quedamos sin rey, sin príncipe y sin monarca, y no tendremos otra que tenerte a ti de soberano permanentemente, y eso sí en mi humilde opinión no suena NADA entretenido! - terminó fingiendo desesperación y angustia con esa idea.

- Bien… - suspiró hondo - ….supongo que es lo correcto por el momento… - dijo meditando lo último de la bailarina, ni siquiera se sintió ofendido con la broma de la ilusionista ya que esa era una posibilidad que no le agradaba al sabio mago - …es sólo que nunca me ha gustado estar al frente de todo Sefîro. Procura estar listo pronto Ferio, el lapso de tiempo en el que no podías recordar tu parentesco con Emerôdo te fue muy útil. Todos los ciudadanos de este planeta te quieren y te respetan, te tienen la confianza que nadie más ha sabido ganarse de ellos porque fuiste uno de ellos. Nadie más que tú puedes comprender sus deseos y necesidades, así que se lo debes a tu gente y a esta nueva era Sefîrana - terminó Kurefu resignado una vez más a representar a su planeta ¿Qué no tendría un descanso?

- Lo seguirás haciendo bien Dôshi Kurefu, estoy segura - le dijo tiernamente Puresea para animar al mago.

- Yo me retiro si no hay nada más que decir por el momento… - anunció Rafâga poniéndose de pie - …la tropa Seresu está en estos momentos restableciendo la comunidad del sur y necesito supervisarla. Tendremos que ampliar la aldea para recibir más gente de Ôtozamu y comenzar a seleccionar los territorios para las nuevas poblaciones.

- Eso es todo por hoy Rafâga, gracias - contestó finalmente el mago dando por terminada aquella junta del consejo.


- ¿Hablaste con él querido? - preguntó una atractiva bailarina a su actual pareja. Le había dado alcance cuando éste salió de la junta.

- No específicamente Karudîna, la verdad dudo que me haga caso, la partida de las Guerreras Mágicas está muy reciente aun.

- ¿Pero qué dices? ¡Si las chicas regresaron hace más de tres años Sefîranos a su mundo! ¡El muchacho debe continuar su vida! Independientemente de que ellas regresen sabes que ella nunca le correspondió de la manera que a nosotros nos hubiera gustado.

- Sí pero debes entender que el olvido lleva tiempo querida; y no me refiero al olvido de la mente ese es inevitable, me refiero al olvido del corazón. Debemos dejar que el tiempo haga su trabajo Karudîna y presionarlo únicamente lo llevará a que le sea más difícil.

- ¿Pero le has dicho algo de lo que te dije o no?

- Le propuse ir a Chizêta como me lo pediste; para que se distrajera y conociera más chicas allá, por supuesto que eso no fue lo que le dije, sólo le indiqué que ahí podría avanzar con sus convocaciones, estudiar nuevas especies animales que tanto le agrada. La idea no le pareció mala pero me dijo que lo pensaría. No quise nombrarle a Umi pero presiento que su recuerdo y quizá la esperanza de que ellas vuelvan en cualquier momento lo mantiene aquí en Sefîro.

- ¿Pero no se negó o sí?

-No, pero tampoco accedió a hacerlo inmediatamente y lo entiendo, ahora sólo dejemos que él mismo tome la decisión - le dijo acariciando una de las mejillas de su morena bailarina.

- En mi planeta habría cientos de chicas que les gustaría conquistar a alguien como él. ¡Vamos Rafâga insiste en cuanto puedas! ¡Asukotto no puede seguir viviendo con el recuerdo de un amor imposible! No quiero verlo sólo, ese muchacho tiene mucho que ofrecer y estoy segura que en su ingenuidad se esconde una gran ternura que…

- Que hasta ahora exclusivamente sus criaturas mágicas han recibido… - terminó la frase por ella el General del Ejército Sefîrano - …lo sé querida, pero ya te dije que es muy pronto, Asukotto ha comprobado ser suficientemente maduro para sobrellevar el asunto de Umi pero también recuerda que el corazón necesita más espacio para posar sus intereses en nuevos prospectos.

- Sí Rafâga pero si a esos "prospectos" no les damos la oportunidad de ni siquiera dejarse ver ¡pues eso sí va a estar en la lengua natal de Fâren!

- ¡Karudîna!... - los interrumpió el chicho de ojos aceituna sin imaginarse que la plática que interrumpía estaba precisamente centrada en él - …quería pedirte un favor.

-¡Asukotto que bueno que te veo! ¡Yo también quería pedirte otro! - le dijo la ilusionista y recibió una mirada de advertencia por parte de su rubio general.

- Ah pues, adelante Karudîna, ¿que necesitas?

- Querido, tengo que ir próximamente a Chizêta para ver a una tía lejana. Hace mucho que no voy y quiero hacerlo, Rafâga está muy ocupado con el ejército en estos días y no puede acompañarme ¿cierto querido?... - se dirigió al rubio con una mirada de "no-te-atrevas-a-contradecirme". Éste sólo asintió aunque no le gusto mucho que Karudîna decidiera aquello sin consultarlo antes con él. Evidentemente esta mujer estaba empecinada a que Asukotto conociera Chizêta fuera como fuera - …y bueno, como tú eres mi hermanito ¿me preguntaba si podrías acompañarme? No tardaremos mucho, será un viaje relámpago te lo aseguro… - insistió al ver la cara de su 'hermanito' no muy alegre con aquello, luego continuó - …¡vamos querido si me acompañas diré que sí a lo que sea que tengas que pedirme! - le dijo sonriente.

- Ah este… pues yo, no se Karudîna, no quiero alejarme de Sefîro. Sabes que tengo las clases con los aldeanos ¿Dôshi Kurefu sabe de esto? - preguntó en son de escusa, no quería faltar a sus "visitas" que desde la partida de 'ella' había comenzado a realizar a cierto lugar.

- ¡Sí!... - mintió la ilusionista inmediatamente y Rafâga decidió en ese momento alejarse del par. No quería inmiscuirse más en los asuntos "Miss Cupido" de su bella pareja, especialmente si esto llegaba a oídos de Kurefu. Sabía que nada la haría cambiar de opinión así que ¿Para qué intentarlo? - …verás, no será por mucho tiempo, partiríamos en tres días y nos quedaríamos ahí no más de veinte días.

-¡Veinte días!... - exclamó incrédulo - …pero son muchos días Karudîna.

- Vamos Asukotto, no he visto a mi tía desde que llegué a Sefîro, ¡entenderás que la echo de menos! - dijo llevando sus manos hasta sus caderas.

- Bueno si… - admitió el joven castaño, finalmente su noble corazón no tenía el valor para negarle aquello, después de todo, Karudîna era la única familia humana (por así decirlo) que le quedaba - …¿estás segura que sólo serán 20 días?

- ¡Segurísima!

- Está bien, Rafâga me había dicho que ahí hay especies de animales muy interesantes. No estaría mal empezar a conocerlas - meditó el invocador.

- ¡Excelente!... - celebró aplaudiendo rápidamente frente a ella - …y ahora dime querido, ¿qué querías pedirme?

- Ah sí, quería que cuidaras a uno de mis amigos ya que ha estado un poco agotado después de la última sesión con los alumnos de la escuela y no quiero devolverlo así a su dimensión, ¿podrías cuidarlo hoy por mí?

- ¿Vas a salir? Pero si hoy no tienes que dar clases.

- Voy a otro lugar, pero no tardaré. Sólo tienes que supervisarlo para que no despierte; si lo hace dile que volveré pronto.

- ¿Y cómo le digo eso?

- Karudîna mis amigos entienden perfectamente si les hablas, además a ti te conocen bien… - le sonrió - …voy y vengo ¿está bien?

- Bueno, pues mientras más pronto te vayas más pronto regresarás, anda ve tranquilo - le indicó y el joven no tardó más y corrió por uno de los pasillos alejándose de ella. ¿Me pregunto a donde va todos los días? Fue la interrogante de la ilusionista mientras la figura de su tierno "hermanito" desaparecía de su visión.


¡Por fin se había decidido todo! Mahôkenshi Rantisu decidió abandonar la sala de conferencias y dirigirse a su habitación para preparar otra más de sus partidas. Estos eran de los viajes "rescate" hechos a Ôtozamu para así honrar a su amigo Îguru Bishôn, realizar el deseo de su pequeña Hikaru Shidô y cumplir la promesa de Dôshi Kurefu. Era una tarea ardua pero con estos tres motivos en mente Rantisu sabía que esta era la misión de su vida.

- ¿Rantisu?... - escuchó la voz de la armera y éste volteó - …perdona que te interrumpa pero he querido hablar contigo de algo desde hace tiempo y no he tenido oportunidad - le dijo Sôshi Puresea quien aparentemente lo había seguido después de que abandonaran la sala de conferencias del palacio.

- Dime Puresea ¿qué ocurre?... - la notó nerviosa, como dudando si decir lo que tenía en mente - …si hay algo que pueda hacer por ti no dudaré en hacerlo - la animó.

- Bueno, en realidad ya no estoy tan segura de si lo que te voy a pedir sea tan relevante en estos momentos, es sólo que creo que mereces saberlo… - estas palabras comenzaban a despertar su curiosidad.

- ¿De qué se trata?

- …es sobre Hikaru… - otra vez el ritmo de su corazón se elevaba. Al parecer ese "no dudaré en hacerlo" ya no parecía tan convincente - …¿recuerdas la vez que revivimos su espada?, ¿aquella ocasión en la que la llevaste a su habitación después de que quedó inconsciente?... - continuó Puresea. ¡ ¿Y cómo olvidarlo? ! En esa ocasión Hikaru le había confesado inconscientemente su amor. Por primera vez el tacto de una mano femenina posada sobre su rostro le había originado ternura a Rantisu. Recordaba también el pánico que lo había llevado hasta esa habitación: la energía vital de la chica parecía desaparecer - …¿si te acuerdas? - insistió Puresea sacando a Rantisu de sus recuerdos.

- Sí, lo recuerdo bien, ¿qué hay con ello?

- Bueno verás, Hikaru no supo que, no sabe que ella… que ella te dijo algo esa vez, y bueno, lo que te quería pedir era que no se lo mencionaras, ella nunca estuvo consciente de lo que te confesó porque no lo recordaba. Para ella fue muy difícil aquella prueba, todo iba bien hasta que Nova utilizó tu imagen, sé que ella sentía un remordimiento muy fuerte hacia contigo y no quisiera que se sintiera aun peor por haberte dicho aquello, era un tema que la apenaba… - decía la armera recordando la timidez de Hikaru durante el baño que Karudîna las había hecho compartir - …sé que esto es algo tonto de pedirte ya que nadie sabe si ellas regresarán algún día pero tenía que decírtelo - la rubia dirigió su mirada al suelo y el gesto de Rantisu se contrajo levemente al escuchar la información de la herrera, lógicamente quiso saber más.

- Puresea ¿Qué fue exactamente lo que pasó durante el ritual de resurrección de armas? - la armera se extrañó un tanto con aquella pregunta, pero aun así la contestó puesto que era ella quien estaba haciendo una petición.

- Pues… fueron varias cosas, todo comenzó bien pero de repente Nova apareció y comenzó a utilizar las imágenes de Umi y Fû reprochándole a Hikaru que las había hecho participes de un crimen en el que no tenían nada que ver. Esos reflejos culpaban a Hikaru de ser la responsable de su traslado a Sefîro y del sufrimiento que sentían. Después de un rato Hikaru comprendió el engaño en el que Nova la tenia, conociendo a sus amigas ella sabía que nunca la culparían de aquello. Nova enfureció y parecía estar perdiendo aquel pleito, pero ahí fue donde utilizó tu imagen y ella se mofaba de lo que… de lo que Hikaru sentía diciéndole que era una tonta, tu imagen señalaba a las Guerreras Mágicas de haber terminado con la vida de tu hermano. En ese momento el remordimiento de Hikaru llegó a su punto más alto y cayó en una obscuridad casi total, la estaba perdiendo cada vez más así que en ese momento decidí intervenir e ingresé en la mente y corazón de Hikaru para recordarle sus motivos de revivir la espada de Reiâsu. Estuvimos a punto de morir las dos, ella sentía mucha culpa, tristeza y dolor… afortunadamente Hikaru logró reafirmar su compromiso con ella misma y así fue como pudimos volver.

Sôshi Puresea terminó aquel relato con los ojos cristalinos, había sido testigo de los dolores más profundos del Pilar de Sefîro. En varias ocasiones después de aquel suceso se felicitaba seguir pretendiendo ser su hermana gemela, de lo contrario Nova también la hubiera utilizado a ella para hacer más difícil aquella prueba.

Rantisu por su parte se quedo frio. Los detalles de aquel ritual eran nuevos para él. Evidentemente sus palabras de consuelo hacia la Guerrera del Fuego la noche que ella le confesó haber eliminado a Zagâto habían sido tan impávidas como todo lo que salía de su boca. ¡Era obvio que Hikaru no encontró consuelo con aquella respuesta de no encontrarlas culpables de tal acto! y por culpa de su monótono habito de no acompañar sus palabras con gestos sentimentales no convenció a la pequeña guerrera y la expuso a perder la vida en contra de su propio corazón. El relato de la herrera le hizo comprender que Hikaru había vivido el peor castigo de todos: el castigo del remordimiento y de una cruel manera. Ya doloroso era sentir remordimiento constantemente, pero a eso añadirle imágenes de los agredidos culpándote tajantemente debía sentirse como el mismísimo purgatorio. ¿Si Zagâto se le manifestara a él reprochándole haberlo abandonado en su misión más dura y dolorosa? ¿O si Emerôdo se apareciera culpándolo por haber desertado su cargo de proteger su vida con la de él?...

- ¿Comprendes lo importante que es para mí pedirte que no le recuerdes lo que te dijo cuando volvimos? - interrogó la armera sacándolo de la rivera de sus pensamientos. Rantisu entonces suavizó un poco el gesto, la preocupación que Puresea manifestaba por Hikaru era autentica; y gracias a ella el objeto de su afecto había salido victoriosa de aquella lucha interna. Inevitablemente comenzó a sentirse en deuda con la mujer que ahora tenía enfrente.

- Supe que ella no lo recordaba y no se lo mencioné - fue todo lo que su ocupada mente le permitió articular, le hubiese querido contestar lo contrario.

Bien recuerda la desilusión que no pudo evitar sentir cuando confirmó sentado en aquella fuente que la Guerrera del Fuego no recordaba ni parvo pedazo de lo que le había dicho en aquella ocasión. ¿Por qué se desilusionó tanto? se preguntó en aquel entonces. Ahora tiempo después lo sabía a la perfección:

Hikaru había entrado finalmente en su vida como la protagonista de su corazón, un sentimiento completamente desconocido para Mahôkenshi Rantisu. Su temperamento no había logrado admitirlo en momentos previos a ese suceso, lo que sí admitió sin embargo era que quería protegerla acosta de lo que fuera y el medallón de su madre se encargaría precisamente de eso cuando no estuviera ahí él para encargarse personalmente de ella. Ya Îguru se la había arrebatado en una ocasión; ocasión en la que mismo comandante había comentado sobre lo atractivo de Hikaru, comentario que también había incomodado al Espadachín Mágico de Sefîro, especialmente porque Hikaru parecía estar cómoda cerca de Îguru. ¿Pero qué importancia tenía ya? ninguno de los dos estaba con él desde la batalla final contra Debonea.


"Procura estar listo pronto Ferio" Había dicho el Dôshi pero ¿Cómo lo lograría si su mente y su corazón estaban con otra y en otra persona? Kurefu le obligaría a utilizar toda su concentración para su futuro entrenamiento y ahí era donde comenzaba el problema. Desde la partida de la Guerrera del Viento a Ferio se le había hecho imposible separar su mente de la chica por más de un determinado tiempo. Era como si su inconsciente estuviera pendiente para recordárselo nuevamente.

Si, él estaba seguro que Fû una vez más cumpliría con su palabra y ella había dicho que no lo olvidaría; lo mismo haría él, después de todo era imposible olvidarla. Fû no sólo vivía en su mente, sino que también poseía su corazón. ¿Cómo lo logró? era fácil, Ferio nunca había conocido una chica como tal en toda su vida: dulce, tierna, inteligente, objetiva, frágil y fuerte a la vez. Y para cerrar con broche de oro tan hermosa que de sólo verla costaba trabajo pensar. Era como si la hubieran mandado hacer para él. Emerôdo debió haber sentido la misma frustración al enamorarse de Zagâto, amarlo tanto sin poderlo tener.

Ferio se preguntaba si acaso Rantisu pasaba por la misma situación. El Espadachín Mágico no expresaba con facilidad sus sentimientos, quizá Ferio al identificarse con el dolor que provenía de los ojos del Mahôkenshi Sefîrano le bastaba para hacerse esas suposiciones. Algún día se lo preguntaría porque ya con esta eran dos cosas muy complejas y fuertes en común con el hermano de Shinkan Zagâto:

1. La pérdida de sus únicos hermanos a causa de una misma tragedia y un mismo romance (ambos mayores que ellos)…

2. La pérdida de las mujeres que amaban a causa de una misma distancia (ambas Majikku Naito del Mundo Místico)…

- ¡Ojala las casualidades también se extendieran al mismo nivel de poder!... - se reprimía Ferio de manera sarcástica mientras se dirigía a la biblioteca - …de esa manera no tendría que concentrarme en "estar listo" teniendo la cabeza llena de ti.