Al parecer "A" tenía algo con atropellar personas.

La sirena de la ambulancia seguía resonando en la cabeza de Spencer mucho tiempo después. Sentía el cerebro hinchado. Más que las veces que había pasado horas interminables intentando descifrar los enigmas de porqué les sucedía lo que les sucedía. Esta vez estaba nublada, cegada por la carga emocional de la noticia. El shock principal se estaba yendo, poco a poco, aunque estar sentada en la sala de espera del hospital no ayudaba a la completa recuperación de sus sentidos. Sintió una mano en el hombro. Era Hanna que le decía algo relativo a que no estuviera tan preocupada, que todo estaría bien, o eso creyó. Vio de reojo la mirada que Aria le dirigió a Hanna luego. Se sentía perdida en este momento, las palabras de sus amigas no iban a hacerla sentir mejor, aunque podía ver que ellas también estaban muy conmocionadas por el escenario.

La espera la estaba matando. Necesitaba recuperar el control de la situación, conseguir algo de información. Por todo lo que sabía su amiga podría estarse desangrando en una sala de operaciones. No recordaba haber estado tan nerviosa en mucho tiempo.

Luego de lo que parecieron mil horas más, un médico salió por la puerta que conducía a la sala de emergencias y se acercó a ellas. Spencer dio un salto de la silla que asustó a Hanna, sentada a su lado, haciendo que casi caiga de la suya.

"Ustedes están aquí por la señorita Fields?"

"Sí, somos sus amigas. ¡Por favor díganos que se encuentra bien!" La voz de Spencer parecía una súplica.

"¿Alguna de ustedes es familia directa?" Preguntó el médico.

"No. Sus padres están en Texas en este momento, viajarán mañana, pero nuestras madres no tardarán en llegar. Por favor díganos algo." Hanna también sonaba preocupada.

"Bueno, debería hablar con sus padres pero puedo decirles que ella se encuentra bien. Sufrió un trauma, tiene algunos golpes pero nada que sea demasiado preocupante. Se quedará aquí esta noche y si mañana todo está en orden podrá irse a casa."

Spencer sintió que respiraba por primera vez en horas. "Por favor, necesito verla."

El doctor pareció dudar. "Ahora está dormida y lo ideal sería dejar que continúe en esa tarea. Lo mejor será que la vean mañana."

La señora Hastings estaba entrando por la puerta en ese instante. Se dirigió al doctor. Luego de hablar unos momentos se acercó a las chicas y les comentó que ella se encargaría de hablar con los padres de Emily para informarles de todo.

"Vamos a casa ahora, no hay nada para hacer aquí sentadas toda la noche" dijo. Hanna y Aria decidieron que sería una buena idea descansar unas horas, después de todo había sido un día muy agotador, e igualmente volverían al día siguiente a primera hora.

"¿Spence?" Aria la miró. Spencer no había dicho una palabra desde el informe del doctor.

"Creo que yo me quedaré aquí. De todas maneras, no podría dormir con todas las cosas que han pasado hoy."

"¿Estás segura cariño? Le preguntó su madre.

"Sí mamá, nos vemos mañana temprano, ¿está bien?"

Se despidieron y Spencer volvió a sentarse en la silla donde estaba. Quería estar allí. Emily podría despertar y sentirse sola. Quería estar allí para ella. Necesitaba estar allí.

Estaba aliviada de que estuviese a salvo. Estaba casi tan aliviada como enfurecida. No podía creer que "A" nuevamente estuviera jugando esos macabros juegos, tratando de herirlas. Al eslabón más débil otra vez. Sonrió ante la ironía. El eslabón más débil era justamente el que más había soportado hasta el momento. Esa era Emily, parecía frágil, pero cuando caía se volvía a levantar cada vez con más fuerza. Admiraba eso de ella, era una de las cosas que la hacía especial. Sí, estaba aliviada de que estuviese bien. Se prometió a si misma cuidarla más, mantenerla más cerca. A ella y a sus amigas. Pero Emily no podía sufrir otra vez.

Se dirigió a una máquina a buscar café y a su regreso vio al doctor que les había hablado antes.

"Ah, esperaba encontrar a alguna de ustedes. La señorita Fields ha despertado y pensé que tal vez les gustaría verla por un momento."

Spencer soltó su café y siguió al doctor a través de unos pasillos, cruzando puertas. Todo alrededor estaba impecable. El olor la mareó un poco. Desearía pasar menos tiempo en hospitales. Finalmente llegaron a una puerta y el doctor le hizo señas para que ingrese. "Sólo un momento, volveré a comprobar cómo está más tarde."

Abrió la puerta y entró. La habitación estaba oscura pero Spencer no quiso prender la luz, con el reflejo que entraba por la ventana le bastó para ver. La habitación tenía dos camas, una vacía y otra con una Emily desgastada, conectada a alguna pantalla con algunos números y líneas a las que Spencer no puso demasiada atención como para comprender. Esta Emily tenía una venda en la cabeza, y parecía estar durmiendo. A medida que se fue acercando pudo notar algunos moretones en su cara y cuello. Se acercó despacio, intentando no hacer ruido para no despertarla. Quizá le habían dado mucha medicina o quizá solo se sentía cansada, pero parecía dormir profundamente.

A Spencer le dolió la imagen que tenía ante sus ojos. Su mejor amiga se encontraba maltrecha en una cama de hospital. Hubiese preferido millones de veces ser ella. Despacio la contempló un rato hasta sentir una lágrima cayéndole por la mejilla. Suficiente. Spencer Hastings era fuerte, debía serlo para sus amigas y debía serlo para Emily. Acercó una silla hacia la cama y se sentó.

En ese momento no sabía bien cómo actuar. Necesitaba sentirse cerca de ella. Tenía tantos sentimientos juntos intentando salir que le nublaban el juicio. Es que el afecto que sentía por esta chica era superior a muchas cosas. Emily era su cable a tierra, su compañera, su mejor amiga. La adoraba infinitamente por haber estado para ella en sus peores momentos. Pero últimamente tenía este impulso de compartir más situaciones, más conversaciones, más tiempo con ella. Las cosas eran diferentes. Con ella se sentía feliz. Quizá más feliz de lo que debería.

Sí, Spencer Hastings, dudando acerca de si sus sentimientos de amistad no eran precisamente de amistad.

Quizá por eso le doliera tanto verla herida e indefensa. Quizá por eso sintiera la gran necesidad de abrazarla, de cuidarla, de decirle que todo estaría bien, que ella cuidaría de ambas, que podían irse de Rosewood, comenzar otra vida lejos de "A" y sus maléficos juegos, vivir juntas en una casa enorme en medio de la nada….

Wow. Alto ahí. Vivir juntas en una casa enorme en medio de la nada no es algo que un par de amigas harían. Esta clase de pensamientos sorprendían últimamente a Spencer cada tanto. Se encontraba a si misma sonrojada y contrariada, pero con un gusto agridulce. Tierno pero imposible. Y así sus días pasaban.

Vio una vez más a su amiga herida. Estaba cubierta por una sábana. La noche estaba fresca, esperó que no tuviese frio más tarde. Vio su mano descansando sobre su estómago y la tomó. Sintió su calor y la apretó suavemente, quizá queriendo indicarle a su subconsciente, a su mundo de sueños, que ella estaba ahí cuidándola. Que podía descansar tranquila esta noche.


"¡Buenos diaaaaaaaaas!" Aria dijo en voz alta.

Esto asustó a Spencer que despertó sobresaltada sin entender muy bien dónde estaba. Ah, sí, el hospital. Ah, sí, debió haberse dormido en la silla. Ah, sí, la mano de Emily en la suya. ¿La mano de Emily? La soltó de golpe, como si fuese algo muy caliente. Escuchó unas leves risas. Emily estaba despierta y Aria reía con ella. Se incorporó de pronto y se alisó un poco la camisa.

"¿Cuánto tiempo llevas despierta?" Preguntó algo abochornada.

"Unos momentos antes de que entrara Aria."

"Si, lucían muy tiernas dadas de la mano pero es la hora de despertar e ir a casa." Aria dijo con una mirada divertida.

"¿Cómo te encuentras?" Pregunto Spencer, acercándose otra vez, recuperada de la vergüenza inicial.

"Oh, bastante bien para haber sido arrollada por un psicópata." Respondió con un leve tono de ironía.

"Ya hemos hablado con el doctor, dijo que vendrá a verte en unos momentos y si todo está bien puedes irte a casa."

En ese momento la señora Fields pasó por la puerta, acompañada por el médico. Las chicas decidieron dejarles un rato a solas y se retiraron a la sala de espera. Un tiempo después Emily traspasaba la puerta principal del hospital en una silla de ruedas, pero por fin camino a casa.


"Ehhh… ya has chequeado mi almohada unas 50 veces hoy, Spence." Emily dijo con la voz agotada.

"Es que quiero estar segura de que te encuentras cómoda."

"Creí haberlo dejado claro la vez número 22."

Spencer le dirigió una mirada recelosa. Su amiga estaba mejorando rápido, pero deseaba ayudarla en todo lo posible. No podía dejar de preguntarle si necesitaba algo o si se encontraba bien. Sin embargo estaba alegre. Inclusive ya había podido volver a concentrarse en estudiar para los exámenes. Todo volvía de a poco a la normalidad.

"Em, Cuando te recuperes haremos un picnic para celebrar." Spencer estaba ansiosa por compartir tiempo con Emily fuera de su habitación.

No había tenido mucho tiempo para estar a solas con ella. Constantemente recibía visitas o su madre venía a comprobar cómo estaba (quien por cierto revisaba el estado de sus almohadas otras 50 veces diarias). Hanna y Aria también pasaban bastante tiempo ahí, aunque al caer la tarde la señora Fields las remitía a todas a sus respectivas casas, "para que Emily pueda descansar bien". Extrañaba sus conversaciones y compartir teorías conspirativas sobre el origen y destino de "A". La extrañaba. Las ideas que tenía desde hace tiempo crecían en vez de disminuir, y a veces sentía que debía alejarse un poco para respirar, pero esos días en los que no aparecía por la casa de los Fields recibía, sin excepciones, un mensaje de Emily preguntando dónde había estado. Así era difícil concentrarse en no pasar tanto tiempo pensando en la misma persona. De todas maneras volvía, siempre volvía, era como un imán para ella, nunca podría alejarse demasiado tiempo. Mientras el mundo seguía su camino ella continuaba allí, a su lado, empollando este nuevo sentimiento.


Bueno, este es mi primer FF. Espero que disfruten y critiquen constructivamente este primero de 2 capítulos. Saludos! Y gracias por leer!