Hola! ya estoy aquí otra vez con otra nueva historia que me ha venido a la mente a eso de las cuatro y veinte de la madrugada... jajaja =)
Espero que os guste este primer capítulo, pero si veo que la historia no "va bien" la borro.
Estais invitados a pasaros por mis otras historias y ver que os parecen. También podeis darme ideas o sugerencias, pero lo que os pido es: comentarios constructivos, por favor! =D
A leer!
-LO QUE EL VIENTO NOS SUSURRABA-
-CAPÍTULO 1:
Estaba sentada en la cama, esperando que pasaran los cinco malditos minutos para poder saber la respuesta.
Edward parecía un león enjaulado y nervioso recorriendo la habitación, sin parar de apretarse el puente de la nariz y maldiciendo en voz baja.
No podía creer cómo diablos llegamos a estos extremos. Sólo éramos dos amigos que habían pasado una noche de pasión por culpa del alcohol y ahora estábamos los dos esperando saber si seríamos padres o no. Tenía que admitir que aunque los dos tuviéramos veintitrés años, yo personalmente no quería ser madre aún, y sé que a Edward esa idea tampoco le gustaba.
-Bella.. ¿y si el test es positivo? ¿Qué vamos a hacer? Yo no puedo tirar todos mis estudios a la basura por culpa de estar cargando a un chiquillo. -dijo esto último para sí mismo, pero de todas formas le escuché y debía decir que eso me dolió bastante. En fin, Edward era mi amigo y el estar escuchando eso de él, me dejaba un tanto idiota. Si el test daba positivo, yo me haría cargo del bebé, no necesitaba la ayuda de nadie, y menos de una persona que ni siquiera quería a su hijo, pero si el test daba negativo pues a seguir con nuestras vidas; él por una parte y yo por la otra. Él en Seattle, y yo en Port Ángeles. Él en medicina, y yo en letras.
A decir verdad, éramos dos polos apuestos, pero esa amistad que conseguimos cuando éramos pequeños, nadie nos la quitaba; incluso aún puedo recordar sus bromas en el campamento Wikery al lado del lago, donde casi siempre me estiraba de mis coletas, donde me arrancaba las hojas de mis libros preferidos, donde metía lombrices en los calcetines, donde nos dimos el primer beso, donde nos consumimos como una sola persona… y todo eso a la temprana edad de los dieciséis.
Recuerdo que cada verano era como ningún otro y cada invierno deseaba volver a aquel campamento para lograr ver a Edward una sola vez más.. pero cuando volví y él ya no estaba, me enterré en mi propia tumba de soledad.
Los dos fuimos cambiando tanto física como mentalmente a lo largo de los años.
Yo con mis curvas, mi delantera, mi pelo largo y de color caoba y acabando de estudiar la carrera en la universidad; y él con sus músculos bien tonificados, con esos ojos esmeraldas que te idiotizan cada vez que los miras, con ese típico andar desgarbado como si todo "le resbalara" y ya en la profesión de ni más ni menos, medicina.
A partir de hoy, Sábado 11 de Agosto, nuestras vidas podrían cambiar para siempre o quedarse tal y como están; todo dependía de aquel último minuto de espera y de los resultados en el test de embarazo.
- Puff, que sea lo que Dios quiera. -murmuré levantándome del mullido colchón dirigiéndome al baño para comprobar el resultado.
Cogí con manos de mantequilla aquel aparatito de color blanco y cuando bajé la mirada…
- No me lo puedo creer.. Edward..
Bueno, sé que es un capitulo muuuuy corto, pero yo nunca he echo este tipo de historias (de embarazos y cosas de esas) y me gustaria que me pusierais algun comentario con ideas de lo que puede ocurrir, o valoraciones y diferentes puntos de vista.
Gracias por haber leído este capitulo! Espero sinceramente que lo poco que hay escrito, os haya gustado y dejado con las ganas de saber lo que pasara en el proximo capitulo =P
By: Andrea 14 de Cullen.
