Disclaimer: los personajes no me pertenecen, pero la trama si.
Lo que está escrito "entre comillas" son los pensamientos de la gente.
Lo que está escrito en cursiva son conversaciones en la distancia o por teléfono.
En ésta historia, los protagonistas son humanos.
La historia está escrita desde el punto de vista de Renesmee.
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1.
((( Comme te po capichi
te vo bene
si tu parle
'Immienzzo americano
Quando se fa l'ammore
Sotto a luna
Come te vene 'capa
E di I love you )))
-Hola!
(((Pa pa l'americano
Comme te po capichi
Te vo bene
Si tu parle
'mmienzzo americano
Quando se fa l'ammore
Sotto a luna
Come te vene 'capa
E di I love you )))
- HOLA!
((( Pa pa l'americano
Pa pa l'americano
Pa pa l'americano
Pa fa l'americano
Pa pa l'americano )))
- HOLA! – gritó una voz a mis espaldas, y me di la vuelta cuando noté que una mano se posaba con cuidado en la parte baja de mi espalda. – HOLA! – gritó otra vez, aunque apenas le oía.
- HOLA! – respondí, mirando al chico de arriba a bajo.
- QUIERES BAILAR?
- Y COMO COÑO SE LLAMA LO QUE ESTOY HACIENDO? – grité, sin dejar de bailar en ningún momento.
- ME REFERÍA A BAILAR CONMIGO!
Sin responderle, me di la vuelta y le dije a mi amiga, con la que había estado bailando toda la noche, que me iba a ir a bailar a otro lado. Miró al chico y sonrió. La mayoría de las veces no necesitábamos hablar para entendernos.
Cogí al chico de la mano y lo llevé hasta un lugar en el que podríamos bailar sin chocarnos con nadie y, aun cogidos de la mano, me volví hacia él y empecé a bailar. Me miró con la sorpresa pintada en la cara, pero al momento empezó a bailar él también.
Era ya el sexto chico que me había invitado a bailar esa noche, y el primero cuya invitación no había rechazado. Había decidido que ese iba a ser mi chico de la noche.
Habíamos empezado a bailar separados pero, dos canciones más tarde, le tenía pegado a mi espalda, con sus brazos rodeando mi cintura y acariciando mi tripa por encima del vestido con sus pequeñas pero fuertes manos.
- Tienes sed?- dijo rozando mi oreja con sus labios, provocando que un escalofrío recorriera mi cuerpo.
- Un poco.
- Que te apetece?
- Tequila.
- Voy a buscarlo.
- Te espero en la zona de los sofás. – dije señalando la zona en concreto.
Mientras se alejaba de mí me fijé mejor en él. Metro ochenta y cinco, pelo corto y negro como el azabache y engominado en punta, formando una cresta. Demasiado delgado para mi gusto, pero el bulto de su pantalón, que había rozado mi trasero mientras bailábamos, me decía que, a pesar de su delgadez, estaba muy bien dotado.
Me senté en uno de los sofás, que estaban en una zona un poco apartada y oscura, y esperé a que viniera a buscarme, intentando no mirar a la pareja que se lo estaban montando dos sofás más allá.
El chico, cuyo nombre no conocía, al fin llegó y se sentó a mi lado, con una botella de tequila en una mano. Me puse en pie, cogí las cosas de sus manos y me senté a horcajadas sobre sus piernas.
- Que haces? – dijo.
Bebí un largo trago de tequila y rodeé su cuelo con un brazo, acariciando su nuca.
- Quieres? – dije enseñándole la botella.
- Si.
Hice caer un poco de líquido por mi cuello y mis pechos y acerqué su rostro. Lamió hasta que no quedó ni una gota sobre mi cuerpo y yo bebí otro trago, sintiéndome cada vez más excitada.
- Esto empieza a ser demasiado para mí. – dijo cuando empecé a besar su cuello.
- Porqué? – dije bebiendo otro trago, aunque la respuesta a su pregunta era bastante obvia. Estaba sentada justo encima. – No te gusta?
- Si, es que… - tenía sus manos en mi cintura, bajándolas a mi trasero. – me estás poniendo muy cachondo.
Solté una risita, colocándome mejor sobre él.
- Ese es el plan.
- Ah si? – dijo. Se le veía complacido por sus palabras.
Me encantaba. Era pan comido. Ningún chico rechazaba una noche de sexo con una desconocida, aunque yo solo daba el paso con una condición.
- Llevas condones? – pregunté.
Empezó a buscar por sus bolsillos, pero no encontró nada. Metí la mano en mi escote y saqué uno. Siempre llevaba alguno encima.
- Veo que vas preparada.
- Si no hay condón, no hay sexo. – dije sujetando el paquetito del preservativo con los dientes, mientras desabrochaba el botón de sus vaqueros.
- Es que quieres hacerlo aquí?
- Nadie se dará cuenta de lo que estamos haciendo. – cogí su miembro con una mano y empecé a recorrerlo lentamente. – Te lo prometo.
- Pero…
- Tranquilo. – le di un breve beso en los labios, sintiendo como empezaba a disfrutar de los movimientos de mi mano.
La sentía gruesa y dura, tal y como a mi me gustaban. Mientras le ponía el preservativo, le vi removerse incómodo en el asiento.
- No lo veo claro.
- Es que no te fías de mí? – dije acercándome aun más, rozando con la punta de su miembro mi intimidad, con ella de nuevo en mi mano.
- No llevas bragas?
Me coloqué sobre su miembro y le introduje lentamente en mí, acostumbrándome a su tamaño.
- Nunca levo bragas. – susurré en su oído, empezando a moverme lentamente.
Empezamos a besarnos, ahogando en nuestros besos el éxtasis del momento.
(((I want your loving
And I want your revenge
You and me could write a bad romance
I want your loving
and all your love is revenge
You and me could write a bad romance )))
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Nueva historia. Lo se, tengo muchas, pero no puedo resistirme a colgarlas en cuanto las termino de escribir.
Porfi, opiniones!
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