Disclaimer! Los derechos de Crepúsculo los tiene su escritora STEPHENIE MEYER! Además como debeis saber, este fic fue escrito originalmente por Magixir, ella me lo entregó para que lo continuara desde el cap 7, obviamente os lo dejo desde el inicio :)


Primero había pensado: Estúpido Emmettt; pero después no le pareció tan mal estar en ese strip club, al menos podía reírse de su hermano.

Edward estaba sentado en una de las mesas más apartadas del escenario con un vaso de whiskey riendose entre dientes mientras miraba a Emmettt bailar en tanga con un sombrero de policía y una cachiporra en mano, todavía no se podía creer que Emmett estaba trabajando.

Estaba dando el espectáculo a un grupo de mujeres que celebraban una despedida de solteras. Entonces lo señaló con la cachiporra e hizo movimientos de cadera en su dirección. Se quedó pensando que era un idiota por unos segundos hasta que cuatro de las mujeres a las que les estaba bailando, que eran probablemente las más borrachas, se abalanzaron en su dirección. Una de cabello castaño y rizado fue la que llegó hasta él primero.

_ Dame tu camisa, por favor._ le gritó sobre el ruido de la música.

_ ¿Qué? No ¿Por qué?_ balbuceó cuando las otras tres chicas llegaron a él. Empezaron a quitarle la camisa sin importarles sus quejas y gestos. Terminó con el torso desnudo y echando humo por las narices ¡Idiota Emmettt!

Se acercó al escenario con intención de recuperar su camisa, pero Emmett, que la tenía en sus manos, ayudó a subir a la tarima a la que seguramente era la futura novia, una chica rubia que parecía salida de una revista, y le puso la camisa lentamente acariciando su abdomen y brazos, las invitadas solo gritaban mientras Edward estaba entre la diversión y la furia. Miró a su derecha y se encontró con la mirada de una muchacha de cabello largo y marrón que se mordía el labio inferior, la chica se sonrojó un poco al ser descubierta, pero le sonrió tímidamente.

_ Emmett siempre tan gracioso…

_ ¿Conoces a Emmett?

_ Soy su hermana_ dijo rodando los ojos.

_ ¿Ah, si? Qué raro, yo soy su hermano y nunca supe de tu existencia como pariente.

_ Sólo soy una amiga, es la primera despedida de soltera a la que asisto y pensé en traerle clientela a Emmett.

Edward miró a la novia y Emmett bailar muy juntos, no parecía que le fueran a devolver su camisa pronto, pero hablar con esa chica lo había tranquilizado un poco.

_ Soy Bella_ dijo extendiéndole la mano y él se la estrechó, no parecía borracha._ ¿Te gustaría apartarte un poco de este alboroto y hablar? No muerdo y la verdad ya me estoy aburriendo un poco._ Parecía agradable y él no tenía nada mejor que hacer a menos que quiesiera subir a bailar junto a Emmett.

_ Está bien, me llamo Edward por cierto.

Ella empezó a caminar, parecía conocer el lugar, y él la siguió hasta un lugar donde la música no sonaba tan fuerte, cerca había una puerta muy decorada en la que ponían: ¡LO QUE NECESITAS! Se sentaron frente a una mesita alta y Bella llamó a un mesero al que le pidió un margarita, Edward pidió lo mismo.

Unos metros delante de ellos se abrió la puerta del baño de chicas y salió alguien de quien Edward se había olvidado durante las últimas horas y que jamás habría esperado ver en un lugar como ese: Su hermana menor! Se levantó de un salto y llegó hasta ella que lo miró sorprendida primero, pero luego sonrió y lo abrazó.

_ ¡Ya llegaste!

_ Sí, ya llegué, pero tú ¿qué haces aquí, Alice?

_ Estoy en la despedida de soltera de una amiga_ le respondió algo molesta_ ¿Por qué? Tengo 21 años, soy mayor de edad ¿Recuerdas?

_ Es que… no_ balbuceó Edward. Llegó el mesero y Bella tomó los tragos, entonces se abrió la puerta decorada y salió un hombre alto bien vestido de cabello color miel que pasó cerca de ellos.

_ Hola, Jazz_ dijo Bella

_ Ah, hola, Bel…_ se quedó mirando a Alice y le tembló una sonrisa en los labios_ ¿Qu- quien es tu amiga?

_ Alice_ dijo simplemente

_ Encantada_ dijo esta olvidando a su hermano y sonriéndole al tal Jazz.

¿Es que era el día de pasarle por encima a Edward Cullen? Con rabia de tomó de dos tragos su margarita y pidió otra. Lo último que de lo que estaba seguro de haber visto era a la rubia de revista darle unas nalgadas a Emmett mientras entraban por la puerta decorada.

A la mañana siguiente se despertó en una cama desconocida no sólo sin su camisa, sino que sin nada y al lado de la chica que conoció la noche anterior profundamente dormida, Bella.