Capítulo 1
Esta es una historia rápida. Son dos capítulos. espero que los disfruten.
Era de noche y estaba en la cocina terminando de fregar. Lo hacía lentamente mientras continuaba pensando en lo mismo una y otra vez. La idea había estado en mi mente por varios días ya, pero aun no me había decidido. Habían sido tantos fracasos, que prácticamente había desistido de volver a intentarlo. Aún tenía mis dudas sobre si hacerlo o no.
—Me marcho ya. —mi hermano despidiéndose de mi hizo que volviera a la realidad.
Terminé lo que estaba haciendo y lo acompañé a la puerta.
—Deberías ir, no pierdes nada con probar. —me dijo mientras me daba un beso en la mejilla y se perdía por el pasillo.
Y allí me quedé mirando por donde se había ido. Y no lo pensé nuevamente. Me dirigí hacia mi habitación a preparar las cosas.
—Cualquier chica daría lo que fuese por estar entre sus brazos. —me dijo Kate mientras entraba en mi habitación y se dejaba caer en mi cama.
—Sí, cualquiera. —le contesté sarcásticamente.
A mi particularmente no me apetecía tanto esa parte de Hollywood.
La fama.
Eso no era algo para lo que estuviese preparada, si llegaba el momento.
—No engañas a nadie Ana, es imposible que no te sientas atraída por él.
—El tipo está de infarto, lo entiendo, pero eso no quiere decir que una deba caer rendida en los brazos de alguien que no conoce.
Porque si había aprendido algo del mundo de Hollywood, era que nunca nada es lo que parece. Y que las historias que salen en los tabloides nunca escriben la verdad de las personas.
—Me recuerdas una vez más porque voy a un casting del que no conozco absolutamente nada.
— ¿Pero en qué mundo vives que no te enteras de nada? —me dijo saliendo de la habitación. —Ahí tienes. — me dijo lanzándome la novela sobre la que estaba basada la película. —Estudia.
Así que ahora me encontraba de camino hacia Los Ángeles a audicionar en una mega producción de la cual no tengo ni idea de que trata.
Pero si sabía quien trabajaba en ella.
Christian Grey.
El chico prodigio de Hollywood. Estaba en este mundo desde pequeño y había ganado su primer Óscar con solo trece años. Y desde entonces no había dejado de ganar premios. Los premios le llovían como mismo lo hacían las mujeres.
Y a lo largo de los años se le podía ver en cada entrega de premios con una mujer diferente del brazo. Nunca se comprometía con ninguna. Ninguna novia, solo chicas dispuestas a pasar aunque sea una noche con él.
Después de llegar a los Ángeles y hospedarme, me encamine hacia el estudio. Y justo a la entrada me pidieron mi nombre y me dieron un número, me orientaron hacia dónde ir, y me puse en camino. Al llegar al estudio donde serian el casting me llevé una sorpresa. Allí más que un casting parecía que Justin Bieber iba a dar un concierto. Estaba repleto, mayormente de mujeres. Me acerqué a unas chicas de mi edad.
—Disculpen, el casting para Dulce Error es aquí.
—Sí. —contestó una de ellas.
— ¿Y ya comenzaron?
—Sí, desde ayer, pero al parecer aun no tienen protagonista femenina.
— ¿Todas están para el mismo papel?
— ¿Acaso tu no? Serías la única que no quisiera un protagónico con Christian Grey. —dijo una de ellas mientras se reían y se alejaban de mi.
No, no quiero el protagónico, solo quiero un papel.
—"Número 125, por favor pasar a casting".
¿Qué número tenía yo?
666.
Esto debía ser una broma…
—"Número 666, pasar a casting".
Esa soy yo.
Es mi turno. Cerré la novela que acababa de volver a comenzar a leer y me levanté del asiento encaminándome hacia las puertas del estudio donde llevaba ya cuatro días esperando mi turno. Todos quieren un papel en este filme. Y yo también. Pero no había perdido mi tiempo, aproveché la espera y me leí la novela. Y me había hecho adicta al instante. Y encontré que tenía muchas cosas en común con la protagonista. Casi que podría hacer de ella sin esfuerzo alguno.
Pero sé hasta dónde son mis límites, no estoy aquí por el papel más codiciado, no. Voy a audicionar para el de su mejor amiga. Sé que para el de protagonista jamás me escogerían, así que no iba a perder mi tiempo.
Ser actriz no tiene nada de sencillo, y hasta ahora me ha ido mal, aun no he hecho muchas cosas, por no decir casi nada. Solo espero que esta sea mi oportunidad definitiva. Entré en la habitación donde sería el casting. Me paré debajo de las luces y miré hacia el final. Había cuatro sillas. Las cuatro ocupadas con quienes juzgarían si valía o no para el papel.
— ¿Nombre completo?
—Anastasia Rose Stelle.
— ¿Edad?
—Veintisiete años.
— ¿Estado civil?
—Soltera.
Nunca me habían hecho tantas preguntas en un casting.
— ¿Vienes para el papel protagónico?
—No, el de la amiga.
—Bien, cuando quieras pue…— no veía bien a la persona que se había interrumpido a media frase, pero se había girado hacia la última persona de la silla a la cual no le podía ver el rostro.
— ¿Puedes ponerte de perfil? —me dijo una voz que no supe identificar a quien pertenecía.
Hice lo que me pidió.
—Tócate la punta de los pies.
Que casting tan extraño. Me incliné hacia adelante y toqué la punta de mis pies.
—Suficiente, puedes incorporarte.
—Disculpa Anastasia, pero tienes algún inconveniente en audicionar para otro papel. —me dijo una voz de mujer desde el fondo.
—No vine preparada para otro papel. —les contesté con timidez.
Todo se quedó en silencio, las tres personas giradas hacia la última de la fila una vez más. Imaginaba que les estaba diciendo algo, pero desde aquí no podía escuchar lo que decía.
— ¿Sabes improvisar? —escuché una voz aguda desde el fondo, la misma voz anterior.
—Sí. —contesté firmemente.
—Problema resuelto, llévenla hacia el set para una prueba de cámara en la escena 45, quiero ver como se desenvuelve ahí. —el hombre que estaba hablando se levantó y salió de la habitación por una salida lateral.
Las luces sobre mí se apagaron y después de un rato pude enfocar bien a las personas sentadas al fondo. Una de ellas era la directora que se levantó de la silla y caminó en mi dirección.
—Harás una prueba para la escena 45 y si no resulta puedes regresar y hacer la que traías preparada.
— ¿Qué debo hacer? ¿Cuál es la escena 45?
—Ah sí, cómo pudiste ver, hubo un cambio de último momento, tendrás una escena con el protagonista.
— ¿Con Christian?
—Sí, sígueme te llevaré al set de filmación.
¿Christian?
¿Set de filmación?
Pero si ni siquiera había pasado el casting. ¿Quién era el responsable de ponerme a audicionar para un papel para el que no estaba preparada? Imaginaba que la persona responsable era la que había abandonado la habitación. Pero no tenía ni idea de quién era exactamente.
— ¿Para qué papel exactamente es el que quieren que audicione?
—Para el protagónico.
— ¡Que! Pero es que yo…no creo que…
—Cálmate querida, esto es algo bueno.
— ¿Algo bueno?
—Sí. Si Christian tomó esa decisión es porque vio algo en ti que no vio en ninguna de las otras que ha pasado por aquí en los últimos agotadores cinco días.
Vio algo en mí.
¡Dios! Esto iba a ser un desastre.
La directora me condujo por todo el set de filmación hasta que llegamos al estudio donde sería mi prueba. El set era un corredor y una puerta que daba a una habitación de un hotel. La directora me condujo hacia el corredor mientras me explicaba.
—Como podrás ver esto es un set cerrado y con cámaras fijas, para que no hayan problemas de interrupción mientras se filma. —me iba explicando para entender el porqué de tantas cámaras.
Abrió la puerta de la habitación.
—Necesito que la memorices rápidamente, las marcas rojas son las tuyas y las azules las de Christian. —me explicó mientras me dejaba observar la habitación.
Después de varios minutos se acercó nuevamente donde yo estaba.
— ¿Lista?
—Entre lo que cabe. —le dije mientras salíamos nuevamente al corredor.
Y entonces lo vi.
Que cuerpo.
El sueño húmedo de todas las mujeres.
El culpable de la cola de cuatro días para la audición.
Venía caminando en mi dirección con unos levis viejos desgastados colgando de su cintura sensualmente mientras se colocaba una camiseta por la cabeza. Y pude ver en su rostro como me miraba entrecerrando los ojos. Llegó donde yo estaba y se paró frente a mí. Nunca ni en mi mejor sueño me hubiese imaginado que estaría parada frente a Christian Grey, mucho menos que fuese a audicionar con él.
— ¿Lista Anastasia? —me preguntó tendiéndome la mano.
¡Dios! Su voz hacía que casi tuvieses un orgasmo. ¿Cómo sonaría al borde del éxtasis?
Aparté de mi mente esos pensamientos.
—Eso creo. —le contesté tomando su mano pero sin mirarlo a los ojos.
Y entonces sentí un hormigueo recorrer mi cuerpo desde nuestras manos. Me quedé mirando fijamente nuestras manos juntas.
¿El también lo sintió?
Si lo hizo no dijo nada, solamente me sonrió y soltó mi mano.
—Bien, ya te explicaron de que trata la escena.
—No.
Christian se le quedó mirando a la directora fijamente.
— ¿Aun no le han explicado?
—Iba a hacerlo cuando apareciste.
—Ya me encargo yo. ¿Está todo listo?
—Sí, tienes cinco minutos para explicarle de que va la escena. —y se marchó dejándome allí sola con Christian.
—Bien. ¿Conoces de qué trata la historia que estamos adaptando?
—Algo, terminé de leer la novela antes de entrar aquí. —contesté mientras Christian me miraba entrecerrando los ojos.
Si, conocía la novela. Pero estaba segura que la adaptación no sería tan fiel al libro. O si.
—La escena que haremos es sencilla, nos conocimos en un club y yo te seguí hasta el hotel, tú no quieres nada conmigo ya que no me conoces y soy un extraño. Y yo intentaré seducirte, desnudarte y llevarte a la cama.
— ¡Que!—se que grité más alto de lo que debía, pero no estaba preparada para esto.
Conocía la escena a la perfección, fue la escena que me hizo enamorarme de la historia. Y ahora tenía que hacerla con Christian.
— ¿Algún problema con hacer una escena de sexo?
—No, ninguno. —contesté a media voz.
Ninguno.
Tengo que desnudarme ante un extraño en el primer casting que hago para un protagónico, para el cual no estoy mental, ni físicamente preparada.
Genial, sencillamente genial.
Y si le añades quien era el protagonista, se ponía mucho mejor. Si hubiese sabido que tendría que hacer el casting sin ropa, no me hubiese puesto la ropa interior que llevaba hoy. Miré hacia mis jeans rápidamente.
¿Quién me mando ponerme ropa interior de encaje?
— "Comenzamos en tres." —se escuchó la voz por los altavoces.
—No debes estar nerviosa. —dijo Christian a mi lado.
Si, solo alguien tan seguro de sí mismo y con un cuerpo de infarto como el suyo podía decir eso.
—No lo estoy. —le dije tratando de convencerme a mí misma.
—"Dos minutos. Todos a sus marcas."
—Debemos pararnos aquí. —Christian me tomó por la mano y me condujo hasta las marcas en donde comenzaba el corredor.
Y la sentí nuevamente. La corriente eléctrica fluyendo entre nosotros. Y entonces me puse más nerviosa. ¿Cuántas personas me iban a ver desnuda en el set?
—Solamente estaremos tú y yo y las cámaras, todo el personal estará fuera del set viendo todo por las pantallas.
—"Un minuto."
Dios. Que nervios. Cerré mis ojos y respiré profundamente. Solo esperaba que las clases de improvisación no hubiesen sido en vano. Las iba a necesitar hoy más que nunca. Toda actriz debe estar preparada para hacer algún desnudo. Solo que no tenía idea de que debía hacerlo hoy.
—Cuando quieran chicos. —se escuchó a la directora.
— ¿Lista?—me pregunto Christian.
Y por primera vez me atreví a mirarlo a los ojos...grises, sexys y salvajes.
—Sí. —cerré mis ojos por última vez y respiré profundamente.
—"Acción". —se escucho por los altavoces y fue todo lo que necesite.
