Hola, creo que ya la gran mayoría me han de conocer por el fic "Radio" pero para los que no: Soy TanInu (Tania) este es mi segundo fic relacionado con el anime Naruto y espero que sea de su agrado.
Mi dulce Niña
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Triste y desesperado, sin ti mi corazón se siente desamparado.
Debo de hallarte mi pequeño tesoro, para no sentirme nuevamente solo.
Daré todo lo que tengo por ti, aunque la vida misma se me fuera ahí.
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-...- (Diálogos de los personajes)
-"..."- (Pensamientos de los personajes)
lara lara lara (Letra de canción para finales del fic)
::::::(Separación)
((...)) (Anotaciones de la autora)
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a Kishimoto-samma. Aunque, al igual que con InuYasha, he estado pensando un secuestro en contra del pequeño kitsune de cabello rubio y ojos zafiros x3
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Cáp. 01: Amoríos perdidos.
Se columpiada en un solitario columpio, meciéndose con lentitud, viendo a la gente pasar, sin siquiera prestarle atención. Se dejo ir un poco hacia atrás, para ver el cielo mientras tomaba un poco de impulso. Estaba todo muy solitario, era el único en el parque, aunque ya estaba algo acostumbrado; cuando niño no había nadie a su lado para jugar y ahora que era casi un adolescente, tampoco.
-Todos están en misiones, mientras que yo, aquí atrapado.
Se siguió meciendo, era verdad. Todos sus compañeros estaban en misiones, según Tsunade-samma, debía de descanar pues había llegado gravemente herido después de esa batalla. Patrañas, puras patrañas. En menos de una semana ya estaba listo para volver a salir, pero no. Hay fue donde intervino su compañera.
-Sakura-chan, eres una exagerada.
¿Qué fue lo que dijo para que le dejaran atrapado en la villa? Pues, simplemente, que era muy peligroso el dejarlo ir, pues alguna de las heridas que tenía eran muy profundas, y si llegaba a abrirlas, podría causarle una hemorragia. Blah blah blah, pura palabrería y media. Pero para que seguir alegando, ahora ella estaba en misión y él encerrado en la villa.
-Naruto-kun¿Qué haces aquí?—pregunto el pequeño aprendiz a shinobi.
-Konohamaru, yo, pues, según la vieja detrás del escritorio, debería de descansar para mandarme después a una misión.
-Oh, pero no pareces muy alegre por la decisión.
-¿Se nota mucho?—preguntó irónico.
-Jeje—fue lo único que respondió el niño, antes de sentarse en el piso y mirar al kitsune.
-¿Qué?-
-Estás muy serio, y eso es muy raro en ti.
-Es sólo que estoy molesto por que me dejaron aquí, dattebayo.
-Pues, ya han vuelto, por eso te vine a buscar.
-¿¡Qué!?—Gritó muy exaltado--¿¡Por qué no me lo dijiste antes!?
-Por que estabas muy analítico.
-Demonios…--fue lo único que dijo antes de bajarse del columpio y dirigirse a su departamento.
¿Creían que iría a verlos después de haberlo dejado encerrado en Konoha? No, por supuesto que no, por lo menos no los vería en un par de días y, bueno, a Sakura, una semanita, para que sintiera cuanta falta le hacía. Sí, esa era una excelente idea, ver el sufrimiento y como rogaba por tenerlo junto a ella. ¡Oh que bello sería!
-¡Naruto-kun!—se escuchó a lo lejos.
Se detuvo de golpe, demonios, tan bien que había planeado todo, ahora, sólo le quedaba una opción. Frunció el ceño, apretó un poco la mandíbula, y lentamente se fue girando.
-¿Hinata?—pregunto algo extrañado.
No entendía, según él Ninata también había ido a la misión. Negó un poco acercándose a la chica, era hora de interrogar todo lo que había sucedido y cuanta falta les había echo en la misión.
-¿Cómo estuvo la misión?-
-Naruto-kun—decía algo sonrojada--Te llama Tsunade-samma, es sobre Sakura-chan.
Sus ojos se abrieron por la sorpresa, abrió levemente su boca y segundos después ya se encontraba a medio camino de la oficina de Tsunade. Algo malo había pasado, lo sentía, y lo peor de todo era que estaba relacionado con su pequeña Sakura.
-¡Tsunade!—grito perdiendo total formalidad, y abriendo la puerta de golpe.
-Veo que mi mensaje llegó rápido.
-¿Qué pasó?—preguntaba acercándose al escritorio--¿Dónde está Sakura-chan?
-No lo sabemos—respondió seriamente, juntando sus manos y recargándose en ellas.
-¿Cómo…?—pregunto consternado.
-Necesitamos que tú, Kakashi y Sai vayan a buscarla al Bosque de la Muerte.
-¿Qué¿Pero cómo sucedió esto?
-Fueron atacados por sirvientes de Orochimaru—dijo cerrando los ojos—Estoy casi segura que la usan de carnada para…
-Sé lo que pretenden—respondió el chico seriamente.
-¿Estás conciente cuan peligroso es para ti, cierto?-
-Sí, pero no me rendiré y mucho menos abandonaría a Sakura-chan.
-¿Estás completamente seguro?-
-Totalmente.
-Está bien, en ese caso, prepárate que saldrán mañana al amanecer.
-¿Sai y Kakashi-sensei lo saben?-
-Kakashi ya lo ha escuchado todo, y Sai ya ha sido avisado sobre la misión.
-Entonces, me retiro, Tsunade-samma.
-De acuerdo, pero, Naruto—le dijo haciendo frenar al chica—Te pido, no, te ruego que te cuides.
Volteó a ver a la mujer, estaba seria, pero su mirada mostraba preocupación y tristeza. Miró el suelo por unos segundos, antes de darle una mirada esperanzada. Él no dejaría que le pasara nada a su compañera, primero muerto.
-No se preocupe, traeré a Sakura-chan de vuelta.
-Confío plenamente en ti, pero, eso no es lo que me preocupa, sino el echo de que tú eres capaz de darlo todo, por ella.
Un fugaz sonrojo se formó en las bronceadas mejillas del joven. Sonrió tiernamente a la mujer, antes de darse la vuelta y caminar hacia la puerta.
-Por favor Naruto, prométeme que regresaras sano y salvo.
-Lo prometo, Tsunade-samma—respondió antes de cerrar la puerta.
Algunos de los nuevos aprendices lo miraron tristemente. Sabían más o menos de lo que la misión trataba, gracias a los comentarios de sus Senseis. Vieron salir al chico del edificio, Konohamaru gruñó, tenía que ayudar a su amigo.
-¡Konohamaru-kun!-
-Ya voy, ya voy—respondió entrando y cerrando la puerta del salón.
Lanzó la fuerza con ira, haciéndola cerrar brutalmente, sonando un sonoro portazo. Maldecía, gruñía, gritaba; se sentía impotente, un inservible, y a la vez tan culpable. Debía de haber ido, no debió quedarse por las buenas, debió de ser un terco como en las pasadas ocasiones. Pero no. Está vez se comporto tranquilamente¿¡Y que pasó!?
Se dejó caer en el sillón, llevándose las manos a la cabeza, sintiendo como su temperatura subía lentamente. Demonios, se la había llevado, y él no estuvo ahí para protegerla. Siempre supo que ella era muy fuerte, y no requería ayuda, pero, no podía dejar de protegerla a pesar de todos sus enojos.
-Maldición, debí haber ido.
-Niño estúpido, es sólo una mocosa.
Gruñó guturalmente, no tenía mucho ánimo para pelear con ese maldito demonio. Por él, que se largara ahora mismo. Pero, lo necesitaba, aunque sea para poder pelear y mantenerse en pie hasta que ella este fuera de peligro.
Cerró los ojos, apretando sus párpados con fuerza. Debía de ir, e intentar rescatarla. Estaba conciente de que, él iría pero no regresaría. Ella era la carnada para atraparlo a él.
-Daría todo por ella.
-Los humanos son unos idiotas, se aferran tanto a un sentimiento, hasta el punto de sacrificarse por él.
-¡Cállate!—gritó lleno de ira.
-Por favor Naruto, prométeme que regresaras sano y salvo.
-Lo prometo, Tsunade-samma—respondió antes de cerrar la puerta.
Iría, la salvaría, pero con lo que tenía planeado, la promesa que había echo con Tsunade debía de romperse, además, nadie lo había visto cruzar los dedos tras su espalda, y por lo tanto, el juramento no había tenido validez.
-Sakura-chan, te salvaré, lo juro—murmuró decidido, mirando por la ventana, viendo como el sol desaparecía tras las montañas.
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Continuará…
Eso ha sido todo, de momento. Espero que este fic sea tan aceptado como su antecesor, que apropósito añun no ha finalizado y le serán aumentados dos capítulos antes del epílogo. Por lo tanto tendrá doce capítulos y un epílogo.
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atte: TanInu
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