Aviso: Este one-shot no me pertenece es de mi amigo Alan (pueden llamarlo Red20) que me dio permiso para publicarlo, se preguntaran ¿por que no el? porque no tiene usuario aquí. Bueno los dos esperamos que les guste y comenten.
Salu2.
Red20: Jejejeje, bien. Primero que nada, este es mi primer fic que hago de Cómo entrenar a tu dragón. Las películas y su historia me agradaron bastante como para pensar en algo para ello, bueno, en realidad tengo más ideas para fics con esto pero eso es punto y aparte. En fin, igual es un tipo de historia nuevo para mí, a lo que espero les agrade y a ver si no me tardo en actualizar como mis demás proyectos. Como sea, espero les agrade.
Night Fury.
Prologo.
Esto es Berk, una isla invernal europea modernizada, que a pesar de ser un lugar con poca extensión territorial, es considerada una gran atracción turística y una potencia independiente, sus logros han llevado a convertirla en una metrópolis, contando con altos edificios, zonas residenciales urbanizadas y un extenso bosque situado a las faldas de su única montaña, y hogar de un héroe enmascarado, cuya única habilidad es su ingenio, siendo el más grande detective que lucha bajo la oscuridad de la noche de manera sigilosa patrullando desde las alturas a Berk. Su nombre Night Fury.
Octubre 10, 20XX.
8:20 pm
En una tranquila noche de otoño, una gran evento se estaba llevando a cabo dentro de una de las mansiones de una de las personas más reconocidas en Berk, James Ritchwood era la celebración del cumpleaños número 45 del dueño de la misma mansión, un gran empresario y filantropo, en la cual se encontraba reunida la crema y nata de todo Berk. La fiesta giraba en el exterior de la mansión para el disfrute de las amistades del festejado de honor, invitando a ver el paisaje natural del mar que rodeaba la isla, siendo complementado con el brillo de la Luna que se reflejaba en el mar. Todos se encontraban anonadados con la fiesta y el paisaje, bailando con el brillo artificial de las luces que cruzaban colgando el jardín trasero, que ninguno pudo percatarse del crimen que se estaba cometiendo en esos momentos dentro de la mansión. Un grito piadoso y lleno de dolor opacado por el cálido ritmo de la orquesta que tocaba para el deleite de los invitados que bailaban en parejas, cristales rotos esparcidos en el suelo alfombrado de la sala interior y un charco de sangre que salpicaba el cuerpo sin vida del dueño del grito colapsado en medio de la habitación.
La fiesta fue interrumpida por otro grito, lleno de pánico proveniente de una de las invitadas que detuvo su pieza con su pareja al notar a un sujeto vestido de negro, provenir del interior de la mansión, con su camisa empapada de sangre, tambaleándose de un lado a otro como si hubiera recibido una fuerte paliza. Todos los invitados se alarmaron al notar su presencia y lo rodearon con pánico, de entre los invitados una pareja que se encontraba entre ellos se acercaron hasta aquel tipo, quien parecía ser uno de los meseros, dada a la vestimenta que tenía, rodeándole por ambos lados y tomándolo por los brazos. Uno de ellos era el comisionado de policía de Berk de 47 años, Alder Hofferson, y la otra persona que le acompañó en la captura de aquel sujeto era ni más ni menos que su hija, Astrid Hofferson de 20 años, estudiante de criminología de la Universidad de Berk y consultora de la fuerza de la incompetente policía de la isla, aunque en ella degustara de ropa más cómoda para su trabajo, estar en un escotado vestido azul celeste, con zapatillas de un tono más oscuro le molestaba, aún si fuera una fiesta de gala. A lo cual, al salir en la captura como padre e hija de aquel sujeto, le molestó ir a trompicones con aquellos tacones. Su padre tomó como sospechoso a aquel sujeto que salía de la mansión, mientras que Astrid de manera impulsiva entró de inmediato a la mansión para buscar a la víctima del mesero.
En el interior de la sala central, que era un lugar para recibir a los invitados, rodeada por una basta colección de piezas de arte se encontraba una mujer apuñalada en el pecho y degollada derrumbada en el suelo alfombrado, ella era una mujer de aspecto joven, cerca de los 30 años y la esposa del celebrado, Nataly Ritchwood. La joven y perspicaz hija del comisionado de policía empezó a realizar una investigación exhaustiva, sacando de su bolso su teléfono celular para recabar evidencia que incrimine al principal y al parecer único sospechoso del crimen de asesinato a la esposa del dueño de la mansión. No tardó ni cinco minutos para que todos los invitados entraran al interior para ver el cuerpo sin vida de la esposa del dueño, preguntándose el motivo que tuvo el mesero en asesinar a la mujer de su jefe. Parecía que toda la evidencia que encontró la joven detective Hofferson apuntaba a que el mesero de 22 años, Steve Swayer mantuvo una disputa con Nataly al ser sorprendido robando una pieza de arte que terminó en pedazos. El puñal que se encontró a un lado del cuerpo sin vida de Nataly era una clara evidencia para encontrar sus huellas.
Mientras que todos los invitados continuaban hablando entre si, preguntándose si debían llamar la policía o si era seguro estar con un asesino en el lugar de la escena del crimen, el comisionado de policía intervino, callando a los invitados y llamando la atención de todos diciendo:
- Atención a todos. No deben de entrar en pánico - calmó a todos con una voz gruesa y rígida, siendo objeto de cientos de miradas -. Les aseguro que como comisionado, mi hija y yo los mantendremos a salvo. Además, confío que mi hija pueda resolver este caso - continuó con un tono orgulloso al final mientras que su hija daba un paso al frente.
- No creo que sea necesario llamar a la policía padre. Todo parece apuntar que él lo hizo - intervino ella mientras se acercaba al mesero -. Lo único que aún me intriga es su motivo.
- Pero soy inocente, yo no la mate - volvió a decir aquel tipo mientras intentaba soltar del agarre del comisionado.
- Si, si, esos dicen todos. Si me dieran una moneda por cada vez que lo oigo - respondió en un tono sarcástico el comisionado tirando bruscamente de el mesero.
- Si estoy diciendo la verdad. Alguien me golpeo, yo no soy el asesino.
- Eso es absurdo, usted fue el único que salió de aquí y empapado con la sangre de la víctima. Es muy probable que usted y la señora Ritchwood tuvieran una discución, y para callar a la víctima, forcejeó con ella hasta que la asesinó - espetó Astrid tomando del cuello del mesero -. Ahora responde. ¿Cual fue el motivo de que la asesinaras? ¿Extorsión o robo?
- No es ninguna de esas detective Hofferson, fue más bien porque es un simple señuelo - intervino una voz masculina y opaca que llamó la atención de los invitados.
- ¡¿Night Fury?! - gritaron en sorpresa Astrid y su padre al reconocer al dueño de aquella voz.
- ¿Night Fury? - se preguntaron todos los invitados luego de verlo aparecer de la nada.
Night Fury apareció asiéndose paso entre la multitud en su vestimenta oscura, similar a la de un caballero medieval, con una máscara que simulaba ser un casco a la vez, donde podía verse sus brillantes ojos verdosos relucir por su máscara. Todos los invitados no apartaban la vista de aquel intruso quien defendía al único sospechoso y que por ende, culpable de aquel asesinato.
- ¿En qué te basas para tener esa conclusión, Fury? Si tienes alguna evidencia.
- Eso es exactamente lo que tengo, señorita Hofferson - interrumpió de inmediato sacando una bolsa de plástico con un par de guantes ensangrentados.
- ¿E-Eso de dónde lo sacaste? - cuestionó sorprendida al ver una nueva evidencia en manos de Night Fury.
- En un bote de la basura en el cuarto contiguo a este - respondió sin darle mucha importancia a la pregunta de Astrid mientras le lanzaba la evidencia a sus manos -. Supongo que usted se quedó viendo la poca evidencia de aquí, detective Hofferson - comentó él en un tono burlón haciendo rabiar a la rubia.
- Eres un... - replicó sin éxito al ser callada de inmediato.
- Soy un detective también, detective. Y claro esa no es mi evidencia para demostrar que él es inocente, sino quien fue el asesino - respondió de inmediato llamando la atención de todos.
- ¿T-T-Tan rápido?... ¿P-Pero cómo? Tu no estabas aquí - le reclamó Astrid sorprendida, odiaba que fuera demasiado rápido al resolver sus casos.
- Claro que no, pero si sé que pasó aquí, ese es el chiste de ser detective. Primero que nada, mire a nuestro alrededor - apuntó la escena del crimen y a los invitados -. Estoy seguro que nadie tiene sangre encima, pero si llevan algo que le incrimine.
- No entiendo a qué te refieres. Dime de una buena vez quien es, maldición - espetó ella de nuevo al punto de tener el rostro sonrojado de la irritación que la presencia de Night Fury le causaba.
- Ah-ah-ah, no se apresure. Por cierto, ¿se dio cuenta sobre qué esta parada?
La vista de la detective Astrid Hofferson giró a ver a donde él apuntaba, directamente a su pie derecho. Levantó su pierna y miró bajo su zapatilla. Notó de inmediato un pequeño resplandor circular venir de ahí. Al agacharse para tomarlo se dio cuenta que era un gemelo que estaba en el suelo con las iniciales GG, una pegada a la otra, a manera de reflejo. Esto era una clara evidencia y estaba justamente en dirección al brazo izquierdo de la víctima, quien parecía haber tirado de él y resbalarse de sus manos momentos antes de su muerte. Con aquel descubrimiento de la pista que pasó por alto, se sintió indignada que Night Fury estuviera un paso adelante de ella al tener una idea del culpable original. Aunque aún seguía sin saber quien sería el verdadero asesino, no tenía idea de quien tuviera ese nombre.
- Disculpe comisionado Hofferson. ¿Quiere que le ayude a su hija a resolver este caso?
- Supongo que podría ser beneficioso para ella. Así que puede proseguir - respondió el comisionado, padre de Astrid gustoso ante aquellas palabras.
Con aquella pregunta de parte del enmascarado, logró poner aún más rabiosa a Astrid, quien ya estaba molesta por la manera tan burlona de presentar su resolución al caso. Odiaba que apareciera, porque siempre tenía razón y resolvía todos los casos con rapidez, dejándola en vergüenza. Y lo que más odiaba era que su propio padre estuviera a favor de aquel enmascarado.
- No necesito ayuda tuya. Muchas gracias - respondió molesta luego de la respuesta de su padre, fulminándolos con la mirada.
- Oh, pero parece que si la necesitas - dijo burlonamente en respuesta dando ligeros pasos en dirección a ella.
- ¿Q-Qué te propones?
- Yo. Nada. Pero podrías pararte ahí y con gusto te digo quien es el culpable, sus motivos, el método que uso y los acontecimientos que dieron caso a este asesinato - respondió él apuntándole a Astrid con un tono risueño.
Él al tomarla del hombro, apuntó la dirección de una de las ventanas que estaba abierta por donde todos habían entrado y única salida del lugar. Ella miró dudosa entre la ventana y él repetidas veces, con una expresión confusa y a la vez molesta. No entendía bien lo que ocurría y no quería hacer lo que él le pedía, pero la curiosidad del supuesto asesino original y el método era mayor en ella. Si el método que se usó era una manera de despistar a los policías en cuestión, podría tomarlo como ayuda para sus investigaciones próximas, evitando caer en una trampa en un futuro próximo. Por lo que al mirarlo fijamente por pocos segundos aceptó a regañadientes su propuesta girando su vista en dirección a la ventana, diciéndole un inaudible "haz lo que quieras", mientras se dirigía a tomar su posición.
- Bien. Creo que ahora lo que tengo que hacer es...
Al decir aquellas palabras, oprimió un botón de un móvil, que llevaba en su mano oculta en su espalda, haciendo sonar una alarma oculta en el bolsillo de su sospechoso. A lo que todos giraron inmediato su atención a él, y más que nada abriendo una brecha en la que todos los invitados se alejaban de su alrededor, exponiéndolo ante todos.
- Señor Gustav Grey. Usted es el asesino de la esposa del señor Ritchwood, Nataly Ritchwood - dijo él seriamente apuntándole fijamente.
- Vaya, vaya, vaya. Me temo que su reputación como detective es sobrestimada, Night Fury - rió el acusado mientras se paraba frente a él -. Si usted cree que fui yo el asesino, porque uno de mis gemelos se encuentra ahí, temo que se equivoca. Cómo puede ver, tengo ambos conmigo - señaló él mostrando ambos gemelos al levantar sus muñecas.
- Si eso fuera así, dígame una cosa. ¿Por qué lleva el mismo tono de lápiz labial de la víctima en el cuello de su camisa?
Ante aquella evidencia, él se quedó helado por unos segundos y sus ojos se abrieron como platos ante aquel detalle, sin cambiar la compostura de su rostro.
- Creo que usted está señalando otro crimen. ¿Primero me acusa de asesino y ahora de tener un amorío con la señora Nataly Ritchwood?
- Fury, en verdad que me estoy molestando - dijo Astrid molesta desde su posición en la ventana.
- Hehem... Creo que debo decir que no es solo por señalar un amorío. Nunca dije algo similar - respondió nervioso, dada a la impaciencia de la rubia detective.
- Usted dijo que habría pruebas suficientes. Si no es así, me retiro - ante aquellas palabras de Gustav Grey, el joven enmascarado le tomó por la muñeca -. ¡Auch! ¿Está loco?
- Perdone. No creí que le doliera tanto - respondió Night Fury con un cierto tono risueño -. Si me permite - en ello le quitó con un rápido movimiento el saco negro y ante todos, se vio la manga que tomó salpicada de sangre.
- E-Esa sangre es mía, puede hacer pruebas - dijo Grey de inmediato.
- Y es la misma que seguro tendrá la señorita Nataly bajo sus uñas. Siendo que usted la asesinó en un forcejeo contra ella - atacó de inmediato Night Fury, dando su acusación -. Usted se encontraba a solas con ella para discutir las acciones futuras de la compañía del señor Ritchwood.
- ¿P-Pero cómo?...
- Sé eso porque en el basurero que estaba en la habitación contigua, encontré los papeles en los cuales estaba la información para ello. No había manera de que alguien más pudiera obtenerlos sino fuera seduciendo a la señorita Ritchwood.
- E-Eso puede haberlo hecho cualquiera - dijo en su defensa Grey retrocediendo y sudando bastante.
- Esos papeles estaban en mi caja fuerte - interrumpió James Ritchwood molesto, parándose a un lado de Night Fury -. Mi esposa y yo éramos los únicos que sabían su localización de esos documentos. No creí que pudieras hacerlo.
- ¿J-James, acaso le crees a este tipo? ¿P-Por qué haría algo así?
- Porque es su competencia - interrumpió Astrid ésta vez -. Ahora lo veo todo claro. Usted últimamente compró varios negocios. Los reportes indicaban que usted estaba oculto con algo, pero trabajaba para alguien más, a pesar de ser la mano derecha del señor James Ritchwood. Por eso usted buscaría esos documentos, para llevar a la quiebra la compañía de Ritchwood y tener el camino libre para su sistema de distribución.
Astrid estaba asombrada a la veloz conclusión que había llegado Night Fury. Sin duda había pasado eso por alto. James Ritchwood era dueño de varios puertos pesqueros, y había una competencia, la cual a pesar de no ser de una mejor calidad que la de él, sus ganancias eran elevadas y del mismo nivel. Sabía que había algo malo ahí, pero no tenía las pruebas, hasta ahora. Antes de darse cuenta, Night Fury había desaparecido delante de sus ojos y de todos. Mientras tanto, Gustav Grey se dirigía en su dirección para escapar, ya que todos los invitados bloqueaban la salida y en especial el comisionado, por lo que la ventana que ella cubría, le parecía la mejor opción de escape, pensando que podría derribarla y salirse con la suya. Una clara equivocación, dado a que ignoraba la fuerza letal de la detective, Astrid Hofferson. Siendo noqueado y derribado en el proceso.
- Ese maldito Night Fury. Se escapó de nuevo. Pero la próxima vez no me dejará en ridículo - dijo Astrid colocándole las esposas que llevaba en su bolso a Gustav Grey en el proceso.
10:15 pm
Al terminar la celebración en la mansión Ritchwood, llenando reportes de lo sucedido en la mansión y dejando al acusado en manos de las autoridades, la familia Hofferson se preparaba para una cena en familia. Dadas las circunstancias del asesinato, nadie pudo comer o tener el apetito suficiente tras ver aquel cadáver, por lo que todos se acomodaron en el comedor para disfrutar de algo antes de dormir. Aunque el tema principal giraba en lo sucedido, o más bien en quien se llevó el crédito de la resolución del caso.
- En verdad que nunca me hubiera imaginado que Grey estuviera involucrado en algo tan grande - habló el comisionado Hofferson a su familia sonriente tras aquel evento -. Si no fuera por Night Fury, seguro se nos hubiera escapado.
- Tienes razón. Aunque me sorprende que hubiera aparecido tan rápido y que se esfumara de la misma manera - continuó su esposa, Bertha Hofferson igual de sorprendida por lo ocurrido.
- Es cierto mamá. Seguro que era alguno de los invitados. Nadie más podría haber aparecido de la nada sin estar presente ahí - dijo Astrid energética ante aquel comentario de su madre.
- Pero hija, puede que haya investigado a Grey desde antes y solo esperó el momento para detenerlo - comentó su padre ante aquella hipótesis dada por Astrid.
- Puede que tengas razón papá. Aún así, creo que debo de investigarlo - respondió ella aún más entusiasta.
- ¿Y qué vas a hacer cuando lo encuentres? Porque no ha cometido un crimen, y en un lugar tan pequeño como lo es Berk, un poco de ayuda extra no nos está mal. No hay suficiente personal y la seguridad no es tan alta - continuó su padre ante aquellas ideas de su hija.
Si bien era el caso, Berk es una isla lo suficientemente grande como para albergar una ciudad, pero dado a su extensión, era más un lugar turístico y con un nivel económico bastante suficiente para tener inclusive su propia Universidad. Pero eso mismo la hacía vulnerable, a lo que el comisionado no le molestaba la ayuda de Night Fury, ya que estaba a cargo del escuadrón de policía menos competente que hubiera encontrado al no haber tantos crímenes por las calles. Por el contrario, Astrid detestaba su presencia, ya que ella quería ser la sucesora de su padre y mejorar el servicio policial de Berk y que un civil que no estuviera involucrado y del cual dudaba de los conocimientos en su área de criminología, tuviera una capacidad mayor al de ella, dejándola en ridículo cada vez que sus caminos se cruzaban.
- Y-Yo ya sabré qué hacer cuando lo sepa - respondió Astrid sonrojada y desviando la mirada de su padre, sin quitar aquel aspecto serio de su rostro.
- Oh, parece que mi hija quiere atrapar a Night Fury solo para ella - comentó su madre en un tono pícaro al notar su bochorno.
- N-No es eso.
- Hija - habló ahora su padre -. Si llegas atraparlo, asegúrate tenerlo como esposo. Sería bueno tener a alguien como él en el escuadrón - bromeó su padre con una amplia sonrisa, logrando malhumorar más a su hija.
- ¡Que eso no va a pasar! ¡Rayos! - gritó ella golpeando la mesa con ambas palmas y levantándose de su asiento -. Me retiro ya. Se me quitó el apetito.
Al dejar su silla, con su plato a medio comer. Sus padres se miraron el uno a otros entre risas. Ellos conocían bien el por qué le molestaba la presencia de Night Fury, pero con las circunstancias que ocurrían, era bien tenerlo, aunque su hija no le pareciera. Y el hacer bromas de ello solo motivaba más a la joven, a lo cual veían orgullosos al encontrarla en su habitación estudiosa. Pero para Astrid, aquellas bromas le hacían pensar que sus padres les hubiera tener un hijo, fuerte y hábil, capaz de sustituirle en lo que se refería, ser el siguiente comisionado de la policía de Berk, por lo que había tomado cursos de defensa personal en varias áreas de combate mano a mano, aparte de un curso de inglés para cuando un caso complicado se presentara, ya que algunos extranjeros que llegaban a la isla eran sus principales sospechosos de tratos sucios que habían en Berk.
Astrid se había lanzado sobre su cama al entrar a su alcoba, hundiendo su rostro en su almohada. No le gustaba pensar que sus padres hubieran deseado tener un hijo que una hija, ya que siempre le demostraban lo contrario, pero con la aparición de Night Fury, ella empezaba a dudar en ocasiones.
- Te voy a atrapar, Fury. Un día de estos. Y cuando lo haga... Te sacaré al retiro, permanentemente.
Red20: Bien, siendo este un prólogo y un AU, a lo mejor fue algo corto. Así que espero les haya gustado y si se imaginan cómo se verían ambos o más bien Night Fury, solo digamos que es similar a su traje de la película 2. Nos vemos.
