Orejas arriba, nariz alerta. Apenas se logra ver la parte roja de su gorrito por entre las hojas de unos arbustos no muy altos de las afueras del cuartel general. Siente el corazón latir con fuerza casi resonando en sus oídos, un destello carmesí apenas logra vislumbrarse entre las ramas y las hojas. Su clara cola va de un lado a otro de forma lenta, haciendo un suave ruido como si fuera el mismo viento entre las ramas. De la nada el sonido se calma, su cuerpo se detiene y tensa levemente la espalda, mantiene la mirada fija en un punto, lentamente camina y la punta de su largo gorro navideño se arrastra despacio por el suelo haciendo que la canica dentro del cascabel pasee de un lado a otro dentro de la dorada alhaja apenas haciendo el ruido de un leve silbido del metal. Lento, mueve su mano para colocarla sobre el mismo callando el ruido, dando un profundo suspiro acomodando parte de su fleco albino lejos de su nariz para que no le haga cosquillas. Un parpadeo que pareciera tomar horas le hace enfocar mejor a su nueva presa. Sonríe de forma ladina dejando ver la punta de uno de sus pequeños y afilados colmillos.
Al otro lado por entre los arbustos apenas logra vislumbrarse una especie de cola esponjosa formada por una suave nube de color rosada, piel obscura con unas pequeñas manchas blancas que decoran la misma logran darle forma a una silueta delgada. Nuevamente se escucha el suspiro del pequeño roedor blanco. Cuenta mentalmente y antes de llegar al tres salta de su escondite cayendo encima del Liclion que es asustado por la acción tratando de esquivar a la bolita de pelo con color de los dulces de menta, pero este se aferra con fuerza a la criatura salvaje. Levanta la mirada en una dirección del bosque mencionando el nombre de su compañera esperando que le escuche hasta sentir las manos del Liclion bajo sus brazos sujetándole por las costillas terminando sentado en el suelo justo al frente del imponente león de piel morena que le observa con mirada inquisitiva. El pequeño cazador solo sonríe de forma suave y un tanto apenada mirando a los rosados ojos de su "presa" que no hace más que suspirar, lo suelta y le coloca una mano en la cabeza con gesto de resignación en su mirada. Apenas abre la boca para decir algo una mano delicada se extiende a un costado de ambos, entre sus dedos se encuentra una esfera cristalina con el interior completamente azul y unas formas esponjadas de color blanco que parecen moverse despacio con el ritmo del viento. El león extiende su mano para tomar la esfera estando completamente embelesado por la belleza dentro de esta y apenas logra poner sus dedos en la misma un destello se desprende desde el pecho de la criatura, acerca al mismo la esfera azul y lentamente su forma va cambiando. El roedor de largas orejas cae al suelo ante el impacto de la situación y entre sus manos tiene ahora un huevo de color azul con una pequeña nube rosada que se mueve despacio en la parte inferior del mismo.
-Bien hecho Zile, ahora tenemos que llevarlo al mercado, tal vez alguien le pueda dar un bonito hogar a este pequeño y estoy segura que podemos llegar a un precio razonable – Dice una joven delgada de blanca piel con los ojos dorados y una larga cabellera del color del sol. El pequeño de orejas claras se levanta, sacude su cola con una mano mientras en la otra aún sostiene el enorme huevo pasando una mirada preocupada a la joven que solo da una suave risa por la nariz. –Lo siento, pequeño, no podemos quedarnos con él, no podría mantenerlo como se debe y tú necesitas comida también y el área donde podíamos encontrar tu comida ya se encuentra cerrada. Lo siento Zile, pero si encontramos otro, prometo que no lo podremos quedar como un compañerito mas para todos ¿está bien?
La bola de pelo dio un chillido bajo mostrando una sonrisa amplia y ojos brillantes ante la idea, mas el único pensamiento que cruzaba su cabeza era "Aunque encontremos a otro parecido no será el mismo…por mas que sean de la misma especie". Dirigió una mirada taciturna hacia el bosque dando un suspiro suave y resignado volviendo a ver a su compañera que le adelantaba por algunos pasos siguiendo un tanto mas apresurado a la joven que llevaba el huevo en sus manos.
