Descargo de responsabilidad: ® Sherlock es propiedad de Steven Moffat, Mark Gatis y la BBC. Los personajes originales son del genial Sir Arthur Conan Doyle.
Feliz cumpleaños, Sherlock Holmes
Había sido un día curioso. Sherlock Holmes usó el famoso gorro por voluntad propia, fue a una pastelería para celebrar su cumpleaños por primera vez en años, e incluso comió una buena rebanada de pastel.
Sin duda, era una serie de eventos extraordinarios, pero tratándose de Sherlock Holmes, nada nunca era ordinario.
—Ya me voy —anunció Molly poniéndose su abrigo y bufanda—. La Sra. Hudson subirá en un momento.
Sherlock asintió, levantando su taza de té.
Molly sonrió, aunque fue un gesto un poco triste. Últimamente las cosas entre los dos no habían estado muy bien. Esa misma semana habían discutido sobre el asunto de las drogas, a lo que él le había dado nula importancia. Pero ella no podía dejar de preocuparse, no después de verlo en el estado en que estaba, no después de que sus análisis revelaran que estaba muy cerca de la muerte.
Él le había explicado que era por un caso -siempre era un caso-, pero eso no disminuyó su angustia. Al final todo terminó tal como él prometió, pero aun así esa sensación agobiante en su pecho no la había abandonado. Y a eso había que sumarle una pequeña dosis de culpa, que la invitación a la pastelería no pudo disminuir del todo.
—Molly —llamó Sherlock poniéndose de pie súbitamente. Molly se detuvo, expectante—. Gracias por el día de hoy. Yo… en verdad lo aprecio.
Molly sonrió, esta vez de verdad. Él también lo hizo, un gesto que parecía anómalo considerando los turbulentos días previos.
Molly retrocedió sobre sus pasos, acercándose hacia él.
—Creí que sólo aceptaste para compensar lo del otro día —admitió ella sin hacer contacto visual.
—Sí —concedió ladeando la cabeza—. Pero también fue mi manera de disculparme —por la reacción de Molly, supo que ella no lo había visto así—. Siento haberte preocupado.
Molly sacudió la cabeza. La angustia estaba disminuyendo, y la culpa desapareció.
—Eso no te va a librar de que sigamos vigilándote —bromeó.
—Creo que no tengo problema con eso —sonrió él.
Molly soltó una corta risita, un sonido agradable y alegre que él no había escuchado en mucho tiempo. Se acercó más, levantando la curiosidad del detective. Entonces, sin dudar, como él mismo había hecho con ella en el pasado, le dio un pequeño beso en la mejilla.
—Feliz cumpleaños, Sherlock Holmes.
Sherlock estaba auténticamente sorprendido.
—Mi cumpleaños fue ayer —respondió con torpeza.
Molly sonrió aún más.
—No arruines el momento.
Sin dejar de sonreír, y sin romper el contacto visual, Molly despareció por la puerta agitando su mano a modo de despedida. Sherlock se quedó de pie en el mismo lugar, mirando hacia la puerta aun cuando ella ya se había ido. En ningún momento apartó la mano del lugar donde ella lo había besado, ni la sensación de calidez que aquel gesto le proporcionó le abandonó en todo el día.
Ah, adoro los paralelismos. Y el fluffy. ¡Pero amo aún más los reviews!
—Fanfiction, 09 de febrero de 2017.
