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Acá les entrego un nuevo fics, es un tipo de historia en un campo totalmente nuevo para mí, el suspenso rozando el terror, espero que les guste.

Un consejo, en esta historia deben leer los dos capítulos de inmediato, o perderá un poco la gracia. Bueno es un consejillo :P

Inspirada en la apariencia de la película de las Tmnt del año 2007.

Y en cierta película…que ya se darán cuenta de cual es.

Renuncia: las Tortugas ninjas y todo lo relacionado a su comic y dibujo animado no me pertenecen (que más quisiera yo).

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Capitulo 1: "Juego"

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Miguelangel abrió los ojos. Todo estaba realmente oscuro, no veía absolutamente nada.

Se dio cuenta que estaba acostado en el piso, se levanto.

Estaba atado de pies y manos por algún tipo de cuerda que estaban sujetas al piso. Por mas que intento no podía zafarse de sus ataduras.

"Que demonios pasa aquí, yo estaba durmiendo una siesta en casa de Abril…y despierto aquí" pensaba ya asustado Mikey, esto no veía nada de bien.

- ¡Hay alguien ahí! – grito – ¡Necesito ayuda! -.

Nadie respondió.

- ¿Quién esta detrás de todo esto?... ¡Rafa, Don si es una broma suya, no me gusto para nada! -.

- No te preocupes, tus hermano ya no te molestaran mas- dijo una voz grave detrás de él.

Miguelangel se dio vuelta pero era en vano, no veía absolutamente nada.

- ¿Quién eres tu?... ¿que quieres? – pregunto Miguelangel aun mas asustado.

- Siempre en tu mundo Miguelangel, siempre con tus juegos…ahora estarás en mi juego…en un juego en que tu solo veras y no podrás hacer nada…-.

-¡Demonios basta!..- grito Mikey a la oscuridad – da la cara y deja de esconderte…-.

- Estas impaciente Miguelangel…no te preocupes ahora comenzara el juego…mi juego del miedo…de tu miedo…y el juego de la muerte…pero no será la tuya precisamente – la voz se escuchaba feliz.

- ¿Qué quieres decir?-.

- Ahora veras, querido Miguelangel…-.

De pronto se encendió una luz, se dio cuenta que el estaba en una habitación y delante de él…había una pared transparente en donde se veía la habitación continua, en donde había una puerta…esta de pronto se abrió.

Entraron Rafael y Donatelo.

- ¿Mikey?...- dijo Don.

- Ves Don, te dije que Mikey no estaba, ya había revisado acá, pero por lo menos ahora hay luz -.

- Demonios ¿donde se abra metido este chico? – .

- Como se le ocurre desaparecer y dejar una nota para que lo busquemos acá -.

- Jugando a la escondidas como siempre –

- ¡¡Chicos estoy aquí!, es un engaño!!– grito Mikey, que cada vez estaba mas asustado.

- Bueno, a buscar en otro lado – dijo Don.

- No te desgastes, ellos no te escucharan…solo podrás ver y decidir…-

-¿Decidir?...- temió decir Mikey, las palabras de esa voz eran cada vez mas extrañas.

Los chicos se dirigían a la puerta pero esta fue tapada por una pared, se pusieron en alerta sacando sus armas.

- ¡Chicos!…déjalos en paz – rogaba Miguelangel, esto no estaba nada de bien.

- Que comience el juego –.

Detrás de los chicos, a través del piso, aparecieron unos paneles de metal, que los atraparon con unos anillos provocado que soltaran sus armas y dejándolos inmovilizados en cada panel. Estaban atados de pies, manos y cuello.

- ¿Donnie puedes moverte?-.

- No, me es imposible, Rafa –.

- ¡No, demonios, déjalos!- dijo asustado Miguelangel.

La voz se rió.

- Ok…pero solo salvare a uno…mejor dicho, tú salvaras a uno -.

- ¿Que?-

Las paredes se pusieron una contra la otra, haciendo que los chicos miraran a los lados opuestos. De cada pared que tenían en frente…salio una pistola de una gran calibre y se acerco a la cabeza tanto de Don como de Rafa.

Los 3 hermanos estaban aterrados.

- ¿Donnie, tienes un arma apuntadote? -

- Si – respondió mirando el brillante revolver en frente de él - ¿qué demonios esta pasando aquí? - la voz de Don era casi inaudible por el miedo.

- No lo se, pero tenemos que salir de aquí – intenta zafarse - ¡demonios no puedo, Don! - grito aterrado Rafael.

El gatillo de las armas se prepara para disparar.

- ¡Leo, Mikey ayuda! ¡Alguien cualquiera! – gritan los chicos desesperados.

No podían zafarse, sabían que si no venia alguien, estarían perdidos.

- Déjalos, basta… ¡ya basta!– grito Mikey desesperado.

- De ti dependerá –.

- ¿De que estas hablando? -.

A los pies de Miguelangel aparecen dos botones…uno morado y el otro rojo.

- Cada botón representa a un hermano tuyo…si accionas uno, el hermano del color de esa bandana se soltara, pero en el acto…el arma de tu otro hermano se disparara y morirá…tu eliges…la vida de un hermano por la muerte del otro…-.

Miguelangel sintió estas palabras como un balde de agua fría… ¿la vida de un hermano por la muerte del otro?... ¿como podría hacer eso?…eran sus hermanos, sintió la desesperación más grande que nunca había sentido.

- ¿Qué estas diciendo?...no puedes pedirme eso...- dijo desesperado.

- No te lo estoy pidiendo…solo te aviso…tu decides…tienes solo 1 minuto –.

Un cronometro aparece delante de los botones…

59 segundos...58…

- No puedes hacer esto…no, no puedo hacer esto – grito Miguelangel desesperado a borde de las lágrimas.

- Miguelangel, ya lo estoy haciendo…y tu estas perdiendo tiempo -.

50 segundos...

Miguelangel se agacho y observo los botones, tenia la respiración entrecortada…miro a sus hermanos, las armas se acercaron mas, mientras los chicos gritaban desesperados por ayuda.

Miguelangel cerró los ojos, ¿que demonios haría?

40 segundos

Intento zafarse nuevamente, pero era imposible, no había manera.

- No pierda tiempo Miguelangel, decide quien vivirá y quien morirá…-.

"Morirá"...pensó con desesperación…

30 segundos

Estiro su mano temblorosa, luego la empuño y se la llevo a la cara.

¿Que demonios haría?…la desesperación y el miedo se habían apoderado de él, no podía decidir...eran sus hermanos, no uno...los dos eran sus hermanos.

20 segundos

La lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, mojando aquellos botones que representaban las vidas de sus hermanos…la respiración era cada vez mas entrecortada, sentía que se desmayaría… no podía elegir...no podía…

10 segundos

- No puedo...no puedo – susurraba Miguelangel ente sollozos.

Las armas se prepararon para disparar…

8 segundos

Miguelangel vio esto con desesperación…debía hacer algo.

Miro los botones con una idea…

5 segundos

Estiro ambas manos.

3 segundos

Acciono ambos botones al mismo tiempo en el segundo 2.

El cronometro se paro, Miguelangel vio esto un poco aliviado, pero este alivio no duro mucho, ya que al ver a sus hermanos…las armas seguían preparándose…

- Que mal lo hiciste mi amigo Miguelangel…el juego no es así…quisiste hacer trampa…al accionar los dos botones, solo provocaras que el juego te descalifique…haciendo lo que el quiera…-.

- Que… no – dijo con terror Miguelangel.

- Despídete de tus hermanos –.

- ¡¡No espera.!! – grito con terror.

El cronometro siguió con su curso.

1 segundo

- ¡¡NO…PORFAVOR NO!! –.

0 segundos.

El ruido de los balazos sonó tan fuerte como un trueno en los oídos de Miguelangel.

Un líquido rojo salpico todo la habitación, incluyendo aquella pared transparente.

La sangre de sus hermanos.

Miguelangel sentía que iba a desfallecer, había visto la muerte de sus hermanos.

Los anillos de metal se abrieron y dejo que ambos cuerpos sin vida cayeran al piso en un fuerte golpe.

- ¿Por qué?… ¿por qué hiciste esto?, ¡¡quien demonios eres!!- grito con dolor, mientras las lagrimas corrían por sus mejillas.

El suelo de la habitación se estaba tiñendo de un rojo intenso.

- No me conoces…pero eso ahora no importa...ahora debe continuar el juego...-.

- Que no, el juego se acabo ahora….-.

La voz nuevamente se rió.

- Tú solo eres un peón, el que esta jugando aquí, soy yo…-.

La pared de la puerta se retiro…a los minutos entro Leo en posición de ataque.

- No, ¡¡Leo no entres!!- sollozo, no quería que su hermano mayor viera tal escena, pero era muy tarde.

Leonardo dio un par de pasos, y vio a sus hermanos muertos en el piso con un disparo en la cabeza… la sangre teñía todo a su alrededor…

Soltó las katanas y cayo de rodillas…su rostro reflejaba profundo dolor.

- NO, esto no puede estar pasando….- miro a sus hermanos – No... no…- lagrimas comenzaron mojar su rostro.

Por su parte Miguelangel sentía un profundo dolor al verlo tan desvalido…pero…

Noto que atrás de Leo había una sombra que se acercaba.

- ¡Leo cuidado!-.

Demasiado tarde, la sombra le dio un fuerte golpe en la cabeza a Leo, haciendo que este cayera inconciente al piso.

- El juego debe continuar -.

Miguelangel sintió un escalofrió…seguiría con Leo.

- No, por favor, mátame a mí…pero deja a mi hermano en paz - .

- Tu vida ahora no dependerá ni de ti ni de mí –.

- ¿Qué?-.

- Que siga el juego –.

Un vapor azul lleno la habitación, Miguelangel comenzó a toser y a quedarse dormido a la vez. Lo ultimo que vio antes de caer inconsciente al piso, fue como aquella sombra se llevaba a Leo a través de la puerta.

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Miguelangel abrió los ojos, nuevamente oscuridad, nuevamente no veía nada.

Tenia la esperanza que fuera una pesadilla, pero no lo era.

Esta vez, el estaba absolutamente inmovilizado contra una pared, amarrado de pies, manos y tórax.

Se sentía un extraño tic tac.

- ¡Hay alguien ahí!-.

- ¿Mikey? – se escucho la voz de Leo un poco aturdido.

- Leo, ¿Leo estas bien? – pregunto preocupado.

- Si Mikey, pero no me puedo mover estoy amarrado contra una pared –.

- Yo estoy igual –.

- ¿Qué demonios pasa? –

- Un lunático, esta jugando con nosotros ..él…él…mató a Rafa y a Don – señalo sollozando.

- Demonios Mikey, lo viste – dijo Leo angustiado.

Las luces se encendieron.

Los chicos pudieron observar que estaban en un cuarto amplio, tenía baldosas blancas en pisos paredes y techo. Vieron al frente y se atomerizaron, especialmente Miguelangel.

Al frente de cada uno había unos paneles de metal que tenían miles de puntas afiladas en dirección a los chicos.

A cada tic tac, la tabla de Leonardo se alejaba una cierta distancia, en cambio la tabla de Miguelangel se acercaba cada vez más a él.

- Leo… - apenas le salía la voz por el miedo.

- Calma Mikey, saldremos de aquí – decía Leo, pero no se le ocurría una idea.

- Veo que han despertado – se escucho.

- ¡¿Quién demonios eres?, ¿Quién te crees para venir a jugar con nosotros?! – grito Leo en dirección a un parlante que se encontraba delante de ellos.

- Un chico aburrido supongo – se burlo aquella voz.

- Basta déjanos en paz, no has tenido suficiente, ya viste morir a dos de mis hermanos…que mas quieres –.

- Esa era una parte del juego…ahora continuara –.

- ¡No! – grito angustiado Leo.

- No quiero, ya no quiero mas – decía Mikey a punto de llorar.

- Mikey… – dijo Leo angustiado por ver a su hermano en ese estado.

- Miguelangel siempre tan niño, siempre buscando ayuda en otros…que otros te consuelen…-.

- ¡Cállate, deja de decir estupideces! – grito furioso Leo.

Pero la voz continuó sin hacer caso a Leonardo.

- Pero ahora Miguelangel, es hora de hacerse adulto, ahora veras que tanto sacrifico pueden llegar a hacer por ti…-

Miguelangel aguanto la respiración, miro a Leonardo angustiado… "no, no me digas que…" pensó.

- Demonios déjalo en paz, él no te ha hecho nada malo-.

- Leonardo, siempre tan responsable por tus hermanos, echándote el peso del mundo sobre tus hombros…no crees que seria mejor si fueras tu solo…sin responsabilidades, sin tener que estar atento a tu hermano…solamente vivir para ti…sin esos molestosos pedidos de ayuda –.

Leonardo quedo mirando aquel parlante atónito, Miguelangel bajo la mirada…la voz tenía razón...pero…

Leonardo rió.

- Eres un estupido, yo hago todo eso porque a mis hermanos los quiero… y no me arrepentiré jamás -.

Miguelangel esbozo una sonrisa, como pudo haber creído que la voz tenía razón.

- Si estas tan seguro Leonardo, veamos hasta cuanto puedes sacrificar por la vida de tu hermano menor…-.

Miguelangel miro angustiado a su hermano, este lo miro serio.

- Todo estará bien Mikey – dijo tranquilo.

- Leo no quiero…-.

- Leonardo, si tanto quieres salvar tu hermano, entonces ahora lo demostraras.-

Aparece un botón en la pared, al lado de la mano de Leonardo.

- Si accionas ese botón, la pared que amenaza a tu hermano, se alejara hasta atrás y lo salvaras, pero a la vez…tu pared avanzara a gran velocidad hasta tocar la pared que esta detrás de ti…por supuesto contigo en medio. Si no lo accionas, la pared de tu hermano seguirá su curso...matándolo…-.

- ¿Que harás Leonardo?… ¿salvaras a Miguelangel a costa de una muerte horrible?-.

Leonardo miro asustado el parlante.

- Leo no le hagas caso, yo estaré bien a donde este…no hagas algo estupido – dijo Miguelangel con miedo, pero decidido.

- Solo tienes un minuto…que comience el juego –.

Al lado de el parlante aparece un cronometro…

59 segundos…

Leonardo cerró los ojos y suspiro.

- Lo siento, Mikey… –

Miguelangel lo miro sorprendido pero más aliviado, no quería que su hermano se sacrificara por él.

- …no podré ver cuando te gradúes del ninjitsu – termino diciendo Leo.

Miguelangel sintió que el mundo se le desmoronaba, Leo si se sacrificaría por él.

- ¡NO, NO Leo!... ¡por favor….yo estaré bien a donde…!-.

- Deja de decir estupideces Mikey…no permitiré que otro hermano mío muera…-.

50 segundos

La pared de Miguelangel estaba cada vez mas cerca…

- ¡¡NO Leo!!– grito desesperado - no quiero que tu … - lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

- Es mi decisión, y se que tu podrás seguir adelante -.

- No Leo…por favor no…- no sabía que mas decir para convencerlo, Leo realmente estaba decidido.

40 segundos

- Quiero que me prometas algo – Leo lo miro serio – cuando todo esto pase, quiero que salgas de aquí, acompañes al maestro y vivas con toda la fuerza que nosotros te dejaremos-.

Miguelangel lo miro, luego miro el piso y cerro los ojos con frustración.

30 segundos

No quería decirlo, no quería…eso significaría que aceptaba la decisión de Leo. Seria una despedida.

- Mikey prométemelo...por favor – le suplico Leonardo

- Te… te lo prometo – dijo entre lagrimas Miguelangel.

Leonardo suspiro aliviado, aunque de igual forma se veía el miedo en su rostro. Decidido miró la pared que estaba a menos de un metro de su hermano.

20 segundos

-Cuando accione el botón Mikey, quiero que cierres lo ojos –.

- Leo…no...- su angustia era cada vez mayor.

- ¿Los cerraras? –.

Miguelangel asintió.

- Esto no es tu culpa, es culpa de este lunático… ¿ok? -.

Su hermano menor lo miro, Leonardo le sonrió.

- Siempre estuve orgulloso de ti -.

10 segundos

- Yo también…hermano...- lloraba Mikey.

8 segundos

Leonardo empuño su mano y la acerco al botón.

5 segundos

- Cierra los ojos Mikey... ¡¡AHORA!!-

Miguelangel hizo caso.

Accionó el botón a los 3 segundos.

Los paneles se detuvieron y cambiaron de dirección a una gran velocidad.

- Siempre te querré pequeño hermanito – fue lo ultimo que escucho Miguelangel de Leonardo antes de sentir un gran estruendo que provenía de ambas paredes al chocar entre ellas.

Aquel estruendo en donde había muerto su hermano mayor.

La amarras que lo tenían prisionero cedieron, soltando así a Miguelangel.

Abrió los ojos, de los cuales las lagrimas brotaban como un río.

Donde antes estaba Leonardo…solo estaban las paredes juntas, de cuyas grietas corría un líquido rojo.

La sangre de su hermano mayor.

Miguelangel sentía que no podía respirar...era tanto el miedo… era tanto el dolor.

- Que mal te debes sentir Miguelangel, ahora estas solo -.

- ¡¡Maldita sea cállate!! – grito con odio.

- Entiendo tu dolor…pero… ¿porque no los sigues mejor?... para que estén los cuatro juntos-.

Siente que algo toca sus pies. Un revolver.

- Síguelos, ellos te esperan -.

Miguelangel con la mirada perdida toma el arma.

- Vamos, síguelos, de que sirve estar aquí solo -.

Miguelangel prepara el arma para disparar, se la coloca en dirección a su cabeza.

La habitación retumba con los estallidos del revolver.

El parlante cae hecho trizas producto de los disparos que le había propinado Miguelangel.

- ¡¡Le hice una promesa a Leo y pienso cumplir su último deseo!! - grito entre lágrimas, lanzando el revolver al parlante

- Sabía que harías eso – se escucho la voz de algún lado – pero no te preocupes, el juego término –.

Una puerta se abre iluminando la habitación.

Miguelangel por inercia camina hacia la puerta abierta.

- Espera… por haber pasado el juego te debo un regalo…que los disfrutes -.

Mirando la puerta sintió como tres objetos chocaron en sus pies.

Eran las tres cabezas de sus hermanos.

Miguelangel retrocedió aterrado.

Había llegado a su límite.

Dio el grito más aterrador que había dado en su vida.

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Finaliza en el siguiente capitulo.

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