Disclaimer: Ni Regular Show ni sus personajes me pertenecen y no lucro con ello, es decir ¿Quien en su sano juicio pagaria por esto?
Bien, Rigby estaba apunto de acabar con su salud mental. Aunque no era la primera vez que sucedia.
Un dia de estos por culpa de su novio iba a terminar en una habitacion con paredes blancas acolchonadas, una puerta de acero reforzada con una pequeña ventanita y una camisa de fuerza jodidamente apretada.
Y parecia que ese dia se estaba acercando.
Llevaba todo el puto dia cantando "Una fiesta de locos de Calle 13".
Maldito sea Musculoso por querer mostrarle a el castaño "buena musica".
Si, le quitaria las pelotas, las pintaria de color verde y se las daria al Club Campestre* para que jugaran al tenis.
Mientras tanto tendria que escuchar a su mejor amigo cantar la dichosa cancion por veinteava vez en el dia.
Y que se la haya bajado al celular y la ponga a todo volumen mientras trabajan no ayudaba mucho.
Ahi estaba el castaño con el celular en el bolsillo y el rastrillo en mano mientras tarareaba y meneaba la cadera.
Oh, el bailecito era nuevo.
Seguramente parecia un estupido con los brazos agarrando el ahora inmovil rastrillo y mirandole con cara de viejo verde el cu...
No, Mordecai, chico malo, no le mires el trasero, hay que trabajar.
Se dio media vuelta intentando no mirar, ah todavia podia escuchar la maldita cancion.
Una sonrisa picara aparecio en su rostro.
Ya sabia que hacer para que JAMAS se atreviera a escuchar la melodia en su presencia.
Camino silenciosamente hasta Rigby, lo abrazo por la espalda pasando los brazos por su cintura, puso su boca muy cerca de su oido y empezo a canturear una parte muy especifica.
-Ese trasero tuyo llena cualquier Coliseo. Y pone a creer a cualquier Ateo.-
Pudo sentir su estremecimiento, seguido de un debil codazo.
-¡Callateeeeee!-
Se solto de su abrazo y corrio hasta la casa.
Podia asegurar sin verlo que estaba rojo hasta las orejas.
Si habia algo que su novio nunca iba admitir era que tenia un culo increible.
