Drabble que participa en la actividad del grupo de 'Zona Hero'. Día cuatro, villanos.


Es todo… ¿no es así?

Incluso si Aoyama era la persona encubierta que daba información al bando contrario, si había llegado con malas intenciones… estas se perdieron en el camino. Él no quería hacerles daño, al contrario, había llegado apreciarlos. Incluso si le ignoraban o lo dejaban a un lado, por fin encontró un lugar en donde podía sentirse a gusto.

No quería lastimarlos.

Pero era demasiado tarde.

Ya habían atacado.

Y él tuvo que escoger. No sólo para protegerlos a ellos, o a sí mismo, también para protegerlo a él. ¿Cómo no hacerlo? Si se había enamorado. Nada importaba ya, lucharía por lo que cree correcto. Por lo cree, no se dejaría controlar otra vez.

Pero ya no es bienvenido.

Debe marcharse…

O la despedida será más dolorosa.

—¿A dónde vas? —La voz de Bakugo le hace estremecer.

—No puedo quedarme aquí.

—Dejaste a los malos. ¿Qué más da? —Le mira escogerse de hombros.

Sonríe.

—Pero no confían más en mí, ese es el problema.

—¿Y qué más da? —Bakugo se acerca a él, tanto que sus alientos chocan. Su corazón late con fuerza, no puede apartarse, tampoco quiere hacerlo. —Quédate.

Y le besa, como tanto ha querido desde hace un tiempo.

El beso más dulce y amargo que alguno de los dos podría tener.

Porque… era todo.

Era el fin.

Tenía que irse.