Disclaimer: El mundo de Harry Potter y sus personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Yo no soy dueña de nada más que de esta torcida trama.


Capítulo I

Despertó de un sobresalto. Escucho un sonido fuerte que se repetía un par de veces y apenas segundos después cayó en la cuenta de cuál era el sonido y su origen: Tocaban la puerta con algo de insistencia. La chica miró su reloj de mesa que parpadeaba entre la oscuridad marcando la 1 de la mañana. Arrugó el entrecejo con extrañeza y espero sentada, esperando si volvían a tocar o mejor aún para su suerte cesaban de hacerlo y podría regresar a dormir.

Toc, toc, toc…

Volvió a escuchar y con una mezcla de molestia, desgana y frustración se levantó de la cama aventando las mantas a un lado. Se arropó con rapidez una sudadera universitaria demasiado holgada, que al menos cubría sus piernas un poco más de lo que lo hacia su pijama, que consistía únicamente en una playera blanca de algodón de tirantes, de igual forma un par de tallas más grande.

Toc, toc, toc…

Se sobresaltó de nuevo al escuchar el sonido y esta vez con molestia se encaminó a la puerta de su apartamento, no sin antes tomar su varita en mano. Si alguna lección le había dejado la guerra era justamente estar precavida en todo momento y nunca fiarse de nada ni de nadie.

Toc, toc, toc..

-¿Quién demonios…? –Preguntó la chica con molestia entre susurrando y gruñendo.

Se asomó por la mirilla de la puerta y pudo ver como entre el pasillo iluminado se iba alejando una figura varonil cubierta de negro. Cayó en la cuenta inmediatamente de quien se trataba y sin pensarlo abrió la puerta de inmediato.

-¿Severus?-Dijo la chica en alto, sus palabras resonaron en el pasillo haciendo que la figura que ya se marchaba a paso veloz se detuviera inmediatamente congelándose en ese mismo lugar sin responder ni voltearse hacia ella.

Inmediatamente la chica se dio cuenta de que algo iba mal. En el tiempo que lo llevaba conociendo, jamás lo había visto quedarse congelado como en ese momento, normalmente era sumamente elocuente y desenvuelto, si arrogante, altivo, formal, pero desenvuelto, a su manera muy Snape. Pero de entre las cosas que más le inquietaban, era que sobre todo jamás lo había visto fuera del ámbito profesional. Su relación jamás había rebasado los límites académicos, si bien se llevaban bien como colegas, nunca se habían encontrado de otra forma que no fuera profesional. Y de la nada aquí estaba él ¡Por Merlín que algo iba mal!

-¿Severus?- Se aventuró de nuevo la chica esperando que esta vez el hombre si respondiera-

Y lo hizo. El hombre volteó hacia ella y la miro. La chica pudo ver en sus ojos algo de contrariedad, sabía que si no hacía algo el hombre finalmente se iría con su típica altives, sin decirle por qué demonios se encontraba en la madrugada a su puerta, que era lo que más le preocupaba en ese momento. Lo miró con ansias y él le correspondió, cayendo ambos en un trance de incertidumbre y contrariedad, ninguno de los dos sin saber qué hacer. La chica pensaba qué demonios decir o hacer, conocía al hombre y sabía de antemano lo voluble y altivo que era ¿Qué hacer? ¿Cómo actuar?-

-¿Estas bien… es decir… todo bien?- Preguntó la chica en una frase ahogada-

Al escucharla el hombre salió de su trance, recuperó su altivez y después de mirarla solo un par de segundos se viró para seguir su camino alejándose de ella.

-¡Espera!- Dijo la chica dando un paso hacia afuera, pensando si correr a cerrarle el paso para obligarlo a explicarse o hechizarlo.

Justo en ese momento la puerta del departamento de al lado se abrió y salió al pasillo un chico de su misma edad, de esos que todas las chicas considerarían un 'galán': guapo, alto, fornido y carismático, salió solo vestido con el pantalón de su pijama mostrando su bien trabajado torso. En ese momento Severus se detuvo y volvió a virarse hacia ella.

-¿Está todo bien Hermione?- Le preguntó el chico plantándose afuera de su propio apartamento, con un tono un poco preocupado entre su somnolencia, mirando primero sus desnudas piernas y elevando su vista con languidez sin ningún recato por todo su cuerpo hasta llegar a sus ojos.

Severus se percató inmediatamente del gesto del chico. Así que con determinación caminó de nuevo y con altives hacia ella, empujando con sobrada rudeza al chico, a su paso hacia el interior del apartamento de Hermione, si siquiera recibir una invitación por parte de ella.

La chica apenas logró apartarse para dejar pasar al irascible hombre y después de darle un 'Si Mike, todo bien' al chico que se reponía de un trastabilleo por el empuje, cerró la puerta sin esperar respuesta y se adentró en su apartamento buscando al oscuro hombre, a aquel hombre que formaba parte de sus más oscuras fantasias…

Lo encontró unos pasos adelante, no es como si su apartamento fuera una suite presidencial, estaba parado con los brazos cruzados, en su pequeña sala con temple rígido y altivo, muy típico de él.

-¿Qué paso?- Preguntó la chica de inmediato- ¿Todo bien? ¿Todos están bien?-

El hombre la miro y al saber a qué se refería, exhalo un suspiro y rodó los ojos con arrogancia, dejó su rigidez y se mostró más con el temple que a la chica le parecía más familiar durante los últimos años: mordaz y sarcástico.

-Si Granger, sí. El mundo mágico londinense esta tan como lo dejaste hace ¿Cinco años? Te lo digo cada semana, lees el Profeta diario. Todo es maravilloso, color de rosa…

-¿Seguro? –Pregunto la chica de nuevo con nervios, aun no le cabía en la cabeza que si todo iba bien entonces ¿Qué hacia el hombre ahí? Entonces se percató como el hombre emanaba un fuerte olor a alcohol sin embargo no lucía ebrio quizás solo había tomado un par de copas-

-Sí. Todos están bien.- Dijo el hombre rodando los ojos- Potter, Weasley –Mostró una mueca de desagrado al mencionar este último - si hasta él, todos están bien. Potter me está desesperando más de lo normal, no para de decir que te echa mucho de menos. Quizás deberías escribirles o visitarlos más seguido. Y quizás, dadas las reglas de cordialidad, deberías de ofrecerme algo de tomar, podría sugerir algo que contenga una elevada cantidad de alcohol aunque dudo que cuentes con algo así, así que el nivel de alcohol de lo que tenga en su alacena no importa en este momento-

La chica se le quedó mirando con incredulidad, el hombre solo respondió cruzando de nuevo los brazos y mirándola desde arriba levanto una ceja, esperando que se acatara lo que a la chica le parecía prácticamente una orden.

La chica exhalo un bufido de incredulidad e hizo lo 'ordenado' se dirigió a su cocina, que se encontraba justo frente a la sala, separada solo de esta por una barra que hacia la función de su comedor.

-Tu hogar es… amplísimo- Escucho decir al hombre con sarcasmo - Una suit…-

-Suite Presidencial- Interrumpió la chica terminando su frase- Lo sé y me encanta, gracias-

Terminó la chica con determinación sin dar pie a sus burlas sardónicas y después de buscar en su alacena elevo en alto con triunfo una botella de whiskey de fuego.

- Para tu suerte tengo una reserva carísima del más fino vino del siglo XVI- Dijo la chica en un tono burlón aristocrático-

Solo escucho un bufido en respuesta. Tomó la botella en una mano y un vaso de cristal en la otra, llevándolos a la barra, a través de la cual pudo ver como Severus ya se encontraba tumbado en uno de sus sillones amplia y cómodamente, como si estuviera en su misma casa. La chica levantó las cejas con incredulidad y comenzó a servir la bebida.

-Te iba ofrecer asiento pero veo que ya te tomaste la libertad-

-Digamos que no eres muy buena anfitriona y tuve que tomar la iniciativa, de otra forma seguiría parado ahí afuera esperando que abrieras– Respondió el hombre con sarcasmo brindándole una sonrisa al final-

-De otra forma ya te hubieras ido sin siquiera decirme a que venías o mínimo saludar- Arguyó la chica con una sonrisa mientras caminaba hacia él – Su bebida señor – le dijo en un tono ceremonioso entregándole su vaso y sentándose en el sillón opuesto cruzando las piernas y bajando los más que podía su holgada sudadera para cubrirlas lo más que se podía-

-¿No me acompañas? -Le preguntó el hombre señalando su bebida-

-No gracias, es muy tarde para mí y el alcohol- Dijo la chica y en su cabeza pensó "Podría hacer una tontería, como terminar besándote" rápido alejo el pensamiento de su cabeza sin embargo no pudo evitar sonrojarse-

El hombre solo respondió torciendo la boca y sonriendo de lado antes de levantar el vaso brindando hacia ella y tomando de inmediato un par de grandes tragos, con los que casi acaba el contenido del vaso. La chica solo levantó las cejas con sorpresa.

-¿Con ese atuendo recibe a sus visitas Señorita Granger? –Preguntó el hombre con fingida tono de molestia - ¿Quién diría que la princesa de Gryffindor…

-Para, para. Es mi pijama, porque, primero, es la una de la mañana, es hora de dormir no de recibir visitas… menos de mi asesor.- Dijo la chica en el mismo tono sarcástico que el usualmente usaba-

El hombre al escuchar esto, vació el contenido de su vaso, lo dejó en la mesa de centro y se levantó rápidamente poniendo de nuevo su temple rígido.

-Tienes razón. Discúlpame Señorita Granger, nos vemos en la semana en su próxima asesoría… - Se acomodó la levita y comenzó a avanzar hacia la salida con determinación-

La chica sin pensarlo se levantó con rapidez y le cerró el paso al hombre, no sabía por qué lo había hecho de forma tan inconsciente e impulsiva, lo que si sabía era que no quería que se fuera ¿Por qué? ¡Demonios! ¡Era otra cosa que tampoco sabía!

-No te vayas, era una broma, yo solo… quédate- Dijo la chica de nuevo sin pensarlo y cuando cayó en la cuenta de lo que había dicho y como lo había dicho, comenzó a darse golpes mentales por ser tan impulsiva-

-Sucede que tienes razón. No es ni la hora ni el lugar. Simplemente no debería estar aquí.- Terminó el hombre en tono frío-

-Bueno. Solo… solo tomate un trago más y te vas –

El hombre se mostró contrariado y la chica no dejaba de mirarlo sin moverse de su lugar. La chica se percató de como el hombre relajaba su temple de nuevo y supo que esta vez había ganado, una de las pocas y contadas veces que lo había hecho durante el par de años que llevaba tratando con ese hombre. Así que aprovechando que esta vez había cedido, tomo su vaso y lo lleno a tope esta vez y alcanzo otro que lleno solo a la mitad para ella.

-Y esta vez si te acompaño- Dijo la chica entregándole su bebida y sentándose de nuevo en su sillón como si nada hubiese pasado-

El hombre aceptó su bebida e hizo lo mismo que la chica, tomando el mismo lugar que al inicio. No hablaron y en cambio solo tomaron un par de tragos de whiskey, Severus quizás un par más que la chica que sintió como el líquido quemaba su garganta y admiró como el hombre tomaba su bebida sin gestos como si de agua se tratase.

-Tienes práctica ¿Eh? – Se refirió la chica recomponiéndose de la sensación del alcohol quemándole-

-Ya sabes, el alcohol es el amigo de los menos afortunados- Respondió el hombre con una sonrisa fingida lo que alegro a la chica ya que el hombre volvía a estado relajado y sarcástico-

-¿Menos afortunados? Por favor, eres el mago más reconocido de estos tiempos…

-Dumbledore lo es, lo era antes de que lo asesinara- Interrumpió el hombre-

-Dumbledore lo era en su tiempo, y lo que hiciste fue porque él te lo ordenó, para ganar la segunda guerra mágica, vamos ya aparece en los libros de historia. – Le dice la chica con suficiencia-

-Seguro- Dice el hombre soltando un bufido de burla-

-El mago más reconocido en el presente lo eres tú. –Prosigue la chica- Vamos, eres un gran mago, reconocido pocionista, titular del Departamento de Operaciones Mágicas Especiales, miembro honorario del Departamento de Investigación de la extensión mágica de aquí mi alma matter –Dice la chica señalando su sudadera- la Universidad de Oxford, orden de Merlín Primera Clase…

-Para, Granger, para tú esta vez.- Interrumpe el hombre con falso hartazgo-

-A lo que voy es que, no puedes ser menos afortunado, tienes todo…-

-No tengo nada. Al menos no nada de lo que quiero- Responde el hombre de forma mordaz, mirándola fijamente por un par de largos segundos, para después romper el contacto y vaciar de golpe el contenido de su vaso-

El hombre se levanta y la chica cree que tal como acordaron, se ira después de su segundo trago. Sin embargo el hombre se dirige a la barra a llenar de nuevo su vaso hasta el tope. La chica se sorprende pero no dice nada y le sigue la corriente tomando otro trago más de su propia bebida. Se sorprende de nuevo cuando el hombre se planta frente a ella con botella en mano ofreciéndole más. La chica accede y cuando ve que le entrega el recipiente de cristal lleno a dos tercios de su capacidad le dice con diversión.

-¿Me quieres emborrachar Severus?-

El hombre se le queda mirando con una sonrisa torcida, piensa algo que no dice y seguro no es bueno, porque la chica ve como sacude su cabeza como alejando el pensamiento.

-No, no te quiero emborrachar Granger. –Responde mostrándose fingidamente ofendido- Puedes tomar lo que desees. No sería bueno que llegaras mañana a clases manteniéndote apenas en pie. No creo que la Facultad de estudios mágicos de Oxford apruebe esas prácticas. Dudo que en este momento que estas a punto de conseguir tu grado quieras tirar todo a la borda y comenzar de nuevo en otra universidad con extensión mágica, aunque si esa es tu salida fácil te recuerdo que está La Universidad de Bolonia, La Universidad de Parma…

-Suena tentador y hasta ahora es mi mejor opción- Responde la chica esta vez con sinceridad- Seguir estudiando es lo único que me mantiene a ras de esa maldita y estúpida Ley de Matrimonio- Esta vez es ella quien vacía de lleno el contenido de su vaso y se sirve de nuevo, a tope-

-Esa ley de mierda, quizás el único mandato idiota por el que Kingsley sea juzgado, todo por mantener al sector clasista aplacado. Quieren aumentar los índices de natalidad a un alto precio, matrimonios e hijos obligados, repugnante…

-Al menos Kingsley accedió a las prórrogas para demorarlo como la de estudios, de enfermedad y permisos especiales…

-Aun así no deja de ser una ley estúpida. Es irónico que me salvara de morir, gracias a ti- le recuerda apuntándole con sarcasmo y la chica solo rueda los ojos diciendo en un susurro "Supéralo" - Pero que no me salvara de vivir o mejor dicho morir lentamente condenado a un maldito matrimonio obligado.

-Es lo que me espera, gracias por las palabras de aliento- Interrumpe la chica con sarcasmo tomando un gran trago a su bebida- Bueno pero tu matrimonio al menos no es malo, no veo que tu e Isobel se lleven mal…

-Es un matrimonio obligado Granger, arreglado en nuestro caso. Te he contado que prácticamente es por…

-Conveniencia lo sé: ella es mayor, no puede concebir más y el Ministerio les concederá el permiso para divorciarse. Aun así veo que su relación es cordial…

-Mmm, no tienes idea –Responde el hombre vaciando de nuevo el contenido de su vaso para servirse más y regresando de inmediato a su lugar llevándose la botella de alcohol y dejándola en la mesa de centro, al alcance de ambos-

-Bueno, pero con suerte en un par de meses estarás libre de tu matrimonio obligado y de esa estúpida ley, pero yo…

-Exacto, yo ya tengo mi salida fácil pero tu… -El hombre se detiene, desiste y toma un trago de su bebida, continua- Tu ¿Has pensado en un posgrado? ¿Maestría?-

-Sí y es mi mejor opción al momento. No creo estar lista para casarme, no ahora ¡Por Merlín! Ni siquiera si se quiero hacerlo en un futuro-

-Bueno, si quisieras opciones tienes. No son las mejores ni mucho menos. Por ejemplo el idiota de tu vecino, vi cómo te miraba…-

-¿Mike? –Pregunta la chica con extrañeza- No el no, el solo-

-Lo vi Granger, me di cuenta de cómo te miraba. No hace falta ser un genio para notarlo-

-Bueno sí, pero no me interesa en lo absoluto, no es mi tipo…-

-Bueno esta tu personaje favorito de los Weasley…

-¿Ron? No, me he dado cuenta que él no es lo que quiero. Además él ya debe de estar comprometido, la prorroga especial que pidió a Kinsgley por ser un 'héroe de guerra' creo que ya venció. En fin, yo pensé que mi única opción era Ron, ya me hiciste notar que tengo dos grandes opciones -dice con sarcasmo la chica- pero simplemente no, no es lo que quiero. No quiero vivir en un matrimonio obligado. Al final incluso preferiría escaparme y ser una prófuga de la justicia mágica.-

-No podrías- Dice el hombre con determinación tomando un trago más y mirándola a través del cristal-

-No, demonios que no podría- Responde la chica bebiendo- Bueno ya, olvidemos eso por ahora, aun me falta este semestre para obtener mi grado, no debo preocuparme por ahora. Mi única preocupación debe ser mi tesis y llegando a ese punto, dígame respetable asesor ¿Cuántas correcciones tengo esta vez?-

-No le voy a decir 'respetable' asesorada, no es momento ni hora– Dice el hombre con falsa molestia- Pero puede esperar hasta mañana, bueno hoy aproximadamente en 10 horas tendrá sus correcciones sobre 'Percepciones, atisbos y sucesos mágicos. Estudio de caso dentro de la comunidad victoriana inglesa no mágica'-

-Suena muy petulante –dice la chica al escuchar el título de su obra- No quiero escucharlo más, no ahora, así que cambiemos el tema, hablemos de otra cosa-

-¿Por ejemplo?- Dice el hombre con arrogancia levantando una ceja-

-Por ejemplo de por qué viniste…-

El hombre la mira, abre la boca pero al instante calla pero sin dejar de mirarla con profundidad, se lleva el vaso de cristal a la boca y termina el contenido. Se sirve de nuevo y vuelve a mirarla. Pone su típico temple arrogante y levanta los hombros.

-Ya no lo recuerdo-

-¿No lo recuerdas o no me quieres decir?-

-¿Cuál es la diferencia?- Responde el hombre con una sonrisa mordaz-

-¿Estas bien?- Pregunta la chica un poco preocupada por él- Estoy segura que sabes que noté que ya venias con un par de copas encima-

-Que observadora- Responde el hombre con burla-

-Y también estoy segura de que cuando terminemos con esta botella me lo dirás- Dice la chica tomando valor de no sabía dónde aunque sonrojándose al final-

-Ya veremos- Dice el hombre entre divertido y mordaz-

Poco tiempo después, daban por agotada la última gota de whiskey de fuego de la botella que se encontraba frente a ellos. La chica podía sentir el efecto del alcohol, se sentía más desenvuelta, reía tontamente por cualquier comentario de Severus y había dejado la timidez a un lado, poco le importaba ahora que su sudadera o su playera no cubrieran lo suficiente de sus piernas.

-No es justo- Dice la chica en un fingido puchero- Yo no me siento del todo en mis cabales en este instante y en cambio tú, estas igual que como llegaste-

-La práctica- Dice el hombre con arrogancia en su grave voz-

Es cierto que ninguno de los dos está del todo en sus cabales, el alcohol les ha despojado de sus inhibiciones, hace rato ya que han abandonado su típico trato formal.

Severus se ha quitado la levita y en cambio ahora solo se encuentra en una camisa negra entreabierta que deja ver un poco de su pecho. La chica se muerde el labio y automáticamente aprieta las piernas, para darle algo de consuelo a su centro que parece reaccionar con solo mirar a ese hombre altivo e imponente que se muestra completamente desgarbado sobre su sillón. Se obliga a no pensar en ello, cree que si sigue comportándose tan hormonal el hombre seguro se dará cuenta de ello. 'Contrólate' se dice a sí misma y se obliga a apartar a vista de él y mirar en cambio u vaso vacío-

-Así que terminamos la botella y es hora de que me digas por qué viniste-

El hombre la mira profundamente, pensando si concederle una respuesta o no. La chica no puede con su mirada, se muerde el labio inferior y aprieta las piernas de forma inconsciente, una vez más.

-No sé si quieras saberlo-

-Quiero saberlo- La chica responde de inmediato cruzando las piernas no por pudor, ni modales, sino porque de esa forma puede apretar más su centro dándole el alivio que necesita justo en ese lugar que parece que arde y palpita cada que escucha la voz grave del hombre.

El sigue su movimiento con la mirada y por unos largos segundos se pierde en sus desnudas piernas, en esos muslos que le muestra sin recato, en la curva de su trasero que apenas asoma por debajo de su horrible sudadera, que aun pese a ser demasiado grande para ella, le ciñe a la perfección sus formas. Puede aventurarse a pensar que no trae ropa interior, al menos no la que cubre sus pechos ya que sus pezones duros se yerguen hacia el invitándolo a tomarlos en su boca y besarlos, lamerlos, morderlos… La chica cruza descruza y cruza las piernas de nuevo, él no se pierde ese movimiento y ve por un instante sus bragas blancas que le gustaría deslizar por esas piernas desnudas…

-¡Granger, por favor! Puedes ponerte algo más… presentable- Dice el hombre sacudiendo sus pensamientos y tomándose al puente de la nariz-

-¿Presentable? ¿Para estar en mí departamento? ¿A las… 3 de la mañana?- Pregunta la chica con incredulidad- Yo no tengo la culpa de que me hayas despertado poco después de media noche-

-Al menos ponte un pantalón o algo que te cubra…- Responde el hombre un tanto ansioso-

La chica asiente sintiéndose un tanto reprendida y se dispone a hacer lo que Severus prácticamente le ha ordenado, pero al levantarse se da cuenta que nunca habían estado de esta forma, tan cercanos, tan libres. Y piensa que es su oportunidad, si no se aventura ahora, nunca lo hará, no se le había presentado una oportunidad así en poco más de 10 años que lo conocía. El alcohol le dio el impulso justo que necesitaba.

-¿Por qué? ¿Te molesta verme así?-

Le pregunta la chica y se extiende a lo largo sobre su sillón, en una pose que ella cree sugestiva aunque no podría asegurarlo, no tiene ninguna practica en ello. El hombre la mira con languidez desde los pies hasta los ojos, deteniéndose en ciertos puntos interesantes: sus muslos, la curva de su trasero, sus pechos, sus labios.

-No intentes provocar algo que no vas a poder manejar- Le advierte el hombre con un tono ronco y oscuro, brindándole a final una sonrisa de autosuficiencia-

-Yo no estoy provocando nada, solo estoy justificando mi vestimenta. –Le responde la chica en un puchero de no saber de qué está hablando. Se levanta con delicadeza y se planta frente a el continuando- Además hace calor y para que te escandalices de verdad y me mandes en serio a poner algo 'presentable' te voy a dar razones- Se quita sin pensarlo demasiado su sudadera, quedando solo en su blusa blanca de tirantes que apenas le cubre medio trasero y que trasluce por completo la forma de sus pechos y sus pezones erectos-

-Te lo advierto Hermione – Le dice el hombre que se pone tenso en su asiento, con la mandíbula apretada, se ve amenazante, oscuro. Sin embargo a la chica no le importa, el solo escuchar su nombre en su voz oscura y ronca le hace humedecerse-

-¿Qué? ¿No te gusta verme así? –Pregunta la chica con inocencia -¿Qué tal así?-

Dice y lleva sus manos a las esquinas de su blusa para quitársela. Cuando el hombre se percata de lo que la chica va a hacer, se levanta de inmediato quedando muy pegado a ella y le toma con rudeza las muñecas apartándolas de su prenda que queda poco arriba del abdomen. La chica lucha para zafarse del hombre, solo para zafarse de él, pero este lo interpreta como un nuevo intento por desnudarse y la aprisiona con fuerza entre sus brazos imposibilitando su movimiento-

-No hagas esto- Le advierte el hombre con un tono ronco de deseo - No me hagas más difícil esto…

-¿Mas difícil? –Pregunta la chica- ¿Mas difícil qué? – Y cree caer en la cuenta de a que se refiere- ¿A qué viniste?-

Insiste la chica casi suplicándole, siente que va a desvanecerse de deseo por ese hombre que la mantiene fuertemente abrazada y completamente pegada a él. De nuevo la chica puede ver contrariedad en sus ojos, pero esta vez hay algo más, algo más oscuro, lo mismo que ella siente deseo.

-A esto-

Responde el hombre perdiendo su batalla interna y estrellándose contra su boca en un beso pasional, que contra todo lo que esperaba le es correspondido con la misma pasión.


Ya se, ya se.

Tengo dos historias por terminar y tardo años en actualizar.

No me odien (esta frase ya es mi mantra :v )

Esta será una historia corta, quizás 5 capítulos.

Disfruten y nos vemos pronto en actualización de alguna de las historias :v

Si les gustó dejen un review, si no también.

Gracias por leer.

B. Sayre.