Los personajes no me pertenecen, solo juego con ellos en mi cabeza

contiene temas fuertes, si eres menor de edad o no te gusta; no lo leas...

Bella Pov

Desperté con las energías a mil, se preguntaran ¿porque? Bueno es muy sencillo, soy muy feliz, a pesar de no llevar una vida con lujos, ni tener una casa de tres plantas, dinero o cosas por el estilo, soy completamente feliz, ¿la razón? Bueno en primera, porque estoy viva, la segunda, por que tengo amigos maravillosos con los que comparto momentos increíbles, la tercera es porque hoy es lunes, se preguntaran ¿a que loca le gustara el lunes?, pues yo les contestaría sin titubear, a mi. Y la razón es porque cada lunes es como el inicio de un ciclo, el inicio de una nueva semana.

Mi vida, en lo personal me parecía bastante cómoda, no es que fuera conformista y no quisiera prosperar, claro que tengo sueños e ilusiones. Tengo muchas metas por cumplir. Pero si alguien me dijera que cambiara de vida, yo les respondería un seguro jamás. No era que yo fuese una loca optimista que le ve el lado positivo a todo, no, para nada, también tengo mis momentos de negación. Es solo que me di cuenta que no debía amargar mi vida por cosas pasajeras, que debía ser feliz con lo que tenia, como decía mi padre.

Mi vida no siempre fue tan alegre como ahora la siento, no, para nada, cuando era pequeña mis padres se divorciaron, yo apenas tenia unos seis años, y eso fue un duro golpe para mi, pues en ese tiempo mi vida era perfecta, mi madre René era una mujer muy cariñosa, y para mi la mujer mas hermosa de todo el universo. Mi padre Charlie, era el jefe de la policía en el pequeño pueblo en el que vivíamos, a pesar de no ser muy demostrativo nos amaba con todo su ser, el decía que éramos sus princesas, y yo así me sentía. Pero todo cambio el día en que los vi discutiendo de una manera que jamás me había imaginado, mi madre molesta le grito cosas que hasta hoy en día he preferido no recordar, ya que me dolían hasta el alma, tomo sus cosas y se fue, llevándose consigo otra parte de mi.

Por mucho tiempo la odie, por habernos abandonado, por hacer sufrir a mi padre, que a pesar de todo la amaba. La odie por no estar para mi cuando la necesite, por no estar cuando empecé a crecer, por no estar para responder a mis preguntas, por no estar para aconsejarme en mi primer periodo, por no ayudarme a arreglar para mi primera cita, por no decirme que esperar en mi primer beso, por no darme consejos acerca de las relaciones, ni explicarme como era la intimidad. La odie por tanto tiempo que prefería no hablar ni pensar en ella.

Es mas, a veces pienso que es un sentimiento que no he logrado superar, ¿pero como olvidar el dolor infringido? ¿Como olvidar las noches que pase en mi cuarto rogándole a las estrellas, a la luna o al sol que la trajeran de regreso?

Cuando mi padre murió, sufrí como nunca antes lo había hecho, pues en ese momento estaba tan sola en el mundo, yo contaba con dieciséis años, sentía que no podía enfrentarme al mundo sin Charlie, le amaba tanto, era mi padre pero también era mi mejor amigo. A pesar de no poder contarle todo con claridad, como mi primer beso o mis novios, trataba de contarle otras cosas que eran de igual importancia para mí.

En ese tiempo caí en una profunda depresión, no sabía que iba a ser de mí, como iba a sobrevivir sola. Bueno realmente no estaría sola. Billy Black el mejor amigo de mi padre sintió que debía cuidar de mi por lealtad a Charlie, y desde ese momento me fui a vivir con el. Su familia era de clase media, tenía un buen trabajo por lo que pudo conllevar una carga más ósea yo. Tenía dos hijos. Rachel y Jacob, quien por cierto era y es mi mejor amigo en todo el mundo. Gracias a el Salí de aquella horrible depresión en la que me encontraba. Desde ese momento fuimos inseparables.

El me enseño a ver la vida de otra manera, a dejar el dolor y la amargura atrás, ahora mi padre es un hermoso recuerdo que llevo conmigo siempre en mi corazón. De mi madre, pues a decir verdad la amargura no se fue completamente pero puedo sobrellevarlo.

Cuando Jake se graduó del colegio a sus dieciocho años, hizo el gesto mas dulce y me demostró su amistad, en vez de irse directamente hacia la universidad, decidió esperar por mi hasta que me graduase también, ya que el me llevaba un año. Se lo agradecí de todo corazón. Ya que eso me tenía realmente preocupada, no sabia si podía defenderme en el mundo yo sola y el tan fiel no dejo que lo experimentara.

Hoy a mis veinti tres años, me siento muy renovada, pues cuando Jake y yo terminamos la universidad, decidimos venir a vivir a Los Ángeles. Queríamos sentirnos independientes, por lo que cada uno compro un pequeño departamento en el centro de la ciudad, no eran lujosos ni nada parecidos, pero eran nuestros, y estábamos felices.

Aquí conocimos a nuestros amigos, Ángela, Jane, Jessica, Ben, Mike, Alec, Leah que hoy en día es la novia de Jake y James que es con quien salgo actualmente. Eran increíbles, cuando Jake y yo llegamos nos hicieron sentir como en casa, que rápidamente se forjo una excelente amistad.

Mi celular sonó, sacándome de mis recuerdos

- ¿Diga?-

- Ey Bells ¿todavía durmiendo?- pregunto burlonamente Jane.

- Hace un rato me levante, ¿y eso que me honras con tu dulce voz?-

- Te recuerdo que me prometiste ayudarme esta noche para salir con Alec, ya sabes maquillaje, ropa, lencería, etc.-

- No lo olvide, pero te juro que desee hacerlo, ¿pero porque me llamas ahorita, si todavía es de mañana?- conteste con una mueca. Salir de compras con Jane no era uno de mis momentos favoritos.

- Pues porque revisando mi armario, no encontré nada sexy que ponerme para seducirlo- dijo como si fuera lo obvio.

- Dile a Jessica, seguro que ella quiere salir de compras-

- Ah no señorita, me lo prometiste, además ella no tiene tu sentido de la moda, ándale no seas mala y acompáñame, sabes que no he tenido sexo desde hace unos días y necesito mi dosis, sino me voy a secar como una pasa, ándale si ¿por favor?- dijo agudizando un poquito de mas su voz. Suspire, no tenia ganas de ir, sabia como era Jane de sicótica para las compras, pero cuando me lo pedía de esa manera no podía negarme.

- Esta bien, pero me vas a deber una bien grande- dije dándome por vencida.

- Ay te adoro, te adoro, te adoro, vas a ver como nos vamos a divertir- dijo trancando la llamada.

Me levante de mi cama y me dirigí a ducharme, conociéndola en unos momentos ya estaría aquí para irnos, pero por un lado tenia razón, pobre no había salido con nadie en unos días y la entendía, estar sin sexo por tanto tiempo era como estar en el infierno. Yo de eso no podía quejarme, James era excelente, sabia que lo nuestro era pasajero, la verdad es que no miraba un futuro para nosotros juntos, pero lo disfrutaría hasta que se acabara.

James había demostrado su interés por mi desde que Jake y yo nos mudamos a esta ciudad, era la segunda persona mas dulce que había conocido, pues la primera era Jake, James era tan tierno, tan sincero, tan desinteresado que rápidamente congeniamos. Yo no me metí con el desde el principio, pues no quería arruinar la amistad si algo no salía bien entre nosotros. Además me conocía demasiado bien, yo llegaba a aburrirme fácilmente de las relaciones, además con lo que les había pasado a mis padres, había nacido en mí un miedo al compromiso que no me quitaba nadie. Por lo que estuve saliendo con diferentes chicos, me divertía un rato y luego al aburrirme los dejaba, pero a ellos poco les importaba pues al igual que yo buscaban divertirse un momento. Jake me vivía diciendo que debía ir pensando en el futuro por lo que con el y con las insistentes insinuaciones de James termine aceptando. Le quería mucho, por mas que deseaba plantearme un futuro juntos no podía. Además era muy apasionado y ardiente en la cama, de eso no tenia ninguna queja, era romántico y atento; a veces nos poníamos medio melosos, pero quien puede culparme, las mujeres somos así ¿no?

Quince minutos después escuche como aporreaban mi puerta como si la quisieran derribar, rodé los ojos, Jane era una exagerada, si quisiera escapar ya lo habría hecho. Yo ya estaba completamente lista, con un jeans pegado amoldándose a cada una de mis curvas, una blusa azul oscuro strapless, mis tacones, que debían ser bajos para no morir en el intento de usarlos, y mi cabello suelto cayendo en suaves ondas. No usaba mucho maquillaje por lo que me puse delineador, sombras y un poco de gloss rosa en los labios y ya estaba.

Jane seguía queriéndome dejar sin puerta, por lo que rápidamente tome mi bolso, me rocié un poco de mi perfume favorito y corrí prácticamente a abrirle la puerta.

- Wow Bells como que vamos de cacería ¿no?- dijo con aprobación – Hash como te envidio, desearía tener ese don tuyo para la moda- dijo haciendo un puchero.

- No seas ridícula, tu también te vistes increíble- dije mirándola, andaba con un vestido tipo tropical blanco con flores amarillas, se veía sexy y angelical al mismo tiempo. Sandalias altas a morir, de esas que desafían la gravedad, y su cabello rubio liso. En mi opinión la que andaba de cacería era ella.

- Bueno, bueno libidinosa, no me veas así, si no quieres que te salte encima- dijo sonriendo maliciosamente, Jane era medio extrovertida y no le temía a experimentar cosas nuevas, yo estaba completamente segura de mi sexualidad por lo que rápidamente aparte la mirada, no me atraía probar.

- ¿Nos vamos?- pregunte cambiando de tema, ella sonrió una vez mas, y luego nos subimos a su descapotable rojo.

- ¿Como van las cosas con James?- pregunto de camino al centro comercial, todos nuestros amigos decían que terminaríamos casándonos, que éramos la pareja del momento y no me gustaba ese tipo de comentarios, yo no estaba enamorada y dudaba que el lo estuviera.

- Lo normal- conteste simplemente, mirando por la ventana, sentía su mirada, ella sabia que no estaba enamorada y siempre trataba de disuadirme de cambiar de opinión o simplemente meterme con cuanto hombre se me cruzara , así como ella.

- Pero Bells ¿no te das cuenta que lo tienes todo con el?, James puede darte un buen futuro, te adora, ¡Dios!, si no besa el piso por donde caminas es por que de verdad eso seria enfermo, si no te apresuras alguien mas se dará cuenta de eso-

- ¿Crees que no lo se?, pero no puedo obligarme a sentir algo que no siento Jane, me gusta James, es perfecto, pero no estoy segura de querer algo mas serio- conteste con un suspiro. – ¿Podemos cambiar de tema por favor?- pedí suplicándole con la mirada.

- Ok, solo quiero que lo pienses ¿si?, no quiero que después sufras- dijo mirándome seriamente.

- Lo pensare, lo prometo-

Una vez en el centro comercial, Jane me arrastro de arriba a bajo, de tienda en tienda, buscando como ella la describió ropa sexy para seducir a Alec.

Ahora ella se encontraba probándose un vestido, que a mi en lo personal me parecia demasiado ostentoso pero a Jane le quedaba como anillo al dedo. Se veía preciosa, era un vestido rojo intenso, con una gran abertura en su pierna izquierda, un gran escote delantero y con espalda descubierta, definitivamente Alec iba a caer.

- ¿Y que dices?, ¿crees que es perfecto para salir?- dijo mirándose completamente en el espejo.

- Nena , no creo que lleguen a salir de tu departamento-

- ¿De verdad?, uy entonces me lo llevo, ya quiero verle la cara a Alec cuando me vea- dijo todavía posando frente al espejo.

- Lo vas a matar de un paro- dije divertida.

- Bueno ahora vamos por los zapatos, el maquillaje, la lencería y todo lo que haga falta- dijo metiéndose nuevamente en el vestidor, borrándome la sonrisa.

Después de pagar por el vestido, fuimos a la tienda de zapatos favorita de Jane, no eran de diseñador pero eran hermosos y con precios razonables.

Estuvimos alrededor de una hora metidas en la tienda, ya que Jane no se decidía, al final compro unos tacones altísimos con hermosas piedras plateadas. Luego fuimos por el maquillaje, que no nos tomo mucho tiempo hacerlo y por ultimo fuimos a Victoria´s Secret para la lencería.

- ¿Que te parece este conjunto?- dijo saliendo del vestidor con un juego de bragas y sostén color negro con encaje, que apenas cubría muy poco de sus pechos.

- Creo que hemos encontrado el elegido- conteste en parte verdad, y en parte porque ya estaba desesperada por irme, pero realmente le quedaba muy bien, no creo que ella y Alec llegaran a cenar esta noche.

- Uff por fin, porque muero de hambre- dijo metiéndose nuevamente al vestidor.

Dos horas después, estábamos en su departamento, mientras ella se daba una ducha, yo estaba organizando su ropa, lencería, maquillaje y zapatos para tener todo listo.

Después de tanto trabajo, ella había quedado espectacular, su vestido rojo que se adhería a cada curva de su cuerpo, sus tacones que le daban un aspecto tan sensual, su maquillaje que no estaba ni muy cargado, ni muy simple y por ultimo su peinado, me las había arreglado para hacerle un moño que le daba un toque sofisticado. Se lo hice con la visión de que cuando estuviera con Alec, el se diera el gusto soltándole el cabello. Me sentía satisfecha del resultado, y por la enorme sonrisa que ella ahora mismo poseía, podía decir que también lo estaba.

- Gracias amiga, me encanta el resultado, esta vez te has superado, Uff se va a morir cuando me vea- dijo emocionada.

- Bueno amiga, me voy, mi trabajo esta hecho, además no quiero estar aquí cuando Alec llegue, no quiero mirar cosas que no debo y quedar perturbada para siempre- dije medio en broma, medio enserio.

- Ok Bells mañana te llamo para contarte todo- nos despedimos con un abrazo. Se sentía bien poder ayudar a tus amigos, yo nunca tuve muchos amigos ya que mi infancia había sido difícil pero ahora me sentía muy feliz de tenerlos.

Salí de su departamento y tome un taxi para regresar a casa, me sentía muy cansada, física y mentalmente pero muy satisfecha también.

Al llegar a mi casa, lo primero que hice fue darme un relajante baño de burbujas, una vez que el agua se había enfriado me envolví en una toalla y me puse un camisón de seda, muy sexy que Jessica me había regalado para mi cumpleaños. Mi celular comenzó a sonar. Al ver quien era sonreí, ahorita necesitaba muchos mimos y apapachos.

- Hola guapo- respondí coqueta con una sonrisa.

- Hola hermosa, ¿que haces?- respondió James con una vos tan sexy que me excité enseguida, vuelvo a repetir, James es muy ardiente cuando se lo propone.

- Acabo de darme un delicioso baño de burbujas, lastima que no estabas para compartirlo- dije con vos seductora. Podía jurar que estaba sonriendo pícaro desde la otra línea.

- Una verdadera lastima, pero si quieres aun puedo llegar para darte un merecido y delicioso masaje, ¿que te parece?- dijo con vos ronca.

- Mmm- gemí apropósito, lo escuche respirar mas agitadamente – Eso suena muy bien, te espero entonces- dije trancando la llamada. Después de escuchar tan necesitada a Jane que termine necesitada también, y quien mejor para saciarme que James, el jamás me lastimaría, ni antepondría su placer ante el mío, de eso estaba completamente segura.

Veinte minutos después ya estaba frente a mi puerta con esos ojazos azules que te atrapaban hasta dejarte inconsciente. Venia de su oficina, por lo que venia vistiendo entre formal e informal, dándole una apariencia muy sexy. El me miro de arriba a bajo, su mirada ardía y me quemaba completa por lo que ni siquiera nos saludamos, entro y me tomo en brazos, pegando sus labios con los míos desesperadamente, con un beso salvaje, dejándome completamente sin aire. Y conmigo todavía en brazos corrió hasta mi habitación.

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Cuando desperté me di cuenta que el ya no se encontraba, me di la vuelta estirándome en toda la cama cuando sentí un pequeño papel debajo de mi cuerpo. Lo tome y en letras enormes decía para mi bella. Empecé a leer.

Mi Bella:

Lamento haberme ido sin despedirme, pero debía llegar temprano a la oficina y te veías realmente preciosa durmiendo que no tuve el corazón para despertarte. Espero que pases un excelente día. Te llamare mas tarde.

James

Sonreí terminando de leer la carta, James era muy dulce, tanto que a veces me daba miedo lastimarlo, le quería demasiado. Yo sabia perfectamente que la del problema era yo, no era que no quisiera enamórame, no, sino que mi corazón se negaba a sentir algo así, yo sabia que enamórame de James seria tan fácil, pero aunque mi cabeza dijera eso, mi corazón no seguía esa misma sintonía.

Suspire y me levante, para darme un buen baño, después de la noche anterior, mis músculos estaban algo cansados. Por ahora estaba de vacaciones en mi trabajo, tenia un mes, ya que no había tomado mis vacaciones antes, decidí hacerlo ahora. Yo era actualmente una asistente de editor, pero mi sueño era se editora y escribir mi propio libro, lastimosamente ahorita estaba en escases de ideas.

Me vestí con unos shorts y una camiseta negra de tirantes y unas converse; estando en casa me gustaba vestir cómoda pero sexy al mismo tiempo, por cualquier cosa. Me puse a medio arreglar el desorden en el que mi departamento se encontraba, y una vez que acabe, me comí un muy merecido tarro de helado de chocolate.

Una hora más tarde, estaba viendo el cadáver de la novia, una de mis películas favoritas, cuando el timbre sonó, sobresaltándome ya que estaba muy concentrada viendo a Víctor correr de los brazos de Emily.

Me encamine hacia la puerta y la abrí pensando que tal vez era Jane que venia a contarme de su noche con Alec, o Jake que venia a hacerme la chequeada matutina. Pero no era ninguno de los dos, es más, no era alguien a quien yo hubiese deseado ver en mucho tiempo.

Y ahí parada enfrente de mi, con esos ojos color chocolate, que te miran arrogantemente, con esa pose altiva que estaba segura siempre la caracterizaba, esa piel pálida como la nieve, su sonrisa burlona y ropas caras seguramente de diseñador se encontraba ella, la otra parte de mi que René se había llevado con ella cuando apenas teníamos seis años, mi hermana gemela. Era como estarme viendo en un espejo, con diferente ropa. Me quede pasmada, sin habla, totalmente inmóvil. Ella hablo sacándome de mi estado de shock

- Hola hermana- dijo con una sonrisa maliciosa.

holaaaa aqui estoy devuelta con otra locura... espero que les guste...

gracias sistercullen, sin ti no podria, este capi es dedicado completamente a ti...

dejen review siiiii...

¿la dejo? ¿la sigo? que dicen... haganmelo saber... besotes