Capítulo 01: Lo Que Alguna Vez Fui.

El mundo está quieto, no escucho nada y solo veo un enorme espacio oscuro, poco a poco siento como abro los ojos y todo esta borroso. Puedo sentir una presión encima de mí, finalmente mi visión se aclara y veo que estoy en una habitación de algo que parece ser una cabaña, siento como si la poca luz que hay me estuviera quemando los ojos y no puedo ver nada más que el techo de madera ya que no puedo mover el cuello y solo alcanzo a ver algunas cosas con mi visión periférica que me dicen que no estoy en un hospital o algo similar pero si tengo una intravenosa conectada o por lo menos creo que yo la tengo ya que solo puedo ver la bolsa del líquido colgando de una percha de aluminio. Parece ser de noche y tras haber pasado 10 minutos desde que desperté finalmente puedo rotar mi cuello. Lo primero que note es que hay dos chicas dormidas en un sillón al lado derecho de la cama, una era rubia y tenía el cabello exageradamente largo y estaba sentada con la cabeza echada hacia atrás y la otra chica tenía el cabello negro y lacio y parecía tener una diadema con orejas de gato y estaba acostada en el sillón con la cabeza en el regazo de la rubia, sentí un tirón de la manta sobre mi cuerpo, trate de levanta un poco mi cabeza para ver que lo ocasiona y tras finalmente ver en la dirección correcta pue ver que o mejor dicho quien hacia eso, se trataba de una chica con el cabello blanco como la nieve y estaba dormida con su rostro de frente al mío, parecía que había estado llorando debido al rastro de lágrimas secas en su rostro el cual tenía una cicatriz en su ojo izquierdo. Ahora que lo veo bien las tres chicas traen trajes de gala con la rubia vistiendo un vestido largo color blanco y la chica de pelo negro traía un esmoquin que la hacía ver como un mayordomo y la chica de pelo blanco trae un vestido ajustado color azul celeste hasta donde podía ver y aun dormida agarraba fuertemente la manta. Han pasado 20 minutos desde que desperté y ya puedo mover con facilidad mi cabeza y levantarla, incluso puedo mover mi mano derecha, sé que también puedo mover mi mano izquierda pero es en ese lado en el que la chica de pelo blanco se encuentra y no quiero despertarla. Logre alcanzar un scroll que se encontraba en una mesa de noche al lado de la cama y el él habían fotos de cuatro chicas y tras ver ligeramente mi reflejo con la tenue luz de la luna que iluminaba mi cara vi que la cuarta chica que estaba con ellas era yo, tal parece que tengo el cabello corto pero yo no lo siento así, diría que lo tengo un poco más largo que la chica de pelo negro y lo tengo color negro con las puntas rojas. Pero mientras más veo mi reflejo y la foto más diferencias veo, la más evidente es que me veo mayor y algo demacrada actualmente y la foto debe tener años ya que las tres chicas en la foto no tienen más de 18 años y a las que tengo enfrente se ven por lo menos de 24 años. Sigo navegando por el dispositivo y veo más fotos entre ellas las de una boda de un chico rubio y una pelirroja los cuales se veían muy felices y en esas fotos traen la misma ropa que tienen en este momento, eso significa que la boda fue este día. Algo ll ama mi atención y es que la chica de cabello blanco está apretando de nuevo la manta con las manos mientras habla entre sueños y mi corazón se estremeció al ver que de sus ojos volvían a brotar lágrimas y algo dentro de mi quería abrazarla y decirle que no debía llorar y me dieron ganas de quitarle las lágrimas con la mano y cuando tuve contacto con su blanca piel en mi cabeza aparecieron imágenes sueltas como si de una tormenta de estática se tratara, pero una imagen en concreto ll amo mi atención, se trataba de ella y yo, ambas con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa que nuestros rostros no podían soportar y en mi mano y en la suya habían un par de argollas. Eso quiere decir que ella es mí, mi, mi cabeza me da vueltas y el pecho me duele, siento que hay algo dentro de mí que quiere estallar y en un descuido tire el scroll al suelo y con el ruido la chica que dormía a mi lado despertó, estaba aún adormilada y sus ojos se veían un poco rojos debido a que estuvo llorando y cuando finalmente abrió bien los ojos su expresión era de tal sorpresa que por inercia me quise reír de su cara, dio un grito y me abrazo del cuello, el grito provoco que la rubia se parara de golpe tirando al suelo a la chica que dormía sobre su regazo la cual solo se paró y le grito.

-¡¿Yang, cuál es tu maldito problema?!-

-¿Mi problema? Mi problema fue el grito de Weiss- respondió la rubia.

-¡Chicas!- es grito la chica de pelo blanco -¡Ruby despertó!-

Decía eufóricamente mientras se sujetaba de mi cuello, estuve a punto de decir algo pero un sentimiento familiar e incontrolable se apodero de mí, eran sus suaves labios junto a los míos. Ese beso me respondió varias preguntas, pude sentir el calor de su amor en él, ella y yo no solo nos queríamos, nos amábamos y a un gran nivel ya que solo por el suave tacto de sus labios me obligaron a llevar mis manos a su cara y con suavidad tocar la cicatriz de su ojo, no sabía porque lo había hecho solo sé que debía hacerlo. Se sintió eterno el tiempo que estuvimos conectadas pero cuando nos separamos algo me empujaba a traerla devuelta a mí solo que no pude debido a que pudo su rostro en mi pecho y empezó a llorar de nuevo, en ese momento recordé que había alguien más en la habitación. La chica rubia se acercó sujetando de la cintura a la chica de pelo negro, poso su mano en mi hombro y con lágrimas en los ojos ambas dijeron.

-Bienvenida devuelta Ruby-

Ruby ¿ese es mi nombre?