Hola, inciando con una historia de esta pareja de mi total adoración, creo que puede ser algo confuso al incio pero bueno a ver de que va.
disclaimer: Naruto, Sasuke ni nadie me pertenece ya saben son de kISHIMOTO SAN.
Capítulo 1
La vida nunca había sido fácil, las repetidas veces que se había visto envuelto en problemas en sus dieciséis años de vida así lo demostraban. Tampoco es que fuera una blanca paloma pero estar en las circunstancias en las que estaba en esos momentos y con casi todos sus amigos, o mejor dicho el montón de adolescentes que dicen cosas sin sentido y que él consideraba erróneamente sus amigos, diciéndole que era totalmente gay no tenía justificación.
-¡Vamos Naruto! Tienes que reconocer que es cierto- decía su amiga de toda la vida, la chica de cabellos rosas sentada frente a él –Has pronunciado más veces que yo su nombre y no puedes pasar un solo día sin saber de él- sonrió maliciosamente.
-Pero Sakura chan es natural, ¿acaso tú no tienes una mejor amiga? Supongo que es algo parecido dattebayo- el rubio trataba de explicar su punto – Sasuke es como mi hermano, mi familia –
-Si claro, ¿de veras crees que nos tragaremos el cuento de que son mejores amigos?- Yamanka Ino y sus comentarios perspicaces hacían acto de presencia en la conversación -¿y entonces que nos dices del "y moriremos juntos"?-
En ese momento su quijada debe haber llegado al piso ¿Cómo es que Ino sabía esa parte de la historia? Seguramente Sakura había divulgado la noticia y ahora toda la aldea lo sabía y para colmo debía darle la razón a la chica, eso había sonado tan gay pero en ese momento las palabras habían salido desde el fondo de su corazón. Rio nervioso sin saber que decir.
-Todos sabemos que tus esfuerzos incansables por traerlo de vuelta eran porque no puedes vivir sin él – intervino Shikamaru – mira que eres un adolescente con todas las hormonas revueltas gritando que no quieres corta tus lazos con él – dijo sin cambiar un ápice su semblante de total aburrimiento.
No había solución, todos estaban en su contra y él ya no tenía más alegatos para defenderse –pero si los dos somos hombres, a mí me gustan las buenas delanteras-gritó ya algo exasperado.
Sakura hizo un gesto de indignación – ¿o sea que ustedes no progresan por eso? ¿Porque piensas que está mal por ser hombres?- la chica lo miró con reproche.
-Yo no dije eso Sakura chan pero es que ustedes ven cosas donde no las hay-
-¿Y si Sasuke fuera una chica? – la chillona voz del Inuzuka se dejó escuchar -¿andarías con él?
Naruto abrió los ojos desmesuradamente "si sasuke fuera una mujer" se planteó la idea intentando formar una imagen de la versión femenina del Uchiha y una mueca divertida apareció en su rostro, no se veía tan mal después de todo.
-¡Lo sabíamos!, Naruto eres un pervertido-Exclamó la Yamanaka –ya andas imaginándote en situaciones poco decorosas con Sasuke, solo hay que ver la cara que traes- dijo con cierto toque de picardía en su tono de voz.
El rubio suspiró resignado –dejen de andar inventando rumores, Sasuke y yo sólo somos amigos –inmediatamente se puso de pie dispuesto a abandonar el pequeño restaurante donde se habían reunido para pasar el rato debido a la poca cantidad de misiones que habían en esa época de tranquilidad y paz entre las aldeas –además yo ya tengo una chica que me gusta – mintió descaradamente – muy pronto se las presentaré – dijo al fin antes de abandonar el lugar y caminar sin rumbo imaginando cómo es que conseguiría a la dichosa chica que lo salvaría de ser catalogado como el rubio gay de Konoha.
Al día siguiente las cosas no habían mejorado aún se encontraba dándole vueltas a la idea de que si en verdad estaba enamorado de su mejor amigo, tampoco es que Sasuke tuviera muchas cosas buenas, es más creía que no tenía cosas buenas, simplemente estaba allí para reñir con él, burlarse de él y decirle usurantonkanchi con esos delgados y apetecibles labios. El rubio golpeó su cabeza, ese tipo de pensamientos no ayudaban, pensar que su amigo era bien parecido no era precisamente la idea que tenía de ser el representante de la masculinidad. Decidió despejar su mente tomando una ducha de agua fría y fue en ese momento que una idea atravesó su mente, el viejo Jiraiya podría ayudarlo, quien más que Ero senin podría conseguirle alguien que deseara fingir se su nueva novia. Se vistió rápidamente con la ropa usual y salió en busca de su padrino aunque antes se pasaría a recobrar energías con un suculento desayuno en el Ichiraku ramen aprovechando que ahora que era héroe de la villa los platos gratis abundaban en su vida.
Jiraiya llevaba algún tiempo en la aldea apoyando a Tsunade en su labor de Hokage y evitando que ésta despilfarrara el dinero que no era meramente suyo con la excusa de que haría que se triplicara en unos segundos usando las técnicas que su abuelo, Hashirama, le había enseñado hacía muchos años atrás. Por lo demás llevaba una vida tranquila, vivía en una habitación sencilla con lo básico para cubrir sus necesidades vitales, comer, dormir y eliminar lo que ya no sirve, ya que la mayor parte del día se la pasaba fuera haciendo algunas de sus famosas investigaciones para recolectar material interesante para la nueva secuela del Icha Icha Paradise o molestando a su querido ahijado. Habiendo escuchado los rumores acerca de Naruto y Sasuke y basándose en su experiencia presumía que muy pronto el rubio aparecería pidiéndole consejo, en su modo de auxíliame con urgencia y no lo dejaría en paz hasta conseguirlo, así que fue a buscarlo a donde seguramente se encontraría consumiendo su plato vital del día.
El pequeño puesto de ramen seguía igual que siempre, a pesar de haber sido destruido y reconstruido tras el ataque a la aldea los propietarios se habían preocupado por mantener igual de acogedor el lugar. Jiraiya entró al lugar e inmediatamente divisó una cabeza rubia resaltando sobre las demás -Si sigues viviendo de ramen morirás antes de convertirte en el próximo Hokage- el peliblanco tomó asiento al lado de Naruto que ya iba a empezar con el segundo plato.
-¡Ero senin!- exclamó el chico entusiasmado – justamente pensaba en buscarte-
-Deja de decirme así mocoso malcriado- sonrió el senin - ¿es acerca de cierto rumor que circula la aldea?- preguntó al tiempo que su orden llegaba.
-¿Tú también?, Estoy perdido, nunca recuperaré mi reputación dattebayo – decía algo cabizbajo – la culpa de todo la tiene Sasuke por ser tan asexual como siempre y no fijarse en nadie y como nunca dice más de dos cosas delante de los demás hace parecer que yo soy quien lo atosiga diariamente –se quejaba mientras intentaba no atragantarse con la cantidad de fideos que se llevaba a la boca.
Jiraiya sonrió divertido, era maravilloso ver lo trastornado que se encontraba su ahijado por algo tan sencillo que no podía aun aceptar y al parecer era afectado rápidamente - ¿entonces si Sasuke fuera una chica?
-¡Joder! que he dicho que no- el viejo se carcajeó ante las reacciones defensivas de Naruto – ¿y entonces para que ibas a buscarme? Le preguntó dando por sentado el tema de Sasuke.
-Pues verás…- sonrió entre nervioso y avergonzado –necesito una chica…- desvió la mirada y bajo un poco el tono de su voz –que finja ser mi novia –dijo de manera casi inaudible.
- El senin lo había escuchado perfectamente pero le agradó la idea de molestar un poco más al rubio hiperactivo -¿qué has dicho? No te he oído bien – el rubio un poco harto de la situación por poco más y grita que necesitaba una novia falsa. El viejo no hizo nada más que reír a carcajadas ante la mueca de resentimiento en la cara del ojiazul. Cuando sintió que había disfrutado lo suficiente colocó una mano sobre la cabeza de su ahijado como lo hacía antaño aunque Naruto ya no fuera un niño y quizá nunca más necesitara ser socorrido por él, dejó escapar un suspiro cargado de nostalgia –Esta bien mocoso, yo te ayudaré, confía en mí – le dijo antes de salir el lugar y cargarle su cuenta al rubio que aunque su comida fuera gratis eso no significaba que sus conocidos correrían con la misma suerte.
La luna adornaba el bello cielo de la aldea escondida entre las hojas, era una noche tranquila apenas se sentía algo de viento correr que hacía algo refrescante el ambiente. Naruto se encontraba poniendo un poco y sólo un poco de orden su habitación, llevaba tiempo acumulando cosas y Sasuke siempre se quejaba cuando entraba a ese lugar pero es que era algo normal que siendo un hombre acumulara tal grado de desastre. Siendo un poco más de media noche escuchó a alguien golpear la puerta de manera brusca como si de una emergencia se tratase, enojado con la persona que era tan desconsiderada a esas horas de la noche, abrió la puerta dispuesto a gritarle un millón de improperios pero las palabras murieron en su boca cuando observó una figura delgada cubierta por completo con una larga capa negra que llegaba incluso a cubrirle el rostro.
La persona frente a él, lo empujó con algo de brusquedad abriéndose paso a la casa del rubio, se quitó las sandalias y fue directo a la habitación de Naruto para por fin tomar asiento sobre su cama. El ojiazul no tuvo reacción alguna, perdido entre las acciones de esa persona desconocida, sólo cerró la puerta y siguió sus pasos parándose en frente y cruzando los brazos, esperando que la persona frente a él se dignase a hablar. Por fin observó algo de movimiento, poco a poco el desconocido se descubrió dejando ver su rostro con una mueca de molestia impregnada en él pero sin sostenerle la mirada como debatiéndose entre que sería bueno decir primero. Por su lado Naruto creyó que esas tonterías del amor a primera vista de las que hablaban casi siempre Sakura e Ino no eran del todo tonterías. Tenía enfrente el rostro más lindo que había visto en su vida, de piel blanca, finos rasgos y cabellos y ojos oscuros, de una agradable belleza que se le hacía extrañamente familiar y estaba seguro que debajo de esa capa negra un muy bien formado cuerpo se escondía, se rio maliciosamente recordando aquella vez en que su padrino le había hablado de las buenas frutas con curvas y estaba más que claro que la chica enfrente suyo estaba allí por obra de su padrino, después de todo no había sido mala idea ir a pedirle ayuda.
La joven ya algo impaciente y harta de observar al chico pasar por todo tipo de expresiones en su rostro con cierto brillo juguetón en sus ojos azules, se cruzó de brazos en señal de molestia y lo miró casi de manera desafiante antes de decidirse a hablar -¿y entonces me vas a dejar de comer con la mirada o no?- dibujó una sonrisa de superioridad – u- su-ran-ton-ka-chi-
Ignorando ese desagradable comportamiento que dejaba ver que se sentía la reina del mundo podía decir que hasta su voz era dulce y agradable, la manera en que lo había llamado usurantonkachi justo como solamente Sasuke solía hacerlo. Bastaron un par de segundos para que su juguetona sonrisa se fuera borrando lentamente cambiando su expresión a una de preocupación, esta debía ser una cruel broma del destino.
Espero que puedan darme sus opiniones o expresen sus dudas de como seguirá xD
Nos vemos
Ja ne! :)
