Hola, esta es la primera historia que escribo de The 100. Los personajes no son míos, solo los tomo prestados. Esto no va a ser un Bellarke! La pareja me gusta, pero ya se van a enterar un poco más adelante.

Que lo disfruten

Abby miró de reojo a su hija sin dejar de concentrarse en el camino. Clarke estaba mirando sin ver el camino, tenía puestos los auriculares aunque hacia kilómetros que el I-pod se había quedado sin batería.

Sin embargo, no le dirigía la palabra. Desde la muerte de su marido su relación había sido tensa, por decir lo menos. Clarke culpaba a su madre por no haberse esforzado lo suficiente para salvar su vida en el quirófano, y por ello la castigaba.

Al principio había dejado de hablarle, pero luego comenzó a llegar más tarde a su casa, a veces no volvía en absoluto. Entonces llegó muy lejos. Intento robar un kiosco con una navaja. Clarke pasó los últimos seis meses en un reformatorio, y salió un mes antes por buena conducta.

Después del horrible accidente Abby decidió que lo mejor que podían hacer era buscar un nuevo comienzo. Y así lo hicieron.

Ahora iban camino a una nueva ciudad con el camión de la mudanza pisándoles los talones.

A Clarke su madre le causaba gracia y la exasperaba al mismo tiempo. ¿Se creía que no sabía que la miraba de reojo cada pocos kilómetros?. Si quería decirle algo bien podía hacerlo, aunque sus palabras llegarían a oídos sordos.

Clarke robo una furtiva mirada a su madre y sintió ganas de ponerse a llorar. Si bien era cierto que al principio la culpaba por la muerte de su padre ahora no lo hacía. Ahora la culpaba por algo mucho peor, algo de lo que sí era culpable, abandonarla.

Clarke había culpado a Abby por la muerte de su padre, y se había empeñado en castigarla. Luego la enviaron al reformatorio y tuvo mucho tiempo para pensar. Después del primer mes se dio cuenta de que la culpa, en realidad, la tenía el conductor ebrio que lo había atropellado.

Cuando se dio cuenta no podía esperar para ver a su madre y decirle que lo sentía, pero su madre jamás fue a verla. Clarke no se rindió e intento llamarla por teléfono, pero su secretaria siempre le decía que estaba ocupada, en una reunión o en el quirófano.

Cuando salió Clarke no se sorprendió de que su madre no hubiera ido a recogerla, así que respiro hondo y se subió al autobús que la dejaba en la esquina de su casa. Solo para encontrarse que ya estaba todo embalado en cajas y que a la mañana siguiente llegaría el camión de la mudanza.

Finalmente, después de varias horas de tenso silencio en el auto Abby habló.

-Aquí estamos.- dijo mientras estacionaba el auto delante de una casa con el frente de ladrillos vistos.- Hogar, dulce hogar.

Clarke no respondió, solo se bajó del auto y se dirigió al camión de la mudanza para ayudar a bajar las cajas.

Esa noche cuando los de la mudanza ya se habían ido Clarke y Abby se sentaron a comer en el suelo con una caja vacía como mesa.

-¿Emocionada por el primer día de clases?- Por toda respuesta Clarke apuñalo una papa frita con el tenedor antes de levársela a la boca.-Clarke, no podemos seguir así, háblame por favor.- pidió Abby.

Clarke acabo con lo que tenía en su plato en dos bocados y lo puso en el fregadero.

-Por favor! Di algo, lo que sea. –la voz de Abby denotaba desesperación.- Grítame, gritáme que me odias. Con que me dirijas la palabra me conformo.- Para este momento las lágrimas surcaban sus mejillas.

Clarke le dedico una última mirada fría a su madre antes de negar con la cabeza y subir la escalera para ir a su nueva habitación.

Lo último que pensó antes de quedarse dormida fue cómo se sentiría ir de nuevo a un colegio normal. Eso sí, de algo estaba segura, no había manera en la tierra de que extrañara el reformatorio. No importaba como fueran sus compañeros de clases, ni que ahora se viera forzada a convivir con su madre, nada en el mundo la haría extrañar ese lugar.

Bueno, primer capítulo. Sé que la muerte del Sr. Griffin no es tan dramática como en el show, pero es lo que se me ocurrió a mí.

Se me había ocurrido otra cosa, pero entonces la historia no seguiría el rumbo que quiero que siga.

Déjenme saber que les pareció este primer capítulo.